Colter Ehman
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Las personas somos seres con placeres, todas las personas tienen placeres, no todos iguales. La importancia o prioridad que le des a un placer es lo que te llevara a dar todo o nada por él.
Los placeres nos dan felicidad, la adicción a esta felicidad nos puede llevar al "hoyo", debe de haber un equilibrio, una responsabilidad.
Las personas sin un sentido ético pueden llegar a hacer casi cualquier cosa por conseguir un poco de placer, los casos más claros son los adictos a las drogas, los efectos de estos químicos les proporcionan placer, las drogas llegan a ser su felicidad e inconscientemente su perdición. Un adicto puede llegar hasta matar para conseguir su placer.
Epicuro nos dice en su ética hedonista que el placer es el camino a la felicidad, las personas buscamos placeres para poder vivir felices. Los hedonistas modernos tratan de describir el placer o más bien de clasificarlo, Jeremy Bentham dice que todos los placeres son iguales en cualidad por lo que varían en cantidad, pero J.S. Mill considera que el placer se mide en cualidad y no en cantidad.
Los adictos al placer pienso yo que buscan un placer de cualidad muy alta que los vuelve locos y lo buscan en grandes cantidades, una combinación de estas dos teorías, porque si fuera solo cuantitativo simplemente podrían gozar de cualquier otro placer en la misma cantidad y si fuera solo cualitativo no tendrían que estar buscando todo el tiempo su gran placer, sea cual sea.
La naturaleza del hombre es buscar la felicidad, encontrada en los placeres, y no he estado diciendo que los placeres nos llevan al mal pero el equilibrio y la prudencia son lo que no debemos de perder cuando el placer nos quiera hundir.
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