Jacqueline Romero García.
Conferencia grupo Alfra
En
la conferencia impartida por Genaro Aldrete, director de Grupo Alfra, pude
comprender ciertos aspectos ético que como empresario no siempre se toman en
cuenta por pensar en el beneficio de tu persona o por ambición. Genaro
comentaba que una persona siempre tiene el poder de elegir que camino quiere
para sí misma, ya sea uno bueno o uno malo y claro que este afectará su
alrededor. De igual manera, las empresas pueden tener esa opción, saber elegir
el camino correcto para llegar al éxito o el erróneo y quizás lograrlo pero
afectando a terceros; en este aspecto la ética tiene mucho que ver, porque
dependiendo de tus costumbres y tu razonamiento es como guiarás ese camino.
Al
principio el Sr. Aldrete nos comenzó narrando un poco de su historia personal
y como empresario que lo llevaron
a posicionarse en el lugar en el que ahora se encuentra; sin duda alguna, no
fue una tarea fácil para él poder ser uno de los empresarios mexicanos
sobresalientes e ingeniosos que existen, ya que tuvo que pasar por una serie de
dificultades y aprender a levantarse de cada fracaso que tuvo. Sin embargo, el
resultado de todos esos fracasos fueron aprendizajes, tanto para su vida
personal como profesional, porque lo llevaron a objetivar lo que quería lograr,
lo que quería ser y la manera en como quería lograr ello, dentro de su empresa.
Su
ética y su predisposición lo convirtieron en una persona de palabra, que
aprendió a decir no cundo algo no estaba bien o sabía que afectaría a terceros,
pero también a aceptar todo lo que trajera beneficios tanto para sus clientes,
empleados y empresa. Uno de los tantos ejemplos que él nos dio relacionado con
este aspecto fue el de una importante cadena de supermercados, esta empresa de lo localizó
para crear una asociación y que en sus tiendas pudieran vender sus productos,
sin embargo Genaro se dio cuenta que con esa asociación el único
beneficiado sería la compañía de tiendas y no ninguna de las otras áreas que para
él son primordiales, por lo tanto pese a que esta cadena de supermercados es la
más importante y reconocida a nivel internacional, él se levantó y le dijo que
no, porque así no es como el trabaja ni la manera en la que le gusta hacer sus
negocios. Esto nos dice que el Sr. Aldrete fue capaz de pensar en sus
objetivos, en su ética, en su labor para negar esa oportunidad que se le
presentó, sin interesarle el valor económico que probablemente traería consigo
dicha oferta, con beneficio para él primordialmente.
Lo
que aprendí en la conferencia es que nosotros como personas debemos ser
concientes de lo que somos y lo que hacemos. Cuando entre nuestras acciones
inmiscuimos actos que afecten a los demás, los perjudicados al final de cuenta
seremos nosotros. Genaro nos decía que las personas valemos por lo que somos:
“seres humanos” y que por ello todos deberíamos ser tratadas como tal, sin
hacer excepciones; sin embargo, estamos acostumbrados a diferenciar a la gente,
por quien es mejor o peor según su trabajo, religión, costumbres, etnias,
etcétera, pero con ese tipo de actitudes no lograremos otra cosa más que hablar
de nuestra carencia de valores e inteligencia, por no poder comprender que ni
eso, ni ninguna otra característica es razón suficiente para menospreciar o
alabar a otra persona. Todos merecemos ser tratados con respeto y que se nos
hagan valer nuestros derechos y el estar al frente de una empresa ya sea
pequeña o grande no es razón suficiente para hacer con los demás lo que
nosotros queramos.
Si
somos personas éticas y conocemos el valor de nuestros actos y decisiones, nos
evitaremos un sin fin de problemas, o toma de decisiones erróneas; porque tendremos
presente esos aspectos en todo momento nos ayudarán a ser más honestos y
humanos.
Concluyo
que la ética es importante en las empresas, porque por ejemplo uno de los
problemas más fuertes que enfrenta México tanto en su gobierno, como en el
sector privado y en la sociedad, es la corrupción; esta ha sido producto de la
falta de honestidad, transparencia y ética de las personas, y ese acto ha
traído consecuencias terceras para la sociedad en general. Por lo tanto un
empresario que se rige sin ética y sin fuerza de valor, será punto fácil para
cometer delitos y actos como la corrupción y muchos más, que afectarán tanto la
imagen de su empresa, su persona y a la sociedad.
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