martes, 14 de noviembre de 2017

Las piedras en el camino hacia el desarrollo social

            Andrea Corvera
A01633434
Las piedras en el camino hacia el desarrollo social
Introducción
Uno de los problemas más frecuentes en la desigualdad de género en la actualidad es en el ámbito laboral. Es común estar informados en que una mujer gana menos que un hombre, o que no puede tener cierto trabajo porque es específicamente para varones.

Esta problemática nos subraya principalmente el problema de la injusticia, al igual que la pérdida de la dignidad y respeto, no permite que la mujer llegue a su felicidad máxima, ya que se le está impidiendo realizar ciertas actividades las cuales le generan represión a su desarrollo como persona autónoma.

Se cree que la desigualdad ha disminuido porque existen cada vez más mujeres que labora, pero una de las principales razones es que las mujeres son el pilar de la casa, cuando el hombre deja de proporcionar dinero para el hogar la mujer sale a buscarlo, o bien el índice de madres solteras ha aumentado, y ellas necesitan trabajar para mantener a su familia completamente.

Los estudios revelan que las edades en que las mujeres trabajan son de los 25 a los 40 años (o más), esto se puede entender a que tienen a una familia que mantener, también a que cada vez más mujeres estudian y su forma de realizarse es trabajando, ya que, desde mi punto de vista, aprender es algo que nunca dejaremos de hacer, pero si estudias a nivel profesional vale la pena aplicarlo en tu vida laboral en un futuro.
Al aumentar el nivel de educación de las mujeres en estas nuevas generaciones, se abre la oportunidad de que en un futuro se encuentren preparadas y la desigualdad de género se reduzca notablemente.
Palabras clave (Key words): Justicia social, pobreza, desigualdad, equidad de género.
Desarrollo
A partir de los años setenta aproximadamente, hemos apreciado cómo la mujer se ha introducido más como ente activo a la sociedad, tanto como de manera cultural y participativa como de manera económica, sin embargo aún se presencia la desigualdad en diferentes ámbitos, como en la Ciencia, ya que a lo largo de la historia los científicos brillantes han sido hombres, por el tipo de oportunidades, tales como el acceso a la educación, vida laboral, en la sociedad, etc. Ésta ha sido una limitante tanto para el talento de la mujer como para las oportunidades de seguir desarrollándonos como sociedad, porque a pesar de que se ha integrado su participación en el campo científico, la diferencia en los salarios es una cuestión percibíble ante todos y no es justo que desempeñando las mismas actividades, trabajando las mismas jornadas laborales, sea menor el sueldo percibido por las mujeres, como lo vemos en un estudio realizado por el INEGI en 2016 en conmemoración al Día de la Mujer, en el cual nos indíca que por cada 10 horas de carga de trabajo remunerado y no remunerado realizadas por las mujeres, los hombres realizan 8.3 horas. En una sociedad donde ya se ha visto que la integridad, el respeto y equidad de genero son premisas para un desarrollo correcto, es importante contemplarlo e implementarlo ya en la vida económica como una realidad, esto no solo será un apoyo para su economía, sino que también será un incentivo y motivante para trabajar y desarrollarse profesionalmente en las mismas condiciones que los hombres, además de que mejorará el entorno entre los colaboradores porque permitirá expandir el conocimiento y aportaciones de sus integrantes, generando mejores resultados al momento de realizar sus labores y propiciará a tener un ambiente en donde se preserve la motivación, el respeto y armonía.
Gracias a diversos estudios y las corrientes que se han generado en las últimas décadas sobre la integración de la sociedad a la mujer, las instituciones académicas han icentivado el desarrollo y la inclusión tanto para hombres como mujeres, ofreciendo oportunidades de de estudiar de manera equitativa. Un gran avance es ver instituciones como el  IPADE, una de las instituciones más importantes en Latinoamérica para maestrías, tienen sus aulas integradas por personas de ambos géneros, además de la reciente creación del Centro de Investigación de la Mujer en la Alta Dirección (CIMAD) conformada  por mujeres en un 70% y el otro 30% por hombres, así mismo instituciones públicas con apoyos económicos u oportunidades para seguirse desarrollando profesionalmente.
Vivimos en una sociedad en la que el grado de escolaridad es determinante para cualquier puesto de trabajo y las oportunidades en la educación, han promovido a que la competencia por un vacante sea justo entre hombres y mujeres. Sin embargo, todavía existen altos índices de mujeres que se ven obligadas a abandonar sus estudios por embarazos prematuros y el cliché social de que la responsable de cuidar al hijo es la madre, al menos durante sus primeros años y el hombre los abandone de igual manera, solo que éste comienza a ser un ente económicamente activo mientras que la mujer cae en el rol de la persona responsable de los hijos y el hogar; bajo la suposición de que la pareja decida seguir unida o se llegue a este acuerdo.
La incorporación de la mujer en el ámbito laboral aún es complejo por cuestiones que ya explicamos anteriormente, especialmente por los salarios designados. El apoyo gubernamental no ha sido suficiente para contrarrestar la diferencia de sueldos entre hombres y mujeres, sin embargo el Artículo 4to de la Constitución Mexicana de los Estados Unidos establece que el trato entre hombres y mujeres será equitativo y no será motivo de discriminación. Anteriormente los anuncios publicados para vacantes en empresas, estaba entre los requisitos, la especificación del género, pero gracias a la reformulación de éste artículo las organizaciones se vieron en la situación de dejar a un lado la distinción en el genero de las personas al momento de solicitar empleo. Aun así la realidad que vivimos es otra, porque por un lado, más mujeres accedieron a la posibilidad de tener un empleo formal, sin embargo, las organizaciones y la sociedad menosprecio el trabajo y potencial de la mujer, por lo que los salarios se establecieron por debajo del de los hombres.
Durante el desarrollo de esta investigación, se tuvo la oportunidad de entrevistar a la directora de Recursos Humanos de la empresa Grupo Larissa, compañía donde las oficinas centrales están localizadas en Zapopan, Jalisco.
