Sebastián
Lamas Soto A01229175
Reseña de mi experiencia en el Change Makers Day.
Yo participé en la actividad Change Makers Day and
Pizza, en las que había mesas con 9 personas cada una y un moderador, y en el
centro pizza y bebidas. La dinámica era: los organizadores hacían 3 preguntas,
de una en una, y cada mesa con sus integrantes debía compartir su opinión y lo
que hacían para incidir en lo que se preguntaba. No era mesa de debate, ni de
retroalimentación, simplemente un grupo de personas expresando lo que pensaban
del tema y los demás escuchábamos, empatizábamos, respondíamos y llegábamos a
una conclusión juntos. La primera pregunta fue: ¿Qué haces por los demás?, en
esta pregunta se incluían otras preguntas secundarías como, ¿Qué te mueve? Y
¿Cómo añades valor a tu presencia? En lo personal fue una pregunta que me
inquietó mucho, ya que yo considero ser una persona con un alto nivel de
consciencia global, y me familiarizo con todas las personas del mundo como “una
comunidad” enorme, en donde la raza, el idioma, género, ideologías, no deberían
de interferir. Yo estoy constantemente tratando de ayudar a los que me rodean,
me mantengo motivado y apasionado, y quiero promover lo mismo en mi entorno.
Escucho, empatizo, motivo y colaboro con las personas que me rodean. Ese es mi
talento más grande. Personas apasionadas y entregadas definitivamente pueden
mover al mundo, y si trabajamos en sinergia con pequeñas acciones, poco a poco,
podemos hacer de este mundo un lugar mejor. La segunda pregunta fue, ¿Qué haces
para crear un cambio? Curiosamente, ésta pregunta también movió muchas cosas en
mi interior (en ese momento me di cuenta de que ese fue el taller correcto),
todos compartieron su punto de vista y me maravillé de tener cerca a personas
tan comprometidas y conscientes con las problemáticas actuales del país, y lo
más importante es que no sólo eran conscientes, si no que se esforzaban por
hacer algo al respecto. Yo comenté que todos los días trabaja durísimo para
hacer mi mundo, y el de los que me rodean, un mejor lugar para vivir. Tengo
otro talento, que es influir en las personas muy fácilmente, y aprovecho para
incidir lo más positivamente posible. Actitud, perseverancia, buenos valores,
amor, mente positiva, y muchas ganas de crecer personalmente y ayudar a los
demás a crecer. Son las cosas que me mueven, y las irradio a las personas que
me rodean. Ese es mi cachito de arena, trabajo en ser la mejor versión de mí
mismo, en ser un ejemplo para esos colegas que quieren salir adelante. Me
APASIONA mover el mundo, y lo más fascinante es que, no necesitas ser Mr. Peña
Nieto para hacerlo, con una sonrisa, un cumplido, un buen gesto, unas palabras
de motivación, un buen consejo, un favor desconsiderado. Yo sé que poco a poco
puedo cambiar, no el mundo entero, pero el mundo de algunas personas. La
tercera pregunta fue, ¿Para ti, qué es un agente de cambio? Todos mencionamos
nuestros puntos de vista y yo concluí que un verdadero agente de cambio se
puede resumir en dos atributos: consciencia y compromiso. Abrir los ojos a lo
que está sucediendo en el mundo, y ¡abrirlos bien! Después, comprometerse para
actuar y hacer algo al respecto. No es suficiente con saber que las cosas están
mal, no es suficiente con quejarse y lamentarse, y decir ¡Me dueles México! Es
hora de actuar, de hacer lo que nadie está dispuesto a hacer. Se necesita de al
menos UN loco, alguien que se atreva a hacer las cosas diferentes y soñar con
el verdadero cambio. Poco a poco, los locos irán incrementando en número, las
personas normalmente tienen miedo a pensar diferente, y en cuánto vean que cada
vez son más las personas que quieren y necesitan un cambio, el mundo empezará a
moverse.
Mi experiencia ética fue bastante enriquecedora. No
por el hecho de que se hayan tratado problemas éticos o se hayan defendido
posturas. Si no porque pude experimentar lo que es escuchar y entender los
diferentes puntos de vista que tenemos algunos seres humanos. Es fascinante el
hecho de darte una idea del poder que tiene el ser humano para expresar sus más
profundos sentimientos. Se ejerció parte de la teoría dialéctica, que propone
que los puntos de vista de los implicados en un problema (en este caso los
problemas de la ciudadanía) deben de dar su punto de vista y dialogar de
acuerdo a los temas. En éste caso no se esperaba llegar a un punto en común,
sin embargo, se hizo un ejercicio bastante eficiente de ética dialógica que
reforzó nuestra participación y compromiso ciudadano. Da muchísima esperanza de
que todavía hay gente comprometida que está dispuesta a hacer algo al respecto
con todas las problemáticas actuales, y una de las más mencionadas durante la
discusión fue la corrupción. Todos los de la mesa compartimos al menos algún
ejemplo de corrupción, yo colaboré más con la desigualdad de género que
atraviesa nuestro país (dándole gran uso a los conocimientos de mi gran
profesora Alice, claro). Me dio una gran felicidad el ver que si hay personas
dispuestas a hacer las cosas de manera derecha y correcta, y decididas a vivir
una vida sin corrupción. Todos concluimos que la inclusión es uno de los
aspectos en los que había que trabajar más duro. Me dio muchas esperanzas en el
futuro. Quiero pensar que se avecinan buenas cosas culturalmente hablando para
México. No cabe duda de que darte la oportunidad de escuchar y empatizar con
los puntos de vista de otras personas te abre enormemente el panorama, es sin
duda, un gran ejercicio razonal. ¡Me encantó!
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