By Edmundo Hernández Uribe:
¿Cuántas veces me han golpeado por ejercer
mi ciudadanía? Desde “metiche”, “imbécil”,
“desocupado”, ”desobligado” hasta “imbécil”
y “pendejo” son pocos de los
adjetivos que muchos habitantes de mi comunidad me han llamado por señalarles
su falta de ciudadanía al estar estacionados en banquetas, tirar basura en las
calles, pasarse los semáforos en rojo y más situaciones que afectan
negativamente a otras personas y sus
libertades; muchas veces las respuestas son violentas defendiendo su libre
albedrío, a menudo, mencionándolo como justificación, diciendo que “es sólo un
ratito y no afecta a nadie” sin darse, o dándose cuenta de las consecuencias de
sus actos a corto plazo; por ejemplo, si se estacionan en línea amarilla o en
cochera me han dicho que como es sólo un momento y se moverían si es necesario,
me pregunto: ¿Es correcto pensar de ésta manera? ¿Estoy atentando a su libre
albedrío? ¿Atentan a nuestra ciudad y ciudadanía? Si, por el momento, no afecta
y estoy dispuesto a corregir, pero sólo si es necesario, ¿De todos modos es
correcto hacerlo? ¿Es ético?
Espacio creado con la finalidad de publicar las reflexiones y acciones ciudadanas extramuros realizados por el alumnado en la clase: Ética, Persona y Sociedad. Cada alumn@ subirá artículos mensuales y el reporte -con video y fotografías- de las acciones ciudadanas realizadas desde el primer día de inicio de periodo, hasta el día del examen parcial o semestral. Fecha límite para subir post: día y hora del examen correspondiente. Dra. Alicia Ocampo Jiménez (www.generalaequidad.blogspot.com)
martes, 22 de noviembre de 2016
El Desarrollo Gasterópodo del Civismo
Palabras
Clave: Responsabilidad, Ciudadanía, Libertad, Dignidad Humana, Desarrollo
Social Sostenible, Conciencia Moral.
Imaginemos cuántas veces al día, por lo
menos en México, se cometen actos en contra de las leyes y normas marcadas:
incontables. Pensemos en la ciudad y todo lo que ocurre en ella cotidianamente:
la gente se estaciona incorrectamente, conduce a exceso de velocidad, tira
basura en la calle, automovilistas invadiendo espacios de peatones y ciclistas,
insultos entre muchas otras cosas que, algunos ciudadanos cometen y producen
consecuencias para todos. Si las menciono por sí solas, comparándolas con
crímenes como el narcotráfico, por lo menos yo, las percibo como
insignificancias, pero no se trata de su magnitud, sino del hecho de que hay personas
incidiendo con este tipo de conductas “pequeñas y simples” y pueden estar conscientes
de la naturaleza del acto y sus consecuencias o
no estarlo.
¿Qué es la conciencia? Según Peralta-Fabi,
la conciencia, en términos generales, es percatarse de las causas y consecuencias
de cada una de las acciones así como de su existencia (Peralta-Fabi, 2013).
Entonces, si ponemos en escena a una persona que se estacionó en una banqueta,
invadiendo obviamente el espacio de los peatones, se le menciona que comete una
infracción al estar de esa manera y la persona responde con “perdón, es que sólo
es un momento en lo que voy al cajero, es que tengo prisa”. En ésta situación
la persona que fue al cajero, según los pasados términos, está consciente sobre
lo que hace y que es incorrecto, pues no se justifica diciendo que no sabía o
que no era cierta la afirmación, lo hace declarando que como sólo era un
momento junto con su prisa, le fueron motivos suficientes para infraccionar. En
mi experiencia personal, es común encontrarse con actos muy similares, donde se
conoce que se comete un crimen pero eso no cambia que se incida.
