Emiliano Núñez
Alcalá
A01226159
No es normal, es Acoso
El acoso sexual una situación a la cual se le han puesto los
reflectores y se ha insistido fuertemente en buscar prevenirla y erradicarla en
los últimos años, El acoso sexual según Ayala (2016) son insinuaciones sexuales
indeseadas, solicitudes de favores sexuales, u otra conducta física o verbal de
naturaleza sexual. Esto establece cualquier tipo de insinuación a persona ajena
a la misma como un acoso, pero que pasa cuando la definición y la re cognición
de este acto se nubla en las costumbres culturales y características de una
sociedad y se adopta como un acto del día a día. En México esta presente en las
actividades cotidianas sin que nadie se percate de estar cometiendo esta acción
gracias a la cultura machista en la que nos hemos basado durante años. El acoso
sexual en México se ha normalizado en la vida de las personas al grado que lo
han dejado de considerar como lo que es, una minimización de la humanidad y
dignidad de la persona.
El acoso sexual lejos de ser una agresión física,
como mayormente se considera que se presenta, es un ataque psicológico, un
ataque a la dignidad, esta misma es planteada por Kant y deja en claro que “los seres humanos no tienen precio, no pueden
intercambiarse por un equivalente, sino que tienen dignidad. Son dignos de todo
respeto” (Cortina, 1996), se denota claramente que al momento de sufrir esto,
se esta atentando a la persona al no darle su valor y respeto que tiene
innegablemente por el simple hecho de ser persona, se esta buscando subyugar a
la victima ante el agresor para que este mismo pueda sentir propiedad sobre la
misma y verla como un medio de placer, como un cuerpo que le pertenece y no
merece respeto, su autonomía y su bienestar pasan a segundo plano para que el
agresor satisfaga sus placeres banales.
La presencia de esta problemática en las sociedades
es un hecho de gravedad, el acoso sexual presente en el día a día de las
personas y que en la mayor parte del tiempo ninguna de las dos partes
involucradas tienen conocimiento de que se esta cometiendo gracias a la
normalización que la sociedad le ha a dado a estas acciones, esto limita el
desarrollo social ya que la cultural esta creciendo alrededor de esta
problemática y esta misma se esta adoptando como un acto normal lejos de lo que
en realidad es, hostigamiento que atenta a la humanidad y dignidad de las
personas.
La gravedad del acoso sexual se ha subyugado bajo la
ideología de que el cuerpo de la mujer está para generar placer al hombre, en
culturas como la Mexicana, donde este acoso es algo que se vive día con día se
ha perdido la noción de la gravedad de este acto, durante unas encuestas de
campo realizadas en conjunto por SEDATU y el ITESM, se recolectó información
cualitativa sobre el acoso donde muchas de las victimas no relacionaban este
hecho como una agresión, en realidad estas mismas lo consideraban como una acto
normal sin pensar en ningún momento que este era una agresión. El acoso sexual
es un tema de gravedad que va más allá de una falta de respeto o de intimidad
si no que el acoso sexual es violencia
y discriminación, por ende atenta directamente contra los derechos humanos de
la victima, los derechos humanos se establecen bajo el concepto de
universalidad donde todos los seres humanos, independientemente de sus
características particulares meren el respeto a
su dignidad como persona, dejando atrás cualquier esquema real de universalidad.
De igual manera este mismo atenta directamente a la dignidad de la persona ya
que esta siendo cosificada y alejada de la perspectiva de ser humano y se
convierte en un medio de placer lejos de un ser digno.
Esta problemática
también es subestimada al ser considerado un hecho aislado que no afecta a las
personas que no lo viven, pero en realidad el tener este hecho presente en las
costumbres afecta directamente el desarrollo social ya que este mismo al estar considerado
como una costumbre social, establece un precedente negativo al genero femenino
y con esto limita el bienestar imparcial. Otro factor importante es el
histórico de donde se presentan estas costumbres de acoso, El acoso sexual se
presenta en sociedades donde la desigualdad social es un factor de juicio y
relevante en la formación de las personas.
La normalidad del acoso sexual no es ni mas ni menos
que una costumbre de la sociedad de minimizar, degradada y atentar contra la
dignidad de las personas por una simple diversión o costumbre banal machista de
un país, pero esta problemática no deja de ser lo que es aunque sea considerada
como una costumbre característica social, el acoso sexual es un violación
directa de los derechos humanos “los Derechos Humanos son los que
la persona tiene por su calidad humana” (Hernández y Fuentes, 1991:7).
