Sergio Avendaño
Desigualdad entre
hombres y mujeres en México: Un problema de ambos
El objetivo de este ensayo es presentar y analizar
analizar algunos problemas éticos que se dan en la actualidad como la
desigualdad entre hombres y mujeres en México es muy notoria, desde aspectos
sociales, culturales y políticos. Este tema viene desde hace mucho tiempo en el
mundo pero basándonos en México nos estamos quedando atrás en cuanto a la gran
desigualdad que vive la mujer en el país. Por lo tanto se puede decir que la
desigualdad entre hombres y mujeres es de vital importancia para hacer
conciencia en los hombres y que se le de a la mujer las mismas oportunidades
que tiene el hombre para que exista una equidad.
Este
tema tiene una amplia relación con la dignidad humana porque todos los seres
humanos tenemos, y cuando un ser humano no recibe un trato equitativo por ser mujer,
esto genera que no se use, y es algo que toda persona tiene por el hecho de ser
persona. Por ello la importancia, y en casos concretos se puede hablar de
injusticia a la hora de no respetar la dignidad de las mujeres.
El
desarrollo social es fundamental para generar que la desigualdad ya no este
presente en el país, porque con un buen desarrollo en el capital humano y
capital social se puede generar disminuir la problemática y en un futuro
eliminarla porque implicaría un cambio dentro de la sociedad en las relaciones
de los individuos e instituciones dentro de la sociedad.
Palabras clave
Participación
política en México de las mujeres, desigualdad de género en México, auto
concepto, desigualdades salariales entre el género considerables en México, ley
general para la igualdad entre mujeres y hombres.
Tanto
hombres como mujeres tenemos aparentemente los mismos derechos, sin embargo
queda demostrado que la desigualdad de género es muy común en México. Incluso
generando que la sociedad sea imparcial y se vaya por lo fácil, es decir lo que
se hace con anterioridad. Los derechos humanos son para todos por lo tanto
todos tenemos derechos a una justicia por igual. Por ello se debe considerar
una paridad en los sectores políticos porque se debe tener una perspectiva de
ambos sexos y por derecho deberían de ser así para que exista equidad. Si bien
se han hecho esfuerzos como lo demuestra esta cita “Se concluye que la participación de hombres
y mujeres es similar y que la falta de participación no reconoce géneros. No
obstante, se demuestra la existencia de prácticas restrictivas hacia la mujer
que fomentan la incorporación de hombres a los cuadros políticos” (Vidal, 2015,
pp. 318). Como lo menciona la anterior cita existen muchas para la mujer y se
fomenta la participación de hombres en los sectores políticos. Debido a
distintos factores como “Las explicaciones con base en la demanda sugieren que
varios factores, incluyendo la cultura, los roles de género y la educación, son
posibles elementos explicativos de la ausencia femenina en cargos de elección
popular. Así, esta distinción teórica indica que los arreglos institucionales y
sus diferencias pueden manifestarse en una distinta “demanda” de mujeres”
(Vidal, 2015, pp. 319).
A
pesar de todo este contexto negativo, limitaciones y obstáculos las mujeres han
conseguido un cambio a través de su voz y unión.
Si
bien falta más organización va por buen camino porque incluso hombres han
ayudado a que se considere más a la mujer, obviamente falta pero se esta
progresando como lo demuestra esta cita: “El camino de las mujeres para su
incorporación a las actividades políticas ha estado plagado de diferentes
obstáculos y limitaciones, pero también de ventajas generadas a partir de
diferentes reglas que buscaron incentivar su representación y participación”
(Vidal, 2015, pp. 339).
Otro tema de importancia es el auto
concepto ya que no debería de ser visto como una simple definición sino como
una actitud hacia tu persona, es decir como una estructura mental que se
construye en base a experiencias propias. El auto concepto se basa en lo
físico, conductal y afectivo. Lo afectivo es lo que permite a la persona
interactuar internamente y hacia el exterior. Los estereotipos son claves en
este tema tanto es así que la misma televisión mexicana se encarga de
establecerlo y esto genera que no exista un bienestar imparcial porque no
estamos siendo parciales, ni mucho menos congruentes en el tema. En México se
tiene un auto concepto de hombre y mujer muy marcado debido a la cultura como
lo demuestra la siguiente cita: “Particularmente,
al referirse al caso de los mexicanos, Díaz Guerrero (1982) indica que la
educación recibida por hombres y mujeres, prácticamente desde su nacimiento,
marca las diferencias sexuales, las cuales modelan la personalidad de cada uno
de ellos, ya que si bien no es tan importante ser hombre o mujer, sí lo es la
implicación cultural que esto tiene” (Medina, Gonzáles e Ivonne, 1999, pp.
