Jae Hwan Chang
A01220734
Egoísmo
en los humanos
El egoísmo siempre ha estado presente desde el inicio y
durante siglos en los seres humanos y se considera como una de las
características únicas de la humanidad. Pero ¿Qué es el egoísmo?, ¿Cuál es su definición?,
¿Cómo esta relacionado con las personas? Y según algunos filósofos, ¿Cuáles son
sus posturas o teorías? También siempre ha habido la confusión entre si el
interés propio y los placeres están ligados al egoísmo a causa de sus
características similares porque a veces la causa o el origen de uno es el otro
aunque existen casos donde entre ellos son confundidos por las
malinterpretaciones de la sociedad pero
a continuación se hablara sobre el tema.
¿Qué es el egoísmo psicológico?
Es una teoría explicativa en la cual menciona que las
personas somos egoístas porque casi siempre nuestras acciones son provocadas
por la preocupación de nuestro mejor interés o un bien mayor y también se le
considera como un ideal que nos lleva a actuar de manera egoísta. En sí, no
explica todo el comportamiento humano, sino que solo aquellos que son
explicables dependiendo de las creencias, deseos o razonamiento de la persona.
Las personas con un egoísmo psicológico tienen o siguen ciertas características
o rasgos que son: conocer y hacer todo y solo aquello que defiende y promueve
el bienestar propio, la satisfacción, el mejor interés, la felicidad, el bien máximo,
un bien por indiferencia hacia los demás o cuando se enfrenta a este y
preocuparse más por el bien de uno mismo que por los demás.
Los comportamientos ligados al egoísmo son considerados
de desaprobación moral porque el egoísmo de una persona puede ser ocultada y
convencer a los demás que sus acciones no eran de origen egoísta, pero a veces
hay ciertas conductas o acciones en los que no existe razón alguna para
sospechar que haya propósitos egoístas por ejemplo: satisfacer deseos o
necesidades hacia personas que les atraen o que aman como donar un órgano a un
hermano o hermana con la cual no se han visto por años o cuando se dona sangre
para un desconocido, esto también se le puede llamarse altruismo (Diligencia en
procurar el bien ajeno sin esperar nada a cambio) que es lo contrario al egoísmo.
Varias personas consideran que las explicaciones egoístas
son mucho más convincentes y razonables que las que no son, pero esto está
sujeto a comprobación de cada acto o también como dice Kurt Baier, “no es el
descubrimiento sorprendente y desilusionador acerca de la naturaleza humana que
pretende ser, sino a lo sumo una pretensión no probada de que no habremos
encontrado la explicación verdadera de la conducta de alguien hasta que hayamos
desenterrado la motivación egoísta correspondiente”. (Singer, 1995, pg.
281-290).
El egoísmo psicológico actual, o la versión más moderna,
declara que las personas somos egoístas por la simple idea de que estamos
motivados por nuestra propia motivación y no por alguien más, un ejemplo seria:
“es la mía, no la de mi hermana, aun cuando si, a pesar de odiarlo,
regularmente enciendo un vela en la sepultura de nuestro padre, solo porque
ella desea que lo haga”. (Singer, 1995, pg. 281-290).
Relación entre egoísmo e interés propio
Según Macaulay: “Sabemos de uno solo...que los hombres actúan
siempre por interés propio.” (Garvin, 2012) y Thomas Hobbes defendía la teoría
de que el egoísmo psicológico declara que todos actuamos por interés propio y
no de otra manera, aunque disimulemos la motivación de ayudar a otros. La relación
que tiene el egoísmo psicológico con el interés propio varía, porque la mayoría
de las veces que hacemos algo por interés personal no siempre son egoístas,
porque a veces existe la conducta altruista donde el interés no es un auto-interés
sino que hacia alguien más. Y por esto siempre están en conflicto el egoísmo psicológico
y el altruismo psicológico, el cual afirma que toda acción humana está centrada
en otros y otros motivados, un ejemplo seria: “Uno se está convirtiendo en un ermitaño
(un acto aparentemente egoísta) puede ser reinterpretado a través del altruismo
psicológico como un acto de abnegación noble puro: un ermitaño no es egoísta,
se esconde lejos, mas bien, lo que está haciendo es no infringir sus acciones
potencialmente sin gracia o con aspecto desagradable en otros.” (Velvet, 2010).
El ejemplo anterior se puede ver que el interés personal del ermitaño de
alejarse de la sociedad no es motivado ni provocado por algún propósito egoísta
mas bien lo hace en consideración a los demás. También David Hume en su “Investigación
sobre los principios de la moral “afirma: “que las motivaciones que tenemos
antes de su propio interés, podemos tener, por ejemplo, una predisposición
hacia la vanidad, la fama o la venganza que trasciende cualquier beneficio para
el agente” (Velvet, 2010). Rachels también afirma que: “El solo hecho de que actúes
siguiendo tus propios deseos no significa que estés actuando egoístamente, sino
que depende de que es lo que deseas. Si solo te preocupas solo por tu propio
bienestar y no piensas en otros, entonces eres egoísta; pero si también quieres
otros que sean felices y actúas siguiendo ese deseo, entonces no eres egoísta”.
