lunes, 24 de noviembre de 2014

Los estereotipos de género: Un factor denigrante para la mujer

                                                                                                      Alexxa Fernanda Pereda Moreno

Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey
A01228208
Grupo 12
24 de noviembre 2014

Los estereotipos de género: Un factor denigrante para la mujer

Abstract

Las mujeres a través de la historia han sido víctimas de la opresión causada por los estereotipos de género. Ésta es una barrera que se ha querido romper dentro de los últimos años del siglo XXI pues lo que causa es que está limitando a la mujer desarrollarse de la misma manera que un hombre en el ámbito social, laboral y personal. A lo largo de éste ensayo se defenderá la equidad de género y se explicará como los estereotipos de género están impidiendo que una sociedad pueda ejercer una equidad entre el hombre y la mujer. 
En México los derechos de la mujer han sido tomados con más seriedad, la sociedad se ha cuestionado si realmente vale la pena seguir con el machismo y como respuesta existen muchos cambios gracias a la aceptación social de la mujer que le han permitido poder trascender como persona y tomar sus propias decisiones sin tomar en cuenta los estereotipos establecidos. Sin embargo los estereotipos es una de las razones principales por la cuál muchas mujeres siguen siendo juzgadas si toman una dirección diferente que el de ser una imagen superficial de belleza, amas de casa y madres. Los estereotipos no es sólo problema de las mujeres, sino de todos pues también está atrasando el desarrollo social y gubernamental del país.

Palabras clave: Mujeres, equidad de género, ética, autonomía, derechos humanos, contrato social, dignidad humana, estereotipos, discriminación, violencia.
Desarrollo
Los estereotipos son un factor de socialización de género, Las personas en cierta forma tienden a limitarse o verse abrumados por estos estereotipos. Hay veces en que la sociedad nos implementa que debemos respetar una línea entre lo que es más adecuado para un hombre o una mujer.Sin embargo primero debemos tener bien en claro lo que es un estereotipo y por qué fue creado.Según Colás, explica que el estereotipo está respondiendo a una necesidad de ordenación de nuestro ambiente de nuestro medio, los humanos tendemos a categorizar y hacer generalidades en el cuál el conocimiento de nuestro planeta sea más sencillo y se pueda comprender mejor (Colás, 2007). Los estereotipos fueron creados por los seres humanos y crean una etiqueta de cómo un hombre o una mujer debe ser ya que lo hemos ido aprendiendo desde nuestro desarrollo en muchos aspectos sociales. El mismo ser humano suele clasificarse, así como clasificamos a los animales; la gente también es clasificada por su raza, género, religión, clase social etc. En éste caso, los estereotipos clasifican a las personas por sus diferencias físicas y por su forma natural de intelecto. Otro factor que afirma Ocampo es “Que solemos privilegiar los valores y actividades estereotipadas como «masculinas», con la consecuente devaluación de aquellas actividades o valores que socialmente se han identificado como  «femeninas» y que son universalmente humanos” (Ocampo, 2009). Personalmente, considero que el imparcialidad debe estar centrado y que los estereotipos están de alguna manera atrasando nuestro desarrollo como personas y nuestra lucha en contra del machismo pues la gente, incluyendo a las mujeres, es la que todavía sigue apoyando en cierta forma sin ni siquiera darse cuenta que les está quitando su propia autonomía. Es por esto que las consecuencias sociales no se han podido resolver al cien por ciento.   
           
               A lo largo de la historia el hombre y la mujer siempre han sido tratados diferentes ante la ley y ante la sociedad, aunque en los últimos años se ha implementado que los derechos y las obligaciones son para todos, existen ciertos desacuerdos que no han permitido avanzar en la equidad total de las personas.
El ser humano es un ser racional con la capacidad de tomar sus propias decisiones, cada ser humano es diferente, el agregar generalidades a los hombres y mujeres les quita su libertad de decidir por ellos mismos.

