lunes, 2 de mayo de 2016

                                                                                               Francisco Pineda Solís
                                                                                  A01337184

Un nuevo modelo educativo contra la desigualdad en México
Abstract
En el siguiente texto se revisa la situación que ha vivido el país en estos últimos años en el tema de desigualdad, cómo se ha llevado a cabo un mal manejo de decisiones en cuanto a  política pública y cuál ha sido la respuesta tanto del sector privado como de la sociedad en general. Se analiza cual ha sido la acción tomada en otras décadas para mejorar el promedio de escolaridad del país y sus efectos secundarios con respecto a la equidad social. Finalmente se propone cómo se puede mejorar el modelo educativo de manera ética, es decir sin atentar con la dignidad y autonomía de la persona e invitándola a la participación activa en el cambio social.
Palabras clave: educación, cambio social, desigualdad, autonomía, dignidad, vida digna, felicidad, comunidad, persona

Situación actual del país

Nuestro país se encuentra cada vez más inmerso en un abismo de  desigualdad de toda índole, se puede apreciar en el ámbito social,  económico, e incluso en el  de género. Gerardo Esquivel, economista por la UNAM indicó que “México está dentro del 25% de los países con mayores índices de desigualdad en el mundo y es uno de los dos países con mayor desigualdad de la OCDE” (Esquivel, 2016). Tales datos nos indican una severa situación del país en cuanto a igualdad se refiere. Por ello es evidente, la necesidad de establecer un cambio en la  formación del individuo  como miembro de la sociedad mexicana.
La constante influencia del capital privado en la política pública, ha estado protegiendo sus intereses únicamente, dejando en un nivel secundario las necesidades del pueblo mexicano. Podemos observar, como prueba tangible,  que el 9.5% del PIB les pertenece a tan solo cuatro personas (Carlos Slim, Germán Larrea, Alberto Bailleres y Ricardo Salinas Pliego), en contraposición a esto el PIB per cápita ha crecido solo 1% anualmente desde 1996 hasta 2014 según, además el último estudio del CONEVAL indica que el 46.2%  de la población vive en la pobreza, esto representa 55.3 millones de personas, lo cual hace ver una economía totalmente desequilibrada, puesto que mientras unos poseen mucho más de lo que necesitan, otros carecen de los elementos más básicos para la vida digna, es decir carecen de los elementos mínimos con los cuales se da a respetar su valor como personas, como por ejemplo un trabajo bien remunerado, vivienda y servicios de salud.
Uno de los factores más importantes que propician la desigualdad en México es, sin lugar a dudas la educación, es obvio que no tendrá las mismas oportunidades en la sociedad aquella persona que posee un posgrado, que aquella  que no sabe leer, un individuo que posee una mayor educación tendrá mejores oportunidades de empleo, por otra parte, una persona que ha dedicado mayor tiempo de su vida al estudio, será menos propensa a la manipulación, tiene mayor probabilidad de desarrollar sus ideas y obtener mejores ingresos. La educación en México es muy deficiente,  no es precisamente un país bien ubicado en la tabla de los países con mejor nivel educativo, de hecho está bastante atrasado, y además presenta el problema de que no está al alcance de toda la población, dentro del país hay mucha gente que no tiene acceso a ella. Otros factores importantes son el desempleo y el subempleo; en México existe una tasa de desempleo del 4.15% según el INEGI (febrero, 2016), lo cual no parecería tan alarmante de no ser por el hecho de que muchos de los empleos que existen son informales, precarios y los empleados no gozan de sueldos dignos ni prestaciones, a veces ni siquiera las de ley
Si consideramos que la mala administración del gobierno es la culpable,  sería una posición bastante cómoda, a pesar de que es evidente que una de las funciones del gobierno es proporcionar al ciudadano los elementos mínimos  necesarios para el desarrollo de una vida digna, es por esto que si el gobierno no asume su responsabilidad, entonces la igualdad nunca será posible, por tanto una sociedad responsable no puede dejar su progreso tan solo en manos del gobierno.
Ahora, desde otro punto de vista, podríamos decir que también se podría responsabilizar  a aquella  persona con un poder adquisitivo muy elevado, como los grandes multimillonarios que rigen el país, ya que muchos de  ellos ocupan a las personas como medios y no como fines, poniendo como prioridad las ganancias económicas, en vez de ofrecer una vida digna a sus empleados, por medio del trabajo que ellos mismos proporcionan, o el generar acciones de filantropía ya que sus acciones no tendrían mérito alguno si no ayudan a la gente de manera incondicional
Por último tenemos al tercer plano, a la clase media y baja mexicana, a quien normalmente la sociedad mira como la víctima porque a simple vista parece ser el grupo más débil, pero analicemos algunas de las acciones que toma este grupo, por un lado, si lo analizamos desde el punto de vista de la ética Aristotélica, estas personas actúan de manera nociva, debido a que no buscan su felicidad con sus acciones, al menos no en primera instancia, no trabajan para obtener beneficios que pueden mejorar su  calidad de vida, sin mencionar que esta parte de la población no asume la responsabilidad de exigir al gobierno  que cumpla con su deber, además que son sus hábitos de consumo los que propician la forma de actuar tanto de los grandes empresarios como del gobierno, es por esto que se debe cambiar la perspectiva de la población, y la mejor manera de lograrlo es por medio de buenas bases en su educación.
El papel de la educación
América Latina, y hablando en términos específicos, México, se ha visto en la necesidad de realizar la apertura de sus mercados y su economía al entorno internacional para la búsqueda de su desarrollo económico y equidad social. “Dentro de este contexto, el nivel de instrucción de una población y la calidad de la acción educativa que se imparta, determinan la capacidad de los países para participar en la evolución regional y mundial, considerando a la educación como la base y condición de la autonomía y de la competitividad económica, la superación social, el enriquecimiento cultural y la madurez política” (Parra, 2006).