Adicionalmente, puede decirse que los derechos del hombre son “los privilegios
fundamentales que el hombre posee por el hecho de serlo, por su propia
naturaleza y dignidad. Son derechos que le son inherentes y que, lejos de nacer
de una concesión de la sociedad política, han de ser por ésta consagrados y
garantizados” (Barba, s.f.), los derechos tiene como meta garantizar el respeto
y dignidad de la persona, estos basados en teorías Kantianas y rigiéndose bajo
la afirmación kantiana de que “las personas son absolutamente valiosas, fines
en sí, dotadas de dignidad y no intercambiables por un precio.”(Cortina, 1996). La normalización del acoso sexual en culturas como la Mexicana donde
no se le da importancia, ha permitido que este problema escale al grado que ya
esta presente en nuestro ADN, “Las estadísticas señalan que el ejercicio de la
violencia hacia las mujeres es una de las manifestaciones más notoriamente
violatorias de la Declaración universal de derechos humanos.” (Maier, E. 1992.
P. 39). El acoso pasa desapercibido ya que socialmente esta considerado como
algo común y normal hacia las mujeres ya que ellas son consideradas como un
mero medio de entretenimiento o para el placer del hombre y no como un
absoluto, se atenta contra su dignidad y humanidad. El contemplar a la mujer
como un símbolo de entretenimiento y para la diversión del hombre, ha
cosificado a la mujer minimizándola a un simple objeto para el genero
masculino. La gravedad del acoso sexual se ha minimizado a niveles tan bajos
que su impacto se ha difuminado en el panorama machista e impune en el que vivimos
pero en realidad estamos lidiando con un problema humanitario, como menciona
Maier (1992) “Las violaciones sexuales, tanto por parte de familiares como por
desconocidos, las golpizas brutales, las vejaciones y humillaciones no pueden
considerarse sino como una forma de tortura y, por lo tanto, deberían clasificarse como
crímenes de lesa humanidad.” (Maier, E. 1992. P. 40). El acoso
sexual es violencia y discriminación ya que diferencia y trata de forma
distinta y precaria a la persona por le simple hecho de ser distinta
minimizando su valor que tiene por ser persona y emite juicios sin valor real,
por ende atenta contra los derechos humanos de la victima y atenta directamente
a la dignidad de la persona al cosificarla.
El bienestar
imparcial , que consiste en su bien a toda costa, con un contexto de justicia
social de distribución de beneficios y de cargas en una
sociedad de seres racionales, basándose en las necesidades básicas. en el que se le
respete siempre (Olive, 2008), por ende el bienestar imparcial de la mujer se
ve limitado gracias a los precedentes negativos que se establecieron gracias a
los estereotipos machistas de la sociedad y de igual manera el tema de justicia
social se ve afectado gracias a que se minimiza a las mujeres por el simple
hecho de su sexo afectando temas de igualdad, justicia social e incuso derechos
humanos. “El
machismo adquiere expresiones aberrantes que debieran ser consideradas como un
atentado contra la condición humana en general.” (Martínez, G. 2002. P. 24). El acoso sexual, contemplando lo que realmente es,
un atentado directo a los derechos humanos y a la dignidad de la persona, se ha
convertido en una costumbre normal en las sociedades mexicanas gracias a que el
tema de desigualdad de genero es algo relevante en la formación de las personas
a lo largo de su vida. Martínez
(2002) plantea que “La modernidad no
extermina la naturaleza violenta de los hombres, no anula la violencia sino la
institucionaliza, pero la violencia que intrínsecamente encierra el erotismo
queda hasta cierto punto matizada.” (Martínez, G. 2002. P. 27). El acoso sexual se presenta en sociedades donde la
desigualdad social es un factor de juicio y relevante en la formación de las
personas. El acoso sexual como una costumbre social establece un precedente
negativo al genero femenino y con esto limita el bienestar imparcial de la
mujer. El desarrollo social del país se ha basado creciendo alrededor de esta
problemática que la mayoría del tiempo pasa desapercibida, pero como es que un
problema de tal magnitud no es notado e incluso es adoptado por la cultura y se
convierte en una acción “normal” de las personas “El acoso sexual, como todo
fenómeno social, aunque universal como hecho, tiene una conceptualización
fuertemente enraizada en la cultura imperante, por lo que, mientras en
sociedades tradicionales algunas connotaciones de acoso pueden pasar
desapercibidas.” (Palomino, F. 2012. P. 137). El acoso sexual se ha matizado en
México con el paso del tiempo al grado de ser considerado como algo normal
dejando atrás la connotación negativa que acarrea, la minimización de humanidad
y la falta a los derechos humanos que en realidad comete.
