TÍTULO
VIOLENCIA SIMBÓLICA CONTRA LA MUJER EN
MÉXICO
Introducción
El objetivo de este ensayo es presentar y
analizar la violencia simbólica y los estereotipos, así como las principales
fuentes y causantes de ambos factores. También se mencionarán algunas
consecuencias y soluciones al problema.
La violencia simbólica es un concepto
acuñado por Pierre Bourdieu en la década de los 70 y se utiliza para describir
una relación social donde el “dominador” ejerce un modo de violencia indirecta
y no físicamente directa en contra de los “dominados”, los cuales no la
evidencian y/o son inconscientes de dichas prácticas en su contra, por lo cual
son “cómplices de la dominación a la que están sometidos” (Bourdieu, 1994).
Esta problemática es la que en principio deriva
de las demás, es decir, se ejerce a través de patrones estereotipados, valores,
mensajes, signos o iconos que reproducen y transmiten relaciones de dominación,
discriminación y desigualdad en las relaciones que se establecen entre las
personas y naturalizan la subordinación de la mujer en la sociedad.
Está presente en todos lados, como en las
escuelas, lugares laborales, familias e incluso los medios de comunicación son
los que más fomentan esta problemática como en el caso del marketing que genera
una empresa para que el consumidor compre sus productos. Es un problema muy
grave, la gente lo ve normal al grado que creemos que las cosas “siempre fueron
así” y está claro que nada ni nadie hace un esfuerzo exponencial para erradicar
esta problemática social.
La violencia simbólica y estereotipos es
un problema que nuestra sociedad no tiene presente o no la reconoce, pero ¿es
justo recriminar este problema sólo a la sociedad como tal? Lo que sí es
evidente es que se ha hecho muy poco por solucionar esta problemática y esto
podría representar que el país no mejore en un área que es fundamental para el
progreso. No se debe permitir que la dignidad humana sea agraviada, como
individuos somos seres que merecemos respeto, dignidad, autonomía y
oportunidad. Esto debe ser el primer vínculo de relación con cualquier humano
sin importar su género, etnicidad, cultura o discapacidad. Aunque pareciera que
la solución de este problema no cambiará en nada la manera en que vivimos, en
realidad existe evidencia de que un cambio en “las formas de clasificación
sexual” llevan a un progreso donde la sociedad mejora su relación y desempeño
individual y eso es lo que expondré.
Palabras
clave (Key words):
Violencia Simbólica, equidad, feminismo,
estereotipos, mujer, desigualdad, sexualidad, roles de género, educación,
dignidad, internet, ética.
1.
Desarrollo ·
Comenzaremos con la explicación del
termino violencia simbólica para poneros en contexto con la problemática de
este tema. Parece ciertamente importante resaltar, y sobre todo haciendo
especial hincapié en el contexto preciso que nos concierne aquí, que la
violencia no existe solamente como un hecho físico, verbal, psíquico y sexual,
sino también como un hecho estructural que actúa a lo sumo de forma simbólica (Radl,
159, 2011).
En este sentido la existencia de múltiples
situaciones en las que a las mujeres les es impedido que actúen libremente o
que puedan desarrollar sus actividades sin coacción, representan situaciones de
violencia para éstas. Los mecanismos y esferas específicas varían; van desde agresiones
físicas, ataques psicológicos y verbales y representaciones e imágenes
vejatorias hasta el maltrato económico y sexual. Existen formas y situaciones
muy variadas de maltrato en las relaciones sociales, y concretamente en las relaciones
intergénero, pero llama la atención que de modo preeminente aparecen como víctimas
una y otra vez mujeres. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, “la expresión
‘violencia contra las mujeres’ empezó a desaparecer del lenguaje oficial y de
los medios de comunicación”. (Radl, 159, 2011). Nos estamos refiriendo a una
violencia que atenta contra la integridad, dignidad humana y desarrollo social
de la mujer porque según Rachels, “la dignidad es un valor intrínseco que los
humanos poseen porque son agentes racionales (seres capaces de tomar sus
propias decisiones, establecer metas y conductas), esto los hace valiosos sobre
cualquier contexto, esto es lo que diferencia a los humanos de los demás seres
en este planeta.”
(Rachels, p.205, 2006).
Está claro que hay diversos factores que
constituyen en una denigración ejercida contra las mujeres y desemboca en una
violencia estructural sexista. Esto quiere decir que nuestro sistema de
comunicaciones es partícipe de que veamos esta desigualdad como algo común o
cotidiano. Y ¿por qué la sociedad “no se da cuenta” de que son responsables de
las acciones que contribuyen a esta violencia?
Bueno, si hablamos de responsabilidad tenemos que tener en cuenta que
México es el primer país con mayor ignorancia en Latinoamérica según las
encuestas de la firma Ipsos Mori en 2016. Es cierto que a la ignorancia no solo
se le debe otorgar este tema, pero sabemos que es uno de los principales
factores por los cuales la violencia tiene altos índices en México. También se
ha estudiado que la estructura económica-social abre y cierra determinadas posibilidades
al desarrollo moral. A lo que quiero llegar con este punto es que no podemos
responsabilizar a la sociedad de actuar de esta manera porque, según Adolfo
Sánchez, “La ignorancia de las
circunstancias, naturaleza o consecuencias de los actos humanos, permite eximir
al individuo de su responsabilidad personal, pero esa extensión sólo estará
justificada, a su vez, cuando el individuo en cuestión no sea responsable de su
propia ignorancia; es decir cuando se encuentra en la imposibilidad subjetiva u
objetiva de ser consciente de su propio acto.” (Sánchez, 2006, 95).
