Por
Sebastián Lamas Soto (A01229175)
“Ética de los antecedentes históricos del
machismo en México”
"Mire
mija, cualquiera de las mujeres que pueda yo tener son como una iglesia de
pueblo, pero usted es la mera catedral”. Ésta frase la dijo el mismísimo
Doroteo Arango, mejor conocido como “Pancho Villa”, a una de sus esposas más
queridas en relación a sus adulterios e infidelidades (Darwich, 2011). ¿A qué
se refiere uno de los personajes históricos más emblemáticos de la historia de
nuestro país? ¿Será que, en México, un hombre tiene derecho a “tener” un gran
número de mujeres, sólo por ser muy conocido? ¿Es justo que una mujer sea
mencionada como “una más”? El tema del presente ensayo
tratará sobre los antecedentes históricos del machismo y la denigración del género
femenino en México, y como este proceso ha ido impactando nuestra sociedad al
día de hoy.
La batalla por la equidad de género
es un hecho de plena importancia en la actualidad, y es relevante conocer cómo
es que ha trascendido a través de nuestra cultura. Es por eso que se analizará
“la trascendencia del contexto histórico sobre la inequidad de género en la
cultura actual mexicana”. Es importante conocer las bases históricas de este
comportamiento tan acentuado en la cultura mexicana, ya que causa problemas
graves la dignidad de las mujeres, y de igual forma, a la manera en la que son
vistas hoy en día en nuestra sociedad. Kant cataloga a la dignidad humana como
un valor intrínseco de toda persona que se le otorga por el simple hecho de
estar vivo, la cual tiene que respetarse y protegerse bajo cualquier
circunstancia. “Los
seres humanos se merecen un trato especial y digno que posibilite su desarrollo
como personas. En este sentido, afirma Kant, el hombre es un fin en sí mismo, no un medio para usos de otros individuos”
(Michelini, 2010).
Sin duda la inequidad de género es
un problema real que enfrenta la sociedad femenina mexicana. La discriminación
hacia las mujeres, en numerables sentidos, es un fenómeno que debe destacarse
de la cultura mexicana y sus ramas. Entre estas problemáticas se encuentran
cualquier tipo de violencia, ya sea física, verbal o sexual, la inequidad de
salarios, la desigualdad de oportunidades, los estereotipos de debilidad
femenina, y hasta los estereotipos de objeto sexual. Simplemente hoy en día, el
46% de las mujeres mexicanas mayores a 15 años sufren algún tipo de violencia
(INEGI, 2012).
Todos estos problemas no surgieron
de la noche a la mañana en un año predeterminado por la historia, sino que ha
sido un comportamiento cultural machista que ha sido arrastrado durante años, y
he aquí el foco de este ensayo. Conocer los antecedentes históricos de estos
comportamientos “machistas” y poco equitativos hacia la mujer, juega un papel
muy importante en el razonamiento ético de ésta situación.
1. Introducción a
la situación actual sobre la inequidad de género en México
2. Contexto
histórico de la inequidad de género y denigración femenina en México
(Desarrollo)
3. Contraste del
contexto histórico y la situación actual en México (Desarrollo)
4. Conclusión y
reflexión ética del problema
Palabras clave (Key words): Machismo, antecedentes, históricos, México.
Desarrollo.
La
cultura machista de México es un patrón cultural que lleva años siendo parte
del comportamiento y educación tradicional mexicano. Sin embargo, esto afecta
directamente nuestra percepción general de la mujer, poniendo en riesgo su
dignidad y su derecho a la justicia social y a veces, hasta su nivel socioeconómico.
La mujer ha sido catalogada durante muchos años como “el sexo débil”, esto
debido a los estereotipos de género creados a través de la formación educativa
y cultural en nuestro país. Estos estereotipos de género, según la UNESCO
(2016), son “alimentados” día a día por múltiples factores de la vida diaria,
como lo son el ámbito laboral y los medios de comunicación:
“El 65,6 %
de los puestos de trabajo en las áreas de producción y diseño pertenecen a los
hombres, y solo un 34,4 % a las mujeres, y el 46 % de las noticias alimentan
los estereotipos de género (UNESCO, 2016).” Como se puede analizar, la
generación de estos estereotipos está reforzada por la sociedad misma. Otros
factores, tales como la religión y en algunos casos (y culturas) la autovulnerabilidad
de las mismas mujeres, pueden traer los mismos resultados de enriquecimiento
hacia los estereotipos. “Es paradójico pensar que en algunas
ocasiones los grupos vulnerables, en este caso, las mujeres, se vulneran a sí
mismas. En el análisis propio se toman diversos factores: culturales, sociales,
políticos, económicos y religiosos. Todos ellos enlazados y al final, esbozan
un solo término” (Orozco, 2008).
