domingo, 7 de diciembre de 2014

Instituto Tecnológico de Monterrey
Ana María García González Rubio
A01228172
Ética, Persona y Sociedad
06/12/14

Basura… ¿dónde?

Esta mañana me desperté con la “inspiración” de hacer algo por mi linda sociedad, pues después de haber puesto la alarma para levantarme a las 9 a.m. en domingo, lo último que se me antojó fue hacer ejercicio mañanero o recoger la cocina, por lo que decidí hacer algo por los demás; esto fue, ir a la calle a recoger basura de las banquetas; lo que no me pareció que fuera a ser tan difícil, así que, con una bolsa (100% biodegradable) para basura en una mano y la correa de mi perro (que quería ir a pasear), en la otra; salí de mi casa a la una de la tarde, sin tomar en cuenta el sol que me iba a tocar a esa hora, o la cantidad de basura que iba a caber en una sola bolsa.

Llegando a Av. Universidad, a la altura de El Coto #6000 y la entrada de Puerta del Bosque, no vi mucha basura en la banqueta, pero me bastó cruzar la calle para darme cuenta de la cantidad de envolturas, botellas y otras tantas cosas desagradables que había ya casi completamente cubiertas por la tierra y las plantas secas.

         
             
            No me costó mucho trabajo recoger esa parte, porque mi hermana estaba ayudándome a mover la bolsa de un lugar a otro, pero tardamos aproximadamente 45 minutos en recoger la basura que se encontraba en 50 metros del largo del camellón, y cabe mencionar que el sol molestaba mucho, porque calentaba las botellas de vidrio que estaban entre el pasto.

            
            Así fue como quedó la parte del camellón después de haber recogido una bolsa negra entera de basura. Pero después me fui al otro lado de la calle, a la banqueta, donde de igual manera había mucha basura y desperdicios.

            No fue hasta que me encontré un zapato abandonado, con plantas ya creciéndole desde adentro, que me di cuenta de que en realidad no lo estaba haciendo por el bien de los demás, sino, más bien, por mi propio bien y directamente para las personas que viven cerca de ahí, y diariamente pasan por las banquetas de esta calle, porque es muy desesperante ver que haya tanta basura en una zona que se supone que viven personas con suficiente dinero como para tener basurero en sus propias casas.


 Después de recoger ese lado de la calle, así fue como quedó:



Esta es la cantidad de basura que recogimos en dos horas entre mi hermana y yo, de, más o menos, 100 metros del largo de la calle.


            Al hacer esta acción ciudadana, me hice consiente del trabajo que cuenta mantener una mínima parte de mi colonia limpia, pero si quiero ver la calle por donde paso todos los días, así de limpia, algo se tiene que hacer, y si no lo hago yo, entonces ¿quién lo va a hacer?

No hay comentarios:

Publicar un comentario