Alan Rivas Pérez
@Alan_38_96
Introducción
En el presente
ensayo se hablará acerca de las problemáticas éticas y sociales que puede
provocar una manipulación genética en los alimentos que consumimos todos los
días, incluyendo sus riesgos, sus beneficios, riesgos tanto ecológicos como
biológicos y hasta las posturas de las grandes empresas que apoyan este tipo de
prácticas que ahora son esenciales para ellas, junto con su impacto directo con
el consumidor. Se busca exponer las implicaciones éticas y sociales que puede
traer esta práctica científica. La importancia de utilizar las herramientas
tecnológicas actuales como instrumento de cambio para el bienestar de la
sociedad en general, y el conflicto que siempre ha existido entre el hombre
sobre la ambición de poder o simplemente la falta de juicio moral.
Es importante
saber un poco acerca del tema, antes de comenzar. La manipulación genética es
un campo de la biología que comprende la herencia biológica de los genes formados
principalmente por ADN y ARN. La práctica de la manipulación genética consiste
en modificar la información de los genes, que va enlazado con la disciplina de
la biotecnología. Dentro de la manipulación, quedan incluidas todo tipo de
técnicas artificiales que transforman o alteran a un gen.
Los transgénicos
son manipulaciones genéticas en los seres mediante ingeniería biogenética que
consiste en introducir genes para adquirir un organismo con características
deseadas. De acuerdo a Greenpeace, un
transgénico “es un ser vivo creado artificialmente con una técnica que permite
insertar a una planta o a un animal genes de virus, bacterias, vegetales,
animales e incluso de humanos”. De este modo, las plantas transgénicas pueden
resistir plagas, sequías y herbicidas.
Palabras clave:
Transgénicos, agro tóxicos, manipulación, responsabilidad medioambiental,
ecología, bienestar imparcial, tecnología.
Transgénicos: Solución aparente, riesgo
latente
La manipulación
genética es un tema relevante para la dignidad humana puesto que existen varias
prácticas que pueden atentar contra esta y peor aún, contra la vida de la
persona o ser vivo. Es importante estar conscientes de lo que implica ya que
muchas veces estos nuevos inventos tecnológicos que parecen ser buenos
superficialmente, pueden afectar al ser humano sin que este individuo se dé
cuenta. “A menos que no tengamos el
coraje de respaldar completamente el significado humano total de
nuestras nuevas empresas sobre tecnología e ingeniería biogenética, estaremos
condenados a volvernos sus criaturas o peor, sus esclavos... No es muy tarde
para darnos cuenta de los peligros, no solo para nuestra privacidad o
seguridad, sino a nuestra propia humanidad. Será mejor que seamos capaces de
defender cada vez más los principios de nuestra dignidad humana, aun cuando
continuemos cosechando los considerables beneficios que la tecnología genética
proveerá inevitablemente” (Kass,
1999, 54)
Los transgénicos
desde los años 80`s principalmente fueron creados para satisfacer las
necesidades de las personas, a causa de la sobrepoblación a la que nos estamos
enfrentando. Es aquí donde surgió el auge de la manipulación de los alimentos
hasta llegar a los años 2000, convirtiéndolo en algo común. “La biotecnología
ha sido utilizada en las industrias alimenticias por cientos de años para producir,
ingredientes alimenticios y aditivos tradicionales, como no
tradicionales.” (Chamas, 2000, 149).
Pero existe una controversia totalmente distinta, que puede tener mutaciones y
consecuentes en el desarrollo humano por consumirlo.
Para tener un panorama
actual de la situación, existen empresas líderes como Bayer, el cual es una de
las más poderosas en cuanto a la venta de productos transgénicos y ahora le
pertenece a Monsanto, la cual es una empresa multinacional estadounidense
cotizada en bolsa productora de agroquímicos y biotecnología. “Con esta
transacción se crea la mayor compañía de semillas y fertilizantes del mundo.”
(El Universal, 2016). Juntas controlan el 90% del mercado a nivel mundial. En
estos últimos años se ha generado un nuevo monopolio, sometiendo a los
agricultores a evitar seguir reproduciendo su propia cosecha y a comprar las
semillas de una sola compañía que no utiliza productos libres de transgénicos.
Podemos notar que, en el trasfondo de las grandes empresas agrónomas, no hay respeto
por la dignidad humana. Por el lado de los derechos humanos se relaciona
directamente, ya que se está atentando contra lo más importante del ser humano,
su dignidad. Este valor supremo que sobre todos los valores, no debe ser
violada bajo ninguna circunstancia. Por otro lado, según la postura kantiana,
puesto que, si la manipulación de las personas es para la conveniencia de otra,
se está utilizando a la persona como mero medio y no como un fin último.
