lunes, 2 de mayo de 2011

Análisis del narcotráfico como consecuencia de la falta de educación en México, desde el punto de vista ético por Omar Moya

Desde hace ya varias décadas en el continente americano, se ha dado un fenómeno violento e ilegal que ha afectado a todo occidente envolviéndolo en un ciclo o proceso que toma ventaja de los sectores más vulnerables de la sociedad: el narcotráfico. Específicamente en México, en el último lustro, se ha agudizado de tal manera que es característica hoy en día y hasta se ha estereotipado a dicho país de violento e inseguro con toda justicia, ya que solamente se necesita encender el televisor un lunes cualquiera por la tarde y sintonizar un noticiero, o revisar el diario local, para corroborar que dichos adjetivos están muy cercanos a la realidad. Muchos intentos se hacen, o se dice que se hacen para descifrar o encontrar la raíz de un problema que atenta contra la libertad de los ciudadanos y enferma las nuevas generaciones. Sin embargo, la respuesta recae en un tema simple y cotidiano, pero no así sencillo: la falta de educación, la cual proviene de la marcada discrepancia social. A continuación se hará un análisis de la situación descrita donde se tomará como referencia primordial la relación mencionada desde el punto de vista del utilitarismo, una de las corrientes éticas más de moda en la actualidad y el imperativo categórico de Kant; así como la exposición del ejemplo de Sergio Fajardo en Colombia.

El narcotráfico como consecuencia de la falta de educación, es un tópico que juega con la libertad de la sociedad mexicana y que constituye gran parte de la situación tan crítica que se vive en la actualidad; ya sea que se analice en su primera instancia, en su última o a lo largo de su curso. Primeramente está el cuestionamiento ¿cómo comienzan las personas involucradas? Es bastante simple, supone el inicio del ciclo e incluye la desesperación de no poder salir adelante por los medios "convencionales" a causa de una falta de capacitación que no permite competir en el campo laboral. Esto aunado a una laguna en los valores y en los juicios éticos de la misma persona, hace que se emprenda a la búsqueda de dinero fácil y rápido. Como lo menciona Pablo Ordaz, "Es obvio que si llega un sicario y le dice a un niño te doy quinientos pesos diarios para que trabajes para mí, pues él va a aceptar sin pensarlo " (El Informador, 2010).

Esto deja en evidencia la vulnerabilidad que se tiene en las nuevas generaciones y qué tan propensas son a estar inmiscuidas en el crimen organizado. Además contesta al crecimiento exponencial en su número de integrantes. Ante este actuar de los involucrados, el utilitarismo diría (como cualquier otra corriente ética), que es incorrecto. Sin embargo, lo que difiere reside en el por qué: porque lo que hace el mayor beneficio para el mayor número de personas es lo que impera, y desde esta premisa se infiere que no existe manera en la que el narcotráfico traiga felicidad a un mayor número de personas si lo que produce es inseguridad, drogadicción, muerte y guerra. Algunos, erróneamente, pudieran argumentar que a varios hace muy feliz mencionado tópico ya que ganan dinero de manera fácil y que de alguna u otra forma supone un beneficio económico para algunos sectores de la sociedad (como sus pueblos de origen a los que suelen ayudar los narcotraficantes), además de que es parte importante de la economía mexicana por su enorme fortaleza. Sin embargo, esta equívoca interpretación de lo argumentado por Mill (calidad de la felicidad), es una total falacia debido a que esta teoría sigue siendo utilitarista y se sigue guiando por la felicidad de la mayoría.

