martes, 1 de diciembre de 2015

El muro que no nos tapa el paso

David Olide Chihuahua. A01228079.
davidolide@gmail.com
El muro que no nos tapa el paso
¿Cerrar las fronteras es la solución a los problemas de migración?
La desigualdad económica tan acentuada que se vive en Latinoamérica, baja calidad de vida; así como las deficientes leyes de migración y el despliegue de agentes fronterizos, obligan a las personas a convertirse en mercancía de tráfico de personas y a tomar caminos cada vez más peligrosos. Si México erradicara verdaderamente la corrupción de su modo de gobierno, tendría la capacidad de ofrecer a sus habitantes un nivel de vida lo suficientemente elevado para evitar el fenómeno migratorio que se vive actualmente hacía los Estados Unidos.
Parece que al gobierno de nuestro país se olvidó por completo de que lo más importante para mantener a su pueblo, es la capacidad de producir su propio alimento. Las zonas rurales de nuestro país se encuentran deterioradas, infértiles; su riqueza productiva carece de alguien que sea capaz de explotarla. La falta de incentivos económicos y la baja remuneración de las actividades agrícolas, han sido la causa de que los campos de cultivo estén abandonados. Los campesinos han decidido abandonar sus tierras para emigrar a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades.
En este ensayo analizaremos la histórica migración de personas de origen mexicano a los Estados Unidos desde sus inicios en la década de los 40 hasta la actualidad. Trataremos de analizar éticamente las principales situaciones que dieron origen a este fenómeno y la evolución que ha tenido a lo largo de los años, así como los problemas y los efectos colaterales que le ha causado tanto al país vecino como al nuestro.
Es bien sabido que diariamente miles de centroamericanos y mexicanos cruzan la frontera en la búsqueda de una mejor calidad de vida, tan solo en el 2013, 322 mil mexicanos cruzaron la frontera norte del país a los Estados Unidos (Pérez, 2015, pp.3). Sin embargo pocas veces se piensa en las causas de esta situación. Es ilógico pensar que a nuestro país no le bastan sus grandes yacimientos petrolíferos, los préstamos internacionales (alrededor de 60,000 millones de dólares entre 1976 y 1982) ni los recursos provenientes de más de mil empresas estatales vendidas a empresarios privados. Nada de esto ha sido útil para construir una estrategia que garantice el desarrollo de nuestra sociedad y una mejor distribución de la riqueza (Medina, 1996, pp. 129).
El fenómeno migratorio actual ha dado lugar a un creciente interés en el tema. Solamente en el 2008 se realizaron más de una docena de eventos por parte de instituciones académicas, dependencias gubernamentales, entre otras, para discutir y analizar los impactos sociales, económicos y políticos de este proceso (Valenzuela, 2008).
La dirección y magnitud del tránsito migratorio se define principalmente por dos factores: la asimetría salarial y la cercanía o lejanía entre los países (Albarrán, 2010, pp. 160). Estas dos situaciones sin duda alguna se dan entre México y Estados Unidos más acentuada que en ninguna otra frontera del mundo. En diciembre de 1994, el dólar se cotizaba en 3 pesos mexicanos, y para mayo de 1996 estaba en 7.5 pesos. Para esta fecha ya había cerca de cinco millones de personas en desempleo en una Población Económicamente Activa de 33 millones de mexicanos. Mientras que el salario mínimo en México en promedio es de tres dólares por ocho horas de trabajo, en Estados Unidos cada hora de trabajo tiene como salario mínimo cuatro dólares (Medina, 1996, pp. 131).
Además, la frontera entre México y Estados Unidos tiene una longitud de 3,142 km, formada por 10 estados de la república y hogar de más de 83 millones de personas que desarrollan diversas actividades comerciales, así como el flujo de bienes, personas y servicios. Gracias a esto la frontera entre México y Estados Unidos es la más transitada del mundo (Secretaría de Relaciones Exteriores, 2013).
Una de las causas a las que se le podría atribuir la migración es la falta de formación profesional por parte de la población mexicana. Una formación academica solida brinda más y mejores oportunidades para las personas, por lo tanto esto podría ser visto como una causa de la migración hacía los Estados Unidos.  Los asuntos de migración suelen ser vistos como un tema aislado, que afecta únicamente a las personas de escasos recursos de nuestro país; sin embargo, los recientes estudios sobre migración muestran que el perfil de los migrantes mexicanos ya no es sólo de características rurales, como era en la década de los 40 y 50, sino que muchos pertenecen ahora a la llamada clase media, englobando también a maestros, profesionistas, médicos, universitarios, etc., quienes también están cruzando la frontera norte de México en busca de mayores ingresos (Medina, 1996, pp. 135). Estos datos dejan más que clara la carencia de oportunidades en el país y la inequitativa concentración de la riqueza en unas cuantas personas, ya que incluso con una carrera profesional concluida y con un perfil profesional prometedor, México no tiene la capacidad de ofrecer una calidad de vida digna para sus habitantes.
Actualmente están saliendo de México cada vez más individuos con mayores niveles de calificación, con una tendencia selectiva, pues se prefiere a migrantes que tienen formación escolar de nivel superior o mayor. A este problema se le llama fuga de cerebros y se define como el desplazamiento hacia el exterior de un país de fuerza de trabajo con habilidades y talentos claves para la investigación científica y la innovación tecnológica (Martuscelli, 2007, pp. 3). Sin duda alguna, una política diferente en nuestro país, más incluyente y con oportunidades equitativas, en donde se luche contra la corrupción; que tenga como verdadero propósito incluir a todas las personas por igual mantendría a los talentos mexicanos dentro de nuestro país y elevaría significativamente la calidad de vida y la economía de la población en general.
Otro factor que se ve afectado es el campo. La agronomía es uno de los principales activos de la economía de nuestro país. Sin embargo, la mayoría de los cereales y granos que consumimos, ya no se producen dentro de nuestra nación, se pagan precios muy elevados a otros países por su consumo. Desgraciadamente, una vez más la causa de esto es la falta de oportunidades y de apoyo al campo en nuestro país; gracias a esta situación mayoría de los migrantes mexicanos provienen de zonas rurales en las cuales el campo deja de ser trabajdo, principalmente de cinco entidades de la república; Michoacán (15.0%), Jalisco (12.0%), Guanajuato (9.0%), Estado de México (8.0%) y Zacatecas (5.0%) (Figueroa, 2015).   
Otro factor que se está perdiendo es la mano de obra. La población económicamente activa está disminuyendo drásticamente en zonas alejadas de las ciudades. Estas personas podrían trabajar no solo en el campo, sino en las industrias, lo que deteriora gravemente la economía del país.
No obstante, los indocumentados mexicanos que logran establecerse en Estados Unidos, definitivamente se ven beneficiados por sus nuevas condiciones económicas, al igual que sus familias. La mayoría de las veces, aunque sus familiares cercanos permanezcan en México, les envían dinero y contribuyen de esta manera a mejorar la economía del país mediante las llamadas remesas, que son “la cantidad en moneda nacional o extranjera proveniente del exterior, transferida a través de empresas, originada por un remitente (persona física residente en el exterior que transfiere recursos económicos a sus familiares en México) para ser entregada en territorio nacional a un beneficiario”(Banco de México, 2015). Además, tienen acceso a los servicios de educación y de salud en la medida que su situación migratoria se los permita.
Sin embargo, la mayoría de las veces los derechos humanos de los inmigrantes son atropellados. De acuerdo a datos oficiales de las Patrulla Fronterizas estadounidenses, más de 6 mil migrantes fallecieron en el cruce de la frontera entre México y Estados Unidos desde el año 2000. Del total, 81.5% de los indocumentados eran mexicanos  (Tourliere, 2014). Además, existen problemas más graves aun, como la caza de inmigrantes por grupos civiles estadounidenses, que evaden las patrullas fronterizas y les atacan con armas de fuego a su paso. 
Los afortunados que lograron sobrevivir a los riesgos que implica la frontera, tales como morir abandonado, o ser atrapado por la patrulla fronteriza; se enfrentan al problema que implica su establecimiento en los Estados Unidos. La mayoría de las veces son auxiliadas por sus familiares y amigos, de no ser así, se enfrentan a grandes problemas para sobrevivir en otro país con un idioma y costumbres diferentes, con el latente riesgo de ser deportados.
Por consecuencia, la migración en México es un tema que requiere atención inmediata a los problemas que la originan. Principalmente la falta de desarrollo económico. Si dentro de nuestro país se tuvieran las suficientes oportunidades para que todas las personas pudieran desarrollarse económica y socialmente, no tendríamos la necesidad de emigrar a Estados Unidos. Además, es importante que las autoridades correspondientes velen por los derechos de los migrantes que quedan en manos de grupos delictivos, que establecen redes organizadas para la trata de personas. De continuar esta situación así, el desarrollo del país, la productividad del campo y la industria se ira deteriorando drásticamente con el paso de los años, por lo que se requieren programas que mejoren la calidad de vida tanto en zonas rurales como urbanas de México.