El gobierno no ha encontrado plenamente el término medio para la sociedad y necesitan ejercer de ciertas virtudes para ello. “[…] las virtudes son importantes por que  a la persona virtuosa le va mejor en la vida[…]” (Rachels, 2013, 287). 
Una virtud según Aristóteles una virtud es el punto medio entre dos extremos virtuosos de excelencia. Sin embargo se puede notar que desde el planteamiento mismo de las virtudes, el término de virtud viene de la palabra que significa hombre. Virtud significa excelencia del hombre, ¿En dónde queda la mujer? Dentro de la palabra misma está excluyendo a la mujer ¿Acaso la mujer no tiene capacidad para ejercer la excelencia? La exclusión de la mujer incluso en definiciones tienen que modificarse y hablar de la excelencia de la persona: hombre y mujer no generalizar a la sociedad y referirse a la gente como “El hombre”.

El gobierno necesita trabajar en el balance entre el hombre y una mujer dentro de la educación, en el trabajo y en los derechos en general. El gobierno necesita aplicar sus propias leyes de tratar a toda la sociedad por igual y eso implica que la mujer sea considerada por igual que el hombre. Sin embargo, el gobierno es un sistema que no se puede cambiar fácilmente en términos éticos y existe muchos desbalances al tomar decisiones, el gobierno necesita ser más flexible y abierto al cambio, pues vivimos en una sociedad en la que necesitamos dejar de pensar quien es superior a otro y que todos sean tratados con dignidad sean hombre o mujer.   

La violencia a la mujer es un factor crucial de la falta de sensibilidad y de omisión a no resolver el problema de dejar los estereotipos. Según el INEGI, en México el 79% de las mujeres son agredidas por su pareja (INEGI, 2004).  Dentro de ese porcentaje el 45% es por abuso, el 18% son agredidas psicológicamente y sexual; y el 16% física y psicológicamente agredidas (INEGI, 2009). Éstos porcentajes reflejan que México es un país con alta violencia y que su situación hacia el respeto a la mujer todavía tiene que mejorar. Patiño explica sobre el cuidado y la sensibilidad hacia otros. “La responsabilidad por los demás. Eso supone una preocupación por la posibilidad de omisión, de no ayudar cuando podríamos hacerlo, no se trata sólo de contener la agresión, la falta de respuesta, no actuar cuando habría de hacerlo, es también un problema” (Patiño, 84).  La violencia hacia la mujer es una prueba de que las mujeres no son valoradas de la misma manera que los hombres, y no cuentan con la misma importancia y el mismo respeto pues dentro de los estereotipos, las mujeres son seres más vulnerables que los hombres en temas de fortaleza y los hombres abusan de ello. Rannauro, un autor de la revista de ciencia afirma que “[…]Es necesario señalar que la violencia contra las mujeres es un instrumento para impedir o anular el ejercicio pleno de los derechos humanos de las mujeres y, por ende, la reducción de la posibilidad de una vida libre de violencia y la igualdad real entre mujeres y hombres[…]”(Rannauro, 2011, 7).

Es importante defender a las mujeres y a los hombres de cualquier tipo de agresión causada por los mismos estereotipos y hacer acción para evitar la violencia. El denunciar o hablar sobre esos temas, ayuda como apoyo no sólo a las mujeres sino también a los hombres, pues el ser violento también es un problema de estereotipo del hombre que muchos por instinto se suelen justificar por denigrar y sentir posesión hacia la mujer.

Todas las personas tienen el compromiso de hacer acción para lograr una comunidad en donde la falta de equidad ya no sea un problema. Sin embargo el seguir tratando a las mujeres como objetos, nos impide que se pueda construir una equidad dentro de la sociedad. Lo que nos está deteniendo es que no estamos obedeciendo las reglas de equidad que quisiéramos que toda la gente siguiera en toda circunstancia. (Rachels, 2013, 275). Las personas siguen juzgando a las mujeres que ya no quieren ser sólo madres y amas de casa como mujeres egoístas y no responsables. Una mujer debería de tener la libertad de escoger que hacer con su vida y eso incluye: que hacer con su cuerpo, que hacer con su giro laboral, si quiere tener hijos o no y entre otros aspectos de su desarrollo autónomo sin la presión de los estereotipos. Sin embargo, hace falta todavía más aceptación a las libertades que tanto las mujeres y los hombres desean. Según Rachels dentro de la teoría de la ética kantiana que explica que “Nuestro deber es obedecer las reglas que pudiéramos consistentemente desear que fueran universales; esto es, reglas que quisiéramos que la gente siguiera en toda circunstancia” (Rachels, 2013, 275). Con esto se puede decir que las personas debemos hacer acción para que se cumpla la equidad.


