Andrea Corvera
A01633434
Las
piedras en el camino hacia el desarrollo social
Introducción
Uno
de los problemas más frecuentes en la desigualdad de género en la actualidad es
en el ámbito laboral. Es común estar informados en que una mujer gana menos que
un hombre, o que no puede tener cierto trabajo porque es específicamente para
varones.
Esta
problemática nos subraya principalmente el problema de la injusticia, al igual
que la pérdida de la dignidad y respeto, no permite que la mujer llegue a su
felicidad máxima, ya que se le está impidiendo realizar ciertas actividades las
cuales le generan represión a su desarrollo como persona autónoma.
Se
cree que la desigualdad ha disminuido porque existen cada vez más mujeres que
labora, pero una de las principales razones es que las mujeres son el pilar de
la casa, cuando el hombre deja de proporcionar dinero para el hogar la mujer
sale a buscarlo, o bien el índice de madres solteras ha aumentado, y ellas
necesitan trabajar para mantener a su familia completamente.
Los
estudios revelan que las edades en que las mujeres trabajan son de los 25 a los
40 años (o más), esto se puede entender a que tienen a una familia que
mantener, también a que cada vez más mujeres estudian y su forma de realizarse
es trabajando, ya que, desde mi punto de vista, aprender es algo que nunca
dejaremos de hacer, pero si estudias a nivel profesional vale la pena aplicarlo
en tu vida laboral en un futuro.
Al
aumentar el nivel de educación de las mujeres en estas nuevas generaciones, se
abre la oportunidad de que en un futuro se encuentren preparadas y la
desigualdad de género se reduzca notablemente.
Palabras
clave (Key words): Justicia
social, pobreza, desigualdad, equidad de género.
Desarrollo
A partir de los años setenta aproximadamente,
hemos apreciado cómo la mujer se ha introducido más como ente activo a la
sociedad, tanto como de manera cultural y participativa como de manera
económica, sin embargo aún se presencia la desigualdad en diferentes ámbitos,
como en la Ciencia, ya que a lo largo de la historia los científicos brillantes
han sido hombres, por el tipo de oportunidades, tales como el acceso a la educación,
vida laboral, en la sociedad, etc. Ésta ha sido una limitante tanto para el
talento de la mujer como para las oportunidades de seguir desarrollándonos como
sociedad, porque a pesar de que se ha integrado su participación en el campo
científico, la diferencia en los salarios es una cuestión percibíble ante todos
y no es justo que desempeñando las mismas actividades, trabajando las mismas
jornadas laborales, sea menor el sueldo percibido por las mujeres, como lo
vemos en un estudio realizado por el INEGI en 2016 en conmemoración al Día de
la Mujer, en el cual nos indíca que por cada 10 horas de carga de trabajo
remunerado y no remunerado realizadas por las mujeres, los hombres realizan 8.3
horas. En una sociedad donde ya se ha visto que la integridad, el respeto y
equidad de genero son premisas para un desarrollo correcto, es importante
contemplarlo e implementarlo ya en la vida económica como una realidad, esto no
solo será un apoyo para su economía, sino que también será un incentivo y
motivante para trabajar y desarrollarse profesionalmente en las mismas
condiciones que los hombres, además de que mejorará el entorno entre los colaboradores
porque permitirá expandir el conocimiento y aportaciones de sus integrantes,
generando mejores resultados al momento de realizar sus labores y propiciará a
tener un ambiente en donde se preserve la motivación, el respeto y armonía.
Gracias a diversos estudios y las corrientes que
se han generado en las últimas décadas sobre la integración de la sociedad a la
mujer, las instituciones académicas han icentivado el desarrollo y la inclusión
tanto para hombres como mujeres, ofreciendo oportunidades de de estudiar de
manera equitativa. Un gran avance es ver instituciones como el IPADE, una de las instituciones más
importantes en Latinoamérica para maestrías, tienen sus aulas integradas por
personas de ambos géneros, además de la reciente creación del Centro de
Investigación de la Mujer en la Alta Dirección (CIMAD) conformada por mujeres en un 70% y el otro 30% por
hombres, así mismo instituciones públicas con apoyos económicos u oportunidades
para seguirse desarrollando profesionalmente.
