viernes, 29 de junio de 2012

Compendio de aprendizaje_Doddy


¿Qué aprendí en el curso de ética?

Durante el curso de ética aprendí que la moral como sustantivo es un modelo ideal de buena conducta socialmente establecido, por lo que es acrítico. Se diferencia de la ética, pues ésta es considerada una reflexión crítica de carácter filosófico donde se cuestionan los deberes morales básicos (Cortina & Martínez, 2001) y donde se argumenta con razones de peso. A manera de resumen y en términos coloquiales, se puede decir que la moral “es lo que hay” (Ocampo, 2012) y la ética es el cuestionamiento reflexivo de la moral.

Respecto a la ciudadanía, aprendí que es de suma importancia participar en la sociedad más allá del propio ámbito profesional. Me impresionaron mucho los alcaldes colombianos Antanas Mockus y Enrique Peñalosa, pues ejercieron su cargo poniendo como prioridad siempre el beneficio a la sociedad y el desarrollo de la ciudad, antes que sus propios intereses. Pero terminé de comprender la necesidad de ver por la ciudadanía al estudiar a Sergio Fajardo, pues él es un matemático que logró ver las necesidades de la gente y encontrar soluciones, su ingreso a la política fue meramente por el deseo de actuar y hacer valer la dignidad de las personas.

No es lo mismo vida buena que buena vida. En México existe la “vida buena” pero no con el buen sentido que le da Paul Ricoeur, sino enfocado hacia el bienestar de unos cuantos y descuidando a la gran mayoría de la población. Tras concluir el curso de ética, puedo reflexionar acerca de la vida virtuosa que hace falta inculcar en mi país para que exista más igualdad, más libertad y más fraternidad. Es necesario trabajar “con y para el otro”, dejando de lado los intereses individuales y colaborando con la sociedad y para la sociedad. Pero también es muy indispensable que existan instituciones justas, porque la ciudadanía podrá hacer un esfuerzo por trabajarse a sí misma pero mientras existan instituciones corruptas no podrá haber un cambio verdadero. Es por esto que es tan necesario trabajar todos en conjunto, como un país, como una sociedad igualitaria con deseos de superación.

También es necesario considerar a todas las personas involucradas al ejercer mi profesión, ya que el éxito de mi trabajo depende de ellas así como la magnitud del beneficio que yo pueda brindarles. Siempre deben identificarse los dilemas éticos para poder establecer prioridades, amenazas, oportunidades e intereses de los stakeholders, y así elaborar estrategias de colaboración y diálogo que permitan cierres más exitosos. Es un reto para los profesionistas de la actualidad no perder de vista a todas las personas que se relacionan con su trabajo (Suberville, 2012), ya que siempre deben ser considerados antes de tomar decisiones.

Existen cinco mitos sobre la ética en los negocios (Weiss, 2006): El primero dice que “la ética es un asunto personal, individual, no una cuestión pública debatible”, sin embargo, al haber estudiado mis clases de ética puedo debatirlo argumentando que las creencias personales o religiosas sí juegan un papel importante en la ética individual pero ésta puede ser considerada una cuestión pública, debido a que cada persona debe tener un comportamiento socialmente responsable que, finalmente, pretenderá involucrar a la sociedad en general (o al menos a un buen sector de ésta). El segundo mito menciona que “los negocios y la ética no se mezclan”, considerándolos como amorales, pero debe considerarse que los negocios son llevados a cabo por medio de la actividad humana, no solamente de la ciencia, lo que los convierte en moralmente debatibles. El tercer mito se basa en que “la ética en los negocios es relativa”, pero esto debe cuestionarse buscando la lógica del relativismo, de manera que no se base en percepciones individuales sino que promueva la comunidad. El cuarto mito iguala dos cuestiones, “un buen negocio significa buena ética”, lo cual puedo considerar como erróneo porque el hecho de que se tenga a la ética como preocupación principal no quiere decir que se podrá actuar adecuadamente en las operaciones comerciales, es decir, la ética se ve implicada en los negocios pero no puede manejarlos en su totalidad. Y el quinto mito ofrece que “la información y el cómputo son amorales”, para lo que yo puedo debatir que su moralidad depende del uso que se les dé; si la información es empleada para perjudicar a alguien o el cómputo para beneficiar a alguien más, puede verse implicada la moralidad.

Para poder lograr un desarrollo moral es necesaria la capacitación ética, pues las leyes no siempre pueden determinar la acción, pero ésta no pretende dar respuestas concretas a los dilemas complejos sino impulsar en las empresas el desarrollo de una conciencia moral (Weiss, 2006). El desarrollo moral se divide en los niveles preconvencional, convencional y postconvencional, según Kohlberg, y ofrece una guía para conocer el nivel de madurez moral de una persona tras elaborar una prueba. Al igual que el estudio de Kohlber, existe otro modelo de desarrollo elabroado por Gilligan, quien lo enfocó a la moralidad en las mujeres y se divide también en tres niveles variables de acuerdo a la prioridad de la persona (yo, otros, yo-otros). Estos modelos se complementan, puesto que son considerados desde diferentes perspectivas y todos ayudan a tener una aproximación de lo que son las bases morales de determinada persona.