La desigualdad no es un problema que se solucione de manera inmediata, pero la educación puede contrarrestar muchas de las causas de la misma; esto ya se ha demostrado en décadas anteriores, por ejemplo durante la década de los ochenta, donde se aceleró el avance del crecimiento educativo y se dio un aumento del promedio salarial se hizo cada vez más pequeña, durante este periodo se duplicó la tasa de aumento en la escolaridad promedio del país pasando de ser un año por década a dos, sin embargo dicho crecimiento se detuvo en años posteriores. Por otro lado cabe señalar que fue también este mismo aumento en el promedio de escolaridad lo que provocó una brecha más grande en la percepción salarial de quienes tenían un alto nivel académico de quienes no. (Información consultada en la investigación de Láchler, Educación y desigualdad salarial en México)
Tomando en cuenta lo anteriormente mencionado, sería necesario procurar, en primer lugar, no solo aumentar el promedio de escolaridad del país, sino que, además, la educación llegue de la forma más equitativa posible a toda la población, mejorando el acceso de la gente a la misma, de esta manera se produciría un desarrollo más uniforme, dejando atrás el modelo tan centralista que ha llevado el país por años.
Una buena opción para generar el  desarrollo que tanto necesita el país y lograr la participación del sector gobierno e incluso del sector privado, sería dejar de malgastar dinero  e invertirlo en mejorar la educación, sobre todo en las universidades públicas, ya que son las universidades la base del desarrollo tecnológico, científico y humanístico de una nación. De esta manera se fortalecería la justicia social permitiendo que las oportunidades de una educación universitaria no solo se le proporcionen a quien puedan pagar por ella, ya que mucha gente talentosa en este país no tiene los recursos necesarios para ingresar a  alguna institución de educación superior y con tan solo un pequeño apoyo económico puede generar bienestar tanto a  él como para quien lo rodea, además cabe mencionar que una de las funciones de la educación superior es la de formar ciudadanos responsables para que sean capaces de satisfacer las necesidades de su comunidad y por medio de los conocimientos teórico-prácticos participar activamente en el cambio social, con esta medida podría comenzarse a nivelar la desigualdad de oportunidades de ingreso al nivel superior, y que la situación económica del individuo no sea un impedimento.
Se podría empezar a transformar el modelo de la educación, pero no en el aspecto tradicional de mejorar los estándares de “calidad” o las calificaciones, recordemos que el modelo educativo actual del país se basa en competencias, es decir el estudiante debe ser competente para realizar una tarea o actividad, el problema ético con este modelo es que si el alumno no puede generar dicha competencia la consecuencia es simple, no puede avanzar de nivel generando en él ideas erróneas de que no “podrá lograr algo en la vida” y otras actitudes similares; el estudiante no puede verse como una máquina que deba ser capaz de realizar una tarea, sino como un ser de gran potencial, libre de decidir y buscar su felicidad.  Deberían realizarse métodos y programas de enseñanza apegados a la cultura mexicana, no como el modelo actual que trata de emular la situación de otras naciones, ya que de esta manera se puede adaptar a las necesidades que la nación demanda; introducir tanto los valores morales como culturales para la convivencia armónica entre la diversidad que existe en el país; canalizar a los jóvenes para desarrollar sus habilidades, destrezas y capacidades; mostrar a la cultura del trabajo como algo bueno, tratando de que exista un disfrute y desarrollo pleno reconociendo el esfuerzo del trabajador, en vez de que se vea como algo negativo u obligatorio; orientar a las personas en formación en el nivel educativo hacia la vocación que mejor se adapte a sus habilidades y capacidades para que de esta manera pueda poner el mayor potencial en cambio de su entorno . Educar a la población para la mejora de sus hábitos de consumo, haciendo énfasis en responsabilidad que tiene que asumir el consumidor con respecto al uso de ciertos productos nocivos para su salud, la sociedad y el medio ambiente.
Una educación fuerte, objetiva y al alcance de todos, es una de las mejores formas de combatir la desigualdad, ya sea por medio del desarrollo político, económico y social del país, o por un cambio en la conciencia de la juventud de México, presentándoles sus obligaciones morales y valores para la sana convivencia.
La adecuada educación aplicada en el país puede generar muchos más empleos de los que actualmente hay, ya sea por medio del autoempleo o el empleo formal, también existiría mejor calidad en los mismos, disminuyendo el subempleo y proporcionando mejor calidad y rendimientos de muchos puestos de trabajo que actualmente existen.
Cabe mencionar, que una educación responsable tiene que tratar al individuo como lo que es, una persona, esto va mucho más allá de tan solo enseñarle las ciencias básicas y el uso correcto del lenguaje, se tiene que tener en cuenta que ese individuo, tiene sueños, metas, temores, intimidad y todo esto debe ser respetado, un modelo de educación responsable, a pesar de buscar el bien común, no puede transgredir a la persona, sino todo lo contrario, debe estar enfocado en potenciar todas las habilidades y virtudes de la persona al máximo y generar conciencia de que el uso de las mismas debe estar enfocado al bien común.
En resumen un modelo  de educación que trate de disminuir la desigualdad del país debe ser realmente para todos, y no tan solo para quienes tengan la capacidad económica ni la ubicación geográfica correcta para acceder a ella, debe estar enfocado en el desarrollo de las habilidades de la persona con el enfoque del bien común sin atentar con la autonomía, la libertad ni los sueños del individuo, y debe estar basado en la búsqueda de la  justicia social
Finalmente la educación nos puede sensibilizar, hacernos reflexionar acerca de nuestros actos, y como consecuencia mejorar nuestro razonamiento ético, científico  y filosófico, incrementando la calidad de nuestras acciones al hacernos más conscientes del entorno en que vivimos, de cuáles son nuestras habilidades y virtudes, y como podemos utilizarlas para mejorar la situación de otras personas; y gracias una mejor toma de decisiones, a hábitos responsables de consumo y a buscar el bienestar del otro, encontrar nuestro camino  a la felicidad.