Asimismo, la carencia de formación académica ataca a la juventud por otro lado endeble que también está involucrado en el tópico. Y es que "Paulatinamente México se fue convirtiendo no sólo en un paso de drogas, sino en un país consumidor" (Amazurrutia, 2007) . Es aquí donde justamente se cierra el proceso (la última instancia): en la adquisición e ingestión de drogas. En este caso, se podría dar cabida a la una mala interpretación de las corrientes éticas si se piensa que si hace feliz a los involucrados, como lo es el usuario de la droga, sería correcto el acto, además de que se tiene un derecho al propio cuerpo. No obstante, guiándose por el argumento de Bentham (mayor cantidad de felicidad), es incorrecto ya que si se ve el panorama general, pudiera traer infelicidad a la familia, a él mismo en un largo plazo, mayor que el placer momentáneo; y además se es parte de todo un proceso que tiene consecuencias aterradoras en la sociedad. Ante este consumo de drogas ilegales, se han pensado soluciones como la legalización de alguna o algunas de ellas, tratando de imitar el modelo de algunos países europeos, como Holanda, hecho que incluiría un decaimiento del mercado narcotraficante. Existen tres argumentos en contra: Primero, el contraste de alfabetismo y cultura entre aquellos países de primer mundo y los latinoamericanos, fundamento que pone en duda fuertemente la capacidad mexicana de lidiar con esta libertad. Segundo, debido a que México sigue siendo un atractivo turístico por sus admirables recursos, playas y sitios arqueológicos, aunado a la debilidad legal, impunidad y falta de cumplimento de leyes; con la legalización pudiera ser que se convierta en objetivo de extranjeros con miras a disfrutar del libertinaje que en sus países de origen no pueden (sumados a algunos mexicanos con las mismas intenciones). Ambos argumentos suponen un nuevo desorden social y legal. Por último, pero no con menos importancia, se añade a lo anterior la relación de altos mandatarios de Gobierno con algunos cárteles de la droga, problema que imposibilitaría y trabaría a algunos funcionarios en su puja por nuevos planes o métodos para contrarrestar la situación o para el planteamiento adecuado de la misma. Generalizando, y siguiendo por la misma línea del utilitarismo, primeramente es necesario un grado mayor de educación con respecto al tópico y una erradicación de la corrupción en todos los niveles de Gobierno para poder aplicar la legalización de narcóticos, de lo contrario no se alcanzaría la máxima de mencionada teoría ética, el principio de utilidad, que dicta que la aprobación de los actos está en función de la suma o resta de felicidad en los involucrados.

De igual forma, continuando con las instancias, es posible analizar la corrupción dentro del mismo gobierno desde el punto de vista de la falta de educación, lo que constituye la parte la parte de la transición del proceso del que se viene hablando. Los funcionarios públicos son elegidos mediante un proceso electoral en el cual se les da la confianza por parte del pueblo para tomar las riendas de una parte del poder, en teoría con una buena remuneración económica, hechos que hacen imperdonable un accionar ventajoso e ilegal dentro de su trabajo. Con esto lo mínimo que se les puede pedir a los gobernantes es el simple respeto a la dignidad de las personas, como dice en su imperativo categórico Kant "obrar sólo según una máxima tal que puedas querer al mismo tiempo que se torne ley universal" (Rachels, 2009: 206). Si supuestamente los mandatarios tienen un grado de educación aceptable (aunque algunas veces es de dudar la formación académica que algunos políticos pudieron llegar a tener), ¿porqué está tan corrompido el poder? Este caso alude en mayor medida al deterior moral y a la falta de valores. Básicamente la respuesta reside en la ignorancia de una cultura de la legalidad y de los derechos fundamentales entre seres humanos, tópicos que se inculcan en el núcleo primordial del ser humano, la familia.

Por otra parte están las consecuencias sociales con las que el narcotráfico va de la mano. Todo sucede al estilo de una reacción en cadena, es decir una acción conlleva a la otra, no son aisladas: mientras más consumidores hay, existen más drogadictos y a su vez el área de oportunidad en el mercado de la droga crece debido a la demanda. Con mayor demanda existen más cárteles que quieren ser el imperante lo que resulta en un conflicto armado entre ellos. Además, la versatilidad de estos grupos provoca una extensión en sus actos delictivos como secuestros, robos, extorsiones, etcétera. En consecuencia todo este universo de argumentos negativos, deja a la sociedad bajo la sombra de la inseguridad y del miedo.