Podemos analizar con los datos anteriores
y lo que Sánchez expresa en su libro, que existe uno de los puntos que podemos
atacar para poder disminuir la violencia simbólica y dicho punto es la
educación, pero dejemos este tema abierto para que al final de este ensayo
lleguemos a una conclusión clara y objetiva.
Por ahora, podemos pasar a otro de los
factores, y que creo que es un medio que hoy en día a revolucionado la manera
en cómo nos comunicamos al igual que la forma de cómo recibimos información en
general, el internet. “Con el uso de la internet en las universidades, se ésta
cimentando una nueva cultura de aprendizaje colaborativo, pero también las
representaciones y manifestaciones de la violencia, que modifican las
relaciones inter-personales, así como crean nuevas formas de agresión y acoso.”
(como se cita en Violencia Simbólica en Internet, 2013). “Desde 2007 México
está entre los 10 países con el mayor número de usuarios de internet, siendo actualmente
el tercer medio más utilizado en el país, después de la TV y la radio. Según el
estudio de prospectiva de eMarketer, para 2012 habrá alrededor de 43 millones
de usuarios/as.” (Martínez. Mujica, 2010, 12) Estos datos arrojan que la gran
mayoría de la población está en constante actividad con este medio de comunicación,
y que debemos ser conscientes que se debe de trabajar en ella para ir
erradicando esta problemática.
Así pues, podemos precisar que “…evidentemente
lo primero que surge es la cosificación del cuerpo femenino en infinidad de
sitios web, en todos los formatos que permite la flexibilidad de internet…
internet ha propiciado mayor acceso a todo tipo de imágenes sexualmente
explícitas, de manera anónima y muchas veces gratuita. Muchas de estas imágenes
representan a las mujeres en posiciones subordinadas a actos de violencia,
“normalizando” la violencia en las relaciones sexuales.” (Martínez, Mujica,
2010, 13).
La
falta hacia la integridad de la mujer y su desarrollo se ven inmersos a una
serie de patrones en los que todos, absolutamente todos, los medios de
comunicación están involucrados y que se ve casi inevitable que deje de ser así
debido que la internet está llena información que no se puede controlar. Y es
que existe un nuevo término llamado ciberacoso en el cual se ve que los
internautas constantemente denigran la dignidad y sobre todo la integridad de
los demás. Esto está causando que las civilizaciones comiencen a adoptar de una
manera exponencial la aceptación e inhibición de la violencia, por lo que
consecuentemente se sufre de un retardo en el progreso humano de la sociedad en
la que se está sometida.
“De acuerdo con otro estudio levantado en
2014 en el Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA)
de la Universidad de Guadalajara, con una muestra de dos mil 493 alumnos de
once diferentes carreras (mil 243 hombres y mil 250 mujeres), dentro de un
rango de edades de los 18 a los 24 años, revela lo siguiente: La investigación
muestra que, 38% fue víctima de insultos por la red, 29% fue ridiculizado y 22.5
fue acosado sexualmente; por otro lado, entre los agresores, el 27% admitió
haber realizado insultos y 26% aseguró ridiculizar a sus compañeros y compañeras.
Destacando con ello, las formas de maltrato con mayor porcentaje sufridas por
la víctima, y las ejercidas por el agresor.” (INEGI,
2016, 7). Este estudio expone que la violencia es cada
vez más frecuente en ambientes universitarios, es decir, estamos exponiendo
datos que se encontraron dentro de una institución de educación superior, donde
se supone que los alumnos tienen un nivel de juicio ético mayor al de la
población en general. Esto es realmente alarmante, porque como alumnos a pesar
de tener una educación privilegiada aún no identificamos la gran problemática
social que existe en nuestro país y no le damos el valor requerido para
realizar un juicio ético con profundidad. Debemos hacer algo al respecto para
abrir los ojos y dejar de normalizar cualquier situación de violencia; como
ciudadano, ahora que he contextualizado y entendido la problemática, siento el
deber de hacer algo para cambiar las cosas, dejar de lado la indiferencia y
actuar, porque el hecho de que una persona agreda física, psicológica o
verbalmente a otra no debe de verse como algo normal, sino que al contrario, se
debe proteger a cada individuo por igual incluso si no está una autoridad para
actuar inmediatamente, quiero decir con esto, que también cualquier ciudadano
debe de proteger por principio la dignidad de cualquier individuo.