Vivimos en una sociedad en la que el grado de
escolaridad es determinante para cualquier puesto de trabajo y las
oportunidades en la educación, han promovido a que la competencia por un
vacante sea justo entre hombres y mujeres. Sin embargo, todavía existen altos
índices de mujeres que se ven obligadas a abandonar sus estudios por embarazos
prematuros y el cliché social de que la responsable de cuidar al hijo es la
madre, al menos durante sus primeros años y el hombre los abandone de igual
manera, solo que éste comienza a ser un ente económicamente activo mientras que
la mujer cae en el rol de la persona responsable de los hijos y el hogar; bajo
la suposición de que la pareja decida seguir unida o se llegue a este acuerdo.
La incorporación de la mujer en el ámbito
laboral aún es complejo por cuestiones que ya explicamos anteriormente,
especialmente por los salarios designados. El apoyo gubernamental no ha sido
suficiente para contrarrestar la diferencia de sueldos entre hombres y mujeres,
sin embargo el Artículo 4to de la Constitución Mexicana de los Estados Unidos
establece que el trato entre hombres y mujeres será equitativo y no será motivo
de discriminación. Anteriormente los anuncios publicados para vacantes en
empresas, estaba entre los requisitos, la especificación del género, pero
gracias a la reformulación de éste artículo las organizaciones se vieron en la
situación de dejar a un lado la distinción en el genero de las personas al
momento de solicitar empleo. Aun así la realidad que vivimos es otra, porque
por un lado, más mujeres accedieron a la posibilidad de tener un empleo formal,
sin embargo, las organizaciones y la sociedad menosprecio el trabajo y
potencial de la mujer, por lo que los salarios se establecieron por debajo del
de los hombres.
Durante el desarrollo de esta investigación, se
tuvo la oportunidad de entrevistar a la directora de Recursos Humanos de la
empresa Grupo Larissa, compañía donde las oficinas centrales están localizadas
en Zapopan, Jalisco.
Durante la entrevista, la Lic. Claudia Nuñez comentó de manera general que constantemente están solicitando personal para el área operativa de la empresa, ya sea para proyectos específicos o de planta, comentó que el 70% de las personas que llegan a solicitar el trabajo son mujeres y el otro 30% son hombres. También nos dio a conocer el perfil de los empleados actuales para esta área, tanto de hombres como de mujeres y algo interesante es que a pesar de que esta area es pesada y requiere esfuerzo físico adicional en algunos puestos, el IRP (Índice de rotación de personal) es mayor en los hombres que en las mujeres y a largo plazo, el compromiso de los colaboradores hacia la empresa es equitativo entre hombres y mujeres, a pesar de que varias de ellas, son las encargadas de mantener a su familia por diversas cuestiones, señaló la Lic. Claudia, pero aún así, la oferta en cuanto a salarios, sigue estando por debajo de los hombres y a pesar de los intentos internos de tratar de contrarestar esta diferencia, hay puestos que se sigue necesitando del esfuerzo físico adicional del hombre que en muchas ocasiones, las mujeres deciden no tomar. Por otra parte, en el área administrativa los salarios son equitativos para ambos géneros y se basan sobre los mismos requisitos a la hora de ser contratados, para finalizar la entrevista, se tuvo la oportunidad de platicar con el CEO.
“Es indispensable que la sociedad deje a un lado los estereotipos y deje de considerar al hombre o la mujer como limitante para muchas áreas en las empresas, tenemos gente trabajando aquí muchos años y está 100% comprometida con la empresa, tanto hombres como mujeres y es ilógico relacionar sus prestaciones y salarios, con su genero. La integración de todo tipo nos ha ayudado a seguir creciendo” Señaló el Director.
