lunes, 13 de noviembre de 2017

La mentalidad machista

La mentalidad machista
       Hector Vargas Fierro
A01422706


Introducción:
Desde tiempos remotos se ha vivido en una sociedad machista, donde desde el principio de los tiempos ya se había establecido un “rol” derivado del género de cada quien; si se era hombre, cazar la comida y si se era mujer simplemente procrear y cuidar a sus crías, se ha menospreciado a la mujer y sobrevalorado al hombre, tristemente lo más preocupante es que esta mentalidad se va traspasando de generación en generación  y ha tenido tal impacto que las mujeres han adquirido esta mentalidad y aceptación ante esta.
“Tanto el hombre como la mujer creen firmemente en la superioridad del hombre en muchos aspectos”. (Stycos, 1958). Este problema que hemos estado viviendo y seguimos viviendo, ha ocasionado que las mujeres sientan con naturalidad el maltrato, las agresiones e insultos que una persona hace en contra de ellas, y aun siendo mujeres hay ocasiones donde aplauden este comportamiento, estas represalias que toma, el marido, por ejemplo, en contra de ellas y las demás justifican que se lo merece.
“61.5 millones de mujeres en México de las cuales el 63% de las mujeres de 15 años o más han experimentado un acto violento en algún momento de nuestra vida; 1 de cada 4 mujeres han reportado haber sufrido discriminación en su lugar de trabajo y 36.7% de mujeres se encuentran en una situación de pobreza moderada y 9.6% en pobreza extrema”. (INEGI, 2011). Con datos duros se puede notar la gravedad de este asunto, demasiadas mujeres que han sufrido actos violentos, discriminación laboral, pobreza y pobreza extrema.
Se hablará de la mentalidad machista que se ha tenido desde hace tiempo, los problemas que se han tenido en la actualidad a la sociedad, y claramente sobre como este tipo de comportamientos han ido cambiando el mundo, todo el empoderamiento que se le está brindando a la mujer y todas las infinitas oportunidades que tenía que conseguir.
Palabras clave:
*Desigualdad, complejo de superioridad, pérdida de libertad, discriminación y empoderamiento

Desarrollo:
            Según G. Lipovetsky, la forma de vivir de las mujeres, en nuestra cultura occidental ha pasado, por tres grandes paradigmas.
“En primer lugar, este autor percibe que la mujer ha sido desvalorizada y despreciada. Desde cuando se tiene noticia, los trabajos se dividieron en roles atribuidos a las mujeres y en roles atribuidos a los hombres. Esta distribución no fue simétrica, sino que se dotó a los hombres de valores superiores y positivos (la guerra, la política); mientras que las labores femeninas se estimaron inferiores y negativas, haciéndose excepción con referencia a la maternidad y su función procreadora. Pero aún en este caso, era el hombre el único dador de vida y la mujer era la cuidadora de un germen de vida”. (Revista de las ciencias del espíritu, 2014, 107)
Como se ha visto a lo largo de este trabajo, el machismo es un problema que se tiene muy arraigado en el mundo, pero se centrará únicamente en México, y lo peor es que lo vemos tan normal, tan cotidiano, que no hacemos algún esfuerzo para erradicarlo. Pero desde hace un tiempo las mujeres alzaron la voz y se pusieron de acuerdo para enfrentar el patriarcado opresor que por muchos siglos ha tenido a la sociedad con estos estereotipos.
            Debido al machismo se vive la violencia de género, la cual se da de distintas formas, pero hablaremos de las más comunes; la violencia física, verbal, psicológica, sexual, doméstica y laboral. Esto se debe a la falta de educación y cultura de las personas que cohabitan en esta sociedad ya que desde pequeños se les inculca a la mayoría de los niños y niñas, el machismo, desde cosas tan simples como las películas de Disney donde la mujer es una dulce, tierna y débil princesa. Hasta donde el príncipe es alguien musculoso, masculino y un ser muy valiente.
            Desde estos simples ejemplos se puede observar estas situaciones, donde la princesa solo se ocupa del hogar y vive con la ilusión de un día contraer matrimonio para servir al marido. Afortunadamente en estos tiempos está cambiando un poco ese tipo de pensamiento, aunque en muchas zonas del País sigue muy arraigado. En la actualidad gracias a todo el trabajo que han realizado las mujeres y algunos hombres para conseguir esa igualdad, se ha conseguido que las mujeres obtengan más puestos en comparación con años anteriores, pero aun así debido al machismo la remuneración no es justa, ya que, por el simple hecho de ser mujer, su remuneración es menor.
“Las mujeres en los países pertenecientes a la OCDE perciben 16% menos en su salario que los hombres”. (OCDE,2013). En donde México es un País que pertenece a la OCDE, se entiende que, aun consiguiendo estos empleos, las mujeres están siendo infravaloradas al momento de remunerar su trabajo, a pesar de que las mujeres ocupan un ya 18% de puestos directivos en México (expansión, 2016) las mujeres que se encuentran en esos puestos no están recibiendo el salario que deberían al igual si fueran hombres.