Lo que ha ocurrido en el tiempo es que los agricultores
y granjeros se están quedando sin producto puesto que es una desventaja enorme
el no tener un producción masiva y casi perfecta. Una característica muy
interesante sobre los cultivos transgénicos es que estas ya no producen
semillas, es decir, que el productor está destinado a comprarle más semillas a
su proveedor. Otra característica es que estos al dejar su polen en otra planta
orgánica, automáticamente está condenada a convertirse de igual manera en una
planta transgénica, como si fuera una infección sumamente contagiosa. Pongamos
un ejemplo de ello: Si un granjero o agricultor tiene su producto totalmente
libre de transgénicos pero sus vecinos tienen tierras llenas de plantas
alteradas, estas al pasar el aire, abejas o cualquier otro medio y tocan a las
plantas 100% orgánicas, se contagian de estas características de las plantas
manipuladas genéticamente y, por ende, el productor termina sembrando también
sin que se dé cuenta productos no orgánicos. Existen casos en los que la
competencia tiene conocimiento de esto y lo utiliza para realizar actos
anticompetitivos, erradicar a su competencia o para demandarlo de no producir
lo que el prometía estar vendiendo. A esto se le conoce como piratería
biológica.
La piratería
biológica, es una práctica moderna utilizada por las empresas agroquímicas que
se hace generalmente para obtener más beneficios de lugares pobres y en
subdesarrollo. Este tipo de piratería consiste en contagiar la cosecha de los
productores. Esta actividad es inaceptable, a causa de que muchas personas como
los indígenas son sumamente expuestas a estas prácticas ilegales, además de que
se busca únicamente un bien imparcial de parte de las empresas, aprovecharse de
la ignorancia. Desde un punto de vista utilitarista, la empresa dice estar
haciendo un bien por el hecho de ayudar a producir alimento, ya que no es
posible alimentar a la humanidad entera sin ayuda de transgénicos, pero, por
otra mano, ¿Se está dando un beneficio más grande al mayor número de personas?
La empresa puede usar esta realidad para obtener más ganancias económicas,
convirtiendo todas las plantas en organismos contaminados por manipulaciones
genéticas, porque con este supuesto, la empresa obtendría una demanda donde el
consumidor no tiene alternativa más que a comprar siempre el mismo producto.
Pero, ¿Realmente
este es el fin que tiene la práctica científica de los Organismos Genéticamente
Modificados? Hay muchas cuestiones que nos hacen dudar si realmente el avance
de la ciencia se está realizando para ayudar al ser humano. Siempre ha existido
el incentivo comercial y poco a poco se le está dando una importancia menor a
las personas y la sustentabilidad ambiental, así como en la agronomía y
ganadería. Y esto es una realidad que se hace sin el sentir de las personas.
¿Qué tanto valor le podemos dar a estos avances tecnológicos a cambio de
afectar el equilibrio natural del planeta? Se afectan tanto a las plantas como
a cualquier otro ser vivo, la ecología deja de ser la misma.
En cuanto a la
ecología, debe de existir una obligación a nivel mundial para conservar,
proteger, restablecer la salud y la integridad del ecosistema de la Tierra,
debido a su distinta contribución al deterioro extremo del medio ambiente en la
que estamos viviendo. Promover una cultura ambiental desde la educación básica,
donde provoque un determinante en la sociedad para el bien común.
Existe mucha
polémica sobre este tema, sin embargo, gran cantidad de la población tiene poco
conocimiento acerca de los transgénicos. Para algunos, la modificación genética
es inmoral en sí misma, por el simple hecho de afectar al valor intrínseco de
los seres vivos. En esta polémica intervienen creencias y temas de
cuestionamiento, como el papel de Dios y la sacralidad de la naturaleza,
dándose también luchas de poder, al aceptar ser propietario de formas de vida
mediante patentes.
