viernes, 8 de febrero de 2013

Al Estilo Mexicano


1. Denise Dresser
“Todo en venta”

En el artículo Peña Nieto, el voto, los medios… Todo en venta, Denise Dresser pone en duda la integridad moral del pueblo mexicano. Ella sostiene que nuestra sociedad está en decadencia, debido a que somos un pueblo al que no le interesa la política ni cómo se maneja mientras no nos afecte ‘directamente’. Somos un pueblo ignorante y desinteresado que solamente se dedica a criticar nuestro alrededor sin llevar a cabo acciones.
Dresser expresa que sin lugar a dudas, EPN llegó al poder mediante la compra de votos; sin embargo, eso es algo que jamás podremos comprobar. Este tipo de fechorías se llevan a cabo en todo el país desde hace mucho tiempo, por lo tanto, se tiene todo contemplado anticipadamente, tanto la compra de votos, el apoyo capital de empresas y particulares, los acuerdos extraoficiales con otros países, así como  la censura de todos los acontecimientos.
Es importante destacar que estos hechos no suceden solamente porque ciertas personas sean ‘malas’ y quieran obtener el poder de la manera más fácil que les sea posible, sino también a causa del pueblo que lo permite, ya que “los partidos compran votos porque hay electores dispuestos a venderlos” (Dresser, 2012).
Es la gente ‘honesta y trabajadora’ la que da entrada a que los ‘deshonestos y aprovechados’ sean corruptos.  Esto, aparte de que está mal visto por otras sociedades y afecta a nuestro sistema político, nos degrada como personas. Vender nuestro derecho a votar le quita todo el valor a la democracia por la que somos regidos.
Los argumentos de Dresser nunca dejarán de ser controversiales, ya que no se tiene la evidencia suficiente para comprobarlos y, más aún, cuando se trata de nuestra autoridad contra la que estamos debatiendo. Como bien mencionó Dresser, se trata de “lo que todos dicen saber pero resulta imposible verificar”. No es posible demostrar que la gente que nos gobierna está quebrantando la ley, a menos de que ellos mismos lo admitan. Pero lo que sí se puede lograr es aceptar que somos nosotros los que lo permitimos y, de esta manera, comenzar corrigiéndonos a nosotros mismos para poder corregir al país.
Aunque no podemos asegurar que los argumentos de Denise son completamente ciertos, sabemos que lo más probable es que sí lo sean. Lamentablemente, lo que no ha sido confesado se sigue considerando como falacia. De esta forma, es evidente que existen objeciones válidas en contra de la autora.
Debemos hacer conciencia e identificar prioridades, ser coherentes con lo que decimos y hacemos, porque si lo que queremos es equidad e igualdad, al menos deberíamos hacer algo al respecto y no conformarnos con la mediocridad que nos ofrecen los políticos de hoy. Somos nosotros mismos, como ciudadanos, los que olvidamos nuestro valor único como miembros de una sociedad al ponernos un precio; nos convertimos en un simple bien a la venta y, por lo mismo, el comprador puede hacer con nosotros lo que le plazca.
Nos hemos convertido en acreedores de una fama a nivel mundial: los que dejan todo al último, los que dicen y no hacen, los indisciplinados, los corruptos. Culpar a los políticos sería la forma fácil de deshacernos de nuestras responsabilidades y así, seguir con el círculo vicioso que nos lleva a crear nuestro estilo de vida, la vida al estilo mexicano.

 

Referenncias
Dresser, D. (Agosto, 2012). Peña Nieto, el voto, los medios… Todo en venta. Proceso. Recuperado de http://www.proceso.com.mx/?p=318214

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