martes, 9 de mayo de 2017

Transgénicos: Solución aparente, riesgo latente

 Alan Rivas Pérez
@Alan_38_96

Introducción
En el presente ensayo se hablará acerca de las problemáticas éticas y sociales que puede provocar una manipulación genética en los alimentos que consumimos todos los días, incluyendo sus riesgos, sus beneficios, riesgos tanto ecológicos como biológicos y hasta las posturas de las grandes empresas que apoyan este tipo de prácticas que ahora son esenciales para ellas, junto con su impacto directo con el consumidor. Se busca exponer las implicaciones éticas y sociales que puede traer esta práctica científica. La importancia de utilizar las herramientas tecnológicas actuales como instrumento de cambio para el bienestar de la sociedad en general, y el conflicto que siempre ha existido entre el hombre sobre la ambición de poder o simplemente la falta de juicio moral.
Es importante saber un poco acerca del tema, antes de comenzar. La manipulación genética es un campo de la biología que comprende la herencia biológica de los genes formados principalmente por ADN y ARN. La práctica de la manipulación genética consiste en modificar la información de los genes, que va enlazado con la disciplina de la biotecnología. Dentro de la manipulación, quedan incluidas todo tipo de técnicas artificiales que transforman o alteran a un gen.
Los transgénicos son manipulaciones genéticas en los seres mediante ingeniería biogenética que consiste en introducir genes para adquirir un organismo con características deseadas.  De acuerdo a Greenpeace, un transgénico “es un ser vivo creado artificialmente con una técnica que permite insertar a una planta o a un animal genes de virus, bacterias, vegetales, animales e incluso de humanos”. De este modo, las plantas transgénicas pueden resistir plagas, sequías y herbicidas.

Palabras clave: Transgénicos, agro tóxicos, manipulación, responsabilidad medioambiental, ecología, bienestar imparcial, tecnología.

