1. Denise Dresser
“Todo en venta”
En el artículo Peña Nieto, el voto, los medios… Todo en venta, Denise Dresser pone
en duda la integridad moral del pueblo mexicano. Ella sostiene que nuestra
sociedad está en decadencia, debido a que somos un pueblo al que no le interesa
la política ni cómo se maneja mientras no nos afecte ‘directamente’. Somos un
pueblo ignorante y desinteresado que solamente se dedica a criticar nuestro
alrededor sin llevar a cabo acciones.
Dresser expresa que sin lugar a dudas, EPN
llegó al poder mediante la compra de votos; sin embargo, eso es algo que jamás
podremos comprobar. Este tipo de fechorías se llevan a cabo en todo el país
desde hace mucho tiempo, por lo tanto, se tiene todo contemplado
anticipadamente, tanto la compra de votos, el apoyo capital de empresas y
particulares, los acuerdos extraoficiales con otros países, así como la censura de todos los acontecimientos.
Es importante destacar que estos hechos no
suceden solamente porque ciertas personas sean ‘malas’ y quieran obtener el
poder de la manera más fácil que les sea posible, sino también a causa del
pueblo que lo permite, ya que “los partidos compran votos porque hay electores dispuestos a venderlos”
(Dresser, 2012).
Es la gente ‘honesta y trabajadora’ la que
da entrada a que los ‘deshonestos y aprovechados’ sean corruptos. Esto, aparte de que está mal visto por otras
sociedades y afecta a nuestro sistema político, nos degrada como personas. Vender
nuestro derecho a votar le quita todo el valor a la democracia por la que somos
regidos.
Los argumentos de Dresser nunca dejarán de
ser controversiales, ya que no se tiene la evidencia suficiente para
comprobarlos y, más aún, cuando se trata de nuestra autoridad contra la que estamos
debatiendo. Como bien mencionó Dresser, se trata de “lo que todos dicen saber
pero resulta imposible verificar”. No es posible demostrar que la
gente que nos gobierna está quebrantando la ley, a menos de que ellos mismos lo
admitan. Pero lo que sí se puede lograr es aceptar que somos nosotros los que
lo permitimos y, de esta manera, comenzar corrigiéndonos a nosotros mismos para
poder corregir al país.
Aunque no podemos asegurar que los
argumentos de Denise son completamente ciertos, sabemos que lo más probable es
que sí lo sean. Lamentablemente, lo que no ha sido confesado se sigue
considerando como falacia. De esta forma, es evidente que existen objeciones válidas
en contra de la autora.
Debemos hacer conciencia e identificar
prioridades, ser coherentes con lo que decimos y hacemos, porque si lo que
queremos es equidad e igualdad, al menos deberíamos hacer algo al respecto y no
conformarnos con la mediocridad que nos ofrecen los políticos de hoy. Somos
nosotros mismos, como ciudadanos, los que olvidamos nuestro valor único como
miembros de una sociedad al ponernos un precio; nos convertimos en un simple
bien a la venta y, por lo mismo, el comprador puede hacer con nosotros lo que
le plazca.
Nos hemos convertido en acreedores de una
fama a nivel mundial: los que dejan todo al último, los que dicen y no hacen,
los indisciplinados, los corruptos. Culpar a los políticos sería la forma fácil
de deshacernos de nuestras responsabilidades y así, seguir con el círculo
vicioso que nos lleva a crear nuestro estilo de vida, la vida al estilo
mexicano.
Referenncias
Dresser, D. (Agosto, 2012). Peña Nieto, el voto, los medios…
Todo en venta. Proceso. Recuperado de http://www.proceso.com.mx/?p=318214
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