jueves, 1 de diciembre de 2011

¿Mucho Calor? , por Diego A. Novoa Palazuelos

Derretimiento de los polos glaciares, agujeros en la capa de ozono, filtraciones de los rayos solares, aumento de incendios forestales, las temporadas de sequias se extienden a lo largo de los continentes, la lenta desaparición un gran número de especies, todo esto y más escuchamos día con día en las noticias, periódico, internet, los medios de comunicación. Desde fines del siglo XIX, los científicos han observado un aumento gradual en la temperatura promedio de la superficie
del planeta (0.5ºF y 1.0ºF aprox.) sin embargo, lejos de preocuparse, muchas personas continúan con un gran número de vicios y malas costumbres (ecológicamente hablando), se consideran ajenas a este grave problema que enfrenta la humanidad y no toman conciencia de los roles que a cada quien le corresponde. Tirar basura en la calle, utilizar de manera indiscriminada aire acondicionado, el automóvil, la energía eléctrica, mal gastar agua, no reciclar, inclusive la tala de árboles sin reposición, la caza y pesca sin control, este tipo de acciones son las que favorecen el calentamiento global, lo cual es perjudicial para todos aquellos que habiten el planeta Tierra. Así que mientras vivamos en la Tierra deberemos preocuparnos y cuidar de ella.

El calentamiento global es el aumento progresivo y gradual de la temperatura de la superficie terrestre media, se cree que es causada en parte por el aumento de las concentraciones de gases llamado "efecto invernadero" es decir gases de efecto invernadero en la atmósfera. De acuerdo con la Academia Nacional de Ciencias (EUA), la temperatura de la Tierra ha aumentado aproximadamente un grado Fahrenheit en el último siglo, con un aumento acelerado las últimas dos décadas. El análisis de las diversas influencias humanas y naturales en el clima global indica que este calentamiento no puede explicarse sin tener en cuenta las emisiones humanas de gases de efecto invernadero. Los datos científicos actuales indican que estos "efecto invernadero", los gases han sido el aumento de la temperatura dominante fuerza de conducción en los últimos 50 años, como podemos apreciar en los siguientes diagramas. (Townsend, 2008, 195-196)






Como podemos apreciar en las gráficas ellos (tomadas de la Secretaria de ambiente y desarrollo sustentable de Argentina) las actividades humanas han alterado la composición química de la atmósfera a través de la acumulación de dióxido de carbono, de gases de efecto invernadero-principalmente, metano y óxido nitroso. La propiedad que atrapan el calor de estos gases es indiscutible, aunque existe incertidumbre acerca de exactamente cómo el clima de la Tierra responde al efecto, entre los gases invernadero podemos encontrar vapor de agua, Dióxido de carbono, metano, Óxidos de nitrógeno, ozono, clorofluorocarbonos.

Una de las principales consecuencias del calentamiento global tiene que ver con los grandes glaciares montañosos árticos que se están derritiendo, el hielo del Ártico ha perdido un 40% de su espesor en los últimos cuatro decenios y por consecuente el nivel del mar está aumentando tres veces más rápido en los últimos 100 años, en comparación con los últimos 3.000 años. Un número creciente de plantas y animales los estudios muestran cambiando su alcance y comportamiento en respuesta a cambios en el clima (Unión, 2005). (Stephen, 2005,43)

Nuestra calidad de vida se está viendo ya afectada por los efectos de cambio climático. En el ámbito de la salud el aumento en la temperatura traerá como consecuencia un aumento en las enfermedades respiratorias y cardiovasculares, las enfermedades infecciosas causadas por
mosquitos y plagas tropicales, y en la postración y deshidratación debida al calor. Y no sólo el medio ambiente corre peligro sino también las actividades económicas y necesarias para la vida cotidiana, por ejemplo la agricultura se verá afectada debido a la evaporación de agua de la superficie del terreno y al aumento en la magnitud y frecuencia de lluvias e inundaciones, los suelos se tornarán más secos y perderán nutrientes con mayor facilidad al éstos ser removidos por la escorrentía.