Aparte de ese tipo de violencia laboral en donde, simplemente por ser mujeres, no se le está pagando como se debe; también el tipo de vestimenta que se les exige es algo discriminatorio, ya que les exigen a las mujeres que utilicen tacones. Que, por periodos de 8 horas, y en muchos trabajos están constantemente en movimiento o paradas, es algo muy desgastante. Esto por el simple hecho de ser mujer y seguir el estereotipo de que las mujeres siempre deben utilizar tacones.
“De octubre de 2010 a octubre de 2011, una quinta parte de las mujeres de 15 y 49 años de edad enfrentaron situaciones de violencia sexual, tales como abuso, intimidación, acoso u hostigamiento sexual por parte de personas diferentes a su pareja”.( INEGI, 2011). Esto afecta mucho a la libertad de las mujeres en general, ya que no son libres de usar la vestimenta que deseen, una mujer en la actualidad no puede salir en la noche con un short, un vestido o una minifalda porque según los hombres ella misma está provocando ser víctima de algún abuso físico o simplemente un acoso de manera verbal.
“Entre los factores asociados a un mayor riesgo de ser víctima de la pareja o de violencia sexual figuran un bajo nivel de instrucción, el hecho de haber estado expuesto a escenas de violencia entre los progenitores, el maltrato durante la infancia, actitudes de aceptación de la violencia y las desigualdades de género”. (OMS, 2016). Hablando de la violencia de la pareja, se puede ver en la cita anterior que es más propensa una persona cuando estuvo expuesta a violencia a corta edad y por parte de sus progenitores.
Normalmente las mujeres sumisas, son creación de un padre machista, violento, que maltrataba a su esposa. Y la principal razón por la que las mujeres de la siguiente generación aceptan vivir una situación similar o igual. Es debido a que las madres les dicen a sus hijas o hijos que eso está bien, que su padre la está golpeando porque ella hizo algo mal. Con esto está diciéndole a la hija que ella debe aceptar eso también, que se debe someter sin replicar y al niño le estás diciendo que él debe ser así con su futura esposa y ella lo aceptará tal como lo hace su madre.
“Se estima que 246 millones de niñas y niños sufren violencia relacionada con el entorno escolar cada año, y una de cada cuatro niñas afirma que nunca se ha sentido segura utilizando los aseos escolares, según indica una encuesta a jóvenes realizada en cuatro regiones. El alcance y las formas de la violencia relacionada con el entorno escolar que sufren niñas y niños varían, pero las pruebas señalan que las niñas están en situación de mayor riesgo de sufrir violencia sexual, acoso y explotación. Además de las consecuencias adversas que produce en la salud psicológica, sexual y reproductiva, la violencia de género relacionada con el entorno escolar es un impedimento de envergadura para lograr la escolarización universal y el derecho a la educación de las niñas” (ONU mujeres, 2017). Esta violencia se ve principalmente reflejada en las niñas, ya que ellas no cuentan con tanto apoyo y no tienen la facilidad de palabra para expresar sus males ante la sociedad que solamente las reprime debido a lo expresado anteriormente.