Durante la entrevista, la Lic. Claudia Nuñez comentó de manera general que constantemente están solicitando personal para el área operativa de la empresa, ya sea para proyectos específicos o de planta, comentó que el 70% de las personas que llegan a solicitar el trabajo son mujeres y el otro 30% son hombres. También nos dio a conocer el perfil de los empleados actuales para esta área, tanto de hombres como de mujeres y algo interesante es que a pesar de que esta area es pesada y requiere esfuerzo físico adicional en algunos puestos, el IRP (Índice de rotación de personal) es mayor en los hombres que en las mujeres y a largo plazo, el compromiso de los colaboradores hacia la empresa es equitativo entre hombres y mujeres, a pesar de que varias de ellas, son las encargadas de mantener a su familia por diversas cuestiones, señaló la Lic. Claudia, pero aún así, la oferta en cuanto a salarios, sigue estando por debajo de los hombres y a pesar de los intentos internos de tratar de contrarestar esta diferencia, hay puestos que se sigue necesitando del esfuerzo físico adicional del hombre que en muchas ocasiones, las mujeres deciden no tomar. Por otra parte, en el área administrativa los salarios son equitativos para ambos géneros y se basan sobre los mismos requisitos a la hora de ser contratados, para finalizar la entrevista, se tuvo la oportunidad de platicar con el CEO.
“Es indispensable que la sociedad deje a un lado los estereotipos y deje de considerar al hombre o la mujer como limitante para muchas áreas en las empresas, tenemos gente trabajando aquí muchos años y está 100% comprometida con la empresa, tanto hombres como mujeres y es ilógico relacionar sus prestaciones y salarios, con su genero. La integración de todo tipo nos ha ayudado a seguir creciendo” Señaló el Director.
Sin embargo esta no es una situación común en nuestro
país, según el informe de CONAPRED (2012) “una de cada tres mujeres es
discriminada en su salario por estar casada o tener hijos”, de la misma forma,
su pensión es menor, ya que ellas tienen una expectativa de vida mucho mayor.
Esto es un ejemplo claro de lo ausente que se encuentra la justicia social,
porque el status familiar y personal no debe mezclarse con cuestiones
laborales, mucho menos si no están señaladas por la ley como es el ejemplo de la
discriminación de la mujer reflejada en su salario. Por otro lado, es irónica
la idea de una pensión inferior por tener
una expectativa de vida mucho mayor, una idea fundamentada sobre el
existencialismo fantástico, ya que al momento de recibir una pensión menor, las
mujeres se ven en la necesidad de seguir trabajando con el fin de tener
ingresos suficientes para mantenerse a sí mismas o sus familias, por lo que
posteriormente, se ven perjudicadas sus condiciones de vida, enferman y el
desembolso para medicamentos, personal y mantenimiento del Seguro Social es
mayor. Aquí nos damos cuenta de cómo una idea fantaseosa como no pensionar correctamente a la mujer, repercute
directamente en los desembolsos para cubrir enfermedades y atenciones médicas
necesarias para personas mayores, una situación clara en donde percibimos que
las acciones actuales no van dirigidas a un desarrollo sostenible.
Uno de los argumentos para aprobar esta
desigualdad es con una generación, la cual dice que los hombres mantienen a las familias y por eso deben ganar más, cuando
en realidad esta situación económica es independiente de cada familia, ya que
hay mujeres que son la cabeza del hogar o son madres solteras.
Otra de las grandes injusticias que viven las
mujeres con necesidad o deseo de trabajar, es la maternidad. Este es un derecho
que poseen las mujeres, donde no pierden su sueldo y sus beneficios de trabajo
en el tiempo que ellas esten en cuarentena. Lamentablemente esta es una excusa
más para no contratarlas, ya que su reposo implica un gran gasto para los
empleadores.
