martes, 3 de mayo de 2011

Derechos de todos, Jorge E. Gómez Garnica

Derechos universales

Desde hace ya algunos años ha habido un auge en el desarrollo y presencia de los derechos humanos a lo largo de toda América Latina, con esto quiero hacer referencia a que últimamente se ha hecho mucho inca píe en que se ha de hacer valer nuestros derechos, movimiento que se involucra tanto en aspectos políticos, como sociales y culturales. Este gran “boom” de los derechos es lo que ha provocado que se haga ver de manera muy notoria las desigualdades que hay en nuestro país y cómo la gente no puede hacer valer sus derechos, ésta opresión comienza con la pobreza, la cual es el desencadenante que hará presente a otros temas como la desigualdad, principalmente entre las clases sociales, la libertad, la cual es esencial para el ser humano para su realización como persona.

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La pobreza, es un tema muy recurrente, es una situación que está muy presente en nuestro país, que nos afecta e incumbe a todos los ciudadanos, que aunque puede ser mencionado en muchas temáticas por los problemas que conlleva la situación, la pobreza toma una postura, se convierte en un problema ético cuando interfiere en la moral, cuando se interpone a la libertad, cuando no deja que la persona siga creciendo y frena el desarrollo de los demás. “Ser ciudadano en una sociedad donde casi tres cuartas partes de su población viven en condiciones de pobreza no es una empresa fácil.”(Ayala, 2010), ¿Cómo ejercer tus derechos cuando no puedes?, los derechos sociales, económicos y culturales son aquellos que nos ayudan y proporcionan los lineamientos necesarios para ejercer nuestra ciudadanía. Los DESC defienden que toda persona tiene derecho a estar segura, a obtener beneficios de los derechos económicos, sociales y culturales, que son indispensables para que desarrolle plenamente su libertad y no se atente contra su dignidad, todo esto llevado a cabo con la cooperación de todos los ciudadanos y una adecuada intervención del estado. (ONU, 2007). La problemática aparece cuando estos derechos no pueden ser respetados debido a la condición de desigualdad que existe en nuestro país, lo que priva de libertades a aquellos que no se encuentren bien posicionados, lo cual solo genera un ciclo que a corto plazo no parece tener solución.

Hemos de ser capaces de ver a la libertad como un fin, el cual será la base y principal medio para lograr el desarrollo, tanto personal, como colectivo. Según Sen, un filósofo, que nos propone que la libertad se ve amenazada y es “privatizada” por cuestiones como la pobreza, la tiranía, la escasez de oportunidades para las personas en el ámbito económico, el abandono que hay por parte de ciertos sectores de los servicios públicos y la intolerancia o el exceso de intervención de algunos estados represivos. Así mismo, siguiendo con la ideología de Sen, la libertad, la cual es esencial para el desarrollo y pleno realización de la ciudadanía, tiene dos papeles, un primer papel constitutivo, en el cual incluyen las necesidades para el enriquecimiento de la vida humana, como lo vendrían siendo la alimentación, la libertad de expresión, la educación, la participación política y un segundo papel; el instrumental, que es más práctico, e incluiría lo que son las libertades políticas, la seguridad, las oportunidades sociales, la garantía de transparencia, entre otras.

Para integrar todos estos conceptos con el ejercer como ciudadanos, se tomará la definición de ciudadanía que propone Adela Cortina, la cual expone que un concepto completo de una ciudadanía digna, adecuada, ha de llevar consigo un estatus legal, el cual incluye a todo el conjunto de derechos, un estatus moral, que vendría a ser representado por las responsabilidades que se tienen como individuo y el hecho de sentirse y saberse perteneciente a una determinada sociedad. ¿Cómo ser capaces de ejercer y reconocernos como ciudadanos?, es una cuestión que se resuelve cuando se tiene en cuenta que los derechos económicos, sociales y culturales, son la llave para el desarrollo de las capacidades humanas. Las capacidades humanas necesarias para el desarrollo humano fueron definidas por David Crocker, las cuales se pueden dividir en corporales (debe ser libre de sufrimiento físico, saludable para potencializarlas y sean puestas a su servicio en sus proyectos de vida), mentales (poder juzgar, decidir de manera autónoma, pensar críticamente), sociales (interactuar, desarrollar el autoestima) y capacidad de singularidad (elegir la propia vida en lo concerniente a la amistad, la paternidad, la vida en pareja el empleo). Para alcanzar una justicia social que permita la realización de las personas, su desarrollo y que puedan ejercer su ciudadanía es necesario que las diferencias tan grandes que existen entre los diferentes clases sociales sean reducidas, por lo cual también es imperativo que se igualen las posibilidades de las personas, una manera efectiva de reducir la desigualdad sería el asegurar a todas las personas un acceso a la educación básica. Así, por ejemplo, un niño de escasos recursos, pero que tenga no sólo educación, sino que sea una educación de calidad, tiene un aumento bastante significativo de las posibilidades para llevar a cabo un proyecto de vida, como lo son las personas que están posicionadas mejor económicamente.

Lo que nos lleva a plantearnos el cómo fue que llegamos a este punto, esta situación tan poco fructífera se le atribuye al hecho de que no se controló en su momento el “poder del mercado” que fue lo que determino a un largo plazo el diseño de las políticas públicas, las cuales actualmente tienen a más de la mitad de la población mundial bajo condiciones de pobreza, de los cuales mil trescientos millones viven en pobreza extrema y tres mil millones en condiciones de pobreza patrimonial. El hecho de que actualmente se viva entre tanta pobreza ha generado que los diseños de las políticas sociales se basen en la formación de nuevos programas políticos que no dejan fruto, y que no siempre garantizan el acceso a las funciones y capacidades que permitan al individuo la realización de una vida que pueda catalogarse como digna. (Ayala, 2010).