Fuentes principales:
Ávila, M. (2009). La ética educativa a través de los recursos comunitarios. Maracaibo: Universidad de Zulia. 
Rachels, J. (2007). Introducción a la filosofía moral. México: Fondo de Cultura Económica
Láchler, U. (septiembre 1998).Educación y desigualdad salarial en México. Perfiles Educativos núm. 81, Distrito Federal: Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación
Cortés F. (Enero-Marzo 2005).El ingreso y la desigualdad En su distribución en México. Toluca: Universidad Autónoma del Estado de México
Rifo M. (2015). La educación como apertura política contra la desigualdad. Santiago: Universidad de los lagos
Fuentes complementarias
Cortina, A. (1996).  Ética. La vida moral y la reflexión ética. Madrid: Santillana
Jiménez S. (24 de junio 2015) México con más desigualdad que otros países La Jornada. Recuperado de:http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2015/06/24/desigualdad-en-mexico-se-refleja-en-53-millones-de-pobres-oxfam-2410.html
 (21 de Octubre 2008). Contra la desigualdad, educación. La Jornada    Recuperado de: http://www.jornada.unam.mx/2008/10/21/index.php?section=opinion&article=002a1edi
Esquivel G. (25 de enero 2015). Desigualdad extrema en México Recuperado de: www.cambiarlasreglas.org
CONEVAL. (2014).Anexo Estadístico de Pobreza en México. Recuperado de: http://www.coneval.gob.mx/Medicion/MP/Paginas/AE_pobreza_2014.aspx
Esquivel G. (junio 2015). Desigualdad Extrema en México. Concentración del poder económico y político. DF: OXFAM
Staff Forbes (24 de junio 2015)7 Datos que muestran la desigualdad extrema en México. Forbes  Recuperado de: http://www.forbes.com.mx/7-datos-que-muestran-la-desigualdad-extrema-en-mexico/



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