Todas las personas tenemos un objetivo en la
vida, tener una calidad de vida digna, y no es justo que a algunas personas se
les restringen más que a otras, sobre todo a las mujeres. Por otro lado no se
está viendo la calidad de vida que se pierde al tener estos salarios, es mínima
y en algunos casos, los cuales son la mayoría, es de pobreza.
Por último me gustaría cerrar con esta frase que
permite una reflexión “Construir la
equidad de género no puede ser un proceso aislado, va en el entramado que
conlleva la conformación de un Estado verdaderamente democrático “. (Fernández, 2007,163)
Conclusiones
Todo ser humano
tiene derechos fundamentales, entre los cuales están la vida y el trato
equitativo entre personas, sin importar su raza, sexo ni preferencias.
Hace mucho tiempo, la humanidad dio un salto muy importante al terminar con la esclavitud, al incluir a la raza negra en las actividades y darles los mismos derechos que a los demás. Las consecuencias repercutieron en un increíble desarrollo social con gente exitosa como Michael Jordan, Michelle Obama, Barack Obama, Oprah Winfrey y muchas otras personas que contribuyeron al cambio y desarrollo de la sociedad. Como podemos darnos cuenta, entre esta lista se encuentran grandes mujeres que lucharon contra la adversidad sin importar su raza, nivel socioeconómico, ni género. Las oportunidades para todos es una garantía de desarrollo social, además de que ninguna persona merece ser privada de su libertad y su camino a la felicidad. Por el contrario, la desigualdad y discriminación es una postura que va contra los fundamentos éticos que ha hecho salir adelante nuestra sociedad, ya que al no proporcionar oportunidades equitativas para todos, se genera represión y partiendo de aquí se desarrollan problemas en nuestra sociedad como es la falta de productividad, jornadas laborales más exhaustivas, falta de conocimiento del entorno en todos sus ámbitos, pérdida de valores fundamentales como son el respeto, la tolerancia y uno de los más importantes que desgraciadamente a veces olvidamos que es aquello que nos ha permitido desarrollarnos y avanzar como especie, la integración. Es aquí donde reflexionamos y debemos cuestionarnos ¿Si la historia nos ha probado que la inclusión, el respeto y la equidad son el camino hacia el desarrollo social, no es momento de dejar a un lado la discriminación de género?
Hace mucho tiempo, la humanidad dio un salto muy importante al terminar con la esclavitud, al incluir a la raza negra en las actividades y darles los mismos derechos que a los demás. Las consecuencias repercutieron en un increíble desarrollo social con gente exitosa como Michael Jordan, Michelle Obama, Barack Obama, Oprah Winfrey y muchas otras personas que contribuyeron al cambio y desarrollo de la sociedad. Como podemos darnos cuenta, entre esta lista se encuentran grandes mujeres que lucharon contra la adversidad sin importar su raza, nivel socioeconómico, ni género. Las oportunidades para todos es una garantía de desarrollo social, además de que ninguna persona merece ser privada de su libertad y su camino a la felicidad. Por el contrario, la desigualdad y discriminación es una postura que va contra los fundamentos éticos que ha hecho salir adelante nuestra sociedad, ya que al no proporcionar oportunidades equitativas para todos, se genera represión y partiendo de aquí se desarrollan problemas en nuestra sociedad como es la falta de productividad, jornadas laborales más exhaustivas, falta de conocimiento del entorno en todos sus ámbitos, pérdida de valores fundamentales como son el respeto, la tolerancia y uno de los más importantes que desgraciadamente a veces olvidamos que es aquello que nos ha permitido desarrollarnos y avanzar como especie, la integración. Es aquí donde reflexionamos y debemos cuestionarnos ¿Si la historia nos ha probado que la inclusión, el respeto y la equidad son el camino hacia el desarrollo social, no es momento de dejar a un lado la discriminación de género?
