domingo, 4 de septiembre de 2011

Una guerra “silenciosa”, por Izamar Olivas Orduña

Izamar Olivas Orduña 1049415
Ética, Persona y Sociedad
4/09/11


La guerra en contra del narcotráfico está perdida de antemano (Martin, 2011). Es así como muchos de los mexicanos pensamos actualmente por el alto índice de violencia que se presenta alrededor de todo el país, estados como: Chihuahua, Monterrey, Michoacán, Torreón, Veracruz, entre otros, han sufrido una violencia desatada por el enfrentamiento de las organizaciones criminales y hago énfasis en la palabra “sufrido” porque creo que debido a estos enfrentamientos muchas personas inocentes han sido involucradas en los ataques. Antes teníamos la idea de que sólo las personas que estaban dentro de estas organizaciones eran a las que mataban, pero ahora la situación ha ido empeorando y podemos decir que muchas familias de personas inocentes han sido afectadas.

Es posible decir que estamos viviendo una guerra silenciosa porque lo único que hacemos es quejarnos “a voces sordas”, esa guerra en la que sólo los ciudadanos y sicarios somos participes, ésta es una triste realidad que nos agobia día con día. Estamos esperando que llegue alguien y nos apoye, es decir nuestro gobierno, nos gustaría pensar que algún día todo lo que nos prometen se hiciera realidad.
El narcotráfico es una problemática con muchas variables, pero lo más grave es que está afectando directamente a todos los contextos de la sociedad, es decir, el económico, el político y el social. Haciendo hincapié en el ámbito social porque estamos siendo atemorizados por todos los atentados que han pasado en los últimos años, tal y como Meschoulam (2011) menciona a raíz de lo que ha sucedido en México hemos tenido que emplear algún tipo de vocablos utilizados en otros espacios con el objeto de designar algunos de los incidentes que están teniendo lugar cada vez de manera más frecuente en nuestro país, cuando una persona está en el lugar de la balacera, genera un tipo de estrés, ya que su seguridad está siendo expuesta, además de que lo revive en los medios de comunicación. En este caso tenemos que usar un término como cuasi-terrorismo debido a que ignoramos la intencionalidad de este fenómeno (es decir no se tiene planeado el ataque), aunque los síntomas de estrés traumático quedan reflejados en la sociedad.

Podemos mencionar que en este país no existe la justicia y mucho menos la igualdad, ya que nuestro gobierno deja pasar por alto que las empresas extranjeras se instalen en el país, ignorando las leyes y abusando de sus trabajadores. Cada día las necesidades de cada persona aumentan, y esto es porque las empresas abusan de dichas necesidades. Hacen que las personas no tengan esperanzas de superarse, ofreciéndoles un trabajo durante los próximos 35 años, ocho horas diarias en una fábrica para ganar salarios de miseria (Martin, 2011). Esto hace que las personas busquen otras salidas, “más fáciles”. Por eso creo que no es posible abusar de las necesidades básicas de una persona para que otros obtengan beneficios.

Es fácil poder culpar a las personas que involucradas en el crimen cometen actos delincuenciales, pero en un ámbito ético no podemos juzgar a las personas, sólo debemos de juzgar las realidades, menciono esto porque no sabemos qué realidad estaban viviendo y muchas veces solo emitimos prejuicios, sin buscar las profundidades de la situación, debemos de intentar ser un poco mas empáticos.
Sobre la empatía me refiero a que debemos de intentar comprender las diferentes circunstancias que está viviendo cada persona, si logramos entender esto y analizar un poco más las cosas, podemos llegar a un progreso, en vez de sólo estar hablando sin hacer algo al respecto. Progreso significa reemplazar una forma de hacer las cosas por otra mejor (Rachels, 2006: 47-48). Si enfocamos este progreso con nuestras quejas constantes es posible que esas palabras nos lleven a actos que hagan que nuestra sociedad crezca y se una cada vez más, formando una sociedad concientizada de superarse y no sólo conformarse con lo poco que tienen.

Todo esto en conjunto y muchas cosas más, hacen que la situación que vivimos sea alarmante, pero lo más importante es que profundicemos y hagamos algo por nuestro país que nos ha estado esperando desde hace tiempo con la ilusión de ser los agentes de cambio que necesita. El punto es involucrarnos más, educarnos más, informarnos más, para poder visualizar el futuro de un mejor país.




Bibliografía
a) Martin, R. (2011, Enero 20). El narcotráfico y la crisis del capitalismo mexicano. Ediciones Impresas Milenio. Consultado Agosto 29, 2011, de http://impreso.milenio.com/node
b) Meschoulam, M. (2011, Agosto 22). Antena Radio>> Entrevista a Mauricio Meschoulam. Programas IMER. Consultado Agosto 29, 2011, de http://www.blogs.imer.gob.mx/antenaradio/2011/08/22/entrevista-a-mauricio-meschoulam-4/
c) Rachels, J., & Millan, G. (2006). Introducción a la filosofía moral. México, D. F.: Fondo de Cultura Económica, pp. 47-48

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