Abstract
El outsourcing, un tema de interés actual a nivel global,
será evaluado y filtrado a través de múltiples etapas, compuestas
principalmente por teorías éticas. A lo largo del ensayo, la postura del autor
permanece un tanto neutralizada; son las teorías quienes realizan la mayor
parte del juicio. No es, sino hasta el cierre final, que en el escrito de
subcontratación, el lector podrá, finalmente, elaborar un juicio de valor en su
mente, de tal modo que, ya con herramientas suficientes para haber formado una
postura propia, se encontrará con un dilema ético que se sitúa entre la ficción
y la realidad*.
Palabras
clave: Outsourcing, ético, subcontratación, Immanuel Kant, imperativo
categórico, producción, Apple, derechos laborales.
*Se utiliza el término ficción, para
describir la cómo el contrato del outsourcing, por propia naturaleza del hombre,
será propenso a ser viciado.
El Outsourcing ético
“Lo bueno no es sino lo útil, convirtiéndose, en
consecuencia, el principio de utilidad en el principio fundamental” (S. Sánchez
Saura, s.f.). Éste es el principio del utilitarismo propuesto por John Stuart
Mill y Jeremy Bentham. Al observar a través de éste lente, la realidad que
viven cientos de miles de personas de todo el mundo, es decir, la del maltrato
y abuso de poder patronal, se justifica tomar las medidas que las empresas
toman –pues es por un bien mayor.
El outsourcing a países con economías más débiles que la
del lugar de origen de la empresa que lo practica, es una consecuencia natural de un sistema de libre mercado,
por ende, se llega a la conclusión de que es justo, siempre y cuando, el
esquema de éste contrato, sea respetado al pie de la letra. Sin embargo, el
problema se origina cuando las empresas empiezan a abusar de su ingenuidad ó falta de conocimiento. Un ejemplo que se convirtió en noticia de
primera plana a nivel mundial, debido a la cantidad de stakeholders (entidad física o moral que afecta o se ve afectada
por las decisiones de una empresa) alrededor del mundo, es el de las
condiciones inhumanas de trabajo que deben soportar alrededor de 1.2 millones
de trabajadores –la décima empleadora más grande del mundo: Foxconn (Alexander,
R. Marzo 2012). No es un nombre comúnmente conocido, sin embargo, el de la empresa
mas famosa que paga por sus servicios de manufactura barata, lo es –Apple.
En los últimos cuatro años, la manzana ha enfrentado
múltiples conflictos con respecto a la calidad de vida de quienes fabrican sus
productos, pues se ha descubierto que los empleados llegan a tomar de dos,
hasta tres turnos consecutivos (sin mencionar la docena de suicidios). Al
retomar el concepto del utilitarismo, el cual expone lo bueno es aquello que es
útil, en conjunto con el breve desarrollo de el mal uso del contrato Outsourcing, se puede observar cómo esta
teoría no funciona. Como tal, la oportunidad de reducir los costos de
producción de una empresa, en conjunto con dar empleo a centenas de
trabajadores (dependiendo de la carga de trabajo) de países sub-desarrollados,
tiene sentido, e incluso es socialmente responsable. Pero desgraciadamente, en
un escenario que se presta para un sin fin de prácticas dolosas, es improbable
que se respeten los límites que delimitan la subcontratación. Un vez
comprendiendo la utópica plataforma sobre la cual éste contrato pretende
funcionar, se procede a aplicar el utilitarismo, para probarse práctico u
obsoleto.
En éste caso, Apple subcontrata a una empresa que produce
sus mágicos productos, la cual con
tal de cumplir con los requerimientos y fechas límite de la anterior, decide
obligar a sus empleados a trabajar de 12 a 18 horas diarias (en algunos casos
24) (Weir, B. ABC News). A pesar de ser Apple la empresa detrás del outsourcing
como tal, Foxconn es quien se presta para dichas prácticas. ¿Qué pasaría si
ésta última decide negarse a cumplir con las fechas de Apple? La marca de
tecnología sencillamente irá a buscar otra fábrica que estuviese de acuerdo,
por lo tanto, esa no es la solución. Sin embargo, en un escenario en el cual
Apple se concientizara y como requerimiento, exigiera a sus proveedores, un
entorno laboral concreto, el problema disminuiría radicalmente.
El utilitarismo dice que todo es válido, siempre y cuando
resulte “útil”. En ésta situación, es obvio determinar la veracidad en la
utilidad de ésta práctica, pues la compañía Apple cerró el último cuatrimestre
del año anterior con una cifra de $37.5 miles de millones de USD en ingresos, y
$7.5 miles de millones de USD en ganancias. Esto habla de la ventaja
competitiva de Apple, la cual solamente es posible gracias a sus proveedores y
sus bajos costos y la inmensa cantidad de dinero inyectada a la economía. La
realidad es que pensar en la alegría de cada cliente al comprar un producto
Apple y la idea de que al comprar estos productos, se ayuda a miles de personas
en estado de pobreza, y justificar ésta acción gracias a esto, es únicamente la
verdad a medias (Dowling, S. Apple press info), pues significa otorgarle a la
vida de los cientos de miles de trabajadores un precio fijado en bienes
materiales –tal como en el caso del automóvil Pinto de Ford*. No se puede, en
un juicio de valor, poner la vida humana junto con bienes materiales, en la misma
categoría. Naturalmente, el hacer más sencillas las tareas cotidianas de la
gente, por medio de productos tecnológicos, se traduce a mejorar poco a poco la
calidad de vida, pero simplemente, a una escala no comparable con la vida de
las personas.
