lunes, 30 de noviembre de 2015

De Yum Kaax a Agrobacterium tumefaciens: Del Dios del Maíz a la Manipulación Genética


De Yum Kaax a Agrobacterium tumefaciens: Del Dios del Maíz a la Manipulación Genética

Nora Damaris Pasquali Medici de Biron
Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey Campus Guadalajara
Guadalajara, México
30 de noviembre de 2015

Introducción
Los cultivos transgénicos se encuentran en su mayoría, bajo la percepción colectiva, entre la línea que separa a la ignorancia del miedo. Poco sabe la mayor parte de las personas sobre ellos, sin embargo, probablemente en el almuerzo, al enterarse de que están consumiéndolos, dejen caer la cuchara al plato y se levanten, pálidos, de la mesa.
Las plantas transgénicas han sufrido el rechazo de gran parte de la población, gracias a los conceptos erróneos que se propagan sobre ellos. Esto, en su mayoría es llevado a cabo por grupos que lucran de esparcir este tipo de información y utilizan argumentos completamente falaces.  El objetivo de este ensayo es dar a conocer la verdad científica sobre los cultivos transgénicos, sus beneficios para la salud, ecología y economía, a la vez de que se hilará con conceptos éticos, cuya reflexión proporcionará una verdadera conclusión la cual esclarecerá el debate de si los cultivos transgénicos son realmente “malos” o “buenos”.
Palabras clave: ética, justicia social, cultivos transgénicos, derechos humanos, equidad, bienestar, ecología, utilitarismo, salud, desarrollo sostenible

Desarrollo
El uso de cultivos transgénicos se ha considerado controversial alrededor del mundo desde que el término se introdujo al vocablo común. Uno de los argumentos más usuales en su contra es el de la desnaturalización de las especies nativas por la recombinación del ADN foráneo de las especies transgénicas con las propias. Este argumento fue planteado por primera vez en el artículo de Bellon y Berthaud en 2004 donde se alega que fue encontrado ADN foráneo en cultivos de maíz oaxaqueño, no obstante fue descreditado años después por Rimachi, en 2011. Rimachi condujo un estudio en Perú, donde sin seguir las normas de bioseguridad, se plantó maíz transgénico en lugares de plantíos de maíz nativo. Al darse cuenta de esto, Rimachi tomó ADN de las especies nativas y descubrió que no se encontraban rastros del ADN transgénico, además, las especies nativas tampoco producían las proteínas características de las especies transgénicas (Rimachi et al., 2011).

Por lo tanto, es posible decir que las especies transgénicas no dañan la integridad de las especies nativas y por lo tanto no dañan el valor cultural de éstas, con lo cual se logra respetar a las culturas oriundas y la preservación de sus derechos humanos, el de la conservación de sus tradiciones y costumbres para mantener su identidad (Barba, 1997).

Otro argumento en contra de las plantas transgénicas por la parte ecológica es el de la contaminación de suelos gracias a las proteínas “extrañas” que éstos producen. “Extrañas” puesto a que no son proteínas típicas de las especies nativas. Sin embargo, en 2008 se realizó un estudio en donde se encontró que la proteína Bt, la característica de las especies transgénicas, no es, o lo es en muy pocas cantidades secretada a los suelos. Además se descubrió también que aquella que sí es secretada no se acumula y es inocua, es decir, no causa daño alguno a los suelos o mantos acuíferos de las tierras donde son cultivadas (Margarit et al., 2008).

Los cultivos transgénicos ya han sido comprobados como ecológicamente inocuos, no causan daños ni en los suelos ni en las especies nativas. Gracias a esto, es acertado decir que los cultivos transgénicos son un medio excelente para lograr un desarrollo sostenible;
se logra producir más en menos espacio, utilizando menos o ningún pesticida e insecticida y además logra utilizar recursos previamente inservibles, tales como suelos de mala calidad donde no se podía plantar y aquellos suelos donde las situaciones climáticas hacían, de la misma manera, imposible el cultivo (UCSC, 2005). Es importante notar que, aunque muchas campañas publicitarias de grupos “ecológicos”  tratan de vender la idea equivocada sobre transgénicos para así recaudar más fondos promoviendo su abolición, asimismo fallan en dar información verdadera sobre este y otros temas además de que normalmente citan artículos falaces los cuales en su mayoría ni siquiera son científicos. Impedir la introducción de cultivos transgénicos es impedir un verdadero desarrollo sustentable, que vele por la ecología mundial con el propósito de abastecer a la población a la vez que protege al medio ambiente.