Referencias
Básicas:
Medina, I. (1996). México: crisis económica y migración. Espiral, III(7) 129-141. Recuperado de http://oai.redalyc.org/articulo.oa?id=13830707 
Albarrán, M. d. L. J. & Manero Brito, R. (2010). La migración: una institución. Enseñanza e Investigación en Psicología, 15(1) 159-181. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=29213133011
Martuscelli, J. & Martínez Leyva, C. (2007). La migración del talento en México. Universidades, LVII(35) 3-14. Recuperado de  http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=37303502
Figueroa, E. (2015). La migración y las remesas en México: 1980-2010. Instituto de Ciencias Sociales y Administración. Ciudad Juárez, México. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=85932588003
Valenzuela, C. (2008). La migración México-Estados Unidos. Revista Académica del CISAN-UNAM, vol. 3, núm. 2, julio-diciembre, 2008, pp. 205- 213. Recuperado de  http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=193714461009







Complementarias
Pérez, C. (2015). Migración de mexicanos a EU aumentó desde 2013. Periódico La Jornada. Recuperado de http://www.jornada.unam.mx/2015/03/16/politica/015n1pol
Banco de México. (2015). Remesas. Recuperado de http://www.banxico.org.mx/ayuda/temas-mas-consultados/remesas.html   
Secretaría de Relaciones Exteriores. (2013). Frontera. Recuperado de http://mex-eua.sre.gob.mx/index.php/frontera
Tourliere, M. (2014). Migración en México, “la más letal” en el mundo: OIM. Recuperado de http://www.proceso.com.mx/?p=383405

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