Claudio Cázares Reyes
claudiocazares31@gmail.com
Abstract:
La problemática ética que se analizará en este
ensayo es el cambio climático y los peligros que corre el planeta, a causa
de los daños que nosotros los humanos ocasionamos con el uso de recursos
fósiles, que producen gases de efecto invernadero, y toda la contaminación que
producimos, por la falta de educación y consciencia con respecto al tema del
medio ambiente. La corriente ética con la que más se identifica este ensayo es
la dialógica, porque es necesario llegar a crear soluciones por medio del
diálogo, las ideas y opiniones de todos, al igual que debe de haber personas o
acciones que sean modelos a seguir para crear un cambio.
Keywords: Cambio climático, dignidad humana, diálogo, tolerancia.
El medio ambiente a través de la ética
Los sistemas de producción de energía con
petróleo y otros recursos fósiles son altamente contaminantes para el medio
ambiente y abundan en todo el mundo, mientras más tiempo pasa más contaminación
se produce, los carros, fábricas y cualquier otra cosa que utilice combustibles
fósiles, son factores contaminantes. Los gases de efecto invernadero son
consecuencia de esto y son los que causan el calentamiento global, según el
informe AR4, los cambios que se vienen produciendo en el planeta durante los
últimos 100 años son: Aumento de la temperatura terrestre de 0.74ºC, y en el
Ártico el doble de la media global, el hielo del Ártico decreció 3% por década,
mientras que las cubiertas de hielo de Groenlandia y Antártida contribuyeron al
aumento del nivel del mar de 0.41 milímetros por año durante 1993-2003; aumento
significativo de la sequía en el Sahel, Mediterráneo, sur de África, partes del
sur de Asia y, en general, en los trópicos y subtrópicos; incremento de
precipitaciones en las zonas orientales del norte y sur de América, norte de
Europa, norte y centro de Asia; incremento en frecuencia e intensidad de los
eventos climáticos extremos, incluyendo inundaciones, olas de calor o ciclones
tropicales (Instituto Politécnico Nacional, 2007, p. 54). Si los polos se continúan derritiendo a este
ritmo países como Holanda, que se encuentran bajo el nivel del mar, y varias
ciudades del mundo quedarían completamente devastadas y bajo el mar.
El cambio climático
también puede traer consigo consecuencias graves a varias zonas de México por
su ubicación geográfica, ya que sus condiciones climáticas y orográficas
contribuyen a que su territorio esté expuesto a sucesos hidrometeorológicos
extremos con efectos graves, principalmente, en las zonas costeras, áreas
inundables y laderas de montaña. Además, las expectativas son de que el cambio
climático propiciará la disminución en la humedad de los suelos, lo que, a su
vez, conducirá a una intensificación de los procesos de desertificación y
degradación de los mismos, con el consecuente descenso en la productividad
agrícola. (Martínez, 2015, p.4)
Es evidente que el
clima y la diversidad biológica, el agua, los ecosistemas, o sea todo, está
fuertemente amenazado por nosotros, el ser humano, y nos corresponde encontrar
una rápida y loable solución, tal como menciona Hernández (2008, p.70) “los
vaivenes climáticos amenazan el futuro del planeta, solo es posible enfrentar
los retos y los peligros que se nos avecinan, derivados de las agresiones
constantes al medio ambiente, con una posición ética que salve a la especie
humana de su autodestrucción”.
El tema del cambio
climático es relevante para la dignidad humana porque todos, al igual que las
generaciones que apenas van naciendo, tenemos el derecho a tener una vida de
calidad y el derecho a un mundo que sea mejor cada vez. Según Rachels la
dignidad es un valor intrínseco que los humanos poseemos porque somos agentes
racionales y deberíamos salir beneficiados en lugar de salir perjudicados, ya
que los seres racionales deben ser estimados como fines y no como medios
(Rachels, 2006, pp. 205-208). Es por eso que, al no cuidar el medio ambiente,
no estamos respetando nuestros propios derechos y por ende nuestra dignidad, ya
que de esta manera solo perjudicamos nuestras vidas.
