viernes, 4 de julio de 2014

Detrás de una intervención ciudadana: #EcoProvidencia

Cecilia Mariana Iglesias Palomares
A01228190
Ética, persona y sociedad
Maestra: Dra. Alicia Ocampo Jiménez
ITESM Campus Guadalajara
05 de julio 2014

Detrás de una intervención ciudadana: #EcoProvidencia

Introducción
       George Bernard Shaw dijo: “El hombre razonable se adapta al mundo; el irrazonable intenta adaptar el mundo a sí mismo. Así pues, el progreso depende del hombre irrazonable”. Me niego a pensar que somos todos irrazonables; pero si de verdad ponemos atención a los detalles, y los analizamos nos daremos cuenta que estamos siguiendo un curso de acción que se aleja por completo de ser sensato. La RAE define al progreso como avance, perfeccionamiento. Estamos de verdad progresando en muchos aspectos –la tecnología, por ejemplo–, pero parece que en la urbanización de las ciudades vamos para atrás.
Debemos ser razonables y, como dice Shaw, renunciar a la idea de tratar que el mundo se adapte a nosotros, porque, si seguimos así, pronto dejaremos de tener mundo al que adaptarnos. En este ensayo abordaré las razones desde una perspectiva ética detrás de la intervención ciudadana que mis compañeros y yo realizamos en la colonia Providencia, con el propósito de renovar el capital verde de este lugar, de intentar que las personas tomen conciencia y que adopten principios de cívica ética, con el deseo de que se pueda repetir en otras partes de la ciudad y hasta del país.
Palabras clave: contaminación, coches, árboles, ética, justicia social, desigualdad social, derechos, intervención ciudadana.