Como alumno del Tecnológico de Monterrey
estoy cursando una clase llamada “Ética, persona y sociedad” y he logrado un
nivel de conciencia superior al que tenía antes. Esta clase me ha dado las bases
y conocimientos para realizar juicios éticos de segundo orden y entender la
importancia de la vida humana. Ahora comprendo mejor muchísimas situaciones que
antes creía que eran “normales” por la cultura en la que vivía, con esto hago
gran hincapié sobre la educación, es primordial para intentar acabar con esta
terrible crisis porque de no ser por esa clase yo solo me guiaría por la
educación que me ha dado mi familia y por lo que he comprobado no es
suficiente, para mí ni para nadie. La educación debe ir más allá de lo moral,
es decir, de juicios críticos fundamentados con bases familiares o incluso de
las escolares, se debe profundizar aún más en el conocimiento de la filosofía
ética, la cual le da sentido a la forma de vivir de cada ciudadano y nos brinda
la capacidad de realizar juicos de segundo orden.
2.
Conclusiones
Está claro que la violencia simbólica se
relaciona con la educación y medios de comunicación. Es de suma importancia
tener bien relacionadas estos dos factores para poder hallar una posible
solución a este problema. Podemos inferir que el hecho de que estos factores
atribuyen en gran parte a la violencia y discriminación de género, no son
motivo para justificar o absolver en lo absoluto a las personas que son
participes de ellas. Por otro lado, se debe de iniciar con una serie de cambios
que, a las víctimas, en este caso mujeres, permitan mejorar su derecho de ser
dignificadas y respetadas. “De todos los factores de cambio, los más
importantes son los que están vinculados a la transformación decisiva de la
función de las instituciones escolares… la inercia de los hábitos, y del
derecho, tiende a perpetuar el modelo dominante de la estructura familiar y,
con ello, de la sexualidad legítima.”(Bordieu, 1998, 74) En conclusión, no solo por el principio de su derecho, sino
que también por la simple razón de ser seres racionales y autónomos; merecen
las mismas oportunidades y respeto que cualquier otro individuo racional, todos
somos personas con capacidades intelectuales que contribuyen a un bien social.
Este bien social se debe de ver reflejado en la lucha contra la violencia de
género, es hora de detener totalmente esta injusticia social, como hombre y
autor de este ensayo me llevo una gran enseñanza con esta investigación,
cualquier persona ya sea mujer u hombre tiene la facultad de desarrollarse y
ayudar al progreso de cualquier país, no se le debe de privar de ningún derecho
u oportunidad. Esto realmente ayudaría con el progreso de la dignidad humana,
ya que al reconocer que todos tenemos habilidades y capacidades para
desarrollar. Las mujeres son seres que desde mi punto de vista tienen la misma
chance de ser dirigentes de cualquier organización y creo fielmente que México
necesita solucionar este problema de educación ética, violencia y comunicación.
Conclusión 2:
Al realizar las encuestas y haber
profundizado en el tema de la violencia en el transporte público me doy cuenta de
que la violencia de género ese vive casi en un 85% en mujeres y hombres. He
quedado impresionado con los resultados y también en la forma en la que la
gente te recibe al momento de pedirles ser encuestados, se nota la gran
indiferencia que existe entre las mismas personas que son participes de este
transporte, muchos de ellos no ven lo importante que es respetar la dignidad de
las personas, es decir, dejan pasar situaciones que en principio se deben de
evitar, como las agresiones verbales, psicológicas y acoso.
La dignidad debe ser primordial en
cualquier relación humana, es la base del bienestar social y del estado de
derecho, al no ser capaces de entender este concepto tan fundamental se nos
hace sencillo normalizar la violencia y las agresiones. Gracias a las encuestas
ahora soy mucho más consiente de la situación que existe en transportes
públicos, y qué esta situación no solo está presente en esta área, también en
universidades y lugares de trabajo como lo expuse en mi ensayo existe. Concluyo
que es importante concientizarnos e informarnos de las problemáticas sociales
en las que estamos involucrados y que existen en nuestro contexto social para
que de alguna manera comencemos a actuar y combatirlas. De esta forma
brindaremos la dignidad y respeto que cada ser humano debe tener y como
consecuencia todos obtendremos la mismas oportunidades y calidad de vida que merecemos.
3.
Referencias
Formato APA
*
Bibliografía básica (5 artículos científicos sobre ética o libros sobre ética):
Radl,
R. (2011): “Medios de comunicación y violencia contra las mujeres. Elementos de
violencia simbólica en el medio televisivo”, Revista Latina de Sociología, nº
1: 156-181, Recuperado de: http://revistalatinadesociologia.com, ISSN 2253-6469
Serrano,
R. (2013) Violencia simbólica en Internet. Universidad Autónoma Indígena de
México El Fuerte, México.
Sánchez
Vázquez, A. (2006). Ética. México: Random House Mondadori
Martínez,
M. Mújica, A. (2010). México: Violencia contra las mujeres y las TIC. México:
MDG3Fund
Bourdieu,
P. (1998) La dominación masculina. Barcelona: Editorial Anagrama.
Rachels,
J. (2006) Introducción a la filosofía moral. D.F.: FONDO DE CULTURA ECONÓMICA
*
Bibliografía complementaria (fuentes no científicas):
INEGI (2016). Módulo Sobre Ciberacoso 2015
MOIBA. México: INEGI
No hay comentarios:
Publicar un comentario