lunes, 5 de septiembre de 2011

¡Ánimo México!

Francisco Martell
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Es común quejarse de los problemas que acontecen al país, de mantener una actitud pesimista del problema de inseguridad que se vive actualmente, de la manera en que a la sociedad se nos ha impuesto a vivir. ¿Acaso está en nuestras manos el poder cambiar algo? Mi opinión es sí. Podemos seguir echándole la culpa a la estrategia mal empleada del Gobierno Federal al momento de declararle la guerra a una organización con recursos económicos incalculables y capital humano reclutado de áreas marginadas, que no alcanzan a comprender el peligro y el daño que nos hacen y que eventualmente son los que hallamos diariamente muertos, muchas veces sin que los reconozcan sus familiares o simplemente en la lista interminable de desaparecidos.
Hemos llegado a un punto en el que no hay retroceso en la guerra contra el narco en el que debemos de extremar precauciones y estar conscientes de que nos tocó vivir en una época en el que el respeto por la vida se ha perdido debido al deterioro de los valores y un sistema judicial incompetente en el que se descuida la integridad de la fuerzas policiales con sueldos bajos, insultos y una percepción moral y deteriorada de la policía.
Actualmente se ha designado una gran parte del presupuesto a materia de seguridad, a capacitar a los elementos y a tratar de depurar a las corporaciones principalmente a nivel estatal y municipal. Los defensores de la ley lamentablemente están en desventaja, ¿Cómo es posible que un elemento que gana 5000 pesos mensuales y lo equipan con un uniforme solamente, con vehículos deplorables y con armas y cartuchos limitados enfrentarse a un comando armado de 20? ¿O simplemente darle una vida digna a su familia? Estoy firmemente convencido de que la guerra costará mucho, vidas de hombres cabales y comprometidos con la seguridad, que dejarán un vacío irrecuperable en sus familias pero que contribuyeron eficazmente y que su eco resonará en las acciones de sus compañeros. A nivel Federal la PFP ha tenido un crecimiento exponencial, se ha aumentado su población en aproximadamente un 85% desde 2008. Se ha profesionalizado y se ha ganado la confianza de la población, ha tenido un gran avance en inteligencia, con la cual ha podido realizar importantes detenciones.
El punto aquí es que como sociedad debemos realizar actividades que estén a nuestro alcance, una de las opciones es la denuncia anónima, a la cual a lo largo del sexenio se le está dando la seriedad y el profesionalismo que se merece.
Lamentablemente somos vecinos del mayor comprador de droga y distribuidor de armas del planeta. El 50% de los estadounidenses son o fueron consumidores de estupefacientes y 4 de cada 5 armas incautadas en México, provienen del país vecino.
Es indispensable que Estados Unidos se involucre de una manera determinante en la lucha contra el narcotráfico, ya que ellos tienen una responsabilidad enorme en la situación actual del país. Necesitamos también que el congreso se ponga de acuerdo, que se quiten los tintes partidistas que tanto merman el avance del país.
Nosotros tenemos el derecho de exigir seguridad, de vivir tranquilos, de pasear por la calle sin temor, de salir a trabajar enérgico y no con el temor de que no puedas regresar, de poder mirar a otro y que se te regrese una sonrisa, no una actitud desafiante y prepotente. Es por eso que los mexicanos debemos de estar unidos, apoyarnos porque son estos momentos de fragilidad los que nos harán fuertes. Recordar que por lejos que parezca, el momento más oscuro del día es cuando está a punto de amanecer. ¡Viva México!

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