jueves, 3 de mayo de 2012

Egoismo psicologico


Jae Hwan Chang

A01220734

Egoísmo en los humanos



El egoísmo siempre ha estado presente desde el inicio y durante siglos en los seres humanos y se considera como una de las características únicas de la humanidad. Pero ¿Qué es el egoísmo?, ¿Cuál es su definición?, ¿Cómo esta relacionado con las personas? Y según algunos filósofos, ¿Cuáles son sus posturas o teorías? También siempre ha habido la confusión entre si el interés propio y los placeres están ligados al egoísmo a causa de sus características similares porque a veces la causa o el origen de uno es el otro aunque existen casos donde entre ellos son confundidos por las malinterpretaciones de la sociedad  pero a continuación se hablara sobre el tema.

¿Qué es el egoísmo psicológico?

Es una teoría explicativa en la cual menciona que las personas somos egoístas porque casi siempre nuestras acciones son provocadas por la preocupación de nuestro mejor interés o un bien mayor y también se le considera como un ideal que nos lleva a actuar de manera egoísta. En sí, no explica todo el comportamiento humano, sino que solo aquellos que son explicables dependiendo de las creencias, deseos o razonamiento de la persona. Las personas con un egoísmo psicológico tienen o siguen ciertas características o rasgos que son: conocer y hacer todo y solo aquello que defiende y promueve el bienestar propio, la satisfacción, el mejor interés, la felicidad, el bien máximo, un bien por indiferencia hacia los demás o cuando se enfrenta a este y preocuparse más por el bien de uno mismo que por los demás.

Los comportamientos ligados al egoísmo son considerados de desaprobación moral porque el egoísmo de una persona puede ser ocultada y convencer a los demás que sus acciones no eran de origen egoísta, pero a veces hay ciertas conductas o acciones en los que no existe razón alguna para sospechar que haya propósitos egoístas por ejemplo: satisfacer deseos o necesidades hacia personas que les atraen o que aman como donar un órgano a un hermano o hermana con la cual no se han visto por años o cuando se dona sangre para un desconocido, esto también se le puede llamarse altruismo (Diligencia en procurar el bien ajeno sin esperar nada a cambio) que es lo contrario al egoísmo.

Varias personas consideran que las explicaciones egoístas son mucho más convincentes y razonables que las que no son, pero esto está sujeto a comprobación de cada acto o también como dice Kurt Baier, “no es el descubrimiento sorprendente y desilusionador acerca de la naturaleza humana que pretende ser, sino a lo sumo una pretensión no probada de que no habremos encontrado la explicación verdadera de la conducta de alguien hasta que hayamos desenterrado la motivación egoísta correspondiente”. (Singer, 1995, pg. 281-290).

El egoísmo psicológico actual, o la versión más moderna, declara que las personas somos egoístas por la simple idea de que estamos motivados por nuestra propia motivación y no por alguien más, un ejemplo seria: “es la mía, no la de mi hermana, aun cuando si, a pesar de odiarlo, regularmente enciendo un vela en la sepultura de nuestro padre, solo porque ella desea que lo haga”. (Singer, 1995, pg. 281-290).

Relación entre egoísmo e interés propio

Según Macaulay: “Sabemos de uno solo...que los hombres actúan siempre por interés propio.” (Garvin, 2012) y Thomas Hobbes defendía la teoría de que el egoísmo psicológico declara que todos actuamos por interés propio y no de otra manera, aunque disimulemos la motivación de ayudar a otros. La relación que tiene el egoísmo psicológico con el interés propio varía, porque la mayoría de las veces que hacemos algo por interés personal no siempre son egoístas, porque a veces existe la conducta altruista donde el interés no es un auto-interés sino que hacia alguien más. Y por esto siempre están en conflicto el egoísmo psicológico y el altruismo psicológico, el cual afirma que toda acción humana está centrada en otros y otros motivados, un ejemplo seria: “Uno se está convirtiendo en un ermitaño (un acto aparentemente egoísta) puede ser reinterpretado a través del altruismo psicológico como un acto de abnegación noble puro: un ermitaño no es egoísta, se esconde lejos, mas bien, lo que está haciendo es no infringir sus acciones potencialmente sin gracia o con aspecto desagradable en otros.” (Velvet, 2010). El ejemplo anterior se puede ver que el interés personal del ermitaño de alejarse de la sociedad no es motivado ni provocado por algún propósito egoísta mas bien lo hace en consideración a los demás. También David Hume en su “Investigación sobre los principios de la moral “afirma: “que las motivaciones que tenemos antes de su propio interés, podemos tener, por ejemplo, una predisposición hacia la vanidad, la fama o la venganza que trasciende cualquier beneficio para el agente” (Velvet, 2010). Rachels también afirma que: “El solo hecho de que actúes siguiendo tus propios deseos no significa que estés actuando egoístamente, sino que depende de que es lo que deseas. Si solo te preocupas solo por tu propio bienestar y no piensas en otros, entonces eres egoísta; pero si también quieres otros que sean felices y actúas siguiendo ese deseo, entonces no eres egoísta”. (Rachels, 2009, pg. 116)