Transgénicos: Solución aparente, riesgo latente

La manipulación genética es un tema relevante para la dignidad humana puesto que existen varias prácticas que pueden atentar contra esta y peor aún, contra la vida de la persona o ser vivo. Es importante estar conscientes de lo que implica ya que muchas veces estos nuevos inventos tecnológicos que parecen ser buenos superficialmente, pueden afectar al ser humano sin que este individuo se dé cuenta. “A menos que no tengamos el coraje de respaldar completamente el significado humano total de nuestras nuevas empresas sobre tecnología e ingeniería biogenética, estaremos condenados a volvernos sus criaturas o peor, sus esclavos... No es muy tarde para darnos cuenta de los peligros, no solo para nuestra privacidad o seguridad, sino a nuestra propia humanidad. Será mejor que seamos capaces de defender cada vez más los principios de nuestra dignidad humana, aun cuando continuemos cosechando los considerables beneficios que la tecnología genética proveerá inevitablemente” (Kass, 1999, 54)
Los transgénicos desde los años 80`s principalmente fueron creados para satisfacer las necesidades de las personas, a causa de la sobrepoblación a la que nos estamos enfrentando. Es aquí donde surgió el auge de la manipulación de los alimentos hasta llegar a los años 2000, convirtiéndolo en algo común. “La biotecnología ha sido utilizada en las industrias alimenticias por cientos de años para producir, ingredientes alimenticios y aditivos tradicionales, como no tradicionales.”  (Chamas, 2000, 149). Pero existe una controversia totalmente distinta, que puede tener mutaciones y consecuentes en el desarrollo humano por consumirlo.
Para tener un panorama actual de la situación, existen empresas líderes como Bayer, el cual es una de las más poderosas en cuanto a la venta de productos transgénicos y ahora le pertenece a Monsanto, la cual es una empresa multinacional estadounidense cotizada en bolsa productora de agroquímicos y biotecnología. “Con esta transacción se crea la mayor compañía de semillas y fertilizantes del mundo.” (El Universal, 2016). Juntas controlan el 90% del mercado a nivel mundial. En estos últimos años se ha generado un nuevo monopolio, sometiendo a los agricultores a evitar seguir reproduciendo su propia cosecha y a comprar las semillas de una sola compañía que no utiliza productos libres de transgénicos. Podemos notar que, en el trasfondo de las grandes empresas agrónomas, no hay respeto por la dignidad humana. Por el lado de los derechos humanos se relaciona directamente, ya que se está atentando contra lo más importante del ser humano, su dignidad. Este valor supremo que sobre todos los valores, no debe ser violada bajo ninguna circunstancia. Por otro lado, según la postura kantiana, puesto que, si la manipulación de las personas es para la conveniencia de otra, se está utilizando a la persona como mero medio y no como un fin último.
 Lo que ha ocurrido en el tiempo es que los agricultores y granjeros se están quedando sin producto puesto que es una desventaja enorme el no tener un producción masiva y casi perfecta. Una característica muy interesante sobre los cultivos transgénicos es que estas ya no producen semillas, es decir, que el productor está destinado a comprarle más semillas a su proveedor. Otra característica es que estos al dejar su polen en otra planta orgánica, automáticamente está condenada a convertirse de igual manera en una planta transgénica, como si fuera una infección sumamente contagiosa. Pongamos un ejemplo de ello: Si un granjero o agricultor tiene su producto totalmente libre de transgénicos pero sus vecinos tienen tierras llenas de plantas alteradas, estas al pasar el aire, abejas o cualquier otro medio y tocan a las plantas 100% orgánicas, se contagian de estas características de las plantas manipuladas genéticamente y, por ende, el productor termina sembrando también sin que se dé cuenta productos no orgánicos. Existen casos en los que la competencia tiene conocimiento de esto y lo utiliza para realizar actos anticompetitivos, erradicar a su competencia o para demandarlo de no producir lo que el prometía estar vendiendo. A esto se le conoce como piratería biológica.
La piratería biológica, es una práctica moderna utilizada por las empresas agroquímicas que se hace generalmente para obtener más beneficios de lugares pobres y en subdesarrollo. Este tipo de piratería consiste en contagiar la cosecha de los productores. Esta actividad es inaceptable, a causa de que muchas personas como los indígenas son sumamente expuestas a estas prácticas ilegales, además de que se busca únicamente un bien imparcial de parte de las empresas, aprovecharse de la ignorancia. Desde un punto de vista utilitarista, la empresa dice estar haciendo un bien por el hecho de ayudar a producir alimento, ya que no es posible alimentar a la humanidad entera sin ayuda de transgénicos, pero, por otra mano, ¿Se está dando un beneficio más grande al mayor número de personas? La empresa puede usar esta realidad para obtener más ganancias económicas, convirtiendo todas las plantas en organismos contaminados por manipulaciones genéticas, porque con este supuesto, la empresa obtendría una demanda donde el consumidor no tiene alternativa más que a comprar siempre el mismo producto.
Pero, ¿Realmente este es el fin que tiene la práctica científica de los Organismos Genéticamente Modificados? Hay muchas cuestiones que nos hacen dudar si realmente el avance de la ciencia se está realizando para ayudar al ser humano. Siempre ha existido el incentivo comercial y poco a poco se le está dando una importancia menor a las personas y la sustentabilidad ambiental, así como en la agronomía y ganadería. Y esto es una realidad que se hace sin el sentir de las personas. ¿Qué tanto valor le podemos dar a estos avances tecnológicos a cambio de afectar el equilibrio natural del planeta? Se afectan tanto a las plantas como a cualquier otro ser vivo, la ecología deja de ser la misma.
En cuanto a la ecología, debe de existir una obligación a nivel mundial para conservar, proteger, restablecer la salud y la integridad del ecosistema de la Tierra, debido a su distinta contribución al deterioro extremo del medio ambiente en la que estamos viviendo. Promover una cultura ambiental desde la educación básica, donde provoque un determinante en la sociedad para el bien común.
Existe mucha polémica sobre este tema, sin embargo, gran cantidad de la población tiene poco conocimiento acerca de los transgénicos. Para algunos, la modificación genética es inmoral en sí misma, por el simple hecho de afectar al valor intrínseco de los seres vivos. En esta polémica intervienen creencias y temas de cuestionamiento, como el papel de Dios y la sacralidad de la naturaleza, dándose también luchas de poder, al aceptar ser propietario de formas de vida mediante patentes.
Hoy en día, se está tomando una dieta a la que le dicen estar “completa”, pero en realidad es que existe una tendencia a cultivar pocas especies, que son las que invaden el mercado; y así es como, nueve especies constituyen el 75% de los alimentos agrícolas en el mundo, y tres especies el 56% de los alimentos de la dieta mundial.  (Rodríguez, 2013, 6)
Es importante resaltar que otros miembros de la sociedad como los nativos o indígenas también se pueden ver amenazados por estas prácticas, al cambiar su producto por uno transgénico o al ser infectado por otra planta, no podrán cultivar más puesto que su cosecha no saldrá con más semillas fértiles, lo cual les ocasionaría una problemática seria en cuanto a su economía de bolsillo. El bienestar imparcial de la sociedad excluye a este grupo de personas, provoca que aumente la desigualdad dentro del país. Solo los ricos podrían adquirir estos productos de la manipulación genética debido a su alto poder adquisitivo, volviendo más complicada la alimentación adecuada de las personas con bajos recursos. Por otra parte, también cabe destacar que, desde un aspecto macroeconómico, los países con bajo desarrollo económico y baja infraestructura están en desventaja en cuanto a las patentes de plantas, sería muy difícil encontrar una forma de hacerlo, debido a las presiones financieras de los países desarrollados.
Según la UNAM (2014) algunas ventajas que podemos encontrar con el uso de los transgénicos son los siguientes:
La manipulación genética con alimentos puede proporcionar más vitaminas, minerales, proteínas, contenidos reducidos de grasas, además, dándole un mayor tiempo de vida a las plantas. Cultivos resistentes contra los ataques de virus, hongos o plagas sin la necesidad de emplear algún producto químico como un pesticida y también plantas que crezcan de manera más rápida debido a la hormona del crecimiento. Por ende, puede traer más beneficios para el productor a causa del menor gasto y aumento en la producción, por otra parte, también al medio ambiente a causa de la reducción de gases, líquidos y aerosoles tóxicos.
Los alimentos transgénicos también tienen su lado negativo, a continuación, se presentan algunos de los efectos oscuros:
Al implantar genes artificiales, el ser vivo corre el riesgo de que se desarrolle de manera inesperada, creando nuevas especies y todo lo que esto implica: Pueden provocar contaminación genética irreversible. Estos organismos caen en la hibridación, por lo tanto, se pone en riesgo la especie con peligro de extinción. Podría haber impacto en la biodiversidad, disminuyendo especies y variedades que sean autóctonas. Hay posibilidad de que se produzcan sustancias a las cuales los humanos y animales podrían ser alérgicos al consumirlas. Estas alergias se pueden deber al material genético transferido que produce una proteína con propiedades alergénicas, causando una formación inesperada. Podrían diseminarse especies con fenotipos no deseables y también podría haber efectos indirectos a través de animales que consuman alguna parte o un producto de una planta transgénica. De igual manera se produciría nuevas plagas de insectos resistentes a insecticidas.
¿Pero qué pasa con la sociedad? No se tiene datos exactos sobre qué pasaría a largo plazo con el uso excesivo de estos alimentos alterados genéticamente, nosotros, los consumidores somos quienes vamos a sufrir las consecuencias, desde ahí, ya se está atentando contra la vida de las personas de manera indirecta. Estamos arriesgando nuestra salud en algo que no conocemos y muchas veces ni enterados estamos de los que consumimos. Existen actualmente más de 118 alimentos que causan cáncer a causa de estos transgénicos con hormonas y otros agentes químicos como los conservadores que consumimos día a día, según datos de la OMS (2015). Una práctica muy común es el abuso de la mercadotecnia con el uso de los empaques donde se puede engañar a la persona, haciéndola consumir productos que en realidad no son reales o se tienen otras sustancias que pueden dañar a la persona. No necesitamos ir muy lejos para observar los efectos negativos del uso indiscriminado de transgénicos y en especial con los agro tóxicos con los que se utiliza para combatir las plagas. Quibor, por ejemplo, un pueblo donde a diario se reportan los efectos sobre la salud pública, niños con hidrocefalias, deformes y continúas intoxicaciones; suelos en alto grado de desertificación, poniendo en peligro su sostenibilidad. (Hidalgo, 2004, 67).
En definitiva, la utilización de los productos transgénicos son la mejor manera hasta ahora de combatir la hambruna a nivel mundial, ya que no es posible producir a cantidades macro para alimentar a toda la población. Sin embargo, la mala utilización de estos avances tecnológicos son el problema de lo que se está viviendo hoy en la actualidad. Hace cien años no había tanta tendencia a tener cáncer por lo productos alimenticios, ahora esto se ha convertido en algo en lo que los seres humanos lidiamos día a día en nuestras vidas. No nos damos cuenta, pero esto causa implicaciones graves en el sector ambiental, sanitario y socioeconómico. El futuro de la agricultura y la ganadería pasa por una etapa moderna que se relaciona con la naturaleza y con la gente. Una agricultura verdaderamente sostenible, social y ambientalmente, en la que está prohibida la utilización de agro tóxicos y de transgénicos que, contrariamente a la agricultura industrial, no se desarrolle en detrimento del medio ambiente. (Greenpeace, 2017, 3)
Algo importante que no se hace actualmente es que en vez de utilizar la manipulación solo para ayudar a las plantas, deberían de tener algún cambio en sus genes para ayudar a los humanos a combatir enfermedades u hacerlos más resistentes a estos. Tal vez lo más viable no sea cultivar cada quien sus alimentos en su hogar, pero lo mejor sería que las personas trataran o hicieran un pequeño huerto orgánico y consumir de ahí cierta cantidad cada semana para reducir las hormonas que adquirimos y otras sustancias químicas. Ahora, no todos tienen un hogar o un espacio para poner su pequeño lugar de cultivo, pero todos podemos ayudar a dar a conocer este tema de gran importancia en la que nadie se salva. La educación es un medio viable para combatir los efectos negativos actuales y los futuros. El tema de la responsabilidad hacia generaciones futuras es un desafío que tenemos como sociedad para ayudar a conservar nuestro planeta. Se debe tener en cuenta la ignorancia sobre las consecuencias que puede suponer en ecología la introducción no controlada de organismos genéticamente modificados, por lo que sería de gran ayuda establecer políticas ambientales y regulaciones sobre el uso de transgénicos que sean cumplidas.
De acuerdo con el principio de no maleficencia, el agente moral tiene el deber de no causar daño a terceros. Podemos basarnos en el pensamiento kantiano: “obra de tal modo que los efectos de tu acción sean compatibles con la permanencia de una vida humana auténtica en la Tierra” (Jonas, 2015). Estoy de acuerdo con esta postura, ya que se puede salvaguardar la vida de los seres vivos. A pesar de que se ve afectada esta postura a causa de la ambición de los empresarios y por el deseo desmedido de poder y dinero convirtiendo este tema en algo utilitario. Las personas cada vez están más interesadas en el tema que es vital para su salud y la de sus descendientes.

