lunes, 30 de noviembre de 2015

¿A quién estamos matando? La realidad de los insecticidas

¿A quién estamos matando? La realidad de los insecticidas

César Augusto Sánchez Bedia
30 de noviembre de 2015

RESUMEN
El ensayo habla sobre el uso de los insecticidas y su rol que juegan en la erosión del medio ambiente, se hace énfasis en las repercusiones que tienen sobre los insectos y se toma como ejemplo principal a la población de abejas. Se trata el tema del papel de las abejas en el mercado actual, las consecuencias de una posible extinción acelerada de su población, en el estilo de vida que llevamos en la actualidad.
Lo anterior es abordado a partir de un enfoque ético, tomando la sustentabilidad como punto de partida; se retoman los argumentos de distintos autores, entre ellos: P. Cantú; L. González; M. Chávez; entre otros; como punto de partida. Con base a sus artículos se habla sobre un punto en el que se pueda dar a entender la importancia de la sustentabilidad para el frágil y amenazado sistema en el que viven las abejas.
Palabras clave: ética, sustentabilidad, abejas, insecticidas, neonicotinoides 

A pesar que el uso de neonicotinoides (tipo de insecticida), pueda parecer éticamente correcto por el posible incremento de beneficios para los agricultores en términos de producción de insumos, y en el descenso de daños producidos por insectos, considerados como plagas, no es éticamente adecuado utilizarlos pues ya son conocidos los efectos inmediatos y a largo plazo en ciertas poblaciones de insectos, ya amenazadas, como la de las abejas.
Cómo en cualquier sistema de producción en el que se utilizan seres vivos, deben de existir ciertas condiciones que se deben de cumplir para no amenazar al organismo que se está utilizando,  en el campo de la apicultura existen varias reglas de oro, una de ellas es:
moins on dérange les abeilles, mieux elles feront leur travail et plus la récolte sera bonne. A partir de ce moment là, il apparaît totalement contreproductif de tuer des abeilles ; d´empoisonner les colonies avec des produits toxiques ; de brûler les colonies (..) ; et encore moins de les affamer (Anso, 2013).  
Sí tan solo se siguieran este tipo de recomendaciones la población de abejas estaría en un mejor estado, por desgracia estas no solo sufren de hambruna y estrés al retirar la miel que producen, también se suma el efecto de los insecticidas.
El uso de neonicotinoides, amenaza varias poblaciones de insectos, en su mayoría la familia de los apocritos (Insectidentification, 2015), teniendo mayores repercusiones en las abejas (las cuales son consideradas como insectos benéficos por el rol que juegan en la polinización de las plantas),  e inclusive traería su extinción ocasionando un grave desequilibrio en la cadena alimenticia dañándola con resultados permanentes.
El reciente incremento de plagas, ha llevado a los agricultores a exigir insecticidas cada vez más potentes, porque estos con el paso del tiempo desarrollan resistencia a ciertos pesticidas comunes (American Bee Journal, 2012), estos atacan indiscriminadamente a los insectos sin importar si son buenos (polinizadores, simbiosis, etc.) o dañinos; amenazando aún más a la población apícola, la cual ya se encuentra en un estado frágil. La agencia de protección ambiental (EPA), clasifica a los neonicotinoides en el tipo II de toxicidad, ósea que estos tienen efectos adversos en otros animales, incluyendo a los seres humanos (Enviromental Protection Agency, s.f.).  
Cómo ya se mencionó, los insectos al igual que las bacterias generan resistencia a los antibióticos, o en este caso a los insecticidas por lo que fue necesario encontrar nuevos insecticidas que fueran capaces de proteger a las plantas, también de ser menos tóxicos con los seres humanos, la solución de este problema fueron los neonicotinoides (American Bee Journal, 2012).
A pesar de las aparentes mejoras que traen consigo tal insecticida, no podemos ni debemos hacer de lado los daños colaterales que trae consigo su uso. Existe una mayor cantidad de insectos resistentes a comparación de años pasados y que sin el uso de los neonicotinoides las cosechas no serían tan abundantes como lo podrían ser con estos; pero debemos recordar las acciones del ser humano que la afectan, y ponen en riesgo el bienestar de ambas partes, tal como lo José Lara (2011), en su obra que hace referencia a hábitos para mantener un equilibrio entre lo generado y lo consumido (sustentabilidad) desde un punto de vista holístico. De esta manera protegeremos a los animales, que al tratar de hacer su rol (polinizar) se ven afectados al tener contacto con dichos insecticidas.
Aproximadamente el noventa por ciento de las plantas necesitan ser polinizadas por otros organismos, en su mayoría por abejas lo cual se refleja en el hecho que una tercera parte de lo que consumimos fue polinizado por abejas; el ingreso que presenta los labores referentes a la apicultura (a nivel global) es estimado en más de 250 billones de dólares anuales (Nova, 2015).
Es por el motivo anterior que se ha llegado a afirmar que no se puede abordar la sustentabilidad desde eso mismo punto de vista, la única manera en la que se podría abordar es mediante un punto de vista económico en el que se establece el costo y las ganancias, como menciona Pedro Cantú (Cantú, 2015, p. 135-136).
