lunes, 2 de mayo de 2016

La clonación humana: ¿beneficiosa o perjudicial?

Alan Maximiliano Cortés Limón

Introducción
Los seres humanos hemos estado en constante búsqueda de progresar en todos los ámbitos para una mejor vida, las innovaciones tecnológicas se viven día con día, el estudio de la biología nos ha llevado a infiltrarnos en temas como la manipulación genética e incluso ya se abordan temas como la clonación. Sabemos que esta es una herramienta muy poderosa, ya que puedes alterar la naturaleza de cualquier ser vivo y, ¿por qué genera tanta polémica esta aplicación?, todo esto se debe a que esta práctica atenta principalmente contra la dignidad humana (García, 2005, p.6) debido al sentimiento de que se está actuando de manera contra natura como una forma de ir en contra de Dios, y en la polémica intervienen creencias, temas de cuestionamiento como el papel de Dios y la sacralidad de la naturaleza (Rodríguez, 2012, p.6). A esto la Asociación Médica Mundial, pidió en mayo de 1997 a los médicos que se abstuvieran voluntariamente de participar en la clonación de seres humanos hasta que los médicos y científicos hubieran estudiado a fondo las cuestiones científicas, éticas y legales que suscitaba (Siurana, 2005, p.3).
Con este ensayo se planea visualizar los riesgos que se toman al practicar la clonación humana y como debería ser tratado el tema a futuro para evitar un deterioro de nuestro crecimiento moral. Por ser una aplicación nueva yo pienso que es algo común, como todo un proceso, debe de cuestionarse, establecerse reglas universales y llegar a un acuerdo para que estas prácticas no cometan actos inmorales.
Primeramente se analizarán las posturas y razones de los que están en contra y los que apoyan el progreso científico, determinando qué juicios son los que están por encima de otros, determinar una fusión de opiniones en pro y contra para,  cómo afectan negativamente estos a la sociedad y cómo la benefician.
Palabras clave: Clonación; Dignidad; Responsabilidad; Prudencia; Derechos