      En la ley de los derechos de la Madre Tierra se estipula que las personas tenemos el deber de “participar de forma activa, personal o colectivamente, en la generación de propuestas orientadas al respeto  y la defensa de los derechos de la Madre Tierra”. Puntos como derecho a la vida, al aire limpio, a vivir libre de contaminación, entre otros, son cosas que como ciudadanos debemos ayudar a defender. Una de las tantas formas que existen es realizar una intervención ciudadana, en la que elijamos un aspecto de la sociedad que creemos es incorrecto y tratar de solucionarlo, haciendo conciencia de paso en las demás personas. El aspecto que nosotros elegimos fue la cada vez menor cantidad de árboles en la colonia Providencia de la ciudad de Guadalajara, debido a que las personas los mandan a talar y el Ayuntamiento no los multa. Tomamos parte en el evento Camina Providencia, en el que nos dimos cuenta de más cosas que estaban mal, y además decidimos realizar nuestra propia intervención: #EcoProvidencia.
       Según datos recientes de la Organización Mundial de la Salud (2014), casi el 90 por ciento de las ciudades que miden su contaminación superan los niveles de calidad establecidos por la ONU, lo que provoca un aumento en el riesgo de las enfermedades respiratorias y de otra índole. Por otro lado, está comprobado que la plantación de árboles en las zonas más contaminadas de una ciudad puede ayudar a la calidad del aire en el futuro, pues estos limpian no solo el dióxido de carbono, sino otras partículas en suspensión, como nitratos y sulfatos, que afectan a la salud de la población (Tallis et al., 2011).
        Es muy difícil darse cuenta de esta situación dado ese centralismo y esa moral basada en la Teoría del derecho natural, en la que a su vez está basada la teología moral de la Iglesia Católica, de las religiones con más poder en México. Uno de los principios de la Teoría del Derecho Natural es que todo tiene un propósito, incluidos los animales y las plantas, y ese es el bienestar del hombre (Rachels, 2007). Bajo este principio, no importa cuántos árboles talemos, cuántos animalitos matemos, mientras sea para nuestro beneficio. Pero lo que este principio no ha tomado en cuenta es, que si nos acabamos a las plantas y a los animales, ya no habrá en el futuro más plantas y animales que sirvan a nuestro bienestar.
        En este aspecto, el Gobierno no está cumpliendo con la parte que le toca. Según la teoría del Contrato Social, “el Estado existe para hacer que se cumplan las reglas más importantes indispensables para la convivencia social…” (Rachels, 2007, p. 230). En Guadalajara, el Gobierno (Estado) está permitiendo que los árboles sean talados y, al mismo tiempo, no está haciendo nada para reforestar los que ya están talados. Igualmente, no promueve campañas para reparar el daño que provoca tener cada vez menos árboles. Tal vez la tala indiscriminada de árboles, en los ojos del Estado, es parte del llamado “progreso”; pero para que podamos convivir todos en sociedad, tenemos que ser una sociedad sana y con espacios públicos dignos, y eso no se puede lograr si cada vez hay menos árboles.
      Otro pensamiento antropocentrista que está repercutiendo seriamente en la contaminación ambiental es el uso masivo del coche. Es entendible que el ritmo de vida actual es rápido y estresante; pero, si somos sinceros, el coche es mucho más cómodo que el transporte público o que una bicicleta o incluso caminar. La mayor fuente de contaminación atmosférica en la Zona Metropolitana de Guadalajara es el transporte, con 73.5%  del total de las emisiones (GEJ, SEMARNAT 1997).  Los relativistas culturales dirían que esta práctica no es mala, pues es lo que se “acostumbra” en nuestra cultura, pero si tomamos en cuenta que no es la única cultura que la lleva a cabo y que las consecuencias negativas de ella, ya inminentes, repercutirán en todas las culturas, ¿deberían seguir diciendo que no es mala? Tal vez las cosas cambien cuando ya no fuera tan cómodo trasladarse en automóvil.
       Analizado desde el punto de vista utilitarista, la actual política de urbanización de la ciudad va por el camino incorrecto. Rachels (2007) cita el principio de utilidad de Bentham, el cual nos dice que, al momento de elegir políticas sociales, debemos elegir la que tenga “las mejores consecuencias globales para todos los afectados”. Dado que Guadalajara es de las ciudades más contaminadas de Latinoamérica (Clean Air Institute, 2013) y que el nivel de contaminación elevado provoca enfermedades de las vías respiratorias y de otra índole (OMS, 2014), es claro que han tomado la decisión incorrecta en cuanto a implementar medidas para planear la urbanización de la ciudad.
      Igualmente, visto desde la perspectiva de la justicia social, es evidente que en México no existe ninguna justicia; pues al parecer, para la sociedad mexicana, los automovilistas son merecedores de más derechos que los demás. Malo (2003) afirma que la justicia se afirma como una virtud que busca no perjudicar al otro, conculcando o violentando cualquiera de sus derechos. Sin embargo, cada vez vemos más carriles, más árboles talados para construir avenidas, menos espacio para el peatón y más medidas para que a los que conducen un coche les tome menos tiempo llegar a su destino. Pero, ¿qué pasa con las personas que nos movemos en transporte público, en bicicleta o caminando? Parece que al querer beneficiar al sector de la sociedad que posee automóviles, los derechos de la otra parte se ven afectados, creando una gran injusticia social.
      Sustentabilidad y justicia social son dos términos que creo van de la mano. Si hubiera más campañas para mejorar una, la otra mejoraría de forma proporcional. Si hay más oportunidades de transporte para las personas que no tiene coche, las emisiones contaminantes bajarían su nivel inmediatamente.
      El evento de Camina Providencia y la intervención #EcoProvidencia me permitieron darme cuenta, además, del estado deteriorado de las banquetas, en las que sería muy difícil moverse sin ayuda para una persona en silla de ruedas, invidente o muy anciana. Uno de los mínimos de justicia que Cortina (2000) explica que deben de existir, para llegar a convivir todos pacíficamente, es la “igualdad de oportunidades respecto al resto” que permitan vivir dignamente. Otro de los mínimos es la solidaridad con quien lo necesite para que puedan lograr autonomía y una vida digna, eliminando la discriminación y las desigualdades. Kant afirmaba, asimismo, que “los seres humanos tienen un valor intrínseco, esto es, dignidad, que los hace valiosos sobre cualquier precio”. (Rachels, 2007, p. 209). Los dos mínimos de Cortina y el enunciado de Kant están claramente siendo ignorados, con las condiciones decadentes de las aceras y de las rampas para discapacitados, que son inexistentes o son muy angostas o inclinadas, en el mejor de los casos. ¿Cómo podría una persona discapacitada conservar su dignidad tratando de pasar por ellas?
     Considero que debemos empezar a pensar con bases de una ética para la sustentabilidad. En el Manifiesto por la vida: por una ética para la sustentabilidad (2002) se expresa que la ética para la sustentabilidad “plantea necesaria la reconciliación entre la razón y la moral, de manera que los seres humanos alcancen un nuevo estado de conciencia, autonomía y control sobre sus mundos de vida, haciéndole responsables de sus actos hacia sí mismos, hacia los demás y hacia la naturaleza en la deliberación de lo justo y de lo bueno”. Si todos adoptáramos medidas basadas en los planteamientos de la ética para la sustentabilidad podríamos ser más conscientes de lo que hacemos y del daño que causamos a los demás, provocando así una sociedad más sostenible y en la que hay menos injusticia y desigualdad social.



