lunes, 5 de septiembre de 2011

Bioética: Eutanasia, por Diego Alonso Novoa

Bioética, puede definirse según la Real Academia Española como Aplicación de la ética a las ciencias de la vida. El término “bioética” fue utilizado por primera vez por V. R. Potter en 1970 -"Bioethics: The science of survival”, eludiendo los problemas que el desarrollo de la tecnología plantea a un mundo en plena crisis de valores, ya que el enorme desarrollo tecnológico actual otorga al hombre el poder de manipular la intimidad del ser humano y alterar su medio ambiente, De esta manera surge la bioética, como el intento de unir la ciencia con las humanidades.

Ahora bien, vivir y morir no son siempre conceptos antagónicos, sino que ambos se integran. Morir se considera como un proceso que ocurre con el paso del tiempo en nuestro ser, es por esta misma razón que los conceptos se integran. La medicina y tecnología siempre ha tratado de alargar la vida del hombre, alejando el acto de morir lo más posible, mediante el desarrollo de tecnología y técnicas de reanimación manteniendo así vivos a los pacientes por tiempo indeterminado. Actualmente ya no se busca sólo prolongar la vida, sino que se habla de vida útil, de vida humana, lo que se intenta es dar calidad de vida a los años prolongados, por lo que se toma en cuenta distintos aspectos característicos de un ser humano, tales como el físico, psicológico, moral y espiritual.

En los momentos terminales de una persona es decir a punto de morir se debe considerar la participación de los pacientes siendo tratados como sujetos morales autónomos, libres, y responsables de sus actos. Si bien dentro de los principios básicos de la bioética se encuentra el de “autonomía” en donde surge el problema ético: por un lado los individuos deberán ser tratados como seres autónomos y por el otro los pacientes cuya autonomía se encuentra disminuida deberán ser objeto de protección.

Primero que nada, el origen etimológico del término “autonomía”, proviene del griego autos: uno mismo y monos: regla, gobierno propio o autodeterminación; es pues la condición del agente moral (racional y libre) que genera el principio de respeto por la autonomía de las personas, e implica un derecho de no-interferencia y una correlativa obligación de no coartar las acciones autónomas.

De manera que el paciente tiene el derecho a decidir libremente, de acuerdo a sus valores, creencias o idiosincrasia, los problemas o la solución de los problemas de salud.

Pero que pasa cuando un paciente terminal, en buenas condiciones mentales, puede lícitamente rehusar un tratamiento inútil, las personas responsables de un paciente inepto mentalmente deben poseer tal derecho?. En el caso de menores de edad, la práctica reconoce el derecho de los padres a rehusar un tratamiento inútil. Sin embargo se han dado un buen número de casos en los que el hospital ha rechazado la decisión de los padres y ha recurrido a los jueces para obtener la autorización.

Los dilemas bioéticos pueden llevar a caminos sin salida que plantea la toma de decisiones acerca del final de la vida, tanto para el paciente y su familia como para el médico, se debe destacar la importancia de no caer en generalizaciones y de estudiar y valorar cada caso individual, con sus circunstancias vitales, historia particular y tipo de enfermedad. Así pues las decisiones pocas veces son radicales, por lo general se extiende en un gran numero de variables, y es necesario para decidir, inteligencia , conocimiento, empatía y respeto por la dignidad humana y por la autonomía del enfermo y del médico.

Bibliografía:

[1]Reijtman, C. E. (n.d.). Eutanasia:"Frente a Frente con la muerte"". Eutanasia. Retrieved September 6, 2011, from http://www.muerte.bioetica.org/

[2]¿Qué es la bioética?. (n.d.).Bioética. Retrieved September 6, 2011, from http://www.aceb.org/bioet.htm


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