En los términos de desarrollo social en México
se tiene la mancha de la discriminación constante a la mujer y el poner en duda
sus capacidades laborales, Se ha creado un
estereotipo de la mujer negativo en las costumbres sociales del país, con esto
se genera discriminación de sexo que se considera como normal y nadie se
percata que la mujer esta siendo degradada y se convierte en un objeto para el
hombre y no como una persona absoluta. “la mujer se encuentra “atrapada” por el hecho de
la asignación de la responsabilidad familiar, lo que dificulta, si no
imposibilita, su participación activa en las organizaciones e instituciones”
(Ferrón, S. 2006. P. 20). La costumbre de
minimizar a la mujer permite tener una base social desigual y por tanto la
justicia social se ve limitada hacia las mujeres. La costumbre social de un país de minimizar a
la mujer durante toda su historia convierte el cambio social en las personas
con las que se ha vivido como una meta imposible ya que se ha normalizado este trato degradante. “Otro aspecto interesante es la idea de que existe
un trabajo propio para los hombres y un trabajo propio para las mujeres. En
forma inconsciente Molina establece una diferencia biológica del trabajo, pero
también de género, al concebir los roles sociales atendiendo exclusivamente al
sexo de las personas” (Gutiérrez, A.
2000. P. 10 ). Basándose en diferencias de genero, la cultura Mexicana se ha
tomado la libertad de asignar los roles basándose exclusivamente en el sexo, el
hombre trabaja y la mujeres a la casa, esto es discriminación de igual manera y
tiene su raíz en el demostrar la supremacía masculina sobre la mujer y con esta
discriminación el hombre busca resarcir la brecha que esta generando el
empoderamiento femenino limitando su progreso y con esto regresar a la costumbre
“Los hombres, Como jefes de familia, estaban dotados
para resolver los grandes problemas materiales; las mujeres, como madres de
familia, estaban capacitadas para resolver únicamente los problemas morales y
afectivos.” (Gutiérrez, A. 2000. P. 12). La estereotipación de la mujer como perteneciente a
la casa esta presente en la formación de las personas como correcto, aunque
esto afecte a la dignidad y genere una discriminación de sexo sin fundamentos
reales ya que se termina limitando la capacidad de las mujeres solo por su sexo
sin ningún fundamento real de capacidades.
El acoso sexual
fue, es y seguirá siendo un ataque a las personas, a su dignidad, es minimizar
su humanidad por el simple placer de una de las partes. El problema más grande
es la normalización del mismo argumentando que es normal, esto no es normal, no
es normal que se atente tu humanidad y tu permitirlo por normativas sociales de
que es común o incluso por flojera, al ser victima de estas situaciones y
permitirlo es fomentarlo de igual manera. El desconocimiento de lo que consiste
ser acosado sexualmente es un problema enorme, esto demuestra que el permitir
que alguien atente contra ti refiriéndose a tu cuerpo y no estés consiente que
es una agresión si no que es un acto común de las personas, o en dado caso que
hasta es un alago, es un detonante severo de esta problemática permitiendo que
esta se fomente y tenga crecimiento desmedido sin limitaciones ni consecuencias
para quien los realiza. Si por medio de campañas para dar a entender a las
personas lo que consisten estas agresiones, que son un hostigamiento y que
atenta a sus derechos humanos, la perspectiva de estos actos seria distinta
totalmente. También si hubiera una facilidad de reporte de agresiones que
fueran menos burocráticas que las actuales, los índices de impunidad de estos
actos seria menor.
En México el
acoso esta presente en las actividades cotidianas, siendo ignorado y
manifestándose con libertad gracias a la impunidad que nuestra sociedad le ha
permitido tener, una sociedad que se basa en costumbres arcaicas que van desde
simple machismo, hasta la segmentación de tareas por el sexo y todo esto ocurre
sin que nadie se percate gracias a que nos hemos basado durante años y se ha
trascendido esta perspectiva de sociedad de generaciones en generaciones, una
perspectiva social basada en subyugaciones del sexo ‘poderoso’, atentados
contra la dignidad y minimización de humanidad para recalcar y dejar en claro
en puntos egocéntrica que sexo es el que manda. El acoso sexual en México se
normalizó en la vida de las personas al grado que lo han dejado de considerar
como la falta que es, una falta que engloba desde una agresión a los derechos
humanos y hasta un limitante en el desarrollo de la sociedad. Si por medio de
campañas se lograra cambiar estas perspectivas y mudar estas ideologías a unas
mas incluyentes que consideren esquemas de universalidad para que todos puedan
tener su parte en un desarrollo sustentable, en un desarrollo real. Una
situación de preocupación en ámbitos morales y de desarrollo es la limitantes
que establecen los tramites en el reporte de estas situaciones, si realmente se
buscara atacar este problema se facilitaría la acción, pero no se logra ver que
esto es un problema de gravedad, se tiene considerado como un acto normal de la
sociedad Mexicana y este posicionamiento de este delito, como un acto común,
limita la reacción legal ante el, limita le crecimiento social y contribuye a
la impunidad.
