sábado, 24 de noviembre de 2012

¿Tierra de unos o agua de otros?

Las presas hidroeléctricas han demostrado ser una buena solución a la problemática descrita anteriormente a nivel mundial y en nuestro mismo país donde contamos con grandes presas como El Cajón y La Yesca.  En el año de 2005 la Comisión Nacional del Agua comenzó los estudios preliminares para la construcción de una presa hidroeléctrica que además de la producción de energía pudiera también abastecer de  agua a la región a las ciudades de Guadalajara Jal y León Gto. Tras casi 4 años, habiendo finalizado los estudios geológicos e hidrológicos se determino que el mejor sitio para la misma se encuentra en la región de los Altos Sur de Jalisco, cerca del poblado de Yahualica. La presa suministraría agua con un gasto de 8.6 m3/s a dichas ciudades, a Guadalajara Jal., que actualmente cuenta ya con un déficit de 1 m3/s se le proporcionaría 3 m3/s, a la ciudad de León Gto. se le otorgarían 3.8 m3/s y a los Altos de Jalisco 1.8 m3/s beneficiando a un total de 2 millones 800 mil personas (Raul Iglesias,Subdirección General de Agua Potable, Drenaje y Saneamiento , 30/Oct/2012) . A este proyecto de presa se le dio por nombre “El Zapotillo”
La construcción de la presa el Zapotillo diseñada originalmente con una altura de cortina de 80 m de altura a partir del 16 de octubre de 2007 tras la firma de un convenio entre los poderes ejecutivo Federal y los estatales de Jalisco y Guanajuato se planeo y comenzó a construirse con una altura proyectada de 105 m de altura. Con dicha altura el embalse que la presa generaría hundiría los poblados de Temacapulín, Palmarejo y a la comunidad de Acasico ocasionando que se tenga que reubicar a sus 991 habitantes.
Nuestra problemática ética se presenta debido al hecho de que existe polémica y una importante oposición social ante la realización de este proyecto por diversos motivos variando desde la violación de los derechos de los habitantes de los poblados a inundar hasta argumentaciones basadas en el comportamiento social diciendo que  la presa no solucionaría lo que pretende. Dicha problemática nos plantea una incógnita ¿Se debería continuar con la construcción de la presa hasta finalizar la obra a pesar de el descontento social o se debe de cancelar la construcción de la misma y dejar de atender (por lo menos durante 5 años) las necesidades de abastecimiento de agua de las personas de las ciudades?
Los habitantes antes mencionados se encuentran en desacuerdo con la obra y no quieren dejar sus hogares, los poblados tienen historia en el sitio, el poblado de Temacapulin  tiene vestigios de desde 1321 y gran parte de sus edificios son considerados patrimonio. Este fenómeno de oposición sigue el patrón definido y explicado muy claramente por Cesar Pineda y Mina Navarro  (2009) en su artículo “Luchas socioambientales en América Latina y México: Nuevas subjetividades y radicalidades en movimiento” donde ellos explican:

 El Estado prioriza una racionalidad económica basada en la máxima ganancia y el desarrollo entendido como las condiciones necesarias para la acumulación capitalista. Los movimientos priorizan una racionalidad no económica cuyo eje es la preservación de sus comunidades, culturas y ecosistemas. La tierra, el agua, los bienes comunitarios, la cultura, las tradiciones se presentan como bienes inconmensurables, sobre los cuales los pueblos no están dispuestos a negociar, rechazando contundentemente que éstos tengan precio. La lucha a librar transita entonces entre la vida o la muerte. (p. 97,98)

Ellos explican también que el poder de el Estado suele ser superior y apela a bienestar nacional por que también suele ser abrumador pero ellos indican que eso no debe de ser suficiente para superar a el poder legítimo de las comunidades opositoras que buscan la sustentabilidad.

