De
Yum Kaax a Agrobacterium tumefaciens: Del Dios del Maíz a la Manipulación Genética
Nora Damaris Pasquali Medici de Biron
Instituto Tecnológico y de Estudios
Superiores de Monterrey Campus Guadalajara
Guadalajara, México
30 de noviembre de 2015
Introducción
Los cultivos
transgénicos se encuentran en su mayoría, bajo la percepción colectiva, entre
la línea que separa a la ignorancia del miedo. Poco sabe la mayor parte de las
personas sobre ellos, sin embargo, probablemente en el almuerzo, al enterarse
de que están consumiéndolos, dejen caer la cuchara al plato y se levanten,
pálidos, de la mesa.
Las plantas
transgénicas han sufrido el rechazo de gran parte de la población, gracias a los
conceptos erróneos que se propagan sobre ellos. Esto, en su mayoría es llevado
a cabo por grupos que lucran de esparcir este tipo de información y utilizan
argumentos completamente falaces. El
objetivo de este ensayo es dar a conocer la verdad científica sobre los
cultivos transgénicos, sus beneficios para la salud, ecología y economía, a la
vez de que se hilará con conceptos éticos, cuya reflexión proporcionará una
verdadera conclusión la cual esclarecerá el debate de si los cultivos
transgénicos son realmente “malos” o “buenos”.
Palabras clave: ética, justicia social, cultivos transgénicos,
derechos humanos, equidad, bienestar, ecología, utilitarismo, salud, desarrollo
sostenible
Desarrollo
El uso de
cultivos transgénicos se ha considerado controversial alrededor del mundo desde
que el término se introdujo al vocablo común. Uno de los argumentos más usuales
en su contra es el de la desnaturalización de las especies nativas por la
recombinación del ADN foráneo de las especies transgénicas con las propias.
Este argumento fue planteado por primera vez en el artículo de Bellon y Berthaud
en 2004 donde se alega que fue encontrado ADN foráneo en cultivos de maíz
oaxaqueño, no obstante fue descreditado años después por Rimachi, en 2011.
Rimachi condujo un estudio en Perú, donde sin seguir las normas de
bioseguridad, se plantó maíz transgénico en lugares de plantíos de maíz nativo.
Al darse cuenta de esto, Rimachi tomó ADN de las especies nativas y descubrió
que no se encontraban rastros del ADN transgénico, además, las especies nativas
tampoco producían las proteínas características de las especies transgénicas
(Rimachi et al., 2011).
Por lo tanto,
es posible decir que las especies transgénicas no dañan la integridad de las
especies nativas y por lo tanto no dañan el valor cultural de éstas, con lo
cual se logra respetar a las culturas oriundas y la preservación de sus
derechos humanos, el de la conservación de sus tradiciones y costumbres para
mantener su identidad (Barba, 1997).
Otro argumento
en contra de las plantas transgénicas por la parte ecológica es el de la
contaminación de suelos gracias a las proteínas “extrañas” que éstos producen.
“Extrañas” puesto a que no son proteínas típicas de las especies nativas. Sin
embargo, en 2008 se realizó un estudio en donde se encontró que la proteína Bt,
la característica de las especies transgénicas, no es, o lo es en muy pocas
cantidades secretada a los suelos. Además se descubrió también que aquella que
sí es secretada no se acumula y es inocua, es decir, no causa daño alguno a los
suelos o mantos acuíferos de las tierras donde son cultivadas (Margarit et al.,
2008).
Los cultivos
transgénicos ya han sido comprobados como ecológicamente inocuos, no causan
daños ni en los suelos ni en las especies nativas. Gracias a esto, es acertado
decir que los cultivos transgénicos son un medio excelente para lograr un
desarrollo sostenible;
se logra
producir más en menos espacio, utilizando menos o ningún pesticida e
insecticida y además logra utilizar recursos previamente inservibles, tales
como suelos de mala calidad donde no se podía plantar y aquellos suelos donde
las situaciones climáticas hacían, de la misma manera, imposible el cultivo
(UCSC, 2005). Es importante notar que, aunque muchas campañas publicitarias de
grupos “ecológicos” tratan de vender la
idea equivocada sobre transgénicos para así recaudar más fondos promoviendo su
abolición, asimismo fallan en dar información verdadera sobre este y otros
temas además de que normalmente citan artículos falaces los cuales en su
mayoría ni siquiera son científicos. Impedir la introducción de cultivos
transgénicos es impedir un verdadero desarrollo sustentable, que vele por la
ecología mundial con el propósito de abastecer a la población a la vez que
protege al medio ambiente.