La
perspectiva del acoso sexual debe cambiar y ser vista y entendida por las
personas por como lo que es, un ataque a la dignidad de las personas y una
falta a los derechos humanos. Esta problemática es subestimada al ser
considerado un hecho aislado, pero en directamente el desarrollo social “Un desarrollo social optimo con satisfacciones de Justicia
y Necesidad donde Se tratan las desigualdades del multiculturalismo y
garantizar la distribución de bienes satisfacen las necesidades básicas de
todos sus miembros. […] El principio de necesidades básicas e igualdad van de
la mano en la definición de justicia” (Olivé, L., 2008), ya que el acoso sexual al estar
considerado como una costumbre social, establece un precedente negativo al
genero femenino y con esto limita el bienestar imparcial. El acoso sexual se
presenta en sociedades donde la desigualdad social ya que se presenta en
sociedades con razonamientos de juicio arcaicos basados en ideologías de genero
obsoletas y discriminatorias. Entonces, si como sociedad no se puede argumentar
que se ha desarrollado, no se puede argumentar que México esta en el proceso de
ser una sociedad completamente incluyente, cuando esta misma esta basada en
fundamentos discriminatorios.
El acoso sexual por si solo es una
problemática de fuerte impacto en las sociedades, este esta presente en la
mayoría de las comunidades, pero cuando este se integra en el ADN de las
sociedades y se cambia la perspectiva del mismo en las personas como un acto
normal del día a día se esta desmoronando el avance humanitario logrado por
generaciones pasadas, el avance que garantizaba el respeto a nuestra humanidad
por ser personas, un respeto intrínseco e innegable que con la adopción de este
acto como costumbre estamos renunciando a el, se esta renunciando al respeto de
la humanidad y dignidad.
Se realizo una investigación de
campo por parte de CAF, SEDATU y el ITESM sobre el acoso sexual en el
transporte publico en el que se obtuvieron resultados preocupantes en la
perspectiva de las personas sobre el acoso. La información recabada derivo en
que las victimas mas comunes por mucho son las mujeres pero las victimas tenían
una perspectiva extraña, todos los hombres estaban consientes que acosar era un
delito y en que consiste el mismo, pero las mujeres no consideraban el
hostigamiento e insinuaciones de índole sexual como un acoso, lo consideraban
como algo normal y muchas no tenían conocimiento que era un delito penado de gravedad.
La sociedad ha normalizado este tipo de acciones como parte de nuestras
costumbres culturales y la gente lo acepta, lo toman como un “piropo” pero
estableciéndolo en otras palabras que drásticamente lo podemos estipular como
sinónimo: aceptar el acoso sexual como un acto del día a día es lo mismo que
renunciar a tu respeto que te mereces por ser humano, es renunciar a tu
dignidad humana, que Kant plantea bajo la afirmación : “los seres humanos no tienen precio,
no pueden intercambiarse por un equivalente, sino que tienen dignidad. Son
dignos de todo respeto” (Cortina, 1996), en pocas palabras al aceptar
el acoso se esta renunciando al respeto que se tiene por ser humano, se esta
minimizando la dignidad y humanidad. Esto engloba mas que temas de respeto como
persona de igual manera, tiene una connotación mayor esto de perder la
dignidad, Los Derechos Humanos están ligadas a la dignidad, entonces se puede
decir que el acoso o las insinuaciones en el transporte publico son normales,
entonces en la sociedad de Guadalajara ignorar y minimizar los Derechos Humanos
es normal, es una costumbre. No el 100% desconocía el delito pero de las que lo
conocían no denunciaban por “hueva”
porque era complicado y no tenían tiempo, el tener estas perspectivas de
que velar por nuestra protección como seres humanos es una acción de lesa
importancia y de segundo plano limitara por siempre el desarrollo que se tendrá
como comunidad, limitara el crecimiento moral y si se continua ignorando como
se hace hoy en día, alimentara la discriminación de manera preocupante, se
continuara con la distinción negativa por géneros y jamás se tendrá una visión
equitativa de ambos géneros. Porque al ignorar estos términos se afecta el
desarrollo social al ignorar la justicia social en la que se debe garantizar
las necesidades básicas de las personas de toda la comunidad sin distinción
alguna (Olive, 2008). Entonces que todos adopten o les de pereza reportar estos
delitos es una contribución a limitar el desarrollo social del país, y es una limitante
al desarrollo del avance que se tiene de respeto a la humanidad y las personas.
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