Es entendible que los habitantes de dichas poblaciones, parcelas y rancherías no quieran dejar sus tierras por el estilo de vida de vida que llevan y el apego a su espacio, además de que a pesar de no existir pruebas fuertes de que así sea, sería entendible también que los afectados desconfiaran de las promesas de indemnización y reubicación por parte de las autoridades así como se entiende el descontento de varias organizaciones con la presa por las realidades mexicanas expuestas por Alfono Iracheta (2010) quien dice:

Muy a menudo encontramos que las acciones urbanas, públicas y privadas, no se coordinan, que se cambian y que son frecuentemente arbitrarias, teniendo al menos dos consecuencias negativas. Por una parte, no resuelven el problema que en sus documentos han formulado y por la otra, sus impactos negativos tienden a ser mayores a los que supusieron los políticos, planificadores y funcionarios.
Un ejemplo claro de esto han sido las interpretaciones del gobierno sobre los problemas ambientales. (p. 512)
La gente es dueña de las tierras en cuestión y privarlas de sus hogares aunque se les proporcionen nuevas viviendas, si es en contra de su voluntad es violar sus derechos. Con palabras muy sencillas y según Kant, como lo explica en su libro “Fundamentación de la Metafísica de las Costumbres”, eso sería utilizar a las personas como un medio y no como un fin, utilizándolas para obtener algo, no respetando así su dignidad (Kant,1785). Por lo que desde esta perspectiva no se debería permitir continuar con la construcción de la presa.
Stuart Mill (Mill,1861,citado en Rachels, 2006) nos dice desde la perspectiva utilitarista que se debe de buscar la mayor cantidad de bien para la mayoría de las personas. Con esta obra, a pesar de estar generándoles conflictos a los habitantes de Temacapulín, Palmarejo y Acasico así como a los dueños de parcelas que serán sumergidas en el embalse, el impacto en abastecimiento de agua afecta a 2.8 millones de personas en más de 14 municipios de los altos, la Zona metropolitana de Guadalajara y la ciudad de León el abastecimiento eléctrico se suministraría a la red nacional afectando a todo el país. Es por esto que la perspectiva utilitarista apoya la construcción d obras de esta naturaleza, apoyando así este proyecto en particular.
Tambien respecto a sustentabilidad se puede decir que el avance que esta obra no sigue varios de los principios éticos básicos para el desarrollo sustentable planteados por Motomura (2002, p. 27 a 35) , quien nos dice que se debe de tener un respeto genuino el cual no se presenta al momento de querer expropiar los terrenos, tampoco sigue la ética de la integración en el tiempo que nos dice que las acciones se deben de considerar con sus impactos futuros y el legado del pasado a afectar, legado que en este caso no esta siendo respetado y eso queda demostrado con el hecho de que se encontraron vestigios arqueológicos en la zona del embalse y aun así se prosiguió con la construcción. A pesar de que la obra buscar ser para el bien común, al no respetar estos principios no se puede considerar una obra sustentable.
En resumen y conclusión la construcción de la presa el Zapotillo, como todo en la vida tiene sus ventajas y desventajas afectando positivamente a unos y negativamente a otros con argumentos fuertes en ambos lados variando desde el derecho al acceso al agua hasta la evidente falta de sustentabilidad del proyecto, lo que hace que la disyuntiva de si se debería de proseguir con la construcción o no sea una difícil de responder. En lo personal, para este caso en concreto, creo que si se debe de proseguir con la construcción por el dinero ya invertido y la latente necesidad de agua para las ciudades así como la demanda nacional de energía. Dicha postura a favor de la construcción no representa una a favor del sistema que la gestionó, creo injusto el ataque a los derechos y la reubicación de los afectados y también califico de ineficiente el manejo, la planeación y la gestión del proyecto por parte de las autoridades. Creo que las obras actuales deben de ser las últimas realizadas de esta forma y que como nación debemos de gestionar un cambio en el que las obras a realizarse formen parte de un proyecto integral a largo plazo (100 años aprox.)  en el que los impactos sean planificados y minimizados, no una respuesta a un problema latente que como país permitimos que se forme y donde la negociación sea real y no impuesta, sin atentar contra la justicia y la dignidad de las personas en ninguna etapa de su realización.


         
 Por Ernesto Cepeda
 

Bibliografía

Immanuel, K. (1785). Fundamentación de la Metafísica de las Costumbres. Digitál: Escuela de Filosofía Universidad ARCIS.
Iracheta, A. (2010). Ciudad Sustentable: crisis y oportunidad en México. Revista del CESLA, 2(13), 503-530.
Mina Lorena Navarro Trujillo, C. E. (2009). Luchas socioambientales en América Latina y México. Nuevas subjetividades y. Bajo el Volcán, 8(14), 81-104.
Motomura, O. (2002). Desarrollo sustentable: principios éticos para. ÉTICA, VIDA, SUSTENTABILIDAD, 27-35.
Rachels, J. (2006). Introducción a la Filosofía Moral. México: Fundo de Cultura Económica.

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