jueves, 9 de mayo de 2013

Veneno y antídoto: La empresa



Veneno y antídoto del mundo: La empresa


El concepto de empresa ha cambiado. No se trata simplemente de industrias o corporativos con grandes ganancias y certificados de sustentabilidad, sino de crear valor para un nuevo cliente potencial: La sociedad. Las empresas deben cambiar su enfoque tradicional para poder desarrollar y mejorar las condiciones de vida del ser humano y del medio en el que vivimos, o de contrario, le darán la espalda a la sociedad.


Hoy es un día como cualquier otro. Voy a mi casa en auto y hay mucho tráfico para llegar a Bodega Aurrera. Entonces compro muchos productos para abastecer mi despensa y me llevo a casa productos empaquetados con plástico y envueltos en más plástico. Entonces me pongo a pensar: ¿Por qué hay tantos autos? ¿Por qué tanto plástico? Tal vez parezca que son dos cosas  que no tienen nada que ver, pero existe un común denominador: ambas cosas provienen de todo un proceso realizado por empresas. ¿Y eso qué? Pues las bolsas y empaques de plástico seguramente terminarán en la basura o en la calle, y los autos solamente contaminarán el aire, una de las causas de las 15,000 muertes anuales por enfermedades respiratorias asociadas a la exposición a la contaminación en México de acuerdo con un estudio realizado por el Clean Air Institute. Siendo sinceros, la mayoría no somos consumidores racionales, por lo que contribuimos con estos problemas. Sin embargo, las empresas en México también forman parte del problema. ¿Cómo forman parte de los problemas de sustentabilidad las empresas?
‘’Tradicionalmente, las empresas mexicanas han asumido únicamente algunas de sus responsabilidades, olvidando por completo las sociales’’ (Sánchez, V., 2001, p.14).
Lo anterior ha causado que supermercados contribuyan con su contaminación por bolsas de plástico debido a que las bolsas son prácticas y de bajo costo, o que existan muchos vehículos contaminantes debido a que invertir en Investigación y Desarrollo para desarrollar fuentes de energía distintas a los hidrocarburos resulta muy costoso.

Entonces, se desligan de toda responsabilidad, por lo que las mencionadas empresas están ocupadas con su responsabilidad financiera, prosperando a costa del resto de las comunidades y siendo causa importante de los problemas sociales, ambientales y económicos: ‘’Buena parte del problema se halla en las mismas compañías, las que siguen entrampadas en un enfoque anticuado de la creación de valor que ha surgido a lo largo de las décadas pasadas‘’ (Porter, M., 2011). El enfoque mencionado por Porter, se asemeja al actual capitalismo, que define como un vehículo inigualable para satisfacer necesidades humanas, mejorar la eficiencia, crear trabajo y generar riqueza.
Sin embargo, empresas como Wal-Mart no han sabido ampliar el concepto de capitalismo, ya que tratan de crear valor para la sociedad con su ventaja de ‘’Bajos precios siempre’’, pero descuidando a sus empleados o destruyendo economías locales tal como en el documental ‘’Walmart: The High Cost of Low Prices’’.
Ahora, empresas mexicanas e internacionales han tomado acciones aplicando para ser Empresas Socialmente Responsables. Sin embargo, tan sólo en México encontramos a 572 empresas registradas con el distintivo ESR (CEMEFI, 2012). Esta cifra no se compara con las 5,144,056 empresas registradas en nuestro país (INEGI, 2009.), dentro de las cuáles se encuentran 10,288 grandes empresas que emplean a 5,961,393 personas.

Las empresas representan el motor de la economía mexicana. En total se emplean a 27,727,406 personas de acuerdo con INEGI. Por lo que los principales involucrados son aproximadamente el 30% de la población mexicana. Sin embargo, no estamos considerando a las familias de tales trabajadores que están involucradas dentro de la economía empresarial. Además, las empresas abarcan clientes, proveedores e incluso accionistas a nivel local e internacional, sin mencionar la dependencia que tiene el gobierno mexicano de empresas públicas  PEMEX, que forma parte de los principales ingresos del país con un 10% del PIB mexicano de acuerdo con el Censo Económico de INEGI en 2004. La responsabilidad que se tiene con el medio en el que operan las empresas, tales como cuestiones ecológicas no pueden pasarse por alto.

