Ángel Miguel Villegas López
Familias Homoparentales, ¿caótico o
solvente?
La adopción entre parejas del mismo
sexo, estimula el desarrollo de la dignidad humana. El filósofo alemán,
Immanuel Kant, estipula que la dignidad humana es una esencia que busca un fin
en sí, un valor interno en la cual la persona debe tener una conciencia;
buscando la dignidad como un valor absoluto, por la existencia misma de ese fin
nada puede sobreponerse a este mismo; dicho esto las parejas del mismo sexo
buscan un fin que para ellos o ellas es algo que nadie o nada les pueda quitar,
un vínculo interno que desean cumplir, su valor absoluto que es la adopción, la
generación de una familia. Si la adopción se vuelve legal, el fin de toda
persona homosexual busca se puede cumplir: la creación y formación de una
familia, podrá realizar ese fin interno, ese valor absoluto que tanto
anhelan,ademas que tambien se lograría un avance en reconocer que no importa
cual es tu preferencia sexual, todos pueden ser buenos padres de familia, es
por eso que la participación de parejas homosexuales en la adopción no perjudica el estilo de vida que su hijo/a pueda
desarrollar.
Palabras claves: Familias homoparentales, Adopción, Igualdad, Género, Homosexualidad.
Hoy en día se ha ido aceptando más a las personas que tienen
preferencias a su mismo sexo, tanto que en programas de televisión se ha visto
reflejado en personajes tomando un papel con este tipo de estilo de vida, pero
aun no se ha aceptado del todo porque la mayoría de la población humana no ve
esto como algo normal, lo siguen viendo como algo malo, algo que está prohibido
y es ahí donde también entra la adopción, las personas aun no quieren aceptar
el hecho de que personas del mismo sexo puedan desarrollar una familia, porque
no es lo que Dios manda, así como lo explica Rachels con la teoría del mandato
divino; esta teoría estipula que: “Lo moralmente correcto significa lo ordenado
por Dios, y lo moralmente incorrecto significa lo prohibido por Dios.”
(Rachels, 2007). Utilizando esto como ejemplo podemos poner dos casos, el
moralmente correcto y el incorrecto. El correcto sería la creación de una
familia heterosexual osea madre, padre e hijos; lo moralmente incorrecto sería
una familia homosexual dos padres o dos madres y sus respectivos hijos, esto es
observado como moralmente “incorrecto” porque la sociedad observa que las
personas homosexuales no tiene la misma habilidad de crianza que una pareja
heterosexual pero tras un estudio que se realizó en el 2005 por APA (American
Psychological Association) que tenía la finalidad de saber cómo se portan las
parejas homosexuales como padres o madres, se descubrió que las parejas se
dividen el trabajo que involucra la educación en general para su hijo para
generar un cuidado equitativo y que a su vez se reveló que las habilidades de
crianza pueden ser superiores a los de una pareja heterosexual (APA, 2005). Con
eso ya un poco más en claro creo que la noción de las personas que ven esto
como algo moralmente “incorrecto” se encuentran equivocadas porque si se
encuentran aptos para tener una familia e inclusive pueden ser mejores padres
que los supuestos padres que son lo moralmente “correcto”.
Las personas homosexuales que desean empezar una familia
deben de tener ese derecho de poder adoptar, porque ellos están buscando el
poder cumplir el ciclo de vida que tanto se habla, que es el nacer, crecer,
reproducirse y morir. Aunque en este caso la reproducción no se toma en cuenta,
ellos quieren vivir esa etapa. La etapa de cuidar, enseñar, amar a un hijo.