Por último, el
artículo pseudocientífico más citado por los grupos anti-transgénicos es el
artículo de Séralini, publicado originalmente en 2012 y republicado en 2014,
luego de que la comunidad científica lo haya vetado de estar en una publicación
seria como Elsevier, donde fue publicado por primera vez, por falacias explícitas.
La segunda vez, con mucha sorpresa y pesar de la comunidad científica, una
editorial menos seria aceptó su publicación aún con las alegaciones serias que
lo descreditaban.
Este artículo
trata de demostrar los efectos cancerígenos del maíz transgénico al alimentar
ratones con éste. Los ratones desarrollaron tumores, no obstante la especie
utilizada es conocida por su alta propensidad a desarrollar tumores. Además de
esto las muestras utilizadas fueron muy pequeñas y para nada significantes como
para probar una hipótesis o formar una teoría verdadera. Por último, la mayor
evidencia de la falacia dentro del artículo en la que el autor escribe, y cito
textualmente del artículo publicado en 2012, es la siguiente:
All data cannot be shown in one report, and the most
relevant are described here
(Séralini
et al, 2012, pg. 4224) .
El autor
explícitamente admite una manipulación de datos, lo cual no es de sorprender ya
que Séralini es presidente del consejo científico de CRIIGEN, conocida en
Europa por hacer investigaciones en contra de los transgénicos para promover
leyes que los veten, algo que hasta ahora se ha conseguido satisfactoriamente
(CRIIGEN, s.f.). Por lo tanto también es posible admitir un conflicto de interés
dentro del artículo. Por esta y las razones anteriores, muchos autores, como
Piron y Thibaut, han descreditado sus aportaciones (2015).
Es increíble y
penoso ver cómo existen personas con baja moral y ética que se dediquen a
condenar algo posiblemente beneficioso para la sociedad sólo para obtener
fondos; y lo más penoso es que lo hagan mientras venden una falsa idea de
protección a la integridad y dignidad del ser humano y a la de la ecología.
Cabe destacar,
como argumento a favor de los transgénicos, que la recombinación genética
manipulada es algo que el humano ha hecho desde tiempos prehistóricos. El
humano domesticó muchas especies, como el maíz o la col, los cuales se
originaron de especies muy distintas y fue gracias a la manipulación genética que
existen los vegetales que conocemos hoy en día. La diferencia es que en estos
tiempos existen métodos más eficientes para realizarla y para lograr obtener un
fin en específico, como la resistencia a ciertas plagas o climas, en vez de
solamente pizcar, como lo hacían los antiguos pobladores, aquello que nos
parezca más beneficioso (Wright, 2015).
Los alimentos
transgénicos permiten producir más alimentos en lugares o situaciones
climáticas donde no podría ser posible, de forma que se logra abastecer a un número
más grande de personas. Es aquí donde entra el utilitarismo, buscar el mayor
bien para una mayor cantidad de gente (Cortina, 1996, pg. 3). Sin embargo,
también hay que poner atención en la justicia social que su cultivo implica.
Existe la falsa
creencia de que los cultivos transgénicos son monopolios de una sola compañía y
que, si se permite su cultivo alrededor del mundo, acabaría con la fuente de
ingreso de miles de agricultores. Aquí cabe destacar que en principio no es un
monopolio puesto que aunque haya una compañía fuerte, existen otras que también
compiten en el mercado. También, en la cuestión de precios, aunque estas
semillas sean más caras que las convencionales y por motivos de bioseguridad
son estériles, o sea, las nuevas semillas producidas por los cultivos
transgénicos no pueden ser plantadas, éstas ofrecen una mayor capacidad de
remuneración económica para los agricultores (Quiam, 2009). Esto se debe a que
hay muchas menos pérdidas por cuestiones de sequías o plagas, normalmente no
utilizan o utilizan muy pocos pesticidas, insecticidas o fertilizantes, se da
un mejor aprovechamiento de suelo ya que crecen más en menos espacio y además
son capaces de crecer en zonas infértiles, y producen mucho más producto que
las especies nativas (Corn and Soybean Digest, 2014).
