jueves, 8 de mayo de 2014

Los inmigrantes, una piedra en el zapato para Estados Unidos


Carolina Navarro Briseno A01225811
Tecnológico De Monterrey


Los inmigrantes, una piedra en el zapato para Estados Unidos

          La migración de mexicanos a Estados Unidos, tanto en el pasado como en la actualidad, es una de las cuestiones más complejas y difíciles que enfrentan ambos países.
La controversia en torno al tema incluye consideraciones económicas, políticas, sociales, culturales y de derechos humanos. No podemos empezar, sin antes dar una pequeña reseña de lo que paso hace algunos años, desatando esta polémica relación entre México y Estados Unidos. Todo surge con la independencia de Texas en 1848, a partir de los resultados de la guerra con Estados Unidos, cuando México pierde más de la mitad de su territorio (Díaz de Cossío, 1997, 15). Mexicanos en busca de una vida mejor, dejan México y emigran a Estados Unidos, pero he aquí el problema principal… ¿Por qué tanta discriminación hacia ellos?


              

          “Los mexicoamericanos tienen una historia de discriminación, pobreza y de trato de segunda clase", explica Richard Griswold (Ballesteros-Coronel, 1999).  Mexicanos que viven en Estados Unidos  no son tratados con dignidad, la mayoría de los mexicanos que trabajan en Estados Unidos reciben bajos salarios, carecen de seguro médico y de prestaciones, pagan impuestos de más, entre muchas otras cosas (Diez-Canedo, 1984, 13).

 Muy cerca del siglo XXI, más de veinte millones de personas de origen mexicano radican en Estados Unidos, poco más de la quinta parte de la población que tiene México (Díaz, 1997, 5). Los mexicanos que radicamos en México, sabemos poco sobre esta población; desconocemos las luchas que han tenido y que aún en la actualidad enfrentan por defender sus derechos y su identidad cultural, desconocemos sus logros y el amor que tienen por México. No hay que olvidar  que todos los mexicanos, aun estando en Estados Unidos tenemos algo en común: nuestro origen.

       Miles de mexicanos que vivían en territorios mexicanos antes de la independencia de Texas, que en la actualidad pertenece a los Estados Unidos,  fueron vistos como invasores de su propio territorio (Ramírez, 1992, 10). Su condición de indocumentados los coloca en una situación de vulnerabilidad, “entre este grupo es común ver la violación sistemática de sus derechos humanos, explotación económica, inseguridad social, menosprecio, racismo y riesgo de muerte.” (Ballesteros-Coronel, 1999).  Por lo tanto se les está negando un derecho básico que es el de ser ellos mismos, de poseer identidad, lengua, costumbres. El tachar de criminales a los seres humanos que, expulsados por las economías tan pesimistas de sus países, le entregan a Estados Unidos su sudor y sus sueños, es atentar contra lo que les queda: su dignidad (Montaner, 2006, 27).

          Ahora bien, si nos apegamos a la ética, Estados Unidos está rompiendo contra los derechos de los mexicanos de muchas maneras. Un ejemplo claro de la discriminación hacia los mexicanos fue encontrado en un informe preparado por el doctor Roy L. Garis, (quien pretendía poner una cuota fija para la migración mexicana y latinoamericana)  “La mente de los mexicanos no va más allá de las funciones animales: comer, dormir y libertinaje sexual… Y a pesar de todo hay norteamericanos que claman porque sean traídos de México más de esos humanos”  (Ramírez, 1997, 39). Hablando de ética, el requisito de imparcialidad habla sobre no excluir por grupos sociales, no arbitrariedad (Rachels, 2009, 34).

            El gobierno y la gente americana deben de entender que estamos hablando de humanos, no de “cosas”.  Sean o no mexicanos, no dejan de tener el derecho de una vida digna. En la regla de Oro prestada por Thomas Hobbes, dice lo siguiente “Hacer a los demás lo que no quieras que te hagan porque si lo haces, lo más probable es que te lo harán” (Rachels, 2009, 129). Los americanos deben de aprender a respetar si quieren ser respetados, no creo que si ellos emigran por alguna circunstancia d la vida hacia otro país, quieran ser vistos como la oveja negra.

        Como dice el final de la moralidad utilitarista hay que tratar el bienestar de cada persona como de igual importancia (Rachels, 2009,174). Mi punto no es que reciban a los mexicanos en alfombra roja o que todos tengan los mejores puestos, si no, empezar con un poco de respeto hacia estas personas y ponerse en sus zapatos.

Estos inmigrantes tienen grande virtudes, por ejemplo: El gran valor que tuvieron al abandonar su país, su gente, su familia porque eran incapaces de tener una buena vida en mexica y quisieron arriesgarse a la suerte e ir en busca de una mejor calidad de vida. Muchos de ellos emigran a Estados porque quieren un mejor futuro para su familia, representando así la lealtad.