No debemos de tomar lo anterior como una justificación  para atentar contra el bienestar de las abejas, tal como  dice Jean-Prost dice en  SociétéVegane : “L’homme profite du travail des abeilles. Il les exploite en prélevant une part de leurs provisions et en multipliant leurs colonies”  ( Prost, 2011) ; con nuestras acciones solo estamos atentando contra el futuro de las próximas generaciones y con ello la justicia social.
A lo largo de la historia, el ser humano ha explotado económicamente los recursos naturales, aun sabiendo las repercusiones que trae consigo su explotación; esto es motivo de preocupación para algunos y para otros es tan solo, la supervivencia del más fuerte. Al mismo tiempo los valores morales y èticos de la sociedad tienden a desaparecer. Dando prioridad al tener que al ser. Hoy se prefiere tener lo ùltimo en tecnologìa, en ropa, en carros ùltimo modelo. El ser es irrelevante. Diversos sistemas (entre ellos económicos, políticos, etc.) han adoptado esa frase como su lema, pues según ellos los fuertes son el futuro y los débiles ya han quedado en el pasado.
No deberíamos de pensar de esa manera, pues solo estaríamos impidiendo el desarrollo social, en cambio debiéramos adoptar una visión que englobe la relación entre sociedad y  naturaleza, para facilitar la generación de un modelo de vida sustentable donde combinemos la ética,  la naturaleza, la sociedad, las finanzas y la política (Ambiente y sociedade, 2002, p.3).  Es necesario dar una revisada al pasado, ver la forma como la familia transmitía los valores a sus hijos y retomar la parte medular para tratar de implementarlos y así desarrollar una conciencia ecológica, responsable y comprometida.
En los últimos años hemos experimentado una avalancha de información acerca del cambio climático, varios gobiernos han incluido en sus políticas, medidas encaminadas a la prevención, en la que es mejor evitar los posibles problemas, pues es más eficiente prevenirlos que resolverlos. Sin embargo no es suficiente, realmente necesitan comprometerse con la ecología, los recursos naturales y el medio ambiente. No basta con declarar medidas correctivas o simuladoras. Es necesaria la participación de la sociedad
La meta del ser humano debe  estar orientada hacia la sustentabilidad, pues si cuidamos los recursos que utilizamos y los que generamos, para que estén en un punto intermedio estaremos en un estado ideal. Puede ser una opción intermedia, enseñar a los agricultores como rolar cultivos para evitar que los insectos se hagan resistentes a los insecticidas y evitar la creación de nuevos y más destructivos insecticidas.
De esto trata la sustentabilidad de generar cambios en diversos aspectos, para asegurar que el bienestar integral del ecosistema, no solo de nosotros sino de los animales y de nuestros recursos naturales, porque de ellos dependemos, y si queremos seguir gozando de toda la variedad de comida con la que hoy gozamos no se quede en el olvido, y la manera para lograrlo es siendo conscientes entre lo que consumimos, lo que tenemos y lo que hacemos para que esto siga sin agotarse.
Para lo anterior hacen falta varios puntos, entre ellos los siguientes: conocimiento general sobre lo que es la sustentabilidad y los temas que aborda; participación activa entre el gobierno y la sociedad; y último pero no por eso de menor importancia, saber ejercer juicios éticos o por lo menos tener conocimientos generales sobre la ética. Aun cuando tan  solo son necesarios tres factores para decir que se es sustentable, estos no son fáciles de lograr y es en esta parte donde yace un problema fundamental (Díaz, Montaner y Prieto, 2007, p. 160-162).
Como lo menciona Jazmín Díaz, estos son puntos difíciles de conseguir, porque esto conllevaría varios cambios, uno de ellos tendría que ser la replantación del esquema educativo en México y en el mundo, esto con la intención de crear consciencia sobre sustentabilidad (desde temprana edad) aunado a clases de ética (pero esto no sería suficiente, porque si se quiere tener éxito estas enseñanzas tendrían que empezar en el hogar), también sería necesaria la participación del gobierno y de la sociedad; es por eso que hablar sobre sustentabilidad es difícil y es aún más difícil llevarla a la práctica (Díaz, Montaner y Prieto, 2007, p. 160-162).
Podría parecer utópico hablar sobre sustentabilidad, sin embargo es más fácil de lo que se piensa, Marta Chávez propone un escenario en el que una persona virtuosa sepa utilizar los recursos naturales sin explotarlos, llegaremos a un estado que podríamos categorizar como sustentable; esto se ve ayudado por el constante incremento de la globalización y el flujo de información relevante al tema (Chávez, 2006).
Reflexiones finales
Quisiera concluir diciendo que tenemos nuevas oportunidades que se nos presentan cada día y que no son aprovechadas, tenemos la oportunidad y el derecho de cambiar este mundo en uno mejor en que se cree lo que creemos, lamentablemente no vemos estas oportunidades que son únicas e irremplazables, como lo son la vida de los seres vivos, de las abejas.
Es un mundo lleno de posibilidades y nuestras acciones son los límites, el mundo en el cual habitan las abejas y nosotros no son ajenos, son el mismo y es por eso que debemos de procurar el bienestar mutuo, un paso a la vez. Tal vez se vean muy lejanas las promesas  que nos ofrece la sustentabilidad, pero no lo están; estas están al alcance de nuestras manos; la vida de las abejas y del ecosistemas pende de un hilo llamado: nosotros, y nosotros somos las únicas personas que podemos y que estoy seguro que vamos a proteger los interés comunes, entre ellos se encuentra la seguridad de las abejas y la nuestra.