Durante la entrevista, la Lic. Claudia Nuñez comentó de manera general que constantemente están solicitando personal para el área operativa de la empresa, ya sea para proyectos específicos o de planta, comentó que el 70% de las personas que llegan a solicitar el trabajo son mujeres y el otro 30% son hombres. También nos dio a conocer el perfil de los empleados actuales para esta área, tanto de hombres como de mujeres y algo interesante es que a pesar de que esta area es pesada y requiere esfuerzo físico adicional en algunos puestos, el IRP (Índice de rotación de personal) es mayor en los hombres que en las mujeres y a largo plazo, el compromiso de los colaboradores hacia la empresa es equitativo entre hombres y mujeres, a pesar de que varias de ellas, son las encargadas de mantener a su familia por diversas cuestiones, señaló la Lic. Claudia, pero aún así, la oferta en cuanto a salarios, sigue estando por debajo de los hombres y a pesar de los intentos internos de tratar de contrarestar esta diferencia, hay puestos que se sigue necesitando del esfuerzo físico adicional del hombre que en muchas ocasiones, las mujeres deciden no tomar. Por otra parte, en el área administrativa los salarios son equitativos para ambos géneros y se basan sobre los mismos requisitos a la hora de ser contratados, para finalizar la entrevista, se tuvo la oportunidad de platicar con el CEO.
“Es indispensable que la sociedad deje a un lado los estereotipos y deje de considerar al hombre o la mujer como limitante para muchas áreas en las empresas, tenemos gente trabajando aquí muchos años y está 100% comprometida con la empresa, tanto hombres como mujeres y es ilógico relacionar sus prestaciones y salarios, con su genero. La integración de todo tipo nos ha ayudado a seguir creciendo” Señaló el Director.
Sin embargo esta no es una situación común en nuestro país, según el informe de CONAPRED (2012) “una de cada tres mujeres es discriminada en su salario por estar casada o tener hijos”, de la misma forma, su pensión es menor, ya que ellas tienen una expectativa de vida mucho mayor. Esto es un ejemplo claro de lo ausente que se encuentra la justicia social, porque el status familiar y personal no debe mezclarse con cuestiones laborales, mucho menos si no están señaladas por la ley como es el ejemplo de la discriminación de la mujer reflejada en su salario. Por otro lado, es irónica la idea de una pensión inferior por tener una expectativa de vida mucho mayor, una idea fundamentada sobre el existencialismo fantástico, ya que al momento de recibir una pensión menor, las mujeres se ven en la necesidad de seguir trabajando con el fin de tener ingresos suficientes para mantenerse a sí mismas o sus familias, por lo que posteriormente, se ven perjudicadas sus condiciones de vida, enferman y el desembolso para medicamentos, personal y mantenimiento del Seguro Social es mayor. Aquí nos damos cuenta de cómo una idea fantaseosa como no pensionar correctamente a la mujer, repercute directamente en los desembolsos para cubrir enfermedades y atenciones médicas necesarias para personas mayores, una situación clara en donde percibimos que las acciones actuales no van dirigidas a un desarrollo sostenible.
Uno de los argumentos para aprobar esta desigualdad es con una generación, la cual dice que los hombres mantienen  a las familias y por eso deben ganar más, cuando en realidad esta situación económica es independiente de cada familia, ya que hay mujeres que son la cabeza del hogar o son madres solteras.
Otra de las grandes injusticias que viven las mujeres con necesidad o deseo de trabajar, es la maternidad. Este es un derecho que poseen las mujeres, donde no pierden su sueldo y sus beneficios de trabajo en el tiempo que ellas esten en cuarentena. Lamentablemente esta es una excusa más para no contratarlas, ya que su reposo implica un gran gasto para los empleadores.
Todas las personas tenemos un objetivo en la vida, tener una calidad de vida digna, y no es justo que a algunas personas se les restringen más que a otras, sobre todo a las mujeres. Por otro lado no se está viendo la calidad de vida que se pierde al tener estos salarios, es mínima y en algunos casos, los cuales son la mayoría, es de pobreza.
Por último me gustaría cerrar con esta frase que permite una reflexión “Construir la equidad de género no puede ser un proceso aislado, va en el entramado que conlleva la conformación de un Estado verdaderamente democrático “. (Fernández, 2007,163)
Conclusiones
Todo ser humano tiene derechos fundamentales, entre los cuales están la vida y el trato equitativo entre personas, sin importar su raza, sexo ni preferencias.
Hace mucho tiempo, la humanidad dio un salto muy importante al terminar con la esclavitud, al incluir a la raza negra en las actividades y darles los mismos derechos que a los demás. Las consecuencias repercutieron en un increíble desarrollo social con gente exitosa como Michael Jordan, Michelle Obama, Barack Obama, Oprah Winfrey y muchas otras personas que contribuyeron al cambio y desarrollo de la sociedad. Como podemos darnos cuenta, entre esta lista se encuentran grandes mujeres que lucharon contra la adversidad sin importar su raza, nivel socioeconómico, ni género. Las oportunidades para todos es una garantía de desarrollo social, además de que ninguna persona merece ser privada de su libertad y su camino a la felicidad. Por el contrario, la desigualdad y discriminación es una postura que va contra los fundamentos éticos que ha hecho salir adelante nuestra sociedad, ya que al no proporcionar oportunidades equitativas para todos, se genera represión y partiendo de aquí se desarrollan problemas en nuestra sociedad como es la falta de productividad, jornadas laborales más exhaustivas, falta de conocimiento del entorno en todos sus ámbitos, pérdida de valores fundamentales como son el respeto, la tolerancia y uno de los más importantes que desgraciadamente a veces olvidamos que es aquello que nos ha permitido desarrollarnos y avanzar como especie, la integración. Es aquí donde reflexionamos y debemos cuestionarnos ¿Si la historia nos ha probado que la inclusión, el respeto y la equidad son el camino hacia el desarrollo social, no es momento de dejar a un lado la discriminación de género?