Por último, el artículo pseudocientífico más citado por los grupos anti-transgénicos es el artículo de Séralini, publicado originalmente en 2012 y republicado en 2014, luego de que la comunidad científica lo haya vetado de estar en una publicación seria como Elsevier, donde fue publicado por primera vez, por falacias explícitas. La segunda vez, con mucha sorpresa y pesar de la comunidad científica, una editorial menos seria aceptó su publicación aún con las alegaciones serias que lo descreditaban.

Este artículo trata de demostrar los efectos cancerígenos del maíz transgénico al alimentar ratones con éste. Los ratones desarrollaron tumores, no obstante la especie utilizada es conocida por su alta propensidad a desarrollar tumores. Además de esto las muestras utilizadas fueron muy pequeñas y para nada significantes como para probar una hipótesis o formar una teoría verdadera. Por último, la mayor evidencia de la falacia dentro del artículo en la que el autor escribe, y cito textualmente del artículo publicado en 2012, es la siguiente:
All data cannot be shown in one report, and the most relevant are described here
(Séralini et al, 2012, pg. 4224) .
El autor explícitamente admite una manipulación de datos, lo cual no es de sorprender ya que Séralini es presidente del consejo científico de CRIIGEN, conocida en Europa por hacer investigaciones en contra de los transgénicos para promover leyes que los veten, algo que hasta ahora se ha conseguido satisfactoriamente (CRIIGEN, s.f.). Por lo tanto también es posible admitir un conflicto de interés dentro del artículo. Por esta y las razones anteriores, muchos autores, como Piron y Thibaut, han descreditado sus aportaciones (2015).

Es increíble y penoso ver cómo existen personas con baja moral y ética que se dediquen a condenar algo posiblemente beneficioso para la sociedad sólo para obtener fondos; y lo más penoso es que lo hagan mientras venden una falsa idea de protección a la integridad y dignidad del ser humano y a la de la ecología.

Cabe destacar, como argumento a favor de los transgénicos, que la recombinación genética manipulada es algo que el humano ha hecho desde tiempos prehistóricos. El humano domesticó muchas especies, como el maíz o la col, los cuales se originaron de especies muy distintas y fue gracias a la manipulación genética que existen los vegetales que conocemos hoy en día. La diferencia es que en estos tiempos existen métodos más eficientes para realizarla y para lograr obtener un fin en específico, como la resistencia a ciertas plagas o climas, en vez de solamente pizcar, como lo hacían los antiguos pobladores, aquello que nos parezca más beneficioso (Wright, 2015).

Los alimentos transgénicos permiten producir más alimentos en lugares o situaciones climáticas donde no podría ser posible, de forma que se logra abastecer a un número más grande de personas. Es aquí donde entra el utilitarismo, buscar el mayor bien para una mayor cantidad de gente (Cortina, 1996, pg. 3). Sin embargo, también hay que poner atención en la justicia social que su cultivo implica.

Existe la falsa creencia de que los cultivos transgénicos son monopolios de una sola compañía y que, si se permite su cultivo alrededor del mundo, acabaría con la fuente de ingreso de miles de agricultores. Aquí cabe destacar que en principio no es un monopolio puesto que aunque haya una compañía fuerte, existen otras que también compiten en el mercado. También, en la cuestión de precios, aunque estas semillas sean más caras que las convencionales y por motivos de bioseguridad son estériles, o sea, las nuevas semillas producidas por los cultivos transgénicos no pueden ser plantadas, éstas ofrecen una mayor capacidad de remuneración económica para los agricultores (Quiam, 2009). Esto se debe a que hay muchas menos pérdidas por cuestiones de sequías o plagas, normalmente no utilizan o utilizan muy pocos pesticidas, insecticidas o fertilizantes, se da un mejor aprovechamiento de suelo ya que crecen más en menos espacio y además son capaces de crecer en zonas infértiles, y producen mucho más producto que las especies nativas (Corn and Soybean Digest, 2014).

