La mentalidad machista
Hector Vargas Fierro
A01422706
Introducción:
Desde tiempos
remotos se ha vivido en una sociedad machista, donde desde el principio de los
tiempos ya se había establecido un “rol” derivado del género de cada quien; si
se era hombre, cazar la comida y si se era mujer simplemente procrear y cuidar
a sus crías, se ha menospreciado a la mujer y sobrevalorado al hombre,
tristemente lo más preocupante es que esta mentalidad se va traspasando de
generación en generación y ha tenido tal
impacto que las mujeres han adquirido esta mentalidad y aceptación ante esta.
“Tanto el hombre como
la mujer creen firmemente en la superioridad del hombre en muchos aspectos”.
(Stycos, 1958). Este problema que hemos estado viviendo y seguimos viviendo, ha
ocasionado que las mujeres sientan con naturalidad el maltrato, las agresiones
e insultos que una persona hace en contra de ellas, y aun siendo mujeres hay
ocasiones donde aplauden este comportamiento, estas represalias que toma, el marido,
por ejemplo, en contra de ellas y las demás justifican que se lo merece.
“61.5 millones de
mujeres en México de las cuales el 63% de las mujeres de 15 años o más han
experimentado un acto violento en algún momento de nuestra vida; 1 de cada 4
mujeres han reportado haber sufrido discriminación en su lugar de trabajo y
36.7% de mujeres se encuentran en una situación de pobreza moderada y 9.6% en
pobreza extrema”. (INEGI, 2011). Con datos duros se puede notar la gravedad de
este asunto, demasiadas mujeres que han sufrido actos violentos, discriminación
laboral, pobreza y pobreza extrema.
Se hablará de la
mentalidad machista que se ha tenido desde hace tiempo, los problemas que se
han tenido en la actualidad a la sociedad, y claramente sobre como este tipo de
comportamientos han ido cambiando el mundo, todo el empoderamiento que se le
está brindando a la mujer y todas las infinitas oportunidades que tenía que
conseguir.
Palabras
clave:
*Desigualdad, complejo
de superioridad, pérdida de libertad, discriminación y empoderamiento
Desarrollo:
Según
G. Lipovetsky, la forma de vivir de las mujeres, en nuestra cultura occidental
ha pasado, por tres grandes paradigmas.
“En primer lugar, este autor
percibe que la mujer ha sido desvalorizada y despreciada. Desde cuando se tiene
noticia, los trabajos se dividieron en roles atribuidos a las mujeres y en
roles atribuidos a los hombres. Esta distribución no fue simétrica, sino que se
dotó a los hombres de valores superiores y positivos (la guerra, la política);
mientras que las labores femeninas se estimaron inferiores y negativas,
haciéndose excepción con referencia a la maternidad y su función procreadora.
Pero aún en este caso, era el hombre el único dador de vida y la mujer era la
cuidadora de un germen de vida”. (Revista de las ciencias del espíritu, 2014,
107)
Como se ha visto a lo
largo de este trabajo, el machismo es un problema que se tiene muy arraigado en
el mundo, pero se centrará únicamente en México, y lo peor es que lo vemos tan
normal, tan cotidiano, que no hacemos algún esfuerzo para erradicarlo. Pero
desde hace un tiempo las mujeres alzaron la voz y se pusieron de acuerdo para
enfrentar el patriarcado opresor que por muchos siglos ha tenido a la sociedad
con estos estereotipos.
Debido
al machismo se vive la violencia de género, la cual se da de distintas formas,
pero hablaremos de las más comunes; la violencia física, verbal, psicológica,
sexual, doméstica y laboral. Esto se debe a la falta de educación y cultura de
las personas que cohabitan en esta sociedad ya que desde pequeños se les
inculca a la mayoría de los niños y niñas, el machismo, desde cosas tan simples
como las películas de Disney donde la mujer es una dulce, tierna y débil
princesa. Hasta donde el príncipe es alguien musculoso, masculino y un ser muy
valiente.