Hoy en día, se
está tomando una dieta a la que le dicen estar “completa”, pero en realidad es
que existe una tendencia a cultivar pocas especies, que son las que invaden el
mercado; y así es como, nueve especies constituyen el 75% de los alimentos
agrícolas en el mundo, y tres especies el 56% de los alimentos de la dieta
mundial. (Rodríguez, 2013, 6)
Es importante
resaltar que otros miembros de la sociedad como los nativos o indígenas también
se pueden ver amenazados por estas prácticas, al cambiar su producto por uno
transgénico o al ser infectado por otra planta, no podrán cultivar más puesto
que su cosecha no saldrá con más semillas fértiles, lo cual les ocasionaría una
problemática seria en cuanto a su economía de bolsillo. El bienestar imparcial
de la sociedad excluye a este grupo de personas, provoca que aumente la
desigualdad dentro del país. Solo los ricos podrían adquirir estos productos de
la manipulación genética debido a su alto poder adquisitivo, volviendo más
complicada la alimentación adecuada de las personas con bajos recursos. Por
otra parte, también cabe destacar que, desde un aspecto macroeconómico, los
países con bajo desarrollo económico y baja infraestructura están en desventaja
en cuanto a las patentes de plantas, sería muy difícil encontrar una forma de
hacerlo, debido a las presiones financieras de los países desarrollados.
Según la UNAM
(2014) algunas ventajas que podemos encontrar con el uso de los transgénicos
son los siguientes:
La manipulación
genética con alimentos puede proporcionar más vitaminas, minerales, proteínas,
contenidos reducidos de grasas, además, dándole un mayor tiempo de vida a las
plantas. Cultivos resistentes contra los ataques de virus, hongos o plagas sin
la necesidad de emplear algún producto químico como un pesticida y también
plantas que crezcan de manera más rápida debido a la hormona del crecimiento.
Por ende, puede traer más beneficios para el productor a causa del menor gasto
y aumento en la producción, por otra parte, también al medio ambiente a causa
de la reducción de gases, líquidos y aerosoles tóxicos.
Los alimentos
transgénicos también tienen su lado negativo, a continuación, se presentan
algunos de los efectos oscuros:
Al implantar genes
artificiales, el ser vivo corre el riesgo de que se desarrolle de manera
inesperada, creando nuevas especies y todo lo que esto implica: Pueden provocar
contaminación genética irreversible. Estos organismos caen en la hibridación,
por lo tanto, se pone en riesgo la especie con peligro de extinción. Podría
haber impacto en la biodiversidad, disminuyendo especies y variedades que sean
autóctonas. Hay posibilidad de que se produzcan sustancias a las cuales los
humanos y animales podrían ser alérgicos al consumirlas. Estas alergias se
pueden deber al material genético transferido que produce una proteína con
propiedades alergénicas, causando una formación inesperada. Podrían diseminarse
especies con fenotipos no deseables y también podría haber efectos indirectos a
través de animales que consuman alguna parte o un producto de una planta
transgénica. De igual manera se produciría nuevas plagas de insectos
resistentes a insecticidas.
¿Pero qué pasa con
la sociedad? No se tiene datos exactos sobre qué pasaría a largo plazo con el
uso excesivo de estos alimentos alterados genéticamente, nosotros, los
consumidores somos quienes vamos a sufrir las consecuencias, desde ahí, ya se
está atentando contra la vida de las personas de manera indirecta. Estamos
arriesgando nuestra salud en algo que no conocemos y muchas veces ni enterados
estamos de los que consumimos. Existen actualmente más de 118 alimentos que
causan cáncer a causa de estos transgénicos con hormonas y otros agentes
químicos como los conservadores que consumimos día a día, según datos de la OMS
(2015). Una práctica muy común es el abuso de la mercadotecnia con el uso de
los empaques donde se puede engañar a la persona, haciéndola consumir productos
que en realidad no son reales o se tienen otras sustancias que pueden dañar a
la persona. No necesitamos ir muy lejos para observar los efectos negativos del
uso indiscriminado de transgénicos y en especial con los agro tóxicos con los
que se utiliza para combatir las plagas. Quibor, por ejemplo, un pueblo donde a
diario se reportan los efectos sobre la salud pública, niños con hidrocefalias,
deformes y continúas intoxicaciones; suelos en alto grado de desertificación,
poniendo en peligro su sostenibilidad. (Hidalgo, 2004, 67).
En definitiva, la
utilización de los productos transgénicos son la mejor manera hasta ahora de
combatir la hambruna a nivel mundial, ya que no es posible producir a
cantidades macro para alimentar a toda la población. Sin embargo, la mala
utilización de estos avances tecnológicos son el problema de lo que se está
viviendo hoy en la actualidad. Hace cien años no había tanta tendencia a tener
cáncer por lo productos alimenticios, ahora esto se ha convertido en algo en lo
que los seres humanos lidiamos día a día en nuestras vidas. No nos damos cuenta,
pero esto causa implicaciones graves en el sector ambiental, sanitario y
socioeconómico. El futuro de la agricultura y la ganadería pasa por una etapa
moderna que se relaciona con la naturaleza y con la gente. Una agricultura
verdaderamente sostenible, social y ambientalmente, en la que está prohibida la
utilización de agro tóxicos y de transgénicos que, contrariamente a la
agricultura industrial, no se desarrolle en detrimento del medio ambiente.