En el contexto masculino, el
machismo puede ser definido como un comportamiento en el que el hombre, por
factores sociales, culturales, y hasta psicológicos, actúa denigrando la
equidad de género que hay entre ambos sexos. Paz (2013) define al macho como
“un ser introvertido y hermético, de actitud activa (Zeus violador de mujeres)
frente a la pasividad de la mujer, es el poder arbitrario, la fuerza sin freno
y sin cauce que resume la agresividad, impasibilidad, invulnerabilidad y la
violencia sin alma” (Paz, citado por Machillot, 2013: 89)”. Otra propuesta de
definición del machismo es propuesta por Rodríguez (2014):
En su sentido actual, el machismo
consiste en” la actitud del hombre que considera que el sexo masculino es
naturalmente superior al femenino, y la manifiesta con prepotencia, a la vez
que, con paternalismo hacia las mujeres, así como mediante demostraciones de
fuerza y virilidad.”
No
se sabe con certeza cuando comenzó esta tendencia machista en nuestro país. Sin
embargo, podemos remontarnos a la época de la Nueva España, cuando las mujeres
tenían limitaciones de participación activa en los roles sociales y culturales.
“Las
mujeres de la nueva España solo tenían dos opciones, o eran casaderas –y se
promovían socialmente para llegar a ser esposas- o estaban bien “dadas” en
matrimonio, cualquiera que fuera su tipo de reunión real o ideal, ya que las
mujeres de estratos sociales medios y altos no podrían andar “por ahí” sin
tener una especie de poseedor que las disciplinara” (Serrano, 2004, p.16)
Lo
que sí se sabe, es que este patrón de comportamiento masculino ha estado
presente por muchas generaciones a lo largo de la historia. Por lo tanto, es un
fenómeno cultural que está impregnado en nuestra sociedad.
A partir de la revisión
anteriormente mencionada, ¿Es justo entonces que la mujer en México se siga
viendo como el género vulnerable y débil, con el que ha sido identificado a lo
largo de los años? ¿Es válido que sea esto así, por el simple hecho de que la
cultura mexicana así lo ha manejado durante la mayor parte de su historia? En
definitiva, es un tema que tiene que ser analizado desde el punto de vista
ético. Según explica Rachels (2006), el relativismo
cultural consiste en que, desde el punto de vista cultural, nada es
correcto o incorrecto, es decir, si el machismo forma parte de la cultura
social mexicana, no puede ser catalogada como incorrecta. Sin embargo, según el
autor, el principal problema del relativismo cultural es que sus argumentos no
ofrecen premisas válidas, por lo tanto, la conclusión de cualquier argumento
usando ésta teoría corre el riesgo de ser falsa. “El problema es que la conclusión
no se sigue de la premisa; es decir, incluso si la premisa es verdadera, la
conclusión todavía podría ser falsa” (Rachels, 2006). Además, el problema del
machismo tiene una implicación mucho más allá del patrón cultural, ya que
afecta directamente aspectos indispensables en la calidad de vida de las
mujeres como lo son sus derechos humanos y su dignidad. Según la Declaración
Universal de los Derechos Humanos (1948), todas las personas tienen un derechos
sociales y culturales, que garantizan la igualdad y equidad en el ámbito
laboral, educacional y social. Kant defendía el derecho de la autonomía como el
principal elemento constructor de la dignidad humana "La autonomía, es, pues, el
fundamento de la dignidad de
la naturaleza humana y de toda naturaleza racional" (Kant, s.f.) La dignidad es derecho
natural que toda persona conserva por el simple hecho de ser humano, y bajo
ninguna circunstancia debe de ser afectada o menospreciada. Es por eso que, en
el caso del machismo mexicano, el relativismo cultural no brinda argumentos
válidos para considerar éste comportamiento como correcto. Cualquier acto que
dañe o fragilice los derechos sociales y la dignidad de una persona, bajo las
normas éticas universales, tiene que ser considerada incorrecta y ser
sancionada adecuadamente. Es por esto que el machismo, aun siendo un fenómeno
de comportamiento histórico en la sociedad y cultura mexicana, debe de ser
erradicado de las mentes masculinas, e incluso del propio concepto femenino que
las mujeres tienen sobre ellas mismas.
