Brenda Moreno

Vivir en igualdad

¿Somos iguales o no? El problema ahora ni nunca ha sido solo el dinero, ni el nivel de vida que cada quien lleva, ni el color de piel, etc.  Si no el cómo ponemos a la práctica los códigos morales; es decir, nuestra ética. Al parecer es difícil entender ¿por qué todos somos iguales? No debe importar género, color, raza, sexualidad, discapacidad y demás. Ahora se intenta resolver esta incógnita mediante principios y argumentos éticos los cuales demuestren que la igualdad es algo necesario para que la vida pueda existir. Es importante conocer los conceptos que nos llevarán a poder analizar la situación que se expone en este trabajo. Empezaremos con la ética, ética es aquella ciencia que estudia la razón de nuestros actos, de nuestra conducta, de nuestra moral; responde a la pregunta ¿por qué? Mientras que la moral, que se puede decir es la razón de la reflexión ética, son el conjunto de reglas morales que decidimos seguir o no; con el fin de responder la pregunta ¿para qué? Bien se dice que la ética está basada en tres formas inmutables, que son: universalidad, imparcialidad y racionalidad. (Rachels, teoría moral satisfactoria) En este trabajo la imparcialidad toma aún más importancia que las otras dos.  Esto se debe gracias a que este concepto defiende el principio en que nosotros como seres racionales merecemos tratar y ser tratados igualitariamente; sin excepción alguna. Justicia, equidad, igualdad, identidad, autonomía, dignidad; son otros conceptos que están altamente relacionados con el tema; ya que todos hacen referencia a valores con los que vivimos día a día y bienes innatos; aquellos con los que nacemos y contamos como garantías para vivir bien y en paz; nadie debería de privarnos hacer uso de ellos. 

Lamentablemente esto no pasa así; al contrario, el mundo siempre se ha manejado de esta manera: siempre hay grupos dominantes y otros que se dejan dominar (pues a su ver, no tienen otra opción).  La diferencia creada entre estos grupos genera desigualdad, injusticia, perdida de la dignidad y todo lo contrario a aquello que hemos previamente mencionado que se debe gozar para vivir una vida justa. Algunos casos en los que se muestra la disputa y desigualdad entre las personas son: hombres independientes versus mujeres dependientes, la burla o falta de seriedad ante personas discapacitadas, el maltrato y  humillación hacia otras razas y personas de diferente nivel social.

A continuación se presentaran cifras e información acreditada para encontrarnos en un marco general de la situación que se tratará, para después dar las reflexiones éticas.

Por iniciar con el tema de géneros, se debe saber que el Índice de Equidad de Géneros (IEG) reportado por un equipo de investigación de Social Watch, tiene como propósito medir la inequidad y equidad en áreas de la vida cotidiana de hombres y mujeres de todo el mundo (154 países); así como porcentajes generales de inequidad y equidad. Este equipo nos permite ver en qué situación nos encontramos; al investigar los promedios de equidad de México en las diferentes actividades que se practican; encontramos que en educación contamos con un .98% de equidad entre hombres y mujeres; en actividades económicas con un .56% de equidad y en empoderamiento femenino con un .37%. Finalmente nuestro promedio de equidad en el país comparándolo con los demás países es de .64% (IEG, 2012) Los resultados no parecen tan desgarradores; sin embargo no son suficientes como para nominarnos un país justo: el promedio que tenemos de equidad nos lleva a ser el país número 80 de 154 países; parece que estamos justo en medio. ¿Es  esto suficiente para México, para ti?

Ahora vamos con la inequidad que se vive por la burla o falta de seriedad hacia personas discapacitadas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) existe un 10%-12% de población con alguna discapacidad; basándonos en esa cifra, en México hay aproximadamente 10 millones de personas con alguna discapacidad. Ya que sabemos cuanta gente discapacitada hay en México; es necesario saber cuántas de ellas son discriminadas; “el 83% de las personas con discapacidad, se consideran discriminadas en su condición, y se asocia con menores oportunidades de empleo, casi el 40% ha recibido un salario menor al mínimo, y al 42% le han negado el trabajo por su discapacidad” (Balcázar, 2005)  Esta información nos la provee la Agencia de Cooperación Internacional del Japón; que actualmente se encuentra trabajando con el Consejo Nacional para parar la discriminación contra este grupo de personas.