Es de recalcar también el rol fundamental que juega la sociedad misma en el tema en general. En primera, y como ya se mencionó, son los principales consumidores. Pero del otro lado está la omisión. "El individualismo imperante nos recomendaba no meternos mientras no se metieran con nosotros, sin darnos cuenta de que ya lo estaban haciendo." (Amuzurrutia, 2007) Lo citado es exactamente lo que sucede con el pueblo, quien, con ese pensamiento un tanto egoísta ha provocado que el miedo se haya enraizado los habitantes mexicanos y al final, es lo que indirectamente ha sido y está siendo cómplice del crimen organizado. Sin duda, no es de culpar dicha turbación, y esto lo justifica Hobbes, quien dice que hay circunstancias en donde se pone en riesgo la vida propia en las que ya no es obligación actuar ya que se está excediendo los niveles del "deber" que se cargan individualmente por el simple hecho de vivir en sociedad (Rachels, 2009). Sin embargo, la consciencia de unidad que se debe de tener, debe de ser mayor a la autoprotección al quedarse callado o sin actuar. Mucho se critica al Gobierno por su incompetencia, y quizás con justa razón, pero si se analiza más a fondo, el pueblo es mayoría, y por lo tanto tiene mayor capacidad de accionar ante distintas cuestiones.

A todo esto, surgen las preguntas: Entonces, ¿qué es lo que hay que hacer?, ¿existe alguna solución? Colombia históricamente ha sido parte del proceso de la producción y distribución de drogas en América y en las décadas de los 80 y 90 se acentuó el problema a tal grado de que algunas de sus ciudades más importantes, incluyendo su capital, fueron catalogadas como las ciudades con mayor peligro en el mundo. Sin embargo, a finales de los 90, Colombia experimentó un movimiento en distintas urbes de intelectuales que llegaron al poder de manera independiente y provocaron un cambio impresionante, que si bien no finiquitó el problema, lo disminuyó en forma drástica. El actuar de Sergio Fajardo en la ciudad de Medellín en 2003, dicta que lo primero que hay que hacer para enfrentar la crisis es entenderlo; y debería de servir como modelo de acción en el Gobierno y ciudadanía. Él, no como político sino como un ciudadano más, llegó a la alcaldía de la ciudad de Medellín por la vía de un partido independiente e impulsó un cambio colosal de donde transformó de manera radical lo que llegó a ser la ciudad más violenta del mundo. Además, él mismo ha dicho que para el entendimiento de un problema, se necesita de un proceso en el que entendamos que es como dos árboles enmarañados desde su raíz, que para poder sacar uno se necesita sacar el otro (Fajardo, 2009). Analogía en la cual deja claro que para poder extirpar un problema de la sociedad se debe de crear un plan en el cual se eliminen a su vez todos los problemas que están en función del mismo. Es en este orden es en la forma que debe funcionar la solución a problemas como el narcotráfico y la falta de educación.

***Para finalizar, el narcotráfico es un tema complejo que muchas veces se ve como una cuestión aislada (como se ejemplificaba en las malinterpretaciones), sin tomar en cuenta la infinidad de consecuencias y las causas que influyen en éste, hechos que hacen imposible la consecución de un plan o solución. Es necesario un entendimiento del narcotráfico como consecuencia de malos manejos de los mexicanos en general, no solamente de los gobernantes; y actuar conforme al bienestar general. En otras palabras, la cura al cáncer que experimenta en la actualidad es la coalición Estado-pueblo tomando la educación de calidad en familia y escuela como primordial.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

"Apostar por la educación para abatir al narcotráfico", El Informador, obtenido el 6 de marzo de 2011de http://www.informador.com.mx/mexico/2010/245207/6/apostar-por-la-educacion- para-abatir-al-narcotrafico.htm

Amuzurrutia, Julián. "Narcotráfico y educación". El Universal, 24 de mayo de 2007. Web. 8 de abril de 2011..

Rachels, J. (2009) Introducción a la filosofía moral. México: FCE.

Fajardo, Sergio. (2009, febrero). Medellín: del miedo a la esperanza. Conferencia conducida durante la XXIV reunión anual de consejeros del Tecnológico de Monterrey en Monterrey, Nuevo León. Obtenido de: http://www.youtube.com/watch?v=YBaVbSE5uXg

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