lunes, 30 de noviembre de 2015

Sociedad egoísta


                                                                                                                  Raquel Estefanía García Cruz
A01112877 

Sociedad egoísta

            Este trabajo nos habla del cómo se vive en el individualismo volviéndonos en una sociedad de egoísmo en donde el bien común es el bien propio y con ese se cree que es suficiente para ser felices y también que es suficiente para cumplir ante la sociedad, y se cree esto puesto que es normal fijarnos simplemente en nuestros actos sin consecuencias hacia terceros. Se hace referencia en este ensayo también a la falta de valores, la ausencia de este tipo de aprendizajes desde pequeños deja secuelas al paso del tiempo. También el causarnos placer como una felicidad pasajera tomándola como la felicidad plena es otro punto que se tocará, y finalmente la falta de acciones voluntarias puras, en donde realmente se hace la acción por el fin mismo de ella y no por un fin individual que en donde realmente estamos ayudando más una causa propia que una causa ajena a  nosotros.
Es cierto que la sociedad busca un bien común y la persona también busca un bien, por lo tanto debería de buscar el mismo fin más sin embargo hoy en día ese bien común no está estipulado hacia la sociedad en general sino que cada individuo está buscan satisfacer sus apetitos sensibles, o sea recibir placer de todo aquello que hace evadiendo el dolor sin pensar en sí en la sociedad misma, evade el dolor porque naturalmente el ser humano, por instinto busca alejar el dolor y evadirlo a toda costa.  Se quiere vivir en una felicidad plena sin saber lo que implica, se confunde entre placer y felicidad queriendo relacionar para todo lo que hacemos placentero conllevarnos a una felicidad plena, pero hay una diferencia entre estas dos y es una muy grande, como habla Rodríguez Luño en su obra de texto en donde menciona varios conceptos relacionados con la felicidad en uno de ellos citando Aristóteles menciona que el placer es una satisfacción pasajera que se origina por la  posesión de un bien particular  mientras que la felicidad es la obtención estable y perpetua del bien totalmente perfecto, amable por sí mismo y sacia todas las exigencias de la naturaleza humana y colma todos sus deseos.  (Rodríguez, 1991, p. 71)
Al ser egoísta no sólo se está originando un bien particular, sino que en ocasiones se puede hasta atentar con la dignidad humana, ésta se obtiene por el simple hecho de ser humano, la dignidad implica que todo ser humano merece ser tratado con el respeto que se debe (Menaut and Sáez, 2014) así hablan los autores, Menaut y Sáez, del artículo en dónde hacen una reflexión sobre la dignidad y su efectividad en los constitucionalismos de nuestros días. Al actuar sin considerar las circunstancias externas,  se puede atentar, como ya se dijo hace un momento, contra la dignidad de la persona. Según Rodríguez Lozano “El hombre tiendo por naturaleza a vivir en, por y para la polis “(Rodríguez, 1996, p.154), dice también que está por el objetivo moral social y política que es el bien común y felicidad común la cual solo se consigue por medio de la solidaridad (Rodríguez, 1996, p.154).  Esto  nos dice que realmente el hombre por naturaleza le sirve a la sociedad y busca  el bien común, pero no parece en la actualidad que esto sea verdad, cuando solo se busca satisfacer placeres y no necesidades, una sociedad en donde al parecer no se necesitan de nada ni de nadie solo de sí mismo volviéndose ajenos al Estado.
La falta de la implementación de valores en casa valores como respeto, honestidad responsabilidad, flexibilidad, pertenencia, generosidad, solidaridad, bondad, entre otros,  desde que se tiene un modelo a seguir cuando apenas se está en la etapa de plena dependencia (bebés) y más cuando se está en pleno crecimiento no solo físico sino también mental, es otro factor que afecta a la sociedad, cayendo en la “ignorancia” por decirlo de una manera, de tal forma que nos guía al contexto del egoísmo en la sociedad. “Debido a la ruptura de la unidad familiar, los hogares monoparentales encargan el cuidado de sus hijos a algún vecino. Los padres ausentes no cumplen con el deber de proveer siquiera al sustento de los hijos, mucho menos de formarlos.” (Avilez, 2013).  En un artículo de Benitez se menciona que los padres son los que tienen que inculcarle el respeto ante los demás y que la educación se empieza en casa y no en la escuela, lo cual muchas veces  se le deja esa responsabilidad a las escuelas. “Se dice que hoy en día los valores inculcados en el seno familiar se han perdido poco a poco. Todo esto se ve reflejado en el comportamiento de los niños y jóvenes, que en muchas de las ocasiones es agresivo, grosero e irrespetuoso” (Benitez, 2013). El poner atrás los valores morales y éticos están, sin lugar a dudas, afectando a la sociedad dejándola sin una guía que les muestre el camino de la justicia social.
Otro factor que lleva a esta sociedad  a caer cada día más y más en el egoísmo es la falta de acciones voluntarias verdaderas. Como ya se mencionó la falta de valores es un factor y uno de estos valores que se ven implementados en un acto voluntario es la generosidad. ¿Qué es generosidad?, “Ser generoso no significa simplemente entregar dinero a alguien que lo necesite. También puede incluir la administración de su tiempo, el amor, la atención o incluso algunas de sus pertenencias.” (Valores morales, 2012). Dar sin recibir nada a cambio forma parte de ser generoso. También otro valor que se ve meramente involucrado es la solidaridad como bien dice en el artículo de Sarasola en donde nos habla entre la relación de solidaridad y voluntariado y no como sinónimos sino como que por medio de la solidaridad se puede llegar al voluntariado y en ocasiones el voluntariado sustenta con la solidaridad. Una acción voluntaria se define como aquella acción que precede de un principio intrínseco con conocimiento formal del fin, esto nos lleva a que una virtud moral se puede entender como acciones repetitivas tomadas con deliberación se llevan a cabo con liberta y con buenos medios, además de que su fin es la acción mismo. Ahora que sabemos que es una acción voluntaria y lo que implica podemos decir que en la sociedad egoísta en la que se vive donde hay ausencia de ciertos valores como la generosidad y la solidaridad en donde sin su presencia, ya sea de manera implícita, las acciones voluntarios no son puras, no se busca ver por un interés ajeno sino por un interés meramente propio. Como menciona Sarasola en su artículo: los voluntariados son personas que tienen sus necesidades cubiertas  y disponen de ese bien que siendo precioso no es remplazable como lo es el tiempo que dedican a sus acciones voluntarias. (Sarasola, 2000). Darnos cuenta que la sociedad vive en el egoísmo no es del todo fácil puesto que la gran mayoría solo se ve a sí mismo y voltear a sus alrededores le resulta difícil, sí se va hacer un acto de voluntariado se tiene que dejar atrás el pensamiento individualista y mirar en las necesidades que los demás necesitan y que uno como individuo ya las tiene más que completas.