Pero la pregunta clave es ¿podemos detenerlo? Existe una gran cantidad de acciones que podemos realizar nosotros como personas, para evitar la emisión de gases tales como cambiar las bombillas(por ahorradoras), conducir menos, reciclar, plantar árboles etc.. claro está que todo esto ayuda en gran medida, pero ¿es esta la verdadera solución? La solución se encuentra en las economías desarrolladas, los verdaderos responsables son los gobiernos con grandes industrias, que lejos de preocuparse por el ambiente seguirán viendo por su riqueza y economía. En orden descendente podemos encontrar a los países con mayor grado de culpabilidad Estados Unidos China España, Luxemburgo, Portugal, Irlanda, Rusia, Japón, Canadá e India. Existe un gran grado de inconsciencia por parte de estos países que no se dan cuenta que no todo es dinero, no todo es lo material, tratados comerciales con otros países etc... deben darse cuenta que si no existe un mundo estable (ecológicamente hablando) no habrá nada más, y ni siquiera será posible hacer lo que ellos consideran importante hacer ahora (industria y economía). (McKibbin & Wilcoxen, 1999,45)

Ahora bien la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) en la búsqueda a una solución a este problema, definió un acuerdo internacional llamado Protocolo de Kioto, cuyo objetivo es reducir las emisiones de los gases invernadero, donde cada país está obligado a reducir sus emisiones de acuerdo a el porcentaje que cada país produce. Este protocolo fue adoptado el 11 de diciembre de 1997, pero no entro en vigor sino hasta el 16 de febrero de 2005, donde EUA, mayor emisor de gases invernadero a nivel mundial, es el único país que no ha ratificado dicho protocolo.

Podemos hacer referencia éticamente al tema de diacronía, definido como desarrollo o sucesión de hechos a través del tiempo, según la real academia española, es decir, si bien aún no consideramos importante cuidar el planeta (que sí lo es), debemos hacerlo por las generaciones futuras, quienes tienen el mismo derecho de vivir y disfrutar el planeta como lo hacemos nosotros. “La remota más importante de la cultura moderna y que nace de una errónea apología de la libertad humana” es el individualismo, el cual tiene 2 fallas, el individualismo no reconoce el carácter primigenio del hecho social (primero son los individuos y después la sociedad) y tampoco reconoce la responsabilidad para con otros individuos autónomos que todavía no existen (las futuras generaciones). (Pérez, J, 2006,20-21)


Es necesaria la participación colectiva de todos los gobiernos para lograr la meta establecida de cada país en el protocolo de Kioto.
Quizás a simple vista, no es posible percatarnos del daño real que está causando el calentamiento, pero desde un punto de vista ético debemos preocuparnos por las generaciones futuras, quienes realmente pagaran y sufrirán las consecuencias que el calentamiento global está causando, que nosotros estamos propiciando.

¿Y cómo ciudadanos qué nos toca hacer?, es responsabilidad de todos y cada uno de nosotros, además de las acciones individuales ya muy mencionadas(cuidar el agua, energía eléctrica, reciclar etc..) independientemente de si vivimos en el 1er o en el ultimo país responsable de emisión de gases, hacerle saber a nuestros gobernantes que deben controlar el ritmo de crecimiento y contaminación ambiental que producen al año, mediante marchas y manifestaciones pacificas para así de esta manera, tengamos todos(La humanidad, flora y fauna, generaciones futuras) un mundo digno de habitar, un mundo donde vivir, donde existir.

Bibliografía:
Stephen, B. (2005). Global Warming: If You Can't Stand the Heat. ProQuest Education Journals, 3. Retrieved November 15, 2011, from http://0-search.proquest.com.millenium.itesm.mx/docview/235290479?accountid=11643

Brush, D. (2009). Global warming: Resources to sustain a collection. Reference & User Services Quarterly, 48(4), 334-339,351. Retrieved from http://search.proquest.com/docview/217887098?accountid=11643

McKibbin, W., & Wilcoxen, P. (1999). Until we know more about global warming, the best policy is a highly flexible one. The Chronicle of Higher Education, 45(43), B4-B5. Retrieved from http://search.proquest.com/docview/214736311?accountid=11643

Townsend, L. (2008). Encyclopedia of global warming and climate change. Reference & User Services Quarterly, 48(2), 195-196. Retrieved from http://search.proquest.com/docview/217911116?accountid=11643

Schweizer, D., & Kelly, G. (2005). An investigation of student engagement in a global warming debate. Journal of Geoscience Education, 53(1), 75-84. Retrieved from http://search.proquest.com/docview/202779296?accountid=11643
Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable. (n.d.). Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable. Retrieved November 15, 2011, from http://www.ambiente.gov.ar/?idarticulo=6070

Perez, J. (2004). Diez temas de Sociologia.Las Ciencias Sociales (pp. 18-21). Madrid: Universitaria.

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