Para llegar a las
soluciones, debemos de aplicar los principios de la teoría dialógica que dice
que las personas no llegamos a la conclusión de que una norma es ley moral o es
correcta individualmente, sino a través del diálogo con los demás (Cortina,
1996). El cambio climático no es un fenómeno que sea ajeno al diario vivir de
cada persona, es por eso que debemos actuar en conjunto como sociedad para
crear soluciones y evitar catástrofes. Como lo proponen Feldmann y Furriela
(2006, citado en Corpas, 2008, p.11), “los desafíos planteados por el cambio
climático se expresan esencialmente en el ámbito de la ciudadanía, lo que
supone la decisión de generar nuevas formas de diálogo, de circulación de la
información, de educación y de democratización en la toma de decisiones”. A
estos cambios habría que agregar los cambios en el comportamiento de cada uno
de nosotros para tener una actitud ética más explícita asociada al principio de
no causar daño. Estos cambios a nivel individual, como separar la basura,
mantener las calles limpias, reducir la emisión de CO2, etc., son tal vez igual
de importantes a las transformaciones institucionales y políticas en la esfera
nacional e internacional, y tienen el potencial de empezar a generar cambios
mucho antes de que las negociaciones políticas entre distintos actores y grupos
económicos logren un acuerdo (Corpas, 2008, p.11).
Debemos reducir el uso de los recursos fósiles y
buscar alternativas que no dañen ni afecten tanto al medio ambiente. Así pues,
la actitud de la tolerancia, podría caracterizarse, como una disposición humana
de aceptar creencias, pensamientos, acciones y conductas, que, aunque no
compartidas por uno mismo, o con las que no se identifica, se tiene no obstante
la intención de encontrar puntos de unión que faciliten y hagan posible una
pacífica convivencia entre la pluralidad y diversidad de personalidades humanas
(Gil, 1989). Es decir, aceptar un hábito sustentable en nuestra forma de vivir
y cambiar los procesos de las fábricas y empresas, siendo así, tolerantes a
estos cambios.
El petróleo es el principal combustible en
todo el mundo, pero desde el 2010 su proporción entre los distintos recursos
energéticos existentes ha estado disminuyendo y en el 2014 llegó a estar a
menos del 33 %. Se ha calculado que, si se mantiene el volumen actual de
producción, las reservas mundiales de petróleo se agotarán en 53 años y las de
gas en 55 años (Kuchman, 2014), lo que llevaría a un cambio en la economía
mundial y alternativas para producir energía, por ejemplo, las energías verdes.
La energía verde o energía limpia, es
un sistema de producción de energía con
exclusión de cualquier contaminación o la gestión mediante la que nos
deshacemos de todos los residuos peligrosos para nuestro planeta. Las energías
verdes son, entonces, aquellas que no generan residuos. Las fuentes de energía verde más comunes son la energía geotérmica, la energía eólica,
la energía hidroeléctrica y la energía solar (Erenovable, 2016). Al hacer uso
de estos sistemas ayudamos a mejorar el medio ambiente. Hoy en día, existen
casas autosustentables que, por medio del uso de sistemas de energía verde,
generan su propia energía para varios años.
En Estados Unidos las
energías verdes están comenzando a tener un costo competitivo comparado con la
energía generada por combustibles fósiles, incluso sin subsidios. Los costos se
han visto reducidos y la eficiencia de los paneles solares y las turbinas
eólicas han aumentado hasta un punto en que hay áreas con vientos fuertes y luz
solar donde se puede suministrar energía más barata que las plantas de
combustibles fósiles (Crooks, 2014).