Conclusión proyecto
Esta investigación me ha permitido vivir de cerca las cosas tan horribles que sufren las mujeres que utilizan el transporte público. Es increíble cómo se ha normalizado el acoso, porque cuando preguntaba si había vivido alguna situación sexual ellas contestaban que no, pero al preguntar qué es lo que han visto, la respuesta era por lo menos alguien que las intimidaba con su mirada, y eso es acoso.
Otra cosa que me impacto es el tener que cambiar tu identidad, como la forma en vistes, o a los lugares en los que vas por no sufrir estos actos. Esto es una medida que tomaron ellas porque las autoridades no les daban respuesta, a tal grado que me puse a reflexionar sobre ¿Cómo es que la sociedad no puede confiar con sus autoridades, a tal grado, que les da más miedo hablar con ellas? Cada una de las personas que entreviste no tenía mínima idea de cómo levantar una denuncia si alguien atentaba contra su dignidad.
A mi punto de vista, el primer problema que debemos resolver es la comunicación de nuestras autoridades, mejorar el sistema de denuncias y tomar medidas adecuadas para que estas prácticas contra las personas, en donde les arrebatan su dignidad, libertad e identidad, y más importante aún su seguridad, les provocan vivir con miedo y eso no nos conduce a la felicidad, ningún ser humano debería vivir lleno de inseguridades día con día.