Ahora hablaremos sobre la inequidad que existe hacia diferentes grupos étnicos o diferente raza. Sabemos que en México existen aproximadamente 200 mil personas de origen africano (CJ, 2011); y tenemos la siguiente información gracias del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que hizo un estudio donde se recogieron los siguientes datos: de 52, 095 personas, el 30% concuerda en que los derechos de estas personas no son respetadas. “El 25.5% de los migrantes piensa que debido a su condición migratoria el principal problema es la discriminación” (LaRaza, 2012)

            Ya que conocemos todos estos datos y cifras, es hora de iniciar a exponer casos en los que se refleja la información aportada; y al mismo tiempo la reflexión ética de ellos.

Nuevamente iniciaremos con la discriminación de géneros; por ejemplo, contra la mujer. Por su desempeño en la empresa que trabaja, una mujer se gana un viaje a China junto con otros compañeros de trabajo; tiempo antes del viaje su jefe le dice que esto no será posible ya que los chinos pueden hacer una fuerte crítica al hecho de que vaya una mujer con ellos. Ella acepta no ir para no perjudicar a su empresa, y tiempo después se entera de que una compañera suya sí fue. Aquí lo que ocurre es discriminación a la mujer y sus derechos como persona, creándole una fuerte falta de respeto a su persona y dignidad, pues no respeto sus necesidades, intereses ni su punto de vista. (Benhabib, 2006, p.211). La dignidad es aquel valor intrínseco que tenemos y que nos hace invaluables sobre cualquier cosa. (Kant citado por Rachels) Y en este caso la dignidad fue también dañada en el jefe  que prohibió que la mujer viajara; ya que no respeto los derechos de la mujer haciendo así que sus derechos fueran igualmente nulos. A eso se le llama justicia, recibir lo merecido. Solo que en este caso la justicia no está presente. Volviendo al tema; “La mujer es simplemente lo que el hombre no es” (Benhabib, 2006, p.181) Y tal como lo dice Pineda, es riesgoso apostar por una sociedad distinta y que acepte otras formas de mirar y actuar. Es aquí cuando vemos que efectivamente México aún no está listo para que las mujeres tomen poder en asuntos importantes laborales; tal y como lo muestra el índice de equidad de géneros

            Para el caso de la discriminación contra la gente discapacitada tenemos el caso de Tracy Latimer. Ella era una niña de 12 años con parálisis cerebral que fue asesinada por su padre en 1993. La razón que el padre dio fue que ella ya no estaba viviendo una vida, sino una tortura. Lo incorrecto aquí fue que el padre tomo por sentado que era una tortura; se le dieron 25 años de condena de acuerdo a la falta de respeto a esta cuestión: el valor de la vida y la autonomía. “Nadie tiene el derecho de decidir si mi vida es menos valiosa que la suya” (Rachels, 2006, p.28) dijo el presidente de la Voz de la Gente con Discapacidad de Saskatoon. Lo que quiere decir es que no solo por el hecho de ser discapacitado se tiene el derecho de tomar decisiones por ellos e incluso hacer otras cosas por burla o lastima; son discapacitados pero siguen siendo personas que merecen respeto tal y como todos nosotros. Y en dado caso que alguien tuviera que decidir por la vida de una persona discapacitada; nosotros no somos los indicados; no ejercemos por encima de sus deseos y pensamientos; ese trabajo no nos corresponde. "Hay que entender que la persona con discapacidad puede hacer muchas cosas" (Alexander, niño discapacitado, citado por EsMas, 2005)