Consideraciones Finales
Para concluir con este ensayo, retomemos algunos puntos importantes. Se está utilizando a la persona como un medio por parte de los gobiernos y empresas para obtener beneficios entre ellos únicamente, esto a través de la creación de características especiales de las planas transgénicas. La persona se deshumaniza a causa de la corrupción, ambición e intereses políticos, los individuos que controlan estos métodos científicos lo hacen con un fin propio. El objetivo que debería tener la genética es ayudar a los seres humanos para abastecernos de suficientes alimentos alrededor del mundo y la protección de plantas para su desarrollo óptimo, se está desviando de su camino.
Existen leyes actualmente, pero estas no son respetadas por los países y gobiernos como lo es EEUU. Se están quebrantando tratados que protegen al medio ambiente y la ecología poco a poco se convierte en una materia vital, pero sin compromiso.
Los países deben actuar con biopolíticas para poder hacer un cambio en la sociedad y lograr que las personas estén enteradas de lo que consumen y lo que le hacen a su cuerpo poco a poco con la ingesta de los alimentos industrializados junto con las sustancias de los agro tóxicos. Utilizar esta tecnología con su objetivo principal, la cual es para alimentar, podría ser un avance más importante para la humanidad que incluso los nuevos experimentos que se están descubriendo mediante la manipulación genética.
Si se continua la implementación de los productos transgénicos, debe hacerse con la participación de los agricultores y el beneficio máximo para los consumidores y futuras generaciones, no solo para los productores. 