Para mí, el problema ético que propongo es
que si conociendo las causas, consecuencias y la naturaleza del acto que se
comete y en caso de que éste atente directa o indirectamente a la dignidad
humana y desarrollo social sustentable, ¿por qué cometerlo? Se conoce como
dignidad humana al hecho de no considerar a la persona como un mero medio, sino
como un ser autónomo y soberano capaz de tomar sus propias decisiones y ejercer
sus libertades, sino que son dignos del respeto (Cortina, 1996); también,
definimos desarrollo social sustentable o sostenible como la satisfacción a
todas las necesidades de la comunidad sin que lleguen a afectar a otras o el
futuro de sí misma (UNESCO, SF). Uno de los objetivos para el buen desarrollo
sostenible es mantener a las ciudades y comunidades inclusivas, seguras y
eficientes en su materia vial (ONU, SF). Cuando la gente tira basura en la
calle, las grandes cantidades de objetos contundentes pueden tapar las
alcantarillas provocando caudales de agua por la vía pública; o cuando alguien
se estaciona en un cajón reservado para personas con discapacidad (refiriéndome
a una persona que no lo necesite) estorba a aquel ciudadano o ciudadana que sí
debería de usar ese lugar; ambos actos, tomando en cuenta las definiciones
anteriores, hacen que la ciudad pueda no ser inclusiva para ninguna clase de
persona, es decir, que nadie sea capaz de usar y disfrutar los espacios públicos.
Después de haber hecho una encuesta rápida
a algunos ciudadanos que encontré mientras caminaba por distintas partes de la
ciudad, les hice dos preguntas: ¿Haz cometido alguno de éstos actos
(estacionarse inadecuadamente, invadir banquetas, etc.)? ¿Por qué crees que tú
y la gente lo hacen?. La mayoría respondió que sí han cometido algo similar
junto con las siguientes tres oraciones: -Estamos en México, “no hay problema”.
-Sólo es por unos momentos/una vez. -Pues porque los demás lo hacen (Encuesta: Ciudad y Yo, Hernández E. 2016). “Toda
asociación cooperativa representa un modelo de organicidad que la diferencia
sustantivamente de otras formas de asociación y que además imprime un perfil identitario común a todas las
cooperativas, delineado fundamentalmente por los llamados principios
cooperativos: asociación abierta y voluntaria; gestión democrática de los
asociados; participación económica igualitaria de los asociados; autonomía e
independencia; educación, entrenamiento e información; cooperación entre cooperativas;
compromiso con la comunidad.” (Altez, Yara. 2008. P 14). En otras palabras,
toda sociedad tiene un modelo el cual sigue diariamente.
Con algunos de los encuetados continué la
conversación, 4 de ellos (una mujer joven, una mujer de edad avanzada, un
hombre maduro y uno adolescente) mencionaron algo que creí muy interesante:
“Como no estamos en E.E.U.U o en Europa, no se penan éstas cosas entonces se
vale”. Si combino ésta declaración y la analizo con lo que comenta Altez
complementando con el experimento del Flores Aguirre que propone que los grupos
sociales pueden mejorar por sí solos y mostrar en los indicadores desarrollo
positivo si se tiene el estímulo adecuado (extrayendo que el grupo seleccionado
con el estímulo tiene mejores resultados en su desarrollo social e individual);
(Flores, CJ. 2016) podríamos concluir que en México la gente no respeta
espacios como banquetas o botes de basura porque no existe un estímulo positivo
o alguna sanción al respecto, por ende la sociedad no podría desarrollarse de
manera positiva.
La reproducción de conductas y rituales conduce
al establecimiento de una cotidianeidad, la cual tiende a ser aspectos de la
vida que formulan el acondicionamiento y/o el reacondicionamiento (LALIVE, C.
2008). Entonces, las conductas que
afectan, en general, a la ciudanía y la sociedad junto con su estructura son
actos cotidianos porque fueron parte de
la historia del día a día de la ciudad, del país; es decir, los ciudadanos y
autoridades permitieron que personas ejerzan sus libertades (aunque éstas
afecten el bien común) a lo largo de la historia, no existen estímulos
negativos (por lo menos no en la gran mayoría de los casos) a aquellos que
atentan y menos positivos (directamente) a quienes sí logran respetar tirar su
colilla de cigarrillo en el bote de basura.