Desde
estos simples ejemplos se puede observar estas situaciones, donde la princesa
solo se ocupa del hogar y vive con la ilusión de un día contraer matrimonio
para servir al marido. Afortunadamente en estos tiempos está cambiando un poco ese
tipo de pensamiento, aunque en muchas zonas del País sigue muy arraigado. En la
actualidad gracias a todo el trabajo que han realizado las mujeres y algunos
hombres para conseguir esa igualdad, se ha conseguido que las mujeres obtengan
más puestos en comparación con años anteriores, pero aun así debido al machismo
la remuneración no es justa, ya que, por el simple hecho de ser mujer, su
remuneración es menor.
“Las mujeres en los
países pertenecientes a la OCDE perciben 16% menos en su salario que los hombres”.
(OCDE,2013). En donde México es un País que pertenece a la OCDE, se entiende
que, aun consiguiendo estos empleos, las mujeres están siendo infravaloradas al
momento de remunerar su trabajo, a pesar de que las mujeres ocupan un ya 18% de
puestos directivos en México (expansión, 2016) las mujeres que se encuentran en
esos puestos no están recibiendo el salario que deberían al igual si fueran
hombres.
Aparte de ese tipo de
violencia laboral en donde, simplemente por ser mujeres, no se le está pagando como
se debe; también el tipo de vestimenta que se les exige es algo
discriminatorio, ya que les exigen a las mujeres que utilicen tacones. Que, por
periodos de 8 horas, y en muchos trabajos están constantemente en movimiento o
paradas, es algo muy desgastante. Esto por el simple hecho de ser mujer y
seguir el estereotipo de que las mujeres siempre deben utilizar tacones.
“De octubre de 2010 a
octubre de 2011, una quinta parte de las mujeres de 15 y 49 años de edad
enfrentaron situaciones de violencia sexual, tales como abuso, intimidación,
acoso u hostigamiento sexual por parte de personas diferentes a su pareja”.(
INEGI, 2011). Esto afecta mucho a la libertad de las mujeres en general, ya que
no son libres de usar la vestimenta que deseen, una mujer en la actualidad no
puede salir en la noche con un short, un vestido o una minifalda porque según
los hombres ella misma está provocando ser víctima de algún abuso físico o
simplemente un acoso de manera verbal.
“Entre los factores
asociados a un mayor riesgo de ser víctima de la pareja o de violencia sexual
figuran un bajo nivel de instrucción, el hecho de haber estado expuesto a
escenas de violencia entre los progenitores, el maltrato durante la infancia,
actitudes de aceptación de la violencia y las desigualdades de género”. (OMS,
2016). Hablando de la violencia de la pareja, se puede ver en la cita anterior
que es más propensa una persona cuando estuvo expuesta a violencia a corta edad
y por parte de sus progenitores.
Normalmente las mujeres
sumisas, son creación de un padre machista, violento, que maltrataba a su
esposa. Y la principal razón por la que las mujeres de la siguiente generación
aceptan vivir una situación similar o igual. Es debido a que las madres les
dicen a sus hijas o hijos que eso está bien, que su padre la está golpeando
porque ella hizo algo mal. Con esto está diciéndole a la hija que ella debe
aceptar eso también, que se debe someter sin replicar y al niño le estás
diciendo que él debe ser así con su futura esposa y ella lo aceptará tal como
lo hace su madre.
“Se estima que 246
millones de niñas y niños sufren violencia relacionada con el entorno escolar
cada año, y una de cada cuatro niñas afirma que nunca se ha sentido segura
utilizando los aseos escolares, según indica una encuesta a jóvenes realizada
en cuatro regiones. El alcance y las formas de la violencia relacionada con el
entorno escolar que sufren niñas y niños varían, pero las pruebas señalan que
las niñas están en situación de mayor riesgo de sufrir violencia sexual, acoso
y explotación. Además de las consecuencias adversas que produce en la salud
psicológica, sexual y reproductiva, la violencia de género relacionada con el
entorno escolar es un impedimento de envergadura para lograr la escolarización
universal y el derecho a la educación de las niñas” (ONU mujeres, 2017). Esta
violencia se ve principalmente reflejada en las niñas, ya que ellas no cuentan
con tanto apoyo y no tienen la facilidad de palabra para expresar sus males
ante la sociedad que solamente las reprime debido a lo expresado anteriormente.