Inclusive el Código Civil ha cambiado el significado del matrimonio,este mismo
estipula lo siguiente: “Matrimonio es la unión libre de dos personas para
realizar la comunidad de vida, en donde ambos se procuran respeto, igualdad y
ayuda mutua. Debe celebrarse ante el Juez del Registro Civil y con las
formalidades que estipule el presente código” (artículo 146, 29 de diciembre de
2009). Con esto ya aclarado vemos que poco a poco se está generando la
justicia. A justicia me refiero a la búsqueda de la eliminación de
desequilibrios hirientes con la finalidad de generar espacios donde la sociedad
pueda ser ella misma y pueda realizar sus propios fines, sus voluntades
absolutas (Gil, 1999) pero no se genera del todo la justicia porque la justicia
legal aún no se logra; la justicia legal, busca el bien común a cada miembro de
una sociedad como medida de proporcionalidad(Vidal, 1984), esta justicia no se
logra porque la sociedad se encuentra con una mentalidad llamada “mente hetero”
nombrada así por Witting en 1992, tras este nombre se hizo un estudio para
saber como es la calidad del contexto familiar con la escala llamada HOME
(Caldwell y Bradley, 1984) la escala menciona que si en una familia donde no
existe un padre son de menor calidad a una familia que cuenta con un padre, el
problema de esta escala es que su perspectiva limita las fortalezas de los
otros tipos de familias porque solo observas las carencias, pero gracias a un
estudio realizado en España se encontró que las familias homoparentales si
cuentan con ciertas fortalezas que las parejas heteroparentales
carecen(González, Diez, López, et al., 2013). Otro rasgo encontrado fue que la
sexualidad de los padres y madres no tiene ningún efecto prejudicativo en la
salud y desarrollo de los hijos.
Alan Goldman en su libro
titulado “ética de la sexualidad” menciona el como la mayoría de las personas
creen que es la práctica de la homosexualidad, lo plantea de esta manera. (1)
la homosexualidad es anormal; (2) es pervertido o perverso; (3) es un peligro
para las familias heterosexuales; (4) los homosexuales son promiscuos, junto a
toda actividad que ellos realicen; (5) comportamiento homosexual esparce el
sida; (6) la homosexualidad podría anunciar el fin de la raza humana. Pero
primero debemos entender qué es sexo, ya
que la sexualidad deriva del sexo, por sexo podemos comprender que son toda
característica biológica y corporal que define a todo ser viviente como
femenino o masculino; y por sexualidad podemos decir que es algo que nos logra
impulsar en la búsqueda de un placer. Con esto aclarado, podemos regresar a los
puntos que nos da Goldman y podemos ver que todas las acusaciones que introduce
son falsas y otras son descabelladas pero si es cierto que muchas personas
piensan de esta manera. Un claro ejemplo es un caso que se analizó mediante una
investigación en Chile, donde el caso trataba sobre una familia heteroparental
que se había divorciado, y la esposa decidió casarse con alguien del mismo
sexo, el ex-marido demandó a su ex-marida porque la madre no se encontraba en
capacidad para cuidar a las hijas puesto que su orientación sexual y una
relación formal con una lesbiana producía consecuencias dañinas al desarrollo
de las niñas (caso atala, 2003). El simple hecho que esta mujer sea lesbiana y
desea tener una pareja formal no indica que no sea capaz de realizar cierta
acción porque no existe una razón concreta en que este comportamiento afecta a
las niñas como a las mismas madres de familia, inclusive el comportamiento
sexual natural es moralmente neutral por el motivo que actos sexuales que son
incorrectos son causadas por actos no-sexuales (Goldman).
En México la adopción
por parte de personas homosexuales es bien respetada por persona entre los 12 a
29 años de edad, una encuesta que hizo la Encuesta Nacional sobre
Discriminación en México demostró que entre este rango de edad ocho de cada
diez aceptan la homosexualidad, siete de cada diez entre los 30 y 59 años de
edad piensan de la misma manera, seis de cada diez entre los 60 años. En México
se presenta la tolerancia a este tema entre siete de cada diez personas no
tienen ninguna justificación para oponerse que dos personas contraigan
matrimonio (ENADIS, 2011). Respecto a la adopción los números se voltean al
nivel de aceptación de esta decisión, por las diferentes etapas que se han
vivido mientras más grande edad tenga la persona el desacuerdo incrementa.
Dejando esto en claro, podemos deducir que en México la aceptación de los gays
se ha estado recibiendo de una mejor manera al paso del tiempo, al igual que el
matrimonio, en cuestión de la adopción todavía falta un gran camino por recorrer.
En conclusión, La
adopción por pareja homoparental no tiene ninguna secuela en el estilo de vida
que vaya a tener su hijo, al igual que el gobierno mismo ha aceptado ya a las
personas del mismo sexo cambiando el significado del matrimonio, a su vez, se
ha comprobado científicamente que la psicología de un infante siendo educado
por parejas del mismo sexo, también se ha utilizado los medios de comunicación
para demostrar que familias del mismo sexo son capaces de cuidar a un niño.
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