Referencias
* Bibliografía básica (5 artículos científicos sobre ética o libros sobre ética):
1.- Aguayo, E; Lamelas, N. (2011). Educación y empleo: desigualdad de género en las regiones mexicanas. 2000-2005. Revista Estudios Feministas, Salud Publica, vol. 19, núm. 3, 2011, Universidades Federal de Santa. Extraído de: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=38121390005
2.- Barrera, A; Elena, M; Gutiérrez. (2017). Desigualdad de género y cambios sociodemográficos en México. Nóesis: Revista de Ciencias Sociales y Humanidades, vol. 7, núm. 51, 2017, pp. 2-19, Universidad Autónoma de Ciudad Juárez.Ciudad Juárez, México. Extraído de: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=85945861001
3.- Fernández, A. (2007). Desigualdad de género. La segregación de las mujeres en la estructura ocupacional. Revista de Estudios de Género, La ventana, núm. 25, 2007, pp. 140-167, Universidad de CaraboboValencia, Venezuela. Extraído de: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=88402506
4.- Gómez, A. (2016). Detrás de la brecha de género: desigualdad en el mercado laboral y diferencias en preferencias económicas. Revista SAAP. Publicación de Ciencia Política de la Sociedad Argentina de Análisis Político, vol. 10, núm. 1, mayo 2016, pp. 64-94. Sociedad Argentina de Análisis Político. Buenos Aires, Argentina. Extraído de: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=387148418003
5.- Morales, R; Sifontes, D. (2014) Desigualdad de Género en Ciencia y Tecnología: un estudio para América Latina. Observatorio Laboral Revista Venezolana, vol. 7, núm. 13, 2014, pp. 95-110, Universidad de CaraboboValencia, Venezuela. Extraído de: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=219030399006
* Bibliografía complementaria (fuentes no científicas):
1.- Instituto Nacional de las Mujeres en México. (2008). Desigualdad de género en el trabajo. 12 de septiembre de 2017, de Gobierno Federal. Recuperado de: http://cedoc.inmujeres.gob.mx/documentos_download/100923.pdf
2.- De la Madrid, R. (2012). Reporte sobre la discriminación en México 2012 Trabajo. Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación. CIDE: México. Recuperado de: https://miscursos.tec.mx/bbcswebdav/pid-7288775-dt-content-rid-20920917_1/courses/GDA.H1018.9.1713.6514/GDA.H1018.7.1713.6512_ImportedContent_20170801104017/4%20Informe%20CONAPRED%202012%20discriminación%20laboral.pdf

No hay comentarios:

Publicar un comentario