Para entender mejor las estadísticas que serán mencionadas a continuación es necesario saber que existen diferentes tipos de pobreza. Actualmente se cataloga como existentes tres tipos de pobreza, la alimentaria (no se disponen de los recursos necesarios para la canasta básica aunque se utilice el total de los ingresos), pobreza de capacidades (no se dispone de recursos para cubrir la canasta básica, y gastos de salud y educación aunque se destinen todos los recursos para ello) y la de patrimonio (no se dispone de ingresos para llenar la canasta básica, ni cubrir los gastos de salud, vestido, vivienda, transporte y educación aunque se use la totalidad de los ingresos). En nuestro país la pobreza alimentaria ha subido casi un 5% en 2 años situándose cerca del 19% de la población total, y la pobreza patrimonial se sitúa en un 48% lo que equivale a 50 millones de mexicanos, en la actualidad aproximadamente el 67% de la población total vive en condiciones de pobreza, provocada principalmente por aquellos que en su momento no supieron controlar y manejar correctamente a nuestro país cerrando así las oportunidades a sus ciudadanos.

Es muy común tener el pensamiento de que la gente pobre que no sale de su situación, es porque no quiere, diciéndolo de otro modo; ser pobre es una elección, y aquel que vive en pobreza es porque así quiere vivir, yo era de esas personas que pensaba y en ocasiones todavía sale ese pensamiento, de que las personas que estaban en esas situaciones era porque no querían hacer nada para cambiarla para mí era fácil decir que hay escuelas públicas, que la gente debería estar estudiando para que mejorara su situación, mi pensamiento no era 100% creer que la gente es pobre porque quiere, claro que hay factores ajenos que influyen, pero si pensaba que la mayor culpa recaía en ellos, que estaban así por flojos, pero a raíz de la lectura de la reflexión de Pablo Ayala acerca de la situación de nuestro país, que necesita un cambio, una revolución, me doy cuenta y concuerdo con él en que el hecho de que la gente esté así no sólo depende de ellos, estoy de acuerdo con que nadie quiere ser pobre, la gente que vive en esa situación es obvio que no quiere estarlo. La gente en situación de pobreza lo que hace es adaptarse a su situación e intentar sacar lo mejor que pueda de ella, sacar el mayor provecho.

Mucha gente nace en entornos que no puede escoger y mostrar desprecio o rechazo a la gente que vive en ese tipo de condiciones sería inhumano, no es ético rechazarlos, por lo contrario es nuestro deber apoyar a la gente, tomar acciones, para que se les pueda proporcionar y garantizar un mínimo de bienes y servicios esenciales como lo son educación, casa, servicio médico, así como una renta monetaria mínima para gastos de primera necesidad, como pensiones para ancianos, subsidios sociales y gastos por incapacidad permanente. También está en nuestras manos la promoción y el cuidado de la mano de obra mexicana, la cual es la “culpable” de que nuestro país se encuentre dentro de las G-20, un listado que cataloga a los países como futuras potencias.(Marshall, 1998)(Ayala,2010). Continuando con la idea de Marshall de eliminar la desigualdad tenemos como ejemplo a España, donde las oportunidades son más equitativas entre las personas, allá las personas gozan de un mínimo, se les garantiza que tendrán acceso a un mínimo de bienes, tienen acceso a salud, a la educación hasta la edad de los dieciséis años, y cuando no se tiene empleo se les otorga un mínimo para que sean capaces de subsistir, así como pensiones para los mayores de edad que ya no son productivos, y ya no son autosuficientes. Así con apoyos económicos y asegurando un acceso a unos mínimos básicos para toda la población se reduce significativamente las desigualdades entre las clases sociales, disminuye muchísimo la pobreza, aumenta mucho la clase media y el desarrollo personal y la sociedad puede avanzar en conjunto, de este modo, ya que se han cubierto las necesidades básicas como lo es la salud, y el mínimo acceso a servicios esenciales, la gente ya puede pensar en su identidad, en llevar a cabo un proyecto de vida, en plantearse ahora sí el ser ciudadano, ya se le puede exigir que ejerza sus derechos de votar, de elegir, de no dejar que los demás tomen decisiones por ellos.

Conclusión

La pobreza priva a las personas de su libertad, en ciertos aspectos y quien no es libre, no puede ser autónomo y, por lo tanto, tampoco puede ser capaz de ser su propio amo, de generase sus propias leyes, de escapar del proteccionismo de la “heteronomía” moral. En México alrededor de 70 millones de personas no son libres de llevar a cabo un proyecto de vida, su proyecto, pero tampoco son capaces de una autodeterminación moral como la tenía entendida Kant. Está en nuestras manos cambiar a nuestro país, ayudándonos los unos a los otros cuando sea necesario, y no cerrándonos, dejando de lado los prejuicios y valorando realmente el trabajo de aquellos que mantienen a nuestro país como una potencia económica, nuestra mano de obra, de la cual debemos estar orgullosa.

1 comentario:

  1. la bibliografía :S


    Bibliografía
    Ayala, P. (2010). agenda para una revolución ciudadana en México . Revoluciones Necesarias para América Latina (pp. 159-178). Guadalajara : Salvador Leetoy y Daniel Lemus.
    Bienvenidos a las Naciones Unidas. (n.d.). Welcome to the United Nations: It's Your World. Retrieved April 30, 2011, from http://www.un.org/es/
    Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) . (n.d.). Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Retrieved April 30, 2011, from http://www.inegi.org.mx/

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