jueves, 6 de octubre de 2011

Violencia intrafamiliar: reliquia ignorada, por Verónica Bugarin Rangel

El problema de la violencia intrafamiliar, no es una situación que se haya establecido como negativa actualmente, sino que desde siglos pasados se han estudiado situaciones que con base en ellas, hoy podemos determinar los factores negativos de ésta.



El principal de los problemas dentro de la violencia intrafamiliar se localiza en la violación de los derechos humanos de la persona(s), a cambio de la satisfacción de una sola persona al liberarse de sus problemas internos dañando a otra, lo que nos lleva a una conclusión utilitarista, en donde se promueve que lo más útil, o lo mejor, es lo que alcance una mayor felicidad para mayor número de personas (Rachels,2006) ,de esta manera, las personas cuyos derechos humanos han sido violados , son mayoría en comparación con las personas cuya necesidad de liberar sus problemas internos ha sido satisfecha. Además, al violar los derechos de las personas, para satisfacer necesidades de una sola, se estaría utilizando a las personas como medio para lograr un fin propio del agresor, y según la teoría de Kant (Rachels,2006), le estas quitando dignidad a la persona, así como faltando a una de las “obligaciones morales”, que se refiere a proteger el valor de la libertad, y una persona no puede ser libre cuando se le trata con violencia, pues se vuelve introvertida y con baja autoestima, por temor a la violencia que sus acciones puedan generar en la persona agresora.



Por otro lado, en el artículo 5 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, se establece que “Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.” (Universal,s.f.), y al crear violencia , se falta además al contrato social propuesto por Hobbes, el cual propone vivir de manera que obtengamos lo que buscamos respetando normas (Rachels, 2006).



Dentro de la violencia intrafamiliar, se encuentra el sexismo, que implica discriminar a personas de determinado sexo, considerándolos inferiores, es decir, sólo toman en cuenta su felicidad sin tomar en cuenta la de los demás, siendo que la felicidad de cada persona debe contar por igual, según el utilitarismo (Rachels, 2006).Este tipo de conductas, por lo menos en los hombres, suelen surgir, según Juan Vargas:



“… de la formación que la cultura patriarcal provee a sus miembros, en ella el proceso de crianza y desarrollo de sujetos masculinos en ambientes familiares de mayor adherencia a los patrones tradicionales de poder, autoridad y control por parte del padre, y obediencia y sumisión por parte de la madre, facilitan un mayor ejercicio de violencia masculina intrafamiliar en la vida adulta.” (Sánchez, p.53,2010)



Además, esta situación pertenece a tan solo una primera etapa en el desarrollo moral de las personas, según Kohlberg: “Primera etapa: Supervivencia individual, egocentrismo.” (González, 2006), ya que el agresor simplemente asegura su propio bienestar, de una manera extremadamente egoísta, obligando a la mujer a ser obediente y sumisa, sin quedarle opción alguna.



Suena ilógico que aunque ya se haya hablado de situaciones como ésta desde siglos pasados, aún exista dentro de las sociedades, sin embargo, tristemente es una realidad que nos corresponde a las nuevas generaciones, lograr que sólo quede como parte del pasado.







Bibliografía





González, S. P. (2006). Desarrollo Moral. México: Thomson.



Rachels, J. (2006). Introducción a la filosofía moral. México: FCE.



Sánchez, J. V. (2010). Psicología del hombre que ejerce violencia contra la pareja y la familia*. El Cotidiano, 25(164), 53-53-60. Recuperado de http://search.proquest.com/docview/859040405?accountid=11643



Unidas, N. (s.f.). Declaración Universal de los Derechos Humanos. Recuperado el 5 de septiembre de 2011, de http://www.un.org/es/documents/udhr/







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