En un minucioso
estudio realizado en 2009, el cual examinaba la trayectoria económica del uso
de transgénicos, se observó que no sólo tanto los granjeros pobres como los
ricos tenían mucha más ganancia económica, sino que la toxicidad de las plantas
había bajado considerablemente gracias a que no es necesario utilizar químicos
como pesticidas, plaguicidas e insecticidas de la misma manera que con los
cultivos tradicionales. Por lo tanto, en vez de perjudicar a los granjeros y
agricultores, les beneficia económica y ecológicamente, lo cual crea una
equidad difícil de conseguir sin este tipo de cultivos. Aunque sí, también las grandes
compañías productoras de semillas transgénicas se benefician (Qaim, 2009).
Conclusiones
El uso de
transgénicos logra no sólo un desarrollo sustentable como ya se mencionó
anteriormente, sino que también implica un desarrollo social donde se busca el
bienestar de las personas. Tanto de las que se benefician con los productos más
económicos y de mejor calidad como de aquellas que se benefician cultivándolos
en un contexto de equidad, sin verse saboteados por la competencia. Con los
cultivos transgénicos sí se logra una justicia social en donde todos tienen la
oportunidad de aprovechar esta tecnología y beneficiarse con su uso.
El reto hoy en
día es acabar con los conceptos erróneos que se tienen sobre este tema puesto
que éstos son los quienes no dejan avanzar a la ciencia en este ámbito, y de la
misma manera, frenan un enorme potencial benéfico para la economía, salud y
ecología mundial. No obstante, esta labor sólo se puede llevar a cabo si se
comparte la información correcta y se invita a participar en su difusión. Es
importante darse cuenta de que al final los beneficiados somos nosotros mismos.
Es hora de librar a la ciencia del freno ideológico.
Referencias:
Básicas
Bellon,
Mauricio R.; Berthaud, Julien. (2004) Transgenic Maize and the Evolution of
Landrace Diversity in Mexico. The
Importance of Farmers’ Behavior. Plant Psychology, March 2004 vol. 134 no.
3 883-888.
Margarit
et al. (2008). Bt protein rhizosecreted from transgenic maize does not
accumulate in soil. Electronic Journal of
Biotechnology. 2008, 11.
Piron, Florence; Varin, Thibaut. (2015). El caso
Séralini y la confianza en el orden normativo dominante de la ciencia. Sociológica, Enero-Abril,
231-274.
Qaim, M. (2009, June 26). The Economics of Genetically Modified
Crops. Annual Review of Resource Economics. Retrieved
November 8, 2015, from
http://www.annualreviews.org/doi/pdf/10.1146/annurev.resource.050708.144203
Rimachi et al. (2011). Detecting adventitious
transgenic events in a maize center of diversity. Electronic Journal of
Biotechnology, Sin mes, 1-14.
Séralini,
G.-E. et al. (2012). Long-term toxicity of a Roundup
herbicide and a Roundup-tolerant genetically modified maize. Food and Chemical Toxicology 50 (2012)
4221-4231
Complementarias
"Los derechos humanos”, en Barba, J.B.
(1997). Educación para los derechos humanos. México: Fondo de
Cultura Económica, pp. 15-42.
Cortina,
A. (1996). Ética. La vida moral y la reflexión ética. Madrid:
Santillana.
Corn and Soybean Digest, GMO crops benefit
environment, farmers, developing countries. (2014). Recuperado de: http://cornandsoybeandigest.com/issues/gmo-crops-benefit-environment-farmers-developing-countries
CRIIGEN,
Presentation of CRIIGEN. (s.f.) Recuperado de: http://www.criigen.org/Qui-Sommes-Nous#element-equipe-list--content
UCSC Benefits of GM Food. (2005) Recuperado de: https://classes.soe.ucsc.edu/cmpe080e/Spring05/projects/gmo/benefits.htm
Wright, E. (Mayo, 2015). Almost Everything is Genetically Modified. Citizens Against Government Waste.
Recuperado de: http://cagw.org/media/wastewatcher/almost-everything-genetically-modified
No hay comentarios:
Publicar un comentario