Conclusión:
En conclusión, se puede decir que el machismo es algo que siempre ha estado en nuestra sociedad, desde tiempos muy remotos; que se va adquiriendo de generación en generación y que se puede ir erradicando poco a poco con inculcar valores diferentes a los niños. Pero esta sociedad machista en donde el patriarcado pone las reglas del juego, también está afectando tanto al sexo femenino como al masculino, ya que es la misma sociedad quien pone estas limitaciones en cuanto a las actividades que puede realizar cada quien dependiendo de su género.
A las mujeres se les afecta de manera más evidente ya que la violencia física es más notable en ellas. Debido al machismo y a las relaciones que este tipo de personas (hombres y mujeres) están acostumbrados a tener en donde la relación que tienen con su pareja se vuelve una relación “objetual”, buscan tener el control total sobre sus parejas. “Con 12 feminicidios diarios, Latinoamérica es una de las regiones donde más se cometen asesinatos contra mujeres; en México, durante 2015, se registraron más de 2,500”.( Cepal). La mayoría de estos feminicidios son debidos a novios celosos que dicen esta frase muy común “si no es mía, no es de nadie”.
Aquí el problema ético radica en que una relación con este tipo de personas te priva de tu libertad como persona, ya que, al querer tomar una decisión, más que pedirle un consejo, se le está pidiendo su aprobación. Entonces se está perdiendo la total autonomía, que según Kant; “El deber nace de tu propia razón”, sobre tu persona. Esto es algo que se da aún en la actualidad donde a pesar de la educación que se les brinda a los jóvenes, siguen viviendo estos males. Atentar contra la dignidad humana de la persona, donde según Kant; “Valor de la persona como fin y nunca como mero medio”, en este caso la mujer. Haciendo alusión también a la teoría que lleva el mismo nombre de la problemática, no se debería permitir y no se hace ya que está castigado por la ley. Se le ve a la mujer como parte de su propiedad y no se le ve como una persona con la quien puedes convivir sino “cuidarla”.
Por un último, pero no menos importante se habla de la justicia, o, mejor dicho, la injusticia que se vive todavía en la actualidad; ya que aún con todo lo que han hecho estas mujeres y algunos hombres se sigue viviendo discriminación contra las mujeres y no se les está valorando de la misma manera que al hombre a pesar de que hagan un trabajo muy similar o incluso que lo hagan mejor.
Por eso considero que, para poder erradicar este problema de raíz, llevará muchos años, pero se debe empezar con la cultura y la educación que se le da a los niños de nuestra sociedad ya que ellos son el futuro y de ellos depende que las generaciones futuras sean cada vez menos machistas que antes.
Conclusión 2:

En el caso del transporte público, con la ya expuesto en este ensayo, una mujer que lleve un tipo de vestimenta puede ser propensa a un insulto verbal o hasta un acoso físico, ya que, por el simple hecho de vestir un vestido, un short o una minifalda; según los hombres estás provocándolos a este comportamiento. Cuando en realidad esto no es cierto, esto se debe a la cultura de la sociedad, la que ha creado al patriarcado tanto a hombres como a mujeres.
Porque tanto la mujer que viste de esta manera está provocando como el hombre está “obligado” a expresar su deseo para con ella, ya que si no lo hace la misma sociedad señala a ese hombre como alguien que no le gustan las mujeres. Es lamentable que después de las encuestas que se realizaron, muchas de ellas han presenciado este tipo de violencia y nadie hace nada con el argumento de que pueden exponer su integridad física.
A nadie le es de su agrado el utilizar el transporte público, pero mucho menos es para las mujeres ya que los hombres aprovechan que el mismo va lleno para hacer los famosos “arrimones y torteadas” diciendo que es por lo mismo que va lleno. Lamentable la situación que se vive en la sociedad en general y lo que se vive en el transporte público, se espera que, con la colaboración brindada en la realización de las encuestas, se tomen las medidas pertinentes para disminuir este tipo de situaciones.








BIBLIOGRAFÍA:
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Cortada de Kohan, N., & Bertoni, A., & Adamovsky, E. (1970). Un estudio experimental sobre el Machismo . Revista Latinoamericana de Psicología, 2 (1), 31-54.

Daros, William Roberto, La mujer posmoderna y el machismo. Franciscanum. Revista de las ciencias del espíritu [en linea] 2014, LVI (Julio-Diciembre) : [Fecha de consulta: 9 de noviembre de 2017] Disponible en: ISSN 0120-1468


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CIMAD. (2013). Estadísticas sobre mujeres y empresarias en México. 25-10-17, de Centro de Investigación de la Mujer en la Alta Dirección Sitio web: http://ipade.mx/wp-content/uploads/2017/04/Estadisticas_sobre_mujeres_y_empresarias_en_Mexico.pdf

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