“Son presuntos delincuentes del fuero federal aquellos cuyos delitos corresponden a la jurisdicción federal y, del fuero común aquellos cuyos delitos son del ámbito local. En el 2003, las estadísticas judiciales en materia penal muestran que 40 de cada 100 presuntos delincuentes del fuero federal y 51 de cada 100 presuntos delincuentes del fuero común son jóvenes. Esta proporción se mantiene en el caso de los presuntos delincuentes varones, mientras que entre las presuntas delincuentes 35 y 40 de cada 100, respectivamente, tienen entre 18 y 29 años” (INEGI, 2011)
En los últimos meses en la República Mexicana, se han escuchado sobre adolescentes asesinos, dos de los más recientes son el caso del “Ponchis”, el niño sicario que asesino a 14 personas o los dos jóvenes de Mexicali que mataron a otro, en un ataque de celos; niños que roban o son narcotraficantes, adolescentes que trabajan como sicarios, niños violadores. Aunque en el Código Penal Federal se establecen penas para todo este tipo de delitos, a los adolescentes se les castiga de acuerdo a la Ley de Justicia Integral para Adolecentes, que varía en cada estado.
Estos casos de jóvenes delincuentes se han vuelto más comunes, por lo que algunas personas se preguntan ¿qué nos asegura que cuando recobren su libertad estarán arrepentidos y listos para integrarse en su comunidad?, ¿se habrá logrado el objetivo de ayudarlos a ser mejores, o habrán aprendido algún otro tipo de delitos? También podríamos preguntarnos ¿cuándo salgan libres la gente hará justicia por propia mano? , las respuestas a estas preguntas es solo cuestión de tiempo.
Si bien se cumple con lo que manda la Ley de Justicia Integral para los Adolescentes al darles derecho de reintegrarse a la sociedad y que puedan hacer una nueva vida, además de darles una rehabilitación y las condiciones necesarias para su desarrollo social, personal y moral. Pero no es ético matar intencionalmente a otras personas bajo ninguna circunstancia. Al matar a una persona se está violando la razón primordial de los “Derechos Humanos”, el principio de la vida. En el delito de la violación se atenta contra el derecho de integridad de las personas, la libertad de decidir cuándo y con quien tener relaciones. Los narcotraficantes atentan contra el derecho a la salud, además que no es ético ganar dinero de forma ilícita.
En México no se han desarrollado buenas estrategias y programas para la rehabilitación de los jóvenes infractores, es decir nadie nos asegura que en los programas a los que son sometidos cuando son encontrados culpables sean eficientes y que les permita a los jóvenes integrarse a una sociedad donde serán tachados toda la vida de “asesinos”, “rateros”, “violadores” o “narcotraficantes”. Los “tutelares”, centros donde se encuentran los delincuentes deben darles las bases para que sean unas mejores personas y aprendan a ganarse la vida de una manera lícita, dándoles capacitación para que aprendan trabajos básicos.
Pero ¿será acaso que los programas y terapias que se les dan, sirvan para evitar la incidencia de los jóvenes delincuentes? ya que las cifras de delincuencia en México van en aumento. Como sociedad debemos exigir un cambio en los centros de rehabilitación, en las actividades formativas, pero sobre los padres deben darles un buen ejemplo y estar presentes en la formación de los hijos, enseñándoles los valores de la honestidad, tolerancia, a respetar el derecho a la vida, enseñarles a ganarse a la vida de una manera honrada y el amor propio. Eduquemos a nuestros niños hoy, para no arrepentirnos mañana.
Gabriela Sarahi Gonzalez Gonzalez
Bibliografía:
“ESTADÍSTICAS A PROPÓSITO DEL DÍA INTERNACIONAL DE LA JUVENTUD". (12 Agosto 2005). INEGI. Consultado el 30 Agosto, 2011, desde www.inegi.gob.mx/inegi/
En los últimos meses en la República Mexicana, se han escuchado sobre adolescentes asesinos, dos de los más recientes son el caso del “Ponchis”, el niño sicario que asesino a 14 personas o los dos jóvenes de Mexicali que mataron a otro, en un ataque de celos; niños que roban o son narcotraficantes, adolescentes que trabajan como sicarios, niños violadores. Aunque en el Código Penal Federal se establecen penas para todo este tipo de delitos, a los adolescentes se les castiga de acuerdo a la Ley de Justicia Integral para Adolecentes, que varía en cada estado.
Estos casos de jóvenes delincuentes se han vuelto más comunes, por lo que algunas personas se preguntan ¿qué nos asegura que cuando recobren su libertad estarán arrepentidos y listos para integrarse en su comunidad?, ¿se habrá logrado el objetivo de ayudarlos a ser mejores, o habrán aprendido algún otro tipo de delitos? También podríamos preguntarnos ¿cuándo salgan libres la gente hará justicia por propia mano? , las respuestas a estas preguntas es solo cuestión de tiempo.
Si bien se cumple con lo que manda la Ley de Justicia Integral para los Adolescentes al darles derecho de reintegrarse a la sociedad y que puedan hacer una nueva vida, además de darles una rehabilitación y las condiciones necesarias para su desarrollo social, personal y moral. Pero no es ético matar intencionalmente a otras personas bajo ninguna circunstancia. Al matar a una persona se está violando la razón primordial de los “Derechos Humanos”, el principio de la vida. En el delito de la violación se atenta contra el derecho de integridad de las personas, la libertad de decidir cuándo y con quien tener relaciones. Los narcotraficantes atentan contra el derecho a la salud, además que no es ético ganar dinero de forma ilícita.
En México no se han desarrollado buenas estrategias y programas para la rehabilitación de los jóvenes infractores, es decir nadie nos asegura que en los programas a los que son sometidos cuando son encontrados culpables sean eficientes y que les permita a los jóvenes integrarse a una sociedad donde serán tachados toda la vida de “asesinos”, “rateros”, “violadores” o “narcotraficantes”. Los “tutelares”, centros donde se encuentran los delincuentes deben darles las bases para que sean unas mejores personas y aprendan a ganarse la vida de una manera lícita, dándoles capacitación para que aprendan trabajos básicos.
Pero ¿será acaso que los programas y terapias que se les dan, sirvan para evitar la incidencia de los jóvenes delincuentes? ya que las cifras de delincuencia en México van en aumento. Como sociedad debemos exigir un cambio en los centros de rehabilitación, en las actividades formativas, pero sobre los padres deben darles un buen ejemplo y estar presentes en la formación de los hijos, enseñándoles los valores de la honestidad, tolerancia, a respetar el derecho a la vida, enseñarles a ganarse a la vida de una manera honrada y el amor propio. Eduquemos a nuestros niños hoy, para no arrepentirnos mañana.
Gabriela Sarahi Gonzalez Gonzalez
Bibliografía:
“ESTADÍSTICAS A PROPÓSITO DEL DÍA INTERNACIONAL DE LA JUVENTUD". (12 Agosto 2005). INEGI. Consultado el 30 Agosto, 2011, desde www.inegi.gob.mx/inegi/
exelente articulo! e cierto es una problematica que nos aqueja a la sociedad! y lo peor estar con la duda de que si ese niño sale que va ser d el! espero y leaan este blog! y comneten!
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