266). Lo anterior demuestra que desde la cultura se fomenta un auto concepto
erróneo para cada sexo, porque ambos tenemos los mismos derechos y por lo tanto
deberíamos de tener una igualdad a la hora de decidir si cuidar el hogar o ir a
trabajar porque en México se tienen dos premisas básicas: “diversos autores han
escrito que en México la cultura se sustenta en dos premisas básicas: una, el
autoritarismo y supremacía del padre; y dos, el auto sacrificio y sumisión por
parte de la madre (Díaz Guerrero, 1982; Paz, 1959; Ramírez, 1983); ambas ideas
son transmitidas desde las primeras enseñanzas, que se dan en el seno familiar,
al propiciar que las niñas jueguen con muñecas, sean delicadas y muestren
abiertamente sus sentimientos, a diferencia de los niños, a quienes se les
orienta para ser más bruscos y activos, jugar con pelotas o armas de juguete y
reprimir sus emociones” (Medina, Gonzáles e Ivonne, 1999, pp. 266). A pesar de
que vivimos en un mundo ya muy globalizado que acepta a las mujeres, llama la
atención que no se han logrado tantos logros debido a la cultura en parte que
es muy marcada. “deberían impactar de manera general a todos los seres humanos,
las mujeres mexicanas dejen ver que todavía se consideren más sumisas y
abnegadas (menos necias, agresivas, activas, desobedientes y bromistas) y,
sobre todo, menos inteligentes que los hombres, a sabiendas de que cuentan con
los medios necesarios para demostrar lo contrario” (Medina, Gonzáles e Ivonne,
1999, pp. 269). Lo anterior demuestra que las mujeres tienen los medios necesarios
para lograr lo que se proponga o lo que quiera ser o hacer, al igual que el
hombre. Tenemos los mismos derechos humanos, incluso existen leyes que
defienden los derechos de las mujeres para generar una justicia de lo que se
hablará más adelante y se crean su auto concepto. Este
tema es relevante debido a que toda persona debe encontrar la felicidad como
individuo autónomo en un bienestar imparcial porque debe haber igualdad para
todos y no depender de un bienestar parcial que es variable. Para ello es fundamental
una buena imagen y un estado social aceptable basándose en el desarrollo
sostenible, en el cual es el desarrollo capaz de satisfacer las necesidades
actuales, sin comprometer los recursos del futuro. La justicia social es
fundamental que sea respetado para así poder tener libertad de expresión a la
hora de elegir su religión.
La
desigualdad económica y de género en México se da principalmente al ser un país
muy machista y como afirman las economistas mexicanas Flor Brown y Lilia Domínguez “En pocos ámbitos sociales resulta más
evidente el peso del enfoque de género que en el mundo del trabajo” (Murayama, 2011, pp. 300).
Lo
anterior se demuestra principalmente en los salarios que recibe una mujer y
también con las más oportunidades que se les da a un hombre. Sin embargo “Un
apunte final de la contribución de Rendón es que la aproximación de género debe
incluir a los hombres, de lo contrario, “desaparece la utilidad de esta
categoría y se asume que la situación de todos los hombres siempre es de privilegio”
(Murayama, 2011, pp. 328). Lo que demuestra que en este ámbito se ha mejorado
mucho a lo largo de los años y se demuestra que no se anda tan mal según
Rendón. “Rendón demuestra que las diferencias salariales no pueden explicarse
en México desde hace décadas a través de la teoría del capital humano, ya que
la población femenina asalariada tiene una escolaridad promedio superior a la
de sus contrapartes varones” (Murayama, 2011, pp. 328). En estos
temas principalmente se hace referencia la justicia y se debería tener un
bienestar imparcial pero es evidente que no es así. Los derechos humanos son el
conjunto de valores éticos que comprenden la dignidad humana, en este caso de
las mujeres son dañados en estos casos por que no se considera capaz como un
hombre por los estereotipos que se tienen y el auto concepto que se tiene en la
sociedad mexicana, a pesar de que se ha ido mejorado se puede mejorar más para
tener una equidad. Según la comisión nacional de los derechos humanos México en
el articulo de derechos o garantías de la igualdad: “establecen el goce y disfrute de los
derechos y libertades previstos en el orden jurídico mexicano para toda
persona, por igual, sin distinción alguna” (Comisión nacional de los derechos humanos México, 2002).