En México, también están comenzando a aparecer
este tipo de sistemas en los hogares e industrias, pero a una menor escala, de
acuerdo a la explicación del presidente de la Asociación Nacional de Energía
Solar, Álvaro Lentz Herrera (2014), “la inversión para la instalación de
paneles solares en una casa habitación va de 40 mil a 100 mil pesos,
dependiendo de la necesidad de generación que le permita a los usuarios
reducir”, es por eso que por el momento van enfocados principalmente a clientes
con un nivel socioeconómico medio y alto y también a las industrias, sin
embargo, para aquellos que hacen uso de estos sistemas pueden alcanzar su
retorno de inversión en un máximo de cinco años. Como parte de las políticas
para incentivar el uso de energías renovables, el gobierno federal y el del
Distrito Federal mantienen una serie de beneficios fiscales para las personas
físicas y morales que instalen paneles solares o calentadores solares de agua,
por ejemplo, sus impuestos pueden verse reducidos un 100 por ciento y la
energía generada y no consumida puede ser acumulada por la CFE y entregada en
otros periodos (González, 2014).
Conclusión:
En muchos países la adopción de decisiones tiende
a separar los factores económicos, sociales y ambientales. Los países no pueden
ya permitirse la adopción de decisiones dejando de lado las cuestiones
ambientales y de desarrollo; acaso sea necesaria una remodelación fundamental
del proceso de planificación. (Agenda 21, Capitulo 8). La sostenibilidad
comprende de tres componentes que son: medioambiental, económico y social, debemos
cambiar esa mentalidad consumista que tenemos como sociedad y comenzar a
implementar normas con la finalidad de lograr mantener un equilibrio entre
economía y medio ambiente para así mejorar la sustentabilidad. Existe ya un
programa de Objetivos de Desarrollo Sostenible, cuyo fin es culminar la
erradicación de la extrema pobreza y el subdesarrollo, asentar procesos
incluyentes y equilibrados de las clases medias y asegurar un futuro sostenible
en el que los recursos naturales limitados sean tomados en consideración para
garantizar el bienestar de todos los habitantes del Planeta (Ethic, 2011).
Sumando a esto nuestra participación individual, por ejemplo, usar menos el
carro, reciclar, plantar árboles, etc., podremos mejorar el medio ambiente y preservar
el planeta.
Referencias
Básicas:
Cortina, A. Ética. La
vida moral y la reflexión ética. (1996). Santillana, Madrid. 1996.
Gil, R. Valores humanos y
desarrollo personal. (1999). Escuela Española. 1999.
Guhl Corpas, A; (2008).
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Bioética, 8() 20-29. Recuperado de
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=127012550003
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(2008). POR UNA POSICIÓN ÉTICA DE LA COMUNIDAD INTERNACIONAL ANTE LOS PELIGROS
DEL CAMBIO CLIMÁTICO. Ciencia en su PC, () 64-71. Recuperado
de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=181317862006
Instituto Politécnico Nacional. (2007). Cambio
climático: Luz roja. Innovación educativa volumen 7. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=179420820005
Zamora Martínez, M C;
(2015). Cambio Climático. Revista Mexicana de Ciencias Forestales, 6()
Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=63443619001
Complementarias:
Crooks, E. (2014).
Energía verde compite con los costos del gas. Milenio, p. A3
Erenovable, Energías
limpias. (2016). ¿Qué es la energía
limpia? Recuperado de http://erenovable.com/energias-limpias/
Ethic.
(2011). Objetivos de Desarrollo Sostenible. Recuperado de http://ethic.es/2015/09/objetivos-de-desarrollo-sostenible-una-nueva-epoca/
González, N. (12 de enero
de 2014). Energía solar se abre paso. Excélsior.
Recuperado de http://www.excelsior.com.mx/nacional/2014/01/12/937843#view-2
Kuchma, A. (19 de junio
de 2014). El petróleo se agotará dentro de 53 años. Russia Beyond The Headlines. Recuperado de http://es.rbth.com/cultura/technologias/2014/06/19/el_petroleo_se_agotara_dentro_de_53_anos_41037
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(2015). Agenda 21. Recuperado de http://www.un.org/spanish/esa/sustdev/agenda21/agenda21toc.htm
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