Conclusiones:
El
machismo puede definirse como un patrón de comportamiento en el que el hombre
considera que el sexo masculino es superior al femenino, y actúa (con base en
esta ideología) de manera prepotente, paternalista, discriminatoria y mediante
demostraciones de violencia física, verbal, o sexual. En México, el machismo
tiene un contexto histórico que ha predominado a lo largo de nuestra historia,
influyendo directamente en la mentalidad y en la educación de los mexicanos y
mexicanas. Por lo tanto, se dice que el “clásico macho mexicano” es aquel
hombre que actúa preponderadamente contra la equidad de género y no respeta las
reglas universales de igualdad. Este hecho no sólo está impregnado en la
cultura mexicana, sino que se encuentra alimentado por la misma sociedad en el
día a día. Esto ha llegado a un punto culminante, en el que la mayoría de las
mismas mujeres se llegan a catalogar a ellas mismas como “el sexo débil”,
atendiendo a los estereotipos de género. El machismo no solo atenta contra la
desigualdad de género, también afecta directamente los derechos de igualdad
social y económica y la dignidad de la mujer mexicana. Que éste patrón de
comportamiento social haya llegado a un nivel en el que es incluso aceptado por
la misma sociedad, debe de resultar alarmante y preocupante, ya que está
atentando contra la imagen de la mujer mexicana, afectado colateralmente los
aspectos antes mencionados de su dimensión como persona.
Conclusiones sobre el proyecto VMTP:
Durante
la realización de las encuestas para generar la base de datos del proyecto Violencia contra la mujer en el transporte
público en la Zona metropolitana de Guadalajara (VMTP), se recolectó
información sobre la situación de violencia actual que viven las mujeres
durante el uso del transporte público. La realidad es, que la gran mayoría de
las mujeres han sufrido o sufren algún tipo de violencia en los distintos
estadios del uso del transporte público, ya sea en su camino hacia la parada
del autobús, o durante su viaje dentro del mismo. Estos hechos, agravan la
situación de violencia y machismo contra las mujeres, lo cual afecta
directamente las categorías que analizamos anteriormente; dignidad y derechos
humanos. Cualquier tipo de violencia, sobre todo derivada de un comportamiento
machista de superioridad de género, atenta contra la dignidad humana
anteriormente definida por Kant y del mismo modo, analizada en este ensayo. Con
estos hechos se afirma la hipótesis planteada al inicio de este documento,
concluyendo que el comportamiento machista mexicano, derivado de un patrón
cultural y social histórico, trae consecuencias graves que atacan contra la
dignidad y los derechos humanos del género femenino en México.
1.
Referencias
* Bibliografía
básica (5 artículos científicos sobre ética o libros sobre ética):
- Michelini, D. (2010). Dignidad humana en Kant y Habermas.
2017, de Scielo Sitio web:
http://www.scielo.org.ar/pdf/efphi/v12n1/v12n1a03.pdf
-
Rachels, J. Introduccion a la filosofia moral. 2003. Nueva York. FCE
- Rodríguez, Z.
(2014). Machos y machistas, la historia de los estereotipos mexicanos. 2017, de
Scielo Sitio web: http://www.scielo.org.mx/pdf/laven/v5n39/v5n39a12.pdf
- Serrano, H.
(2006). Género y educación en México. 2017, de Pharos (Redalyc) Sitio web:
http://www.redalyc.org/pdf/208/20813205.pdf
- Varea, JL.
(2006). Por un enfoque integral de la violencia familiar. 2017, de Scielo Sitio
web: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1132-05592006000300002
* Bibliografía
complementaria (fuentes no científicas):
- Giraldo, O. (1972). El machismo como un fenómeno
psicocultural. 2017, de Universidad del Valle Sitio web:
http://www.redalyc.org/pdf/805/80540302.pdf
- Hardy, E. (2001). Masculinidad y Género. 2017, de UNICAMP
Sitio web:
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-34662001000200001
- Jiménez, F. (2012). Conocer para comprender la violencia:
origen, causas y realidad. 2017, de UNAM Sitio web:
http://www.redalyc.org/pdf/105/10520680001.pdf
- Serrano,
H. (2004). La dominación masculina en México. 2017, de UNAM Sitio web:
http://enp4.unam.mx/diversidad/Descargas/Misoginea/La%20Dominaci%F3n%20masculina%20en%20M%E9xico.pdf
- Römer, M. (2015). Violencia machista y televisión: propuesta de
análisis de informativos sobre el 016. 2017, de Universidad de Zula (Por
Redalyc) Sitio web: http://www.redalyc.org/pdf/310/31045569047.pdf
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