También los
cambios sociodemográficos se puede destacar cambios en los últimos años porque
en los hogares tienen menos integrantes, esto ha disminuido la carga del hogar
en las mujeres. Además existe un cambio significativo en el índice de
desigualdad de genero ya que aumentó la presencia femenina en el congreso esto
se debe a que se tienen menos hijos y pueden llegar a un nivel de estudio más
alto y por lo tanto a un mejor trabajo.
Existen varios factores para que esto
sucediera pero el principal es: “Uno
de los impactos más significativos de la transición demográfica es la reducción
de la natalidad -menos hijos, más espaciados y a una edad más tardía- que se ha
traducido, entre otras cosas, en hogares con menos integrantes (Consejo
Nacional de Población CONAPO, 2010). Lo que ha beneficiado a la mujer, ya que
uno de los factores de desigualdad de género más profundamente arraigados se da
por el hecho de que la carga reproductiva y de la crianza se centra en la
mujer. Al reducir la carga se ha facilitado el que las mujeres ingresen al
mercado laboral y que se pueda destinar mayor cantidad de recursos a cada hijo;
con lo que se genera un impacto multiplicador para ampliar las posibilidades
del desarrollo humano. Sin embargo, esto vino acompañado por una mayor
participación de la mujer en el mercado laboral; lo que se tradujo en una doble
jornada: la del hogar y la del trabajo” (Aguilar y Gutiérrez, 2017, pp. 4).
También se ha disminuido el índice de desigualdad porque hay más oportunidades
en la educación, servicios de salud, urbanización e incluso en la política: “En
lo que se refiere a la participación en la toma de decisiones políticas, en
este rubro se tiene un avance importante al lograrse en 2014 la paridad de
género en todo el país en las listas a cargos de elección que deciden los
partidos políticos y obligar a que sean del mismo sexo los candidatos
propietarios y suplentes” (Aguilar y Gutiérrez, 2017, pp. 17). En este
tema en específico se basa mucho en los derechos humanos y la justicia que hay
por el mejoramiento de la participación femenina en los últimos años, que si
bien no es lo que se espera si ha mejorado y mucho, eso es algo bueno que
genera un bienestar imparcial y aumenta su autoestima en la dignidad, es
un gran avance que se ha logrado pero se
puede mejorar más.
La ley
general para la igualdad entre mujeres y hombres es clave para mejorar el
empoderamiento de la mujer en México tanto en lo psicológico, social, cultural
y hasta político porque generan que los programas e instituciones hagan énfasis
y se involucren más en el tema. “La
presente Ley tiene por objeto regular y garantizar la igualdad de oportunidades
y de trato entre mujeres y hombres, proponer los lineamientos y mecanismos
institucionales que orienten a la Nación hacia el cumplimiento de la igualdad
sustantiva en los ámbitos público y privado, promoviendo el empoderamiento de
las mujeres y la lucha contra toda discriminación basada en el sexo. Sus
disposiciones son de orden público e interés social y de observancia general en
todo el Territorio Nacional” (Instituto Nacional de Desarrollo Social, 2016).
Es fundamental el bienestar imparcial, la felicidad, la igualdad que use el
gobierno para dar una buena igualdad y generar un desarrollo sostenible para
todos, con ello, empezar a cambiar el auto concepto de la mujer a través de
cómo se ha ido cambiando con programas, paridad dentro de los sectores públicos
y más ayuda por parte de los hombres. Además con esta ley generamos respetar la
dignidad de las mujeres y las empoderamos para tener una justicia social.
La
desigualdad es parte del decrecimiento, pero cuando se vuelve muy marcada se
convierte en un desequilibrio que impide el desarrollo convergente. “La
convergencia supone que las áreas pobres se desarrollen de tal manera que
coincidan con las más prósperas, en niveles de calidad de vida y condiciones
socioeconómicas. No obstante, algunas
políticas públicas concentran recursos en territorios o poblaciones con mayores
ventajas para favorecer el desarrollo en estás, incrementando la desigualdad” (De Haro Mota, 2015). Para reducir la desigualdad y favorecer a
la convergencia se pudiera diseñar e implementar políticas de desarrollo que
enfrenten la situación de pobreza y desigualdades, basadas en la inclusión
social para que responda a la realidad de la población.