Para mantener una sociedad equilibrada con
enfoque sostenible, se debe de ejercer una forma en la cual todos los
habitantes mantengamos sentidos éticos inspirados por mantener la dignidad
humana en todos los sentidos y situaciones. Según la organización brasileña Ambiente & Sociedade, donde
establece que para que los seres humanos y nuestras sociedades lleguemos a un
estado de conciencia colectiva haciéndose responsables de los actos que se
cometen (Ambiente & Sociedade,
2002). En sí, logrando generar que los habitantes logren responsabilizarse de
lo que hacen día con día, es decir, que sean plenamente conscientes de lo que
provoca echar una botella por la ventana, pasarse un alto o estorbar una
cochera entre muchas otras cosas, según la organización brasileña, se lograría
generar una sociedad sostenible en materia ambiental, cultural, vial, etc. Se
debería de conocer un sentido del deber, de lo que somos responsables y
conscientes. Según Platón, éste sentido los traduzco e interpreto de los
diálogos que sostuvieron Sócrates y Critón, después de varias anécdotas, hablan
sobre la corrupción en el ejercer del hombre; en general, el hecho de tener un
deber con respecto a la sociedad es una característica primaria para pertenecer
a ella, en las acciones uno debe de hacerlas libremente pero sin atentar la estructura,
pues es lo que dicen las leyes y las leyes es un consenso de los hombres de,
por y para la ciudad (Platón, 1973, 17-19).
En conclusión, para mí es muy importante
recalcar la razón sobre el hecho de ser consciente y a parte responsable por
los actos sobre todo si son atentados a otros ciudadanos. No es suficiente ser
consciente, hemos visto que hay personas que pueden mostrarse en sus plenas
facultades y reconocer que lo que hicieron afectó a otros y a final de cuentas
no mostrar responsabilidad. Si no existe la responsabilidad difícilmente se
logrará formar una sociedad sostenible, pues flaquea el sistema de la ética de
la sostenibilidad y por ende, la comunidad mantiene en su cotidianeidad éste
tipo de situaciones, mientras se permita que sucedan. Es por esto que decidí
llamar éste escrito como “El Desarrollo Gasterópodo del Civismo”, porque el
desarrollo cívico en la ciudad en situaciones tan simples pero tan cotidianas
avanza de manera muy lenta o simplemente no avanza. Si pertenecemos a un grupo
y éste está regido por la ética orientada hacia la dignidad humana, por lo
menos seamos plenos, conscientes y ejercer nuestro actuar para no perturbar a
otras personas o ciudadanos. Seamos un poco más efectivos en el desarrollo
social que los caracoles en su caminar, en mi opinión muy personal debemos
indignarnos con nosotros mismos para poder ver y analizar si lo que hago no
está fastidiando al que tengo al lado, en estos momentos, lo que la ciudad
necesita para poder mejorar, son los ciudadanos.
Referencias
Ambiente
& Sociedade. (2002). MANIFIESTO POR
LA VIDA POR UNA ÉTICA PARA LA SUSTENTABILIDAD. Associação Nacional de Pós-Graduação e Pesquisa em Ambiente e Sociedade
Brasil. Recuperado de: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=31713416012
Altez,
Y. (2008). Ética cooperativista y hermenéutica de la vida cotidiana.
Fundamentos teóricos para la reflexión y el análisis. Revista Venezolana de Economía y Ciencias Sociales. 14() 13-29.
Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=17721677002
Cortina,
A. (1996). Ética. La vida moral y la reflexión ética. Madrid: Santillana.
Flores
Aguirre, C J; Mateos Morfín, L R; (2016). Contribución de modelos animales para
el estudio de desórdenes del comportamiento humano. PSIENCIA. Revista Latinoamericana de Ciencia Psicológica. 8() 1-24.
Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=333147069005
Hernández,
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Lalive
D'Epinay, C. (2008). La vida cotidiana: Construcción de un concepto sociológico
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Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=90215158002
Peralta-Fabi,
Ramón; (2013). ¿Es la consciencia un tema de ciencia?. Ciencia Ergo Sum, Noviembre-Febrero. 247-250. Recuperado de:
http://www.redalyc.org/comocitar.oa?id=10428759010
Platón.
(1973). Diálogos. México: Editorial
Porrúa S.A. Pp 21-29.
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(SF). Ciudades Sostenibles: Por Qué son Importantes. Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
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UNESCO.
(SF). Educación para el Desarrollo Sostenible. Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura. Recuperado de: http://es.unesco.org/themes/educacion-desarrollo-sostenible
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