lunes, 14 de junio de 2010

Estadios Kohlberg y Gilligan

1. ¿Cuál consideras que es la diferencia esencial entre los tres niveles de desarrollo moral expuestos por Kohlberg?

Considero que la principal variable que va cambiando en los distintos niveles es el nivel en el que se toman en cuenta los demás. Mientras en el primer nivel el egoísmo es el sobresaliente, en el segundo nivel hay preocupación por la opinión general y por un sistema social, y en el tercer se jerarquizan derechos y se toma en cuenta un contrato social, acabando en el entendimiento de los principios éticos universales.


2. ¿Estás de acuerdo con Gilligan cuando afirma que el sentido del “yo” se desarrolla de manera distinta en niños y niñas, por el tipo de relación que tienen con sus madres?

Estoy de acuerdo, puesto que hay diferencia de sexo, es natural que haya diferencias de comportamiento y relaciones. Podemos concluir que el varón, como Freud explica, la separación del Sí Mismo y del mundo exterior es un proceso de autodeterminación, que va mezclado por agresividad por la naturaleza del sexo. Mientras tanto Gilligan dice que en las mujeres consiste en “un amor no mezclado con la ira, un amor que no surge de la separación ni de la sensación de ser uno solo con el mundo externo en general, sino, antes bien, de un sentimiento de conexión, un vínculo primario entre Yo y el otro” (Gilligan, 1985: 85). Lo interesante aquí es que, bien se habla de diferencia de sexo y en base a esto, ¿por qué no se habla del padre, el cual también debería tener participación en el proceso?



3. Con la ayuda de Benhabib y Adela Cortina ¿Cómo armonizarías la ética de la justicia con la ética del cuidado en la educación de hombres y mujeres?

Se debe enseñar a los hijos tanto la importancia de las normas y principios universales, como la de la responsabilidad de proteger a quien lo necesita. Se necesita crear conciencia de que no sólo tienen validez los principios, sino también la preocupación por los demás. Dejando una “Inclusión del Yo y de los otros en la responsabilidad del cuidado” (Ocampo, 2009: 5).


4. ¿Qué implicaciones tiene para Benhabib el hecho de consideremos al ser humano no sólo como “generalizado” sino sobre todo como “concreto”?

Al haber diferencias de enfoque, uno (generalizado) enfocado en la ética de la justicia y otro (concreto) relacionado con el cuidado, se necesitan tomar en cuenta ambos para realizar un razonamiento preocupado tanto por la justicia como por el cuidado.


5. ¿Crees que la ética del cuidado podría ser universal para toda la humanidad, o sólo es aplicable para las mujeres que cuidan a niños, enfermos o ancianos?

Debe ser aplicado universalmente debido a que, como se menciona, la madurez del hombre se basa en “cumplir con las normas sociales de manera convencional, para llegar al nivel máximo de madurez: formulando principios universales que permitan hacer una crítica de las normas sociales” (Ocampo, 2009: 3), y se puede complementar con la forma de las mujeres que “se concentran en la responsabilidad que se siente respecto al vulnerable y débil, que han de proteger” (Ocampo, 2009: 4), para dar a lugar a un nivel más alto de madurez, para así “los seres humanos también se encuentran inmersos en la vida «real», con lazos sociales y comunitarios que nos unen otros y otras en relaciones estrechas” (Ocampo, 2009: 3).


6. ¿Consideras que la diferencia de roles entre hombres y mujeres puede generar relaciones injustas en sus relaciones? Ofrece ejemplos concretos donde sea evidente que tienes razón (en las familias, en las relaciones amorosas, en el trabajo, en la política, etcétera).

Sin lugar a duda es un tema de mucha controversia. Se puede decir que el relativismo toma gran papel aquí, puesto que lo que es bien visto para unos, para otros no puede ser así; como la simple acción en que el novio paga por el cine, como para algunos es normal y bien aceptada, para otros hasta llega a ser una muestra de machismo al no dejar a la mujer participar. Otro caso puede ser en el que el esposo es el único que puede tomar decisiones en la casa, unos pueden pensar que es injusto mientras otros lo vean como lo más normal. He aquí la importancia en que la educación ética de la pareja sea lo más parecida posible para garantizar que la existencia o inexistencia de roles no se interponga en la relación.


Gustavo Alonso Martínez Ayala
A00367083

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