(Greenpeace, 2017, 3)
Algo importante
que no se hace actualmente es que en vez de utilizar la manipulación solo para
ayudar a las plantas, deberían de tener algún cambio en sus genes para ayudar a
los humanos a combatir enfermedades u hacerlos más resistentes a estos. Tal vez
lo más viable no sea cultivar cada quien sus alimentos en su hogar, pero lo
mejor sería que las personas trataran o hicieran un pequeño huerto orgánico y
consumir de ahí cierta cantidad cada semana para reducir las hormonas que
adquirimos y otras sustancias químicas. Ahora, no todos tienen un hogar o un
espacio para poner su pequeño lugar de cultivo, pero todos podemos ayudar a dar
a conocer este tema de gran importancia en la que nadie se salva. La educación
es un medio viable para combatir los efectos negativos actuales y los futuros. El
tema de la responsabilidad hacia generaciones futuras es un desafío que tenemos
como sociedad para ayudar a conservar nuestro planeta. Se debe tener en cuenta
la ignorancia sobre las consecuencias que puede suponer en ecología la
introducción no controlada de organismos genéticamente modificados, por lo que
sería de gran ayuda establecer políticas ambientales y regulaciones sobre el
uso de transgénicos que sean cumplidas.
De acuerdo con el
principio de no maleficencia, el agente moral tiene el deber de no causar daño
a terceros. Podemos basarnos en el pensamiento kantiano: “obra de tal modo que
los efectos de tu acción sean compatibles con la permanencia de una vida humana
auténtica en la Tierra” (Jonas, 2015). Estoy de acuerdo con esta postura, ya
que se puede salvaguardar la vida de los seres vivos. A pesar de que se ve
afectada esta postura a causa de la ambición de los empresarios y por el deseo
desmedido de poder y dinero convirtiendo este tema en algo utilitario. Las
personas cada vez están más interesadas en el tema que es vital para su salud y
la de sus descendientes.
Consideraciones Finales
Para concluir con
este ensayo, retomemos algunos puntos importantes. Se está utilizando a la
persona como un medio por parte de los gobiernos y empresas para obtener
beneficios entre ellos únicamente, esto a través de la creación de
características especiales de las planas transgénicas. La persona se
deshumaniza a causa de la corrupción, ambición e intereses políticos, los
individuos que controlan estos métodos científicos lo hacen con un fin propio.
El objetivo que debería tener la genética es ayudar a los seres humanos para
abastecernos de suficientes alimentos alrededor del mundo y la protección de
plantas para su desarrollo óptimo, se está desviando de su camino.
Existen leyes
actualmente, pero estas no son respetadas por los países y gobiernos como lo es
EEUU. Se están quebrantando tratados que protegen al medio ambiente y la
ecología poco a poco se convierte en una materia vital, pero sin compromiso.
Los países deben
actuar con biopolíticas para poder hacer un cambio en la sociedad y lograr que
las personas estén enteradas de lo que consumen y lo que le hacen a su cuerpo
poco a poco con la ingesta de los alimentos industrializados junto con las
sustancias de los agro tóxicos. Utilizar esta tecnología con su objetivo
principal, la cual es para alimentar, podría ser un avance más importante para
la humanidad que incluso los nuevos experimentos que se están descubriendo
mediante la manipulación genética.
Si se continua la
implementación de los productos transgénicos, debe hacerse con la participación
de los agricultores y el beneficio máximo para los consumidores y futuras
generaciones, no solo para los productores.
*
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*
Bibliografía complementaria (fuentes no científicas):
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Recuperado de: http://www.greenpeace.org/mexico/es/Campanas/Agricultura--sustentable--y-transgenicos/Y-tu-sabes-lo-que-comes/Lo-que-esta-en-tu-comida-y-no-te-dicen/Que-es-un-transgenico/
Tansey. (2009). El futuro de los
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Recuperado de: https://books.google.com.mx/books?id=_RLRMAC5B_oC&printsec=frontcover&source=gbs_ge_summary_r&cad=0#v=onepage&q&f=false
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