Conclusiones
A lo largo de este ensayo se han
propuesto unos cuantos problemas éticos que existen en la desigualdad de género
en México. Pero yo creo que el más importante es preguntarnos si ¿Es ético
ponernos o inculcar un auto concepto en las mujeres? Yo creo que no, porque si
se inculca el auto concepto que se da culturalmente es muy probable que se siga
teniendo, pero si se cambia eso y las mujeres tienen bien definido que no tiene
limitaciones por ser mujer porque existen leyes y derechos que a si lo abálan la
mujer se le daría el empoderamiento que se merece y que debería de tener por
ser una persona al igual que el hombre. También se abordan otros temas que demuestran
que México ya no está tan mal pero que se puede ir mejorando como la
imparcialidad que se les da a las mujeres en los sectores políticos y públicos
a pesar de que ya existe una ley que las defiende para tener una justicia
social dentro del país. Otro tema importante es la falta de oportunidades que
en ocasiones bloquea a la mujer por ser mujer, desafortunadamente al ser un
país machista no se le da el trabajo a una mujer preparada, en cambio al hombre
es más fácil que se lo den o que lo acepten por la cultura que se tiene por los
estereotipos en México, los cuales generan imparcialidad, atentan contra los
derechos humanos y principalmente con la dignidad de las mujeres. Otro tema
importante fue el cambio sociodemográfico que ha generado algo bueno, genera un
bienestar imparcial y aumenta su autoestima en la dignidad, es un gran avance que se ha logrado pero se puede
mejorar. Lo anterior se debe cumplir por la ley general de igualdad de género
la cual es importante para mejorar el empoderamiento de la mujer en México
tanto en lo psicológico, social, cultural y hasta político. Como dice la teoría
aristotélica menciona que él último fin de los seres humanos es la felicidad y
para ser felices tanto los hombres como las mujeres se deben respetar los
derechos humanos y se debe ser imparcial a la hora de elegir a alguien porque
somos iguales según derechos y leyes. En cuanto a mí postura yo creo que si se
trabaja más en el auto concepto en la sociedad mexicana se puede lograr grandes
cambios, tanto el hombre como la mujer deben de poner de su parte para así
lograr una paridad en todos los ámbitos analizados anteriormente simplemente
para garantizar la dignidad humana y una justicia social. Esta problemática se
debe tomar en cuenta ya que tiene mucho contexto y tiempo, además en los
últimos años se ha mejorado. Sin embargo el cambio puede ser aun mayor y con la
unión, organización de movimientos y una mejor definición en el auto concepto
se puede generar la igualdad de genero en México.
En el proyecto de SEDATU en el cual hicimos una
entrevista acerca de la Violencia en el
Transporte Público, en
nuestro caso fue en la Estación de Tren Ligero, entre Periférico norte y
Federalismo. Se pudo observar que
el tema de este ensayo esta muy relacionado porque curiosamente las mujeres se
abrían más al tema y especificaban que les había pasado, en su mayoría cosas
negativas, en cambio los hombres contaban cosas negativas pero no tanto como a
las mujeres. Por ejemplo en el tema del acoso sexual había mujeres que nos
contaban sus experiencias en las cuales sufrían de acoso sexual, en cambio los
hombres al menos en mis entrevistas a ninguno les toco pasar por esa situación.
Otro punto importante es que se sufre mucha violencia en el transporte publico
en ambos sexos, desde los asaltos, abuso de choferes en cambiar de ruta o
manejar bruscamente e inseguridad en las paradas de autobuses ya sea por falta
de luz o por del buen posicionamiento de una banqueta. Es evidente que la
desigualdad entre hombres y mujeres se da también en esta problemática porque
se tiene a la mujer con un auto concepto de más vulnerable. Es evidente que se
necesita un desarrollo sostenible para satisfacer las necesidades de la
generación presente para que no sea un problema en las generaciones futuras y
generar una felicidad en el ser humano a través de seguridad en este medio,
además de generar una consciencia de bienestar imparcial no solo con los
hombres, si no con las mujeres. Se debe de tener un mejor transporte público
simplemente porque somos seres humanos, y tenemos dignidad y derechos, lo que
nos da que merezcamos una justicia social. Según los derechos humanos de los
mexicanos entre los derechos de los pueblos que tenemos se encuentra el derecho
a la paz: “Este derecho
reafirma el propósito del mantenimiento de la paz y la seguridad
internacionales, así́ como la búsqueda de la justicia” (Comisión Nacional De
Los Derechos humanos, 2002). Por definición tenemos muchos derechos humanos y
es necesario implementarlos desde nosotros como sociedad para hacerlos un
habito para tener una justicia social la cual genera igualdad social, de
oportunidades y estado de bienestar.
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