Conclusión
proyecto
Esta investigación me ha permitido vivir de cerca las cosas
tan horribles que sufren las mujeres que utilizan el transporte público. Es increíble
cómo se ha normalizado el acoso, porque cuando preguntaba si había vivido
alguna situación sexual ellas contestaban que no, pero al preguntar qué es lo
que han visto, la respuesta era por lo menos alguien que las intimidaba con su
mirada, y eso es acoso.
Otra cosa que me impacto es el tener que cambiar tu
identidad, como la forma en vistes, o a los lugares en los que vas por no
sufrir estos actos. Esto es una medida que tomaron ellas porque las autoridades
no les daban respuesta, a tal grado que me puse a reflexionar sobre ¿Cómo es
que la sociedad no puede confiar con sus autoridades, a tal grado, que les da
más miedo hablar con ellas? Cada una de las personas que entreviste no tenía mínima
idea de cómo levantar una denuncia si alguien atentaba contra su dignidad.
A mi punto de vista, el primer problema que debemos resolver
es la comunicación de nuestras autoridades, mejorar el sistema de denuncias y
tomar medidas adecuadas para que estas prácticas contra las personas, en donde
les arrebatan su dignidad, libertad e identidad, y más importante aún su
seguridad, les provocan vivir con miedo y eso no nos conduce a la felicidad, ningún
ser humano debería vivir lleno de inseguridades día con día.
Referencias
*
Bibliografía básica (5 artículos científicos sobre ética o libros sobre ética):
1.- Aguayo, E; Lamelas, N. (2011). Educación y empleo: desigualdad de género
en las regiones mexicanas. 2000-2005. Revista
Estudios Feministas, Salud Publica, vol. 19, núm. 3, 2011, Universidades
Federal de Santa. Extraído
de: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=38121390005
2.-
Barrera, A; Elena, M; Gutiérrez. (2017). Desigualdad de género y cambios sociodemográficos en
México. Nóesis: Revista de Ciencias
Sociales y Humanidades, vol. 7, núm. 51, 2017, pp. 2-19, Universidad Autónoma de Ciudad Juárez.
Ciudad Juárez, México. Extraído de: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=85945861001
3.-
Fernández, A. (2007). Desigualdad de género. La segregación de las mujeres en
la estructura ocupacional. Revista de
Estudios de Género, La ventana, núm. 25, 2007, pp. 140-167, Universidad de Carabobo
Valencia,
Venezuela. Extraído de: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=88402506
4.-
Gómez, A. (2016). Detrás de la brecha de
género: desigualdad en el mercado laboral y diferencias en preferencias
económicas. Revista SAAP. Publicación de Ciencia Política de la Sociedad
Argentina de Análisis Político, vol. 10, núm. 1, mayo 2016, pp. 64-94. Sociedad
Argentina de Análisis Político. Buenos Aires, Argentina. Extraído de: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=387148418003
5.-
Morales, R; Sifontes, D. (2014) Desigualdad de Género en Ciencia y Tecnología: un estudio
para América Latina. Observatorio
Laboral Revista Venezolana, vol. 7, núm. 13, 2014, pp. 95-110, Universidad de Carabobo
Valencia,
Venezuela. Extraído de: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=219030399006
*
Bibliografía complementaria (fuentes no científicas):
1.- Instituto Nacional
de las Mujeres en México. (2008).
Desigualdad de género en el trabajo. 12 de septiembre de 2017, de Gobierno
Federal. Recuperado de: http://cedoc.inmujeres.gob.mx/documentos_download/100923.pdf
2.- De la Madrid, R. (2012). Reporte sobre la discriminación en México
2012 Trabajo. Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación. CIDE:
México. Recuperado de: https://miscursos.tec.mx/bbcswebdav/pid-7288775-dt-content-rid-20920917_1/courses/GDA.H1018.9.1713.6514/GDA.H1018.7.1713.6512_ImportedContent_20170801104017/4%20Informe%20CONAPRED%202012%20discriminación%20laboral.pdf
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