En un minucioso estudio realizado en 2009, el cual examinaba la trayectoria económica del uso de transgénicos, se observó que no sólo tanto los granjeros pobres como los ricos tenían mucha más ganancia económica, sino que la toxicidad de las plantas había bajado considerablemente gracias a que no es necesario utilizar químicos como pesticidas, plaguicidas e insecticidas de la misma manera que con los cultivos tradicionales. Por lo tanto, en vez de perjudicar a los granjeros y agricultores, les beneficia económica y ecológicamente, lo cual crea una equidad difícil de conseguir sin este tipo de cultivos. Aunque sí, también las grandes compañías productoras de semillas transgénicas se benefician  (Qaim, 2009).

Conclusiones
El uso de transgénicos logra no sólo un desarrollo sustentable como ya se mencionó anteriormente, sino que también implica un desarrollo social donde se busca el bienestar de las personas. Tanto de las que se benefician con los productos más económicos y de mejor calidad como de aquellas que se benefician cultivándolos en un contexto de equidad, sin verse saboteados por la competencia. Con los cultivos transgénicos sí se logra una justicia social en donde todos tienen la oportunidad de aprovechar esta tecnología y beneficiarse con su uso.

El reto hoy en día es acabar con los conceptos erróneos que se tienen sobre este tema puesto que éstos son los quienes no dejan avanzar a la ciencia en este ámbito, y de la misma manera, frenan un enorme potencial benéfico para la economía, salud y ecología mundial. No obstante, esta labor sólo se puede llevar a cabo si se comparte la información correcta y se invita a participar en su difusión. Es importante darse cuenta de que al final los beneficiados somos nosotros mismos. Es hora de librar a la ciencia del freno ideológico.



Referencias:
Básicas
Bellon, Mauricio R.; Berthaud, Julien. (2004) Transgenic Maize and the Evolution of Landrace Diversity in Mexico. The Importance of Farmers’ Behavior. Plant Psychology, March 2004 vol. 134 no. 3 883-888.

Margarit et al. (2008). Bt protein rhizosecreted from transgenic maize does not accumulate in soil. Electronic Journal of Biotechnology. 2008, 11.

Piron, Florence; Varin, Thibaut. (2015). El caso Séralini y la confianza en el orden normativo dominante de la ciencia. Sociológica, Enero-Abril, 231-274. 

Qaim, M. (2009, June 26). The Economics of Genetically Modified Crops.  Annual Review of Resource Economics. Retrieved November 8, 2015, from http://www.annualreviews.org/doi/pdf/10.1146/annurev.resource.050708.144203

Rimachi et al. (2011). Detecting adventitious transgenic events in a maize center of diversity. Electronic Journal of Biotechnology, Sin mes, 1-14. 

Séralini, G.-E. et al. (2012). Long-term toxicity of a Roundup herbicide and a Roundup-tolerant genetically modified maize. Food and Chemical Toxicology 50 (2012) 4221-4231 



Complementarias
"Los derechos humanos”, en Barba, J.B. (1997). Educación para los derechos humanos. México: Fondo de Cultura Económica, pp. 15-42.

Cortina, A. (1996).  Ética. La vida moral y la reflexión ética. Madrid: Santillana.

Corn and Soybean Digest, GMO crops benefit environment, farmers, developing countries. (2014). Recuperado de: http://cornandsoybeandigest.com/issues/gmo-crops-benefit-environment-farmers-developing-countries

CRIIGEN, Presentation of CRIIGEN. (s.f.) Recuperado de: http://www.criigen.org/Qui-Sommes-Nous#element-equipe-list--content

UCSC Benefits of GM Food. (2005) Recuperado de: https://classes.soe.ucsc.edu/cmpe080e/Spring05/projects/gmo/benefits.htm

Wright, E. (Mayo, 2015). Almost Everything is Genetically Modified. Citizens Against Government Waste. Recuperado de: http://cagw.org/media/wastewatcher/almost-everything-genetically-modified

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