Porter menciona que al contribuir con la sociedad, las empresas son limitadas debido a los costos cuantitativos como aumentar salarios en base a recompensas de los trabajadores, y cualitativos al contratar a discapacitados.
Por lo que existen conflictos de intereses. ‘’Las empresas y la sociedad se han venido enfrentando desde hace mucho tiempo. Los economistas han legitimado la idea de que las empresa deben morigerar su éxito económico para entregar beneficios a la sociedad’’ (Porter, M., 2011). Sin embargo, ¿cuál es el deber de una empresa con la sociedad y el medio en el que opera?
Si analizamos detenidamente, encontramos que nuestra economía está basada en el neoliberalismo, en el que encontraremos libertad para hacer las cosas. Nuestros esfuerzos reflejarán nuestros resultados en un ambiente de supuesta igualdad de oportunidades. Actualmente, tal libertad ha causado economías tan individualistas, en el las que cada quién ve únicamente por sus propios intereses. Podríamos relacionar este concepto con el egoísmo ético. De acuerdo con esta corriente ética, ‘’nuestro único deber es hacer aquello que es lo mejor para nosotros mismos’’ (Rachels, J., 2003). Entonces, de acuerdo a lo mencionado anteriormente, en su enfoque tradicional, las empresas se basan únicamente en sus ganancias y no en el impacto social y sustentables. Tal situación refleja que podemos ver a la empresa como una sola personalidad. ‘’Dermagne supone que la empresa contiene una personalidad no solo jurídica y ética sino también política y moral’’ (Cuevas, Ricardo., 2007). Por lo tanto, la empresa está siendo egoísta y no lo preocupan los intereses de los demás. La pregunta ahora es, ¿existe algún deber con la sociedad por parte de la empresa?
En su defensa, la empresa justificaría sus acciones debido a que hacerla de altruista es contraproducente, y que los beneficios económicos como los empleos generados generan sustentabilidad de miles de personas. O incluso podrían justificarse con el hecho de que su esfuerzo es superior al esfuerzo de la contraparte, y por tal razón no podrían tomarlos en serio si son altruistas. Sin embargo, las empresas sí tienen deber con la sociedad e indirectamente con el ambiente que las rodea. Las empresas tienen deber con la sociedad porque existe igualdad en las necesidades humanas. Tanto la persona más pobre de México tiene que cumplir sus necesidades, desde las más básicas hasta las de autorrealización, al igual que los directivos de las empresas más ricas del país. Por lo que no es correcto ni justo dejar sin consideración a los que incluso forman parte del consumo de las empresas y dañar el medio que los rodea solamente por intereses económicos. Las empresas deben ser más humanas actualmente. Entonces, ‘’la acción es la base de la propia realización del fin ético que al ser accionado por individuos la convierten en fin humano’’ (Ferrer S., 2007, p.324).
Un acercamiento con el que las empresas deberían contar para adoptar el enfoque social, es el pensar en base a las virtudes. Si tomamos en cuenta la virtud de la generosidad, nos encontraremos entre la avaricia y el despilfarro de acuerdo con Aristóteles (Rachels, J., 2003). Actualmente las empresas se encuentran en la avaricia no solo económica sino en sus procesos al no reducir la contaminación o en apertura a mercados sociales. El objetivo de esta corriente ética, es el no desgastar a las empresas por sus labores altruistas, sino el de encontrar un equilibrio para poder ayudar a la sociedad, obteniendo crecimiento económico por ambas partes y un medio con recursos bien administrados y sin contaminación.
Por lo que podemos concluir que sí existe un deber de la empresa hacia la sociedad, ya que debe existir igualdad en los intereses humanos y ambas partes pueden beneficiarse del enfoque social, motivados e innecesariamente obligados por una moral de hacer lo correcto. Adicionalmente, si incluimos un enfoque utilitarista, los beneficios por ambas partes son mayores a los que únicamente obtiene la empresa; sin embargo, se tiene que tener cuidado con el respeto a la dignidad de las personas involucradas, que podrían ser cuidar las condiciones laborales de los trabajadores de las empresas.

Ahora que definimos la relación que deben tener las empresas con la sociedad, podemos formular un nuevo concepto de empresa. En el artículo Las formas de la ética de la empresa de Ricardo Cuevas, encontramos la siguiente definición:
‘’La empresa ciudadana es una firma que se implica en la resolución de problemas globales de la sociedad, sin menospreciar evidentemente sus objetivos económicos [...] la empresa ciudadana busca tomar un lugar en el juego social y participar en la solución de problemas de la sociedad’’(Auriac et al., 1996: 221, 223-224).

Tal empresa ciudadana, debe tener un contexto de acción que es explicado como:

‘’La acción social es una parte más del concepto hacia el que va evolucionando la empresa, conocido como empresa responsable. En él, junto a la importancia de sus productos y servicios y de los aspectos económicos tradicionales, aumenta la relevancia que van adquiriendo componentes corporativos, medioambientales, sociales o de gestión de los recursos humanos’’ (Jiménez, F., 2005).