Conclusión
     Visto desde varias perspectivas éticas, las intervenciones ciudadanas son necesarias para cambiar el curso de las cosas. El Gobierno, por sí solo, con el monopolio del poder y la fuerza que se le ha otorgado, no está haciendo su parte de prevenir que más árboles sean talados, multando a las personas que lo hacen ilegalmente, o reforestando los que ya están cortado. Además, la urbanización actual atenta contra los derechos y la dignidad de la mayor parte de la población, con cada vez menos espacio y de menor calidad para el peatón, para los ciclistas y para las personas discapacitadas; y esto sin considerar a la población mundial, a la que afectan las consecuencias de toda la contaminación producida por los autos. Esto se debe, entre otras cosas, a la gran injusticia social que encontramos en nuestra cultura, donde el automovilista disfruta de más comodidades que el resto de las personas a la hora de trasladarse de un lugar a otro. Si hubiera más justicia social, las prácticas sustentables mejorarían invariablemente, pues las emisiones de los autos bajarían al beneficiar más al peatón y al ciclista. Es por estas razones que apoyo la aplicación de una ética para la sustentabilidad para guiar nuestras acciones, pues esta no solo se preocupa de las relaciones personales, sino también del ambiente y del mundo que le dejaremos a las generaciones futuras.



Bibliografía

Calidad del aire en América Latina. (n.d.). Clean Air Institute. Retrieved June 27, 2014, from http://www.cleanairinstitute.org/calidaddelaireamericalatina/cai-report-spanish.pdf

Cortina. (2000). Valores mínimos de una cívica ética. Madrid: Editorial Santilana.
La OMS alerta del aumento de la contaminación ambiental en las ciudades. (n.d.). ELMUNDO. Retrieved June 13, 2014, from http://www.elmundo.es/salud/2014/05/07/536a6608ca4741fe0d8b4573.html

Ley de Derechos de la Madre Tierra. (n.d.). - Ley 071. Retrieved July 2, 2014, from http://bolivia.infoleyes.com/shownorm.php?id=2689

Malo, M. C. (2003). El compromiso por la justicia social, una exigencia de la ética cívica y política. Contaduría y Administración, 211. Retrieved June 27, 2014, from http://www.ejournal.unam.mx/rca/211/RCA21105.pdf

MANIFIESTO POR LA VIDA POR UNA ÉTICA PARA LA SUSTENTABILIDAD Ambiente & Sociedad [en linea] 2002, V (Sin mes): [Fecha de consulta: 28 de junio de 2014] Disponible en: ISSN 1414-753X

Rachels, J., & Millán, G. (2007). Introducción a la filosofía moral. México, D.F.: Fondo de Cultura Económica.

Ramírez., Andrade., & González. (0). La contaminación atmosférica en el área urbana de Guadalajara, Jalisco y su infuencia en infecciones agudas de las vías respiratorias en menores de cinco años. Universidad autonoma del estado de Mexico, 06. Retrieved June 13, 2014, from http://www.uaemex.mx/Red_Ambientales/docs/memorias/Extenso/TS/EO/TSO-06.pdf



Tallis, M., Taylor, G., Sinnett, D., & Freer-Smith, P. (2011). Estimating the removal of atmospheric particulate pollution by the urban tree canopy of London, under current and future environments. Landscape and Urban Planning, 103(2), 129-138.

No hay comentarios:

Publicar un comentario