Un caso ejemplar para poder diferencia el egoísmo con el interés propio sería el de Raoul Wallenberg:

“Un hombre de negocios sueco que pudo haberse quedado tranquilo en su casa, pasó los últimos días de la segunda Guerra Mundial en Budapest. Wallenberg se había ofrecido allí como parte de una misión diplomática sueca después de que oyó informes acerca de la “solución final al problema judío” de Hitler. Una vez allí, presionó (con éxito) al gobierno húngaro para suspender las deportaciones a los campos de concentración. Cuando el gobierno húngaro fue remplazado por un régimen títere por los nazis y se reanudaron las deportaciones, Wallenberg expidió “pases protectores suecos” a miles de judíos, insistiendo en que todos ellos tenían conexiones con Suecia y estaban bajo la protección de su gobierno. Ayudó a muchos a encontrar lugares donde esconderse. Cuando se hacían redadas, Wallenberg se interponía entre ellos y los nazis, diciendo a estos antes tendrían que matarlo a él. Al final de la guerra, cuando todo era un caos  y los otros diplomáticos huían, Wallenberg se quedó. Se le atribuye la salvación de unas 120- 000 vidas. Pero según algunos amigos de Raoul Wallenberg, antes de ir a Hungría, estaba deprimido y triste porque su vida no parecía tener ningún sentido, así que emprendió hazañas que lo hicieran una figura heroica.” (Rachels, 2009, pg. 108-109, 111).

Al principio con este caso podemos ver que Wallenberg era egoísta con sus intereses para encontrarle sentido a su vida, pero si nos basamos en lo que dice Rachels y aparte analizando su actos no lo son porque además de que arriesga su vida para proteger a los demás haciendo que su interés propio no sea egoísta porque su deseo de ayudar a los judíos es totalmente contrario al egoísmo que solo busca el bienestar de uno mismo. (Rachels, 2009, pg. 110)

Egoísmo y la búsqueda de placer

Joseph Butler observó: “Lo que hay que lamentar no es que los hombres se preocupen mucho por su propio bien o interés en el mundo actual, sino que no se preocupen lo suficiente” (Rachels, 2009, pg. 121). Esto se refiere a que a veces el ser humano actúa de forma indisciplinada por la búsqueda del placer, lo cual es distinto a actuar por egoísmo o interés propio. Otro ejemplo sería el de Abraham Lincoln:

“Lincoln una vez contestó a un pasajero que viajaba con él en una antigua carroza que todos los hombres eran movidos por el egoísmo al hacer el bien. Su compañero de viaje impugnó esta posición cuando pasaron por un puente de madera que cruzaba una ciénaga. Mientras cruzaban el puente, vieron una cerda en la orilla, haciendo un ruido terrible porque sus cerditos se habían ido a la ciénaga y estaban en peligro de ahogarse. Cuando la vieja carroza empezó a subir la colina, Lincoln gritó: “Cochero, ¿puede usted parar solo un momento?” Entonces Lincoln se bajo, corrió y saco a los cerditos del lodo y del agua y los dejó en la orilla. Al regresar su compañero de viaje observó: “Ahora dime, Abe, ¿donde entra el egoísmo en este pequeño episodio?” “! Válgame Dios, Ed¡ Esa fue la esencia misma del egoísmo. No hubiera yo tenido la conciencia tranquila en todo el día si hubiera seguido, dejando que esa cerda sufriera por sus cerditos. Lo hice para tener la conciencia tranquila, ¿no lo ves?” (Rachels, 2009, pg. 117)

A simple vista parece que Lincoln mismo declara que sus actos fueron egoístas, pero si analizamos el solo hecho de sentir satisfacción ayudando a alguien más o incluso tener el interés aunque sea de molestia hacia el otro es completamente contrario al egoísmo, que básicamente no le interesa nadie más que solo la persona misma.

Basándose en los argumentos anteriores el egoísmo no es una simple característica que tenemos todos nosotros sino que mas bien es una cualidad compleja relacionada con varias características humanas además fomentada por la interacción social porque el egoísmo no podría sobrevivir sin convivir en una sociedad y varias veces se le relaciona con el interés propio y los placeres porque muchas veces uno lleva al otro o el otro funciona como el creador de uno entonces se les confunde mucho pero se les debería considerarse distinto porque si tienen sus diferencias que los hacen únicos.





















Bibliografía:

Singer, cap. 16: EL EGOÍSMO. (n.d.). Gobierno de Canarias. Retrieved April 20, 2012, from http://www2.gobiernodecanarias.org/educacion

Yahoo!. (n.d.). English to French, Italian, German & Spanish Dictionary - WordReference.com. Retrieved April 20, 2012, from http://www.wordreference.com/definicion

La naturaleza del Egoísmo « [ El Asesinato de Velvet ]. (n.d.). [ El Asesinato de Velvet ]. Retrieved April 20, 2012, from http://pensamientoesceptico.wordpress.com/2010/01/02/la-naturaleza-del-egoismo/

Rachels, J. (2009). Introducción a la filosofía moral. México: FCE.






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