(Rachels, 2009, pg. 116)
Un caso ejemplar para poder diferencia el egoísmo con el interés
propio sería el de Raoul Wallenberg:
“Un hombre de negocios sueco que pudo haberse quedado
tranquilo en su casa, pasó los últimos días de la segunda Guerra Mundial en
Budapest. Wallenberg se había ofrecido allí como parte de una misión diplomática
sueca después de que oyó informes acerca de la “solución final al problema judío”
de Hitler. Una vez allí, presionó (con éxito) al gobierno húngaro para
suspender las deportaciones a los campos de concentración. Cuando el gobierno húngaro
fue remplazado por un régimen títere por los nazis y se reanudaron las
deportaciones, Wallenberg expidió “pases protectores suecos” a miles de judíos,
insistiendo en que todos ellos tenían conexiones con Suecia y estaban bajo la protección
de su gobierno. Ayudó a muchos a encontrar lugares donde esconderse. Cuando se hacían
redadas, Wallenberg se interponía entre ellos y los nazis, diciendo a estos
antes tendrían que matarlo a él. Al final de la guerra, cuando todo era un
caos y los otros diplomáticos huían,
Wallenberg se quedó. Se le atribuye la salvación de unas 120- 000 vidas. Pero según
algunos amigos de Raoul Wallenberg, antes de ir a Hungría, estaba deprimido y
triste porque su vida no parecía tener ningún sentido, así que emprendió hazañas
que lo hicieran una figura heroica.” (Rachels, 2009, pg. 108-109, 111).
Al principio con este caso podemos ver que Wallenberg era
egoísta con sus intereses para encontrarle sentido a su vida, pero si nos
basamos en lo que dice Rachels y aparte analizando su actos no lo son porque además
de que arriesga su vida para proteger a los demás haciendo que su interés
propio no sea egoísta porque su deseo de ayudar a los judíos es totalmente
contrario al egoísmo que solo busca el bienestar de uno mismo. (Rachels, 2009,
pg. 110)
Egoísmo y la búsqueda de placer
Joseph Butler observó: “Lo que hay que lamentar no es que
los hombres se preocupen mucho por su propio bien o interés en el mundo actual,
sino que no se preocupen lo suficiente” (Rachels, 2009, pg. 121). Esto se
refiere a que a veces el ser humano actúa de forma indisciplinada por la
búsqueda del placer, lo cual es distinto a actuar por egoísmo o interés propio.
Otro ejemplo sería el de Abraham Lincoln:
“Lincoln una vez contestó a un pasajero que viajaba con
él en una antigua carroza que todos los hombres eran movidos por el egoísmo al
hacer el bien. Su compañero de viaje impugnó esta posición cuando pasaron por
un puente de madera que cruzaba una ciénaga. Mientras cruzaban el puente,
vieron una cerda en la orilla, haciendo un ruido terrible porque sus cerditos
se habían ido a la ciénaga y estaban en peligro de ahogarse. Cuando la vieja
carroza empezó a subir la colina, Lincoln gritó: “Cochero, ¿puede usted parar
solo un momento?” Entonces Lincoln se bajo, corrió y saco a los cerditos del
lodo y del agua y los dejó en la orilla. Al regresar su compañero de viaje
observó: “Ahora dime, Abe, ¿donde entra el egoísmo en este pequeño episodio?”
“! Válgame Dios, Ed¡ Esa fue la esencia misma del egoísmo. No hubiera yo tenido
la conciencia tranquila en todo el día si hubiera seguido, dejando que esa
cerda sufriera por sus cerditos. Lo hice para tener la conciencia tranquila,
¿no lo ves?” (Rachels, 2009, pg. 117)
A simple vista parece que Lincoln mismo declara que sus
actos fueron egoístas, pero si analizamos el solo hecho de sentir satisfacción
ayudando a alguien más o incluso tener el interés aunque sea de molestia hacia
el otro es completamente contrario al egoísmo, que básicamente no le interesa
nadie más que solo la persona misma.
Basándose en los argumentos anteriores el egoísmo no es
una simple característica que tenemos todos nosotros sino que mas bien es una
cualidad compleja relacionada con varias características humanas además
fomentada por la interacción social porque el egoísmo no podría sobrevivir sin
convivir en una sociedad y varias veces se le relaciona con el interés propio y
los placeres porque muchas veces uno lleva al otro o el otro funciona como el creador
de uno entonces se les confunde mucho pero se les debería considerarse distinto
porque si tienen sus diferencias que los hacen únicos.
Bibliografía:
Singer, cap. 16: EL EGOÍSMO. (n.d.). Gobierno de Canarias.
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La naturaleza del Egoísmo « [ El Asesinato de Velvet ].
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Rachels, J. (2009). Introducción a la filosofía
moral. México: FCE.
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