En conclusión la sociedad en la que se viva es egoísta a pesar de que no se han dado cuenta, puesto que si lo hicieran estarían viendo más allá de ellos y este problema no existiría. El pensar solo en nuestras necesidades y por ningún momento tomar simplemente en consideración la de los demás nos vuelve egoístas e indiferentes a los sucesos que están ocurriendo dentro y fuera del círculo en el que se está viviendo. Ignorar la enseñanza que se debe tomar en casa donde se inculcan valores fundamentales, como el respeto, honestidad, generosidad, bondad, solidaridad, que son muy importante en la base de toma de decisiones, aunque no lo veamos de esa forma, pero siempre estarán presentes. El no pensar en que los demás también tienen sus necesidades y en ocasiones no tienen las mismas posibilidades que los demás para saciarlas, hacer acciones voluntarias pero sin un bien individual es algo en lo que se tiene que trabajar para que esta sociedad no invada más con el egoísmo que se la está comiendo y que si no se hace algo se afectará a futuras generaciones las cuales crecerán solo para ellas mismas y no para una sociedad que busque un bien común.



Referencias Básicas:
Pereira-Menaut, A; Pereira Sáez, C; (2014). DE NUEVO SOBRE LA DIGNIDAD HUMANA. Cuadernos de Bioética, XXV() 231-242. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=87532349003
Rodríguez Lozano. V (1996). Ética México: Alhambra Bachiller
Rodríguez Luño. A (1991). Ética. España: EUNSA
Rodríguez Luño. A (1993). Ética General. España: EUNSA
Sarasola, J L; (2000). Solidaridad y voluntariado: una visión crítica. Comunicar, () 99-103. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=15801515 
Referencias complementarias:
Avilez Gallo, S. Una sociedad egoísta y carroñera. 2013. La prensa. Recuperado de:
Benitez, J. (2013, Jun 26). Valores deben inculcarse en la familia:     Sondeo. Lacronica.Com Retrieved from
http://0- search.proquest.com.millenium.itesm.mx/docview/1500660381?accountid=41938
Valores Morales. 2012. Los 10 valores esenciales en la familia. Recuperado de:
http://www.valoresmorales.net/2012/11/los-10-valores-escenciales-en-la-familia/




  

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