Referencias básicas
(2002). MANIFIESTO POR LA VIDA POR UNA ÉTICA PARA LA SUSTENTABILIDAD . Ambiente & Sociedade, Sin mes, 1-14.

Cantú-Martínez, Pedro César. (2015). Ética y sustentabilidad. Revista Latinoamericana de Bioética, . 130-141.

Chávez Cortés, Marta Magdalena. (2006). Distintas vías para abordar la sustentabilidad: una exploración del camino seguido por el gobierno mexicano. Argumentos (México, D.F.)19(51), 173-212. Recuperado en 17 de septiembre de 2015, de http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0187-57952006000200007&lng=es&tlng=es. .

Díaz, Jazmín; Montaner, Jessica; Prieto, Marielina. (2007). Formación ética para un desarrollo sustentable. Revista de Ciencias Sociales (Ve), XIIIEnero-Abril, 159-171.

Lara González, José David. (2011). El proyecto de hombre nuevo. Ética para la sustentabilidad: un límite para el neoliberalismo. Theomai, Sin mes, 173-192.








Referencias complementarias
Anso,J. (2013). La traite des abeilles par les apiculteurs esclavagistes.
Recuperado de http://www.dur-a-avaler.com/abeilles-apiculteurs-esclaves-exploitations-animales-vegetaliens-miel-pollen/

American Bee Journal, Neonicotinoids: Trying to make sense of the science-Part 2. (2012).
Recuperado de http://scientificbeekeeping.com/neonicotinoids-trying-to-make- sense-of-the-science-part-2/

Enviromental Protection Agency, Chemical hazard classification and labeling: comparison of OPP requirements and the GHS. (s.f.).
            Recuperado de http://www.epa.gov/oppfead1/international/global/ghscriteria-    
summary.pdf

InsectIdentification. (2015). Honey Bee.
Recuperado de http://www.insectidentification.org/insect-description.asp?identification=Honey-Bee

Nova, Getting the buzz on the value of bees. (2015).
            Recuperado de http://www.nova.org.au/everything-else/getting-buzz-value-bees   

Turquois, P. (2011). Le miel c´est du vol.
Recuperado de  http://www.societevegane.fr/documentation/ethique/le-miel-cest-du-vol/





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