Ocampo afirma que: “La lucha por la igualdad de género ha implicado la búsqueda de liberación de los determinismos de carácter biologista o esencialista, con los cuales se ha afirmado que el papel de la mujer se debe enfocar en las actividades domésticas y de cuidado” (Ocampo, 2009). Un ejemplo podía ser las mujeres amas de casas, aunque muchas mujeres no desean ser sólo amas de casa, sólo quienes tienen tiempo libre y dinero pueden formar sus entidades a partir de mística femenina. Es decir que muchas mujeres tienen el deseo de formar una familia, pero se quedan con el entusiasmo de desarrollarse en el aspecto profesional porque tienen la obligación de dedicarse a los deberes de la casa. Sin embargo el ser amas de casa forma parte las reglas que ellas se proponen. (Virno et, al. 1991).

Cabe mencionar que los hombres y las mujeres no deben aplicar las reglas universales establecidas sino actuar en base de lo que ellos piensen que se debería aplicar a todos, es solamente así como se puede cambiar realmente una sociedad para que sea equitativa. Muchas personas toman los estereotipos como partes de reglas universales porque es lo que piensan como lo “normal” sin embargo muchos no se ponen a pensar realmente lo que ellos considerarían como reglas universales. Los hombres y las mujeres deben de dejar la presión causada por los estereotipos y entrar en un humanismo al restaurar los valores humanos en donde se puedan respetar las decisiones que toman los hombres y las mujeres.
Conclusión
En conclusión, los hombres y las mujeres todavía se ven atraídos y presionados por los estereotipos como un estándar de cómo manejar sus vidas. Desafortunadamente, hace falta aceptación y apoyo a las mujeres ya que las juzgamos por seguir encerrados dentro de las mismas tradiciones, prejuicios y la imagen distorsionada que tenemos hacia la mujer al clasificar las actividades de la mujer inferiores a la de los hombres.
Es hora de hacer el cambio y no permitir que los estereotipos nos quiten la libertad de decidir que es lo que queremos hacer con nuestras vidas, y no quitarle la importancia ni limitar las actividades que la mujer deseé ejercer.

Es importante tener en mente que si quitamos la barrera de los estereotipos, las personas se pueden desarrollar libremente. En vez de juzgar a una mujer por lo que deseé hacer con su vida, hay que apoyarla y tener en cuenta que todos tenemos el derecho a ser libres en cuanto nuestros planes de vida. Si hacemos esto México crecerá en todos los ámbitos pues ya existirá la responsabilidad de cambiar la inequidad de las personas hacia una equidad de género.

                                         Referencias Básicas:
1)        Colás (2007). La interiorización de los estereotipos de género en jóvenes y adolescentes. Revista de investigación educativa. 35(58). Recuperado de:   http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=283321895004

2)        Rachels, J. (2013) Introducción a la filosofía moral. México DF: Fondo de cultura económica.

3)        Rannauro, E. (Julio, 2011). El derecho a la igualdad y el principio de no discriminación: La obligación del gobierno de México para realizar la armonización legislativa con perspectiva de género. Revista del instituto de ciencia.

4)        Patiño, S. (2006). Desarrollo Moral. México: Thomson.
5)        Virno et. al. (1991). Debate feminismo otras voces. México: Traficantes de sueños

6)        Ocampo, A. (2009) Construcción y análisis de los paradigmas feministas. México: Inmujeres.


Referencias complementarias:
7) INEGI. (2004). Violencia contra las mujeres: Un problema de salud pública.         
recuperado de: http://www.inegi.org.mx/inegi/contenidos/espanol/eventos/vigenero/dia29/panel5_mesas/Violencia/Violencia-usuarias-serv_salud.pdf

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