            Y por último para observar la discriminación a diferentes razas y culturas en nuestro país, tenemos el caso de los afromexicanos. Entre ellos se encuentra un sacerdote que estaba en una celebración religiosa, cuando de repente llega una persona borracha y le pregunta ¿usted quién es? A lo que el sacerdote le responde q era un padre y el borracho contesta “No es cierto, no hay negros sacerdotes, los negros no pueden ser sacerdotes […] los negros son para trabajar de macheteros, de cargadores” (RM, 2011) Al parecer tenemos cola que nos pisen cuando nosotros hablamos de cómo somos discriminados en otros países. Si así es la cultura mexicana, es de esperarse que nos traten así también. Así y muchos otros casos existen donde gente de diferente raza o cultura es discriminada simplemente por el hecho de ser diferentes en costumbres y hábitos. Aquí es meramente el sentido de superioridad que sienten unos sobre otros, cuando se siente uno con el poder de poseer y tener más que otro; cosa que en un México imparcial no debería existir.  En este caso hay muchos argumentos positivos que ofrecer; como el que hay que ser tolerantes con los demás (Rachels, relativismo). Pero primordialmente a valorar la ética del cuidado; ya que esta sugiere que seamos responsables, empáticos y saber que nos concierne preocuparnos por los demás.   (Pineda, 2006, p.8) Es trabajo de todos, pues nos comprometimos implícitamente al contrato de la vida; de respetar a los demás y ser respetados de igual forma; cuando llegamos a esta vida.

Reconocer que todos somos iguales, sin importar género, raza, oportunidades y más; tiene una gran importancia en mi vida personal y profesional; al igual que lo debería tener en la vida de todos al haber leído todas las situaciones previamente mencionadas. Esto se debe a que es obvio que en la vida nos encontraremos a personas con distintas oportunidades a las nuestras pero no menor dignidad; y no debe haber rechazo hacia ellas; sino aprender a vivir con ellas. Es importante reconocerlas, darles y ofrecerles nuestro respeto; el que se merecen obviamente, para así poder llevar una vida en paz; sin pena ni arrepentimiento por  tratar a alguna persona diferente. Al hablar de “tratar a alguien diferente”, quiero decir discriminar; ya que es innegable y admito que las relaciones varían de persona a persona pero absolutamente todas merecen ser tratadas justamente. Y por justo, me refiero a darles a las personas lo que cosechan; como son, serán tratados y será por su propia decisión. Por último, la dignidad toma un significado muy importante en el tema discutido; ya que al respetar a los demás, respetas todo lo que forma a esa persona, sus costumbres, sus hábitos, su personalidad; todo lo que es; y eso es dejar ser a la individuo, respetar su esencia y persona.

Referencias:

Benhabib (2006) Ser y el otro en la ética contemporánea. Barcelona: Gedise

Cárdenas, J. (2003) Universitas. El arbitraje en equidad. Recuperado de, http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=82510514

La Raza (2012) Migrantes enfrentan discriminación y xenofobia en México. Recuperado el 19 de abril de, http://larazamemphis.com/2012/02/29/migrantes-enfrentan-discriminacion-y-xenofobia-en-mexico/

López, S (2005) México discrimina a los discapacitados. EsMas. Recuperado de, http://www.esmas.com/noticierostelevisa/mexico/463554.html

Ortega, F (2003) Revista Latinoamericana de Estudios Educativos. La equidad en educación básica. Recuperado de, http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=27033205

Pineda J. (2006) Nómadas. Retos de la equidad para los hombres. Recuperado de, http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=105116598014

Social Watch (2012) Índice de equidad de género. Recuperado de, http://www.socialwatch.org/es/node/14383

Rachels, J. (2006) Introducción a la filosofía moral. México: FCE.

Red de mujeres (2011) Discriminación en México. Recuperado de, http://www.mujeresafro.org/index.php?option=com_content&view=article&id=99:discriminacion-en-mexico-&catid=2:ultimas-noticias&Itemid=12