El 13 de Octubre se vivió una celebración que reunió a personas
que creen en el cambio, que están dispuestas a hacer las cosas diferentes para
alcanzar una mejor realidad para todos. En palabras del Changemaker Day “un día para inspirar(nos),
conectar(nos) y (co)crear”.
Sabemos que la innovación es necesaria para encontrar la forma en
la que un proceso puede ser diferente y el emprendimiento para poder iniciarlo,
pero el primer paso es inspirarnos.
Hubo fellows de Ashoka
(red internacional de emprendedores sociales o agentes de cambio) como
invitados y en sus conferencias nos compartieron su camino en el que decidieron
trabajar por aquello que les apasionaba pero al mismo tiempo preocupa o dolía.
El Colombiano Juan David Aristizábal, me conectó bastante. Además de ser lo que
se dice un “tipazo”, su proyecto por la educación y su postura en un tiempo
donde su país aún no dejaba de sangrar por la violencia es admirable. Hablamos
de acciones que siempre pusieron por delante la dignidad de las personas porque
creían en ella. La educación es importante para ayudar a los niños con menos
oportunidades a lograr sus planes de vida y tener actividades que los hagan
disfrutar y ser felices.
La otra fellow de Ashoka
que escuché fue Greta Ríos con quién también tuve la oportunidad de hablar en
una comida y me parece que su intención de involucrar a los jóvenes en la
política comprendiendo la importancia de renovar las prácticas que han hecho
daño al país es elemental, es comprender nuestra responsabilidad como
ciudadanos de garantizarnos integridad , es nuestra forma de expresar el bien
común. Ligado al tema hubo invitados como Pedro Kumamoto, quién inusualmente
para el ámbito, dio un discurso con tintes románticos pero que nos recordó que
debemos volver a sentir para hacer política y que la indiferencia nos ha traído
tragedias.
Techo (Asociación Civil internacional) fue uno de los aliados del
ChangeMaker Day porque ellos han innovado en el diagnostico para la
construcción de casas de emergencia e incluso en el diseño de ellas. Su misión
parte de su comprensión ante la injusticia que es vulnerar las necesidades
básicas de una persona pero Techo además de tratar de solventarlas, entiende
que en la vida más allá de no faltarte literal un techo, agua y servicios, no
debe faltarte un sentido de propósito.
Se siente alegría ver personas que están poniendo de su parte para
mejorar este mundo, el día a día de muchas personas, se siente alegría saber
que podemos compartir ideales, que coincidimos con el “otro” y que al final no
estamos tan locos (o por lo menos los demás también).
Estoy convencida que desde cualquier área de estudio, molestia que
nos aqueja en nuestra cotidianeidad o aquella inspiración podemos encontrar un deseo fulminante que nos
alienta a contribuir al cambio y no nos dejará descansar hasta revolucionar esa
situación.
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