       El inmigrante también ha sido muy juzgado, ya que llego a Estados Unidos de una manera ilegal, tal cual como se les llama “ilegales”, es cierto que llegaron “rompiendo leyes” (polleros ayudándolos a cruzar la línea, papeles chuecos, trabajar sin papeles etc.), sin embargo, de tras de todo esto se encuentra una historia que va más allá de romper la ley. Como ya mencionamos estos inmigrantes emigraron a México en busca de una vida mejor. Con una perspectiva del derecho, la conducta de parte de los inmigrantes es una falta enorme e ilegal y merece sanción, sin embargo, desde la perspectiva de la ética, hay algunas teorías que nos ayudarían a justificar estas acciones ilegales. El utilitarismo habla del único fin: la felicidad; “las acciones son justificables si producen un balance favorable de felicidad sobre infelicidad” (Rachels, 2009, 152). Y en este caso lo que ellos buscaban era mejor calidad de vida.

            Por otro lado, es muy importante difundir entre la sociedad estadunidense los beneficios que la comunidad mexicana aporta a este país en términos tanto económicos como sociales y culturales; ya que es “el estado de California, donde mayor número de mexicanos reside, y es el estado de la Unión Americana que se ubica dentro de las primeras economías del mundo. Renuevan viviendas y barrios, abaratan el precio de productos agrícolas para los consumidores, se integran a la economía estadunidense sin que ese país haya invertido un dólar en su educación y desarrollo” (Fernández, 2005). “No se da cuenta es que estos inmigrantes ilegales, denigrados y despreciados como defraudadores de los servicios de salud, están de hecho subsidiando al mayor sector de la económica de california" (Díaz, 1997, 89). Entonces lo que está pasando es que ellos sacan provecho utilizando a estos mexicanos como medios, pero se quejan de ellos porque están en su país “invadiendo”, que ironía.

          “Una contribución destacada ha sido la presencia de latinos en diversas dependencias de las fuerzas armadas en la segunda guerra mundial, en corea, en Vietnam, Es hora de preguntarnos cuanta sangra latina ha derramado esta nación en ultramar” (Montaner, 2006, 60).
           Algo que los estadounidenses pasan por alto es que un mundo globalizado, de economía globalizada requiere una globalización nacional que incluya idioma, concepto y tradiciones (Montaner, 2006, 61). Pero al parecer “heredaron de la sociedad inglesa, el racismo, a pesar de su estructura igualitaria” (Díaz de Cossío, 1997, 37).
En esta era de globalización los mexicanos son indispensables en Estados Unidos. No me quiero referir únicamente a los jardineros, camareros, meseros, sí no también a los maestros, científicos, deportistas, actores y doctores, que luchan por poner en alto a su país día a día; si no también a todos esos hijos de inmigrantes, que ahora son legalmente americanos y que han podido concluir con estudios, tener buen trabajo, ser empresarios y  contribuir con el progreso de Estados Unidos de diferente manera.

Conclusiones:
      Después de analizar todo lo visto, llego a la conclusión de que tanto para mexicanos como americanos el tema de inmigración puede llegar a ser un dolor de cabeza. Los mexicanos, como vimos anteriormente, tienen que luchar todos los días ante la discriminación; y para los americanos ha sido un poco difícil asimilar que su país tenga tantos inmigrantes, tal vez porque le da miedo que se quite su esencia cultural, reducciones de empleo, sobrepoblación etc.

Lo que se tiene que hacer es causar conciencia de la realidad en la que nos encontramos y de la problemática; se podría modificar las políticas migratorias, a fin de que la humanidad vuelva a ser más humana y con esto tal vez algún día Estados Unidos pueda aprender a dar un thank you.

 

Fuentes:

·         Díaz, R. (1997). Los mexicanos en Estados Unidos. México: Sistema Técnicos de Edición.

·         Montaner, G. (2006). Un día sin inmigrantes. Mexico: Grijalbo.

·         Ramírez, A. (1992). Chicanos: El orgullo de ser. México: Universidad Nacional Autónoma de México.

·         Diaz-Canedo, J. (1985). La migración indocumentada de México a los estados unidos un nuevo enfoque. México: Fondo de Cultura Económica.

·         Rachels, J. (2009). Introducción a la filosofía moral. México: FCE.

·         Ballesteros-Coronel, M. (1999, May 18). Discriminación histórica de los mexicanos en estados unido. Retrieved from http://search.proquest.com/docview/368364272?accountid=11643

·         Fernández, A. C. (2005). La discriminación a los mexicanos en estados unidos. El Cotidiano, 21(134), 89-94. Retrieved from http://search.proquest.com/docview/748415223?accountid=11643

 

 

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