Tras leer a Hortal, he comenzado a plantearme el deber de mi profesión ¿qué pretendo lograr con ella? Y comienzo a cuestionar cuáles son los beneficios que quiero proporcionar a la sociedad al ejercer mi profesión. (Hortal)

Los referentes reflexivos que me ofreció la ética kantiana son actuar con autonomía y respetando siempre la dignidad humana. La ética de la virtud me hace reflexionar en los valores que desarrollo como persona y tratar de encontrar mi punto medio para poder actuar siempre con prudencia. La teoría ética del cuidado me ha hecho reflexionar sobre mi responsabilidad con los otros en diversos aspectos para poder realizar acciones concretas que sean de provecho tanto para mí como para mis semejantes. El utilitarismo me ha hecho cuestionar las acciones que algunos toman para generar beneficios económicos. Y la ética del contrato social me ha hecho cuestionarme la participación que estoy ejerciendo como ciudadana.

Ahora pienso que la justicia internacional está controlada, en buena parte, por los países poderosos, por las decisiones de sus empresarios. Con el documental “Inside Job” pude ver cómo la falta de ética en algunas personas puede afectar a nivel global, es por esto que las escuelas de negocios se reprueban éticamente y este déficit moral debería combatirse con educación ética en los estudios superiores, aunque no se lograría eliminar los escándalos corporativos, por lo menos se podría reducir su frecuencia (Etzioni, 2002). Considero que la mayor incoherencia de los negocios en nuestros tiempos es que el poder sea global y la política local (Bauman), debemos comenzar a tomar acción para formar asociaciones que busquen y finalmente garanticen una justicia mundial. Dice Carlos Kazuga que debemos cuidar a nuestro país pero yo pienso que primero debemos trabajar a nivel más individual, donde cada quien reordene sus prioridades y la tecnología sea utilizada para dedicar menos tiempo a la profesión y más tiempo a la vida en el hogar (Camps). Y así se podría contribuir a la estabilización de los empleos y a la forja del carácter, pues éste se forma siempre contando con el medio y largo plazo (Cortina & Conill, Cambio en los valores del trabajo, 2002). Deben comenzar a tomarse medidas pues los jóvenes de hoy tenemos un futuro muy incierto, como los trabajadores de Google (Cayatte, 2007), podremos estar conformes ahora pero ¿qué pasará cuando nos hagamos más viejos y nuestros deseos y prioridades cambien?

De las entrevistas que realizamos (tanto mi equipo como los otros) pude aprender que al ejercer mi profesión me voy a encontrar con disyuntivas en donde tendré que actuar con carácter y es preciso que comience a pensar en ello para poder tomar decisiones mas éticas y más beneficiosas en un futuro. También pude darme cuenta de que sí hay personas involucradas en los negocios con conciencia moral y con deseos de generar un cambio en la sociedad.

En cuanto a mi caso y los casos vistos en clase, considero que me han hecho plantearme situaciones que de no haber llevado el curso no habría analizado nunca. Sobretodo me dejó una huella el caso Gabriela, pues quizás de haberme encontrado en su misma situación habría actuado al igual que ella lo hizo, pero al haberlo reflexionado éticamente, ahora tengo nuevas perspectivas y definitivamente me obligaría a mi misma a hacer algo al respecto. Espero poder aplicar esta nueva conciencia moral a situaciones que se me presenten en un futuro y evitar consecuencias negativas en las personas de mi sociedad.

Bibliografía

Camps, V. El sentido del trabajo. En Paradojas del individualismo. Biblioteca de Bolsillo.
Cayatte, G. (Dirección). (2007). La vida en Google. Cultura organizacional [Película].
Cortina, A., & Conill, J. (2002). Cambio en los valores del trabajo. Sistema (168).
Cortina, A., & Martínez, E. (2001). Ética (Tercera ed.). Madrid, España: Akal.
Etzioni, A. (4 de Agosto de 2002). Cuando se trata de ética, las escuelas de negocios reprueban . The Washington Post .
Hortal, A. Planteamiento de una ética profesional. En J. L. Fernández, & A. Hortal, Etica de las profesiones. Madrid, España.
Ocampo, A. (Junio de 2012). Verano 2012. Guadalajara, Jalisco, México.
Suberville, P. (Junio de 2012). La ética en la profesión. (A. d. ITESM, Entrevistador) Guadalajara, Jalisco, México.
Weiss, J. (2006). Ética en los negocios: un enfoque de administración de los stakeholders y de casos. México: Thomson.


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