Conclusión:
En conclusión, se puede
decir que el machismo es algo que siempre ha estado en nuestra sociedad, desde
tiempos muy remotos; que se va adquiriendo de generación en generación y que se
puede ir erradicando poco a poco con inculcar valores diferentes a los niños.
Pero esta sociedad machista en donde el patriarcado pone las reglas del juego,
también está afectando tanto al sexo femenino como al masculino, ya que es la
misma sociedad quien pone estas limitaciones en cuanto a las actividades que
puede realizar cada quien dependiendo de su género.
A las mujeres se les
afecta de manera más evidente ya que la violencia física es más notable en
ellas. Debido al machismo y a las relaciones que este tipo de personas (hombres
y mujeres) están acostumbrados a tener en donde la relación que tienen con su
pareja se vuelve una relación “objetual”, buscan tener el control total sobre
sus parejas. “Con 12 feminicidios diarios, Latinoamérica es una de las regiones
donde más se cometen asesinatos contra mujeres; en México, durante 2015, se
registraron más de 2,500”.( Cepal). La mayoría de estos feminicidios son
debidos a novios celosos que dicen esta frase muy común “si no es mía, no es de
nadie”.
Aquí el problema ético
radica en que una relación con este tipo de personas te priva de tu libertad
como persona, ya que, al querer tomar una decisión, más que pedirle un consejo,
se le está pidiendo su aprobación. Entonces se está perdiendo la total
autonomía, que según Kant; “El deber nace de tu propia razón”, sobre tu
persona. Esto es algo que se da aún en la actualidad donde a pesar de la
educación que se les brinda a los jóvenes, siguen viviendo estos males. Atentar
contra la dignidad humana de la persona, donde según Kant; “Valor de la persona
como fin y nunca como mero medio”, en este caso la mujer. Haciendo alusión también
a la teoría que lleva el mismo nombre de la problemática, no se debería
permitir y no se hace ya que está castigado por la ley. Se le ve a la mujer
como parte de su propiedad y no se le ve como una persona con la quien puedes
convivir sino “cuidarla”.
Por un último, pero no
menos importante se habla de la justicia, o, mejor dicho, la injusticia que se
vive todavía en la actualidad; ya que aún con todo lo que han hecho estas
mujeres y algunos hombres se sigue viviendo discriminación contra las mujeres y
no se les está valorando de la misma manera que al hombre a pesar de que hagan
un trabajo muy similar o incluso que lo hagan mejor.
Por eso considero que,
para poder erradicar este problema de raíz, llevará muchos años, pero se debe
empezar con la cultura y la educación que se le da a los niños de nuestra
sociedad ya que ellos son el futuro y de ellos depende que las generaciones
futuras sean cada vez menos machistas que antes.
Conclusión
2:
En el caso del
transporte público, con la ya expuesto en este ensayo, una mujer que lleve un
tipo de vestimenta puede ser propensa a un insulto verbal o hasta un acoso
físico, ya que, por el simple hecho de vestir un vestido, un short o una
minifalda; según los hombres estás provocándolos a este comportamiento. Cuando
en realidad esto no es cierto, esto se debe a la cultura de la sociedad, la que
ha creado al patriarcado tanto a hombres como a mujeres.
Porque tanto la mujer
que viste de esta manera está provocando como el hombre está “obligado” a
expresar su deseo para con ella, ya que si no lo hace la misma sociedad señala
a ese hombre como alguien que no le gustan las mujeres. Es lamentable que
después de las encuestas que se realizaron, muchas de ellas han presenciado
este tipo de violencia y nadie hace nada con el argumento de que pueden exponer
su integridad física.
A nadie le es de su
agrado el utilizar el transporte público, pero mucho menos es para las mujeres
ya que los hombres aprovechan que el mismo va lleno para hacer los famosos
“arrimones y torteadas” diciendo que es por lo mismo que va lleno. Lamentable
la situación que se vive en la sociedad en general y lo que se vive en el
transporte público, se espera que, con la colaboración brindada en la
realización de las encuestas, se tomen las medidas pertinentes para disminuir
este tipo de situaciones.
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Mujer en la Alta Dirección Sitio web: http://ipade.mx/wp-content/uploads/2017/04/Estadisticas_sobre_mujeres_y_empresarias_en_Mexico.pdf
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