El resultado es una empresa que no sólo se preocupa por tener crecimiento económico, sino una empresa que ve por los intereses de la sociedad.
“La mejora de las condiciones de vida al remover barreras a la inclusión social, apoyar a poblaciones debilitadas o sin voz, o disminuir las externalidades negativas (como la degradación medioambiental)” (Barrera D., Ernesto. 2007).

Tendremos organizaciones con perspectiva ética que resuelvan conflictos sociales tales como la pobreza. Un ejemplo de empresas que han apostado por el enfoque social, son las enfocadas en el mercado de la Basa de la pirámide, 4,000,000 de personas que viven por debajo de los 1500 dólares anuales. Tomemos de ejemplo a Mohammed Yunus, premio Nobel de la Paz en 2006: vinculó su proyecto emprendedor con la generación de oportunidades de acceso al crédito en su comunidad, y para ello movilizó recursos locales y se apalancó en su capital so-
cial como profesor universitario. (Barrera D., Ernesto. 2007, p.62). Fue entonces, que mediante una organización financiera logró crear valor social empoderando a las mujeres de su país. Basicamente, Yunus ofreció independencia económica para la sociedad mediante el microfinanciamiento. Otro ejemplo lo encontramos con Danone, con muchos proyectos sociales, entre los que destaca la venta de yogur a solo 10 centavos de dólar, y ha conseguido ventas de 30,000 tubitos de yogur al mes en Indonesia. (Passariello, C., 2013, p.6). Lo anterior demuestra que se puede mantener un equilibrio entre las necesidades de las personas y de las empresas.

Debemos poder transferir el concepto a través de toda organización, que sea parte de la estrategia de la empresa y de su código de ética para que su capital humano pueda actuar correctamente:
‘’Eticidad organizacional es la capacidad humana del arte orgánico de construir para el convivir en espacios humanos por la búsqueda de objetivos y cursos de acción congruentes tendentes al éxito organizacional. se trata de un negocio financieramente auto sostenible, que está enfocado en la satisfacción de las necesidades básicas de las personas ubicadas en la base de la pirámide (BOP)’’ (Barrera E., 2007).


A lo largo de la humanidad, siempre ha existido la opción de decidir. Contamos con opciones para cambiar al mundo ante los problemas actuales. Sin embargo, muchas veces creemos que las cosas se tienen que hacer tradicionalmente se ha venido haciendo por nuestra sociedad, a pesar de que no siempre sea lo correcto. Es momento de poder tomar acción y ser parte del cambio, a nuestra manera.
Si bien es muy importante recordar que las empresas son el motor de nuestra economía mexicana, no debemos olvidar que todo cargo requiere de una gran responsabilidad. Las empresas tienen un deber con la sociedad en general, para ver por los intereses de todo lo que lo rodea. Necesitamos ser empáticos para comprender los problemas y la realidad. Después de todo, es la mejor manera de pasar de las buenas intenciones, a las buenas acciones.
Referencias bibliográficas
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Ferrer S., Juliana. (2007). Eticidad en organizaciones humanas: Reto en la construcción de un balance social de futuro. Multiciencias, septiembre-diciembre, 319-328. http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=90470309


Cuevas Moreno, Ricardo. (2007). Las formas de la ética de la empresa: la síntesis o las formas propiamente dichas. La empresa del nuevo milenio. Contaduría y Administración, mayo-agosto, 139-150. Recuperado de: http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=39522209


Sánchez Calvillo, V. R. (2001). El Balance Social en las Empresas. Conciencia Tecnológica, (16) 14-19. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=94401604


Abad Jiménez, F. (2005). ¿Políticas públicas sobre acción social empresarial?. CIRIEC-España, Revista de Economía Pública, Social y Cooperativa, (53) 19-28. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=17405303

Porter M. & Kramer M. (2011). ¿Cómo corregir el capitalismo y liberar una nueva oleada de crecimiento? Harvard Business Review. Recuperado de http://www.filantropiatransformadora.org/attachments/article/198/Shared%20Value%20in%20Spanish.pdf

Clean Air Institute. (2012). La Calidad del Aire en América Latina: Una Visión Panorámica. Clean Air Institute. Recuperado de:


Greenwald, R. (2005). WalMart: The high cost of low price. New York: Retail Project L.L.C.  Recuperado de http://www.walmartmovie.com/

Censos Económicos (2009, p.10.). Las empresas en los Estados Unidos Mexicanos : Censos Económicos 2009 Instituto Nacional de Estadística y Geografía.-- México : INEGI, c2012. Recuperado de:

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