Desarrollo
La oveja Dolly, fue un logro para la ciencia, ya que Dolly era un oveja genéticamente igual a su donadora, ella vivió muy poco tiempo debido a que, ella siendo un clon, nació ya “vieja” porque lo que sucedió fue que ella provino de una oveja que ya tenía 6 años de edad, por lo cual al nacer ella, el ADN de Dolly ya era viejo y por eso murió a temprana edad.
Tras este hecho inició lo que es la clonación en humanos, esta aplicación de la ciencia puede verse como una gran herramienta, de hecho numerosas experiencias médicas han demostrado la enorme utilidad de la clonación de secuencias codificantes humanas, en organismos de otras especies, dentro de lo que trata el tema existen dos tipos de clonación: reproductiva y no reproductiva, la reproductiva significa referirse a la transferencia nuclear con el objeto de fabricar un nuevo individuo, en cambio, la no reproductiva utiliza como fuente de células precursoras para el tratamiento de algunas enfermedades humanas, incluso para trasplantes (Picaeba, 2004, p.3). Este último es más aceptado por las beneficios que puede ofrecer.
En el campo de la ética se discute el hecho de definir un embrión como humano, se pelea el hecho de que sea o no considerado con derechos y que el tratar con estos embriones para experimentos, pero también hay defensores de esta aplicación que dicen que, por el bien de la humanidad, es válido realizar estos actos como tratamientos para enfermedades que no tienen cura, ya que en su justificación se busca ayudar a los más que podamos.
Todo ser con genoma humano diferenciado debe ser considerado, al menos provisionalmente, como ser humano (García, 2005, p. 9). Y aquí entra responder la pregunta de si el embrión humano puede ser titular de los derechos que todo humano merece por el hecho de existir. No obstante, tenemos que el desarrollo del sistema nervioso en el embrión humano a partir de los catorce días es el plazo generalmente considerado en las legislaciones que, como la del Reino Unido, Estados Unidos de América y España, once toleran la experimentación sobre esta técnica aquí –desde lo correspondiente en tema jurídico- se presenta la cuestión de que no es ni persona ni cosa (García, 2005, p. 7). Aun así, considerando que mediante las leyes se considera a alguien como humano luego de cierto lapso de desarrollo, se es injustificable desde un punto de vista moral donde el ser, genéticamente humano, tiene el potencial de nacer. Teniendo en cuenta una cierta inseguridad por el entendimiento de ser humano, este campo obliga la prudencia en tanto no se tenga una respuesta clara, ya que si se llega a la confirmación de que un embrión sea considerado humano, se causarían daños irreparables actuando de manera imprudente.
También tenemos un tema que genera mucha polémica, esto se trata del imprinting - un mismo gen puede tener, en un individuo, expresión variable según provenga de su madre o de su padre- por el cual se debaten temas sobre la salud de los humanos, ya que investigaciones demuestran que llevar a cabo un clonación podría generar malformaciones, envejecimiento prematuro, cáncer, etc. (Picaeba, 2004, p. 5). Una peligrosa disminución de la variabilidad genética atentaría contra la existencia misma de la especie humana. A caso ¿podemos justificar la clonación humana con el argumento ético de buscar el bien de la humanidad?, si bien se especula que serían grandes los beneficios para la ciencia médica en investigaciones sobre embriones humanos. Lo que resulta innegable es que el cigoto humano encierra toda la potencialidad para el desarrollo de un nuevo ser humano y atentar contra su salud –futura- e incluso su existencia sería cometer un acto inmoral.
Finalmente se ahonda en la problemática donde se atenta la identidad del ser clonado a causa de que una persona pueda elegir la dotación genética de otra formando indebidamente un dominio sobre el destino del nuevo ser (Siurana, 2005, p.3). Como seres humanos no tenemos el derecho de decidir sobre la vida de otra persona, por ende no podemos realizar ningún acto que atente contra su bienestar,  considerando al embrión como humano de manera prudente a falta de una definición clara como ya se había mencionado anteriormente.
La clonación humana sería un nuevo medio para aliviar la infertilidad que algunas personas experimentan actualmente, permitiría a las parejas evitar correr el riesgo de transmitir una enfermedad hereditaria grave a un descendiente el reproducirse sin que ello ocurra (Siurana, 2005, p. 3), estas y otras razones son las que justifican a la clonación humana. Pero en objeción debemos de tener una conciencia empática sobre el ser clonado, a largo plazo se tendrían problemas de identidad y relaciones parentales que generarían los niños nacidos mediante técnicas como esta.
A criterio personal, yo pienso que no hay que rechazar las aportaciones que nos da la manipulación genética, con ella se tiene una amplia lista de proyectos que pueden mejorar la calidad de vida de todos los seres vivos, y como se menciona, lo recomendable es ser prudente y no afectar principios de la bioética como: el principio respeto de la vida al experimentar con embriones que tienen el potencial para formar un ser humano, de la beneficencia, la autonomía del embrión al no considerarse humano y por tanto de no respetarle sus derechos, tales como el derecho a la vida, nadie puede arrebatarle sus derechos humanos,  que son innatos y que –prudentemente- se deben de declarar como suyos,  la justicia que se merece (Nerkis, 2010, p.6), el respeto incondicionado y absoluto que se merece cualquier ser humano, por su misma naturaleza potencial genética, por la misma fuerza de pertenecer a la especie humana y aunque la sociedad decidiera despojarlo de su naturaleza, su dignidad permanece.
Conclusión
 La biotecnología no debe ser vista como un instrumento peligroso, sus investigaciones no son asuntos privados, estos deben ser aprobados por todo el sector social que se verá afectado con sus aportaciones. Otro punto es sobre el no considerar a lo artificial como malo por meras acusaciones acríticas. La diferencia entre lo artificial y lo natural debe juzgarse de manera imparcial sin prejuicios, evitar consideraciones subjetivas y mantenerse en la objetividad, el ser humano es un ser dotado de la capacidad de modificar su entorno para un beneficio del mismo entorno y por ende suyo, lo que se debe hacer es actuar de manera prudente como una forma aristotélica.


Referencias:
Angulo C., Nerkis. (2010). Manipulación Genética de los alimentos. Controversias Bioéticas para la Salud Humana. 13/02/16, de Redalyc Sitio web: http://ww.redalyc.org/articulo.oa?id=375740247009
Rodríguez Yunta, Eduardo. (2012). Desafíos éticos de la manipulación genética y la investigación con animales. 11/02/16, de Revista Peruana de Medicina Experimental y Salud Pública Sitio web: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=36325432018
Elba M. Picabea de Giorgiutti. (2004). Clonación Humana: Reflexiones desde la Bioética . 12/02/16, de Revista QuímicaViva Sitio web: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=36325432018
GARCÍA SAN JOSÉ, Daniel Ignacio. (2005). Claves para un régimen internacional de la clonación humana. 12/02/16, de HumanaAnuario Mexicano de Derecho Internacional Sitio web: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=402740620005

Siurana, J. (2005), “La clonación de seres humanos”, en Cortina, A. & Martínez, E. & Siurana, J. Gen-ética, ética del medio ambiente y ética de los animales. Monterrey: ITESM.

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