*El caso Pinto, trata de la valoración de la vida humana que hace una
empresa, en contraste con el potencial capital perdido, al no incorporar un par
de piezas en un auto, con tal de ahorrar un par de dólares (por unidad). La
empresa automotriz decide economizar y, como resultado directo de la decisión,
cientos de personas fueron seriamente lesionadas.
Immanuel Kant (1724-1804), propone una teoría de análisis
a la moral que dice que “mientras la naturaleza me dicta egoísmo, placer y
deseo, la moral me dicta deber y libertad, pues el deber me hace libre, y la
libertad me hace persona” (INTEF, s.f.). Kant dice que el deber es lo que
caracteriza al humano, pues el deber es racional, que mejor envuelve y explica
el porque subcontratar, en su estado corrompido; estado natural del hombre, es
un problema de injusticia y de doble moral.
1) «Obra sólo de forma que
puedas desear que la máxima de tu acción se convierta en una ley universal»...
2) «Obra de tal modo que
uses la humanidad, tanto en tu persona como en la de cualquier otro, siempre
como un fin, y nunca sólo como un medio».
3) «Obra como si, por medio
de tus máximas, fueras siempre un miembro legislador en un reino universal de
los fines» (Sanz, F. Fundamentos en humanidades).
Una vez conscientes de las condiciones bajo las cuales
los trabajadores y trabajadoras trabajan en fábricas como las de FOXCONN, puede
resultar fácil
simplemente juzgar la
situación y determinarla como mala, sin embargo, es necesario analizar la
situación a través de otro lente; otra perspectiva.
El primer apartado es suficiente para determinar la
inmoralidad de éstas prácticas, pues en un mundo de convivencia social, en el
cual todos los hombres y mujeres conviven entre sí, una estructura que no esta basada
en apoyo y confianza para/hacia la persona a un lado, lleva al ser humano de
regreso a su estado natural; su estado salvaje y de caos. El sistema de libre
mercado se colapsaría, pues al actuar de manera dolosa, se acepta éste acto
como moralmente válido en cualquier situación, para cualquier persona de tal
manera que el soporte básico de la economía (todo aquel que pretende seguir
siendo rentable a mediano y largo plazo, deberá ser ético).
El segundo apartado deja aún más claro porque la
subcontratación, según Kant, nuevamente en su estado viciado, es inmoral. Esto
se debe a que tanto el empleador que es contratado por empresas en otros países
(Foxconn), la parte activa en el maltrato, como la compañía que contrata el
servicio, la parte pasiva, de alguna manera u otra están conscientes de que
para llegar a bajísimos costos por la mano de obra que obtienen, se deben
emplear estrategias ilícitas e insustentables. Ambas partes comparten
responsabilidad en el acto; sin una de las dos partes (empresas), todo el
esquema de abuso se viene abajo.
Por ultimo, el tercer apartado de Kant, menciona obrar
por medio de máximos, esto quiere decir, activamente buscar tanto qué se debe
hacer y cómo se debe actuar en la sociedad para la plena convivencia sana (mínimos),
como qué hacer y como obrar para superar
este estado de mera coexistencia social y llegar a la felicidad comunal. Para
que Apple pueda lograr cumplir con el tercer apartado de Kant, ésta no solo
tiene el deber de exigir a la empresa que le produce sus aparatos que trate
bien a sus trabajadores, que no trabajen turnos de más de ocho horas, de darle
a los centenares de miles de empleados, prestaciones y servicios –mínimos, sino
también exigir que éstas empresas busquen mejorar la calidad de vida de cada
uno de los empleados, tanto dentro de la fábrica como fuera. Una consecuencia
obvia de esto, sería el incremento de costos de producción y operación, lo cual
resulta en la pérdida de la ventaja competitiva que Apple obtiene al asociarse
en el extranjero (y de esta manera arriesgar integridad de productos), lo que
por consecuencia deja de ser negocio.
Cierre
¿Significa que subcontratar en su estado más puro, es
incorrecto desde una perspectiva ética? No. Únicamente quiere decir, que quien
quiera ser propietario de un teléfono móvil Iphone,
deberá pagar más por el, pues los costos de fabricación incrementarán; ó,
sencillamente, Apple deberá decir adiós a un mayor porcentaje de sus utilidades
para “subsidiar” costos de producción. En términos realistas, asumir la
existencia del escenario previamente mencionado, es tanto un riesgo para la
existencia de la empresa como tal, como para el empleado trabajando turnos
dobles, pues es gracias a esta ventaja competitiva, que Apple logra continuar
produciendo, que logra seguir siendo la marca
mas valiosa del mundo (Forbes, 2014). Como consecuencia indirecta, miles de
personas alrededor del mundo tienen un empleo; tienen con qué regresar a casa cada
noche. De pronto –el Outsourcing, un método que permite a cualquier empresa a
producir fuera del país de origen, y viceversa- se torna en utopía.
Referencias
Básicas
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