* Bibliografía básica (5 artículos científicos sobre ética o libros sobre ética):

Ponce del Castillo, A M; (2006). La deshumanización del hombre. Reflexiones de leon R. Kass sobre la clonación humana. Cuadernos de Bioética, XVII() 193-205. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=87506002
Rodríguez Yunta, E; (2013). Temas éticos en investigación internacional con alimentos transgénicos. Acta Bioethica, 19() 209-218. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=55429664005
Hidalgo, C; (2004). Reflexiones para decidir sobre los transgénicos. Compendium, 7() 66-71. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=88001305
Martínez T., M; Cabrera P., J L; Herrera E., L; (2004). Las plantas transgénicas: una visión integral. e-Gnosis, () Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=73000202
Rodríguez, Yunta. (2013). Alimentos Transgénicos. Acta Bioethica, 149-159. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=87730512
Vara, A M; (2003). Transgénicos: elementos para entender una polémica. Química Viva, 2() 89-92. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=86320302



* Bibliografía complementaria (fuentes no científicas):

UNAM. (2014). Alimentos transgénicos: a favor o en contra. Recuperado de: http://www.fundacionunam.org.mx/salud/alimentos-transgenicos-a-favor-o-en-contra/
OMS. (2017). Prevención del Cáncer. Recuperado de: http://www.who.int/cancer/prevention/es/
Tansey. (2009). El futuro de los alimentos. La red de negociaciones. Recuperado de: https://books.google.com.mx/books?id=_RLRMAC5B_oC&printsec=frontcover&source=gbs_ge_summary_r&cad=0#v=onepage&q&f=false

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