martes, 13 de mayo de 2014



Psiquiatría y ética
Charlyn Valadez Zenteno

“La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades” (OMS, 2002)

La enfermedad mental ha sido siempre una disciplina de la medicina, ubicada en la frontera de la ciencia, la magia, y la religión y hoy en día entre las ciencias médicas y las ciencias sociales.

Existen registros de locuras en los códices egipcios, antes del año 3000 AC. (Postel, 1987).

En el Juramento Hipocrático, no se menciona la locura, aunque sí hace referencia a la primacía de la salud del paciente y a la confidencialidad. (Gracia, 2000)

En la antigua Grecia se les denominaba como “locos” a las personas con alguna alteración fisiológica-biológica mental, y apenas existían disposiciones legales para ellos. (Postel J, 1987) Debido a las restricciones morales  poco se sabía el funcionamiento del cerebro, las emociones, los pensamientos, la conducta, y mucho menos hablar de lo que era un trastorno de personalidad como la esquizofrenia o la paranoia, por lo cual estas personas eran tratadas como lo peor de la sociedad, aquello que se aparentaba que no existía, estos pacientes han sido ignorados, denigrados y discriminados desde que se tiene registro. (Postel J, 1987)

El oscurantismo en Europa ocasionó un estancamiento en términos de psiquiatría, no tuvo avances médicos para la enfermedad mental ya que la principal influencia sobre las actitudes hacia el enfermo mental provenía de la religión. (Peset V, 1950)

Los árabes fueron los primeros en internar a una persona con algún trastorno mental en instituciones. Las primeras contribuciones a la materia fueron por Pinel en Francia y Esquivel en España, aproximadamente entre los siglos XVI y XVII. (Peset V, 1950)

Recibían tratamientos poco convencionales, justificando los procedimientos violentos como el aislamiento, purgas, golpes e intimidación, como necesarios dada la complejidad de lo que significaba tratar a un enfermo mental. (Gracia, 2000)

Por el siglo XIX, los científicos que se ocupaban de los fenómenos neurobiológicos como: Charcot, Freud, Jaspers, Babinski, Bleuler eran criticados ya que eran incapaces de demostrar los sustentos anatómicos biológicos de sus teorías. (Postel J, 1987)

Tiempo más tarde llegaron los conductistas con Pavlov y Watson y el psicoanálisis de Freud. (Postel J, 1987)

Se intentaron nuevos métodos para curar la locura, muchos de ellos mortales (coma insulínico, electroshocks, etc.) (Postel J, 1987)

Tristemente, el oscuro pasado de la psiquiatría sigue y muchos comienzos de la llamada “antipsiquiatría” están creciendo, se considera a esta especialidad como inhumana y violatoria de los derechos humanos. Esto como consecuencias de una profunda ignorancia de la condición del enfermo mental.

La idea básica del subjetivismo: Nuestras opiniones morales están basadas en nuestros sentimientos y nada más. (Rachels J, 2007) Las opiniones acerca de una situación en particular siempre van a ser distintas de persona a persona ya que influyen muchos factores, como la manera en como alguien fue educado, las actitudes que tomo en su desarrollo, todos ven las cosas desde perspectivas muy distintas.

Se define a la salud mental como: el bienestar subjetivo, autonomía, competencia, dependencia, intergeneracional y reconocimiento de la habilidad para realizarse intelectual y emocionalmente. (OMS, 2002)

Es una situación muy desfavorable la que se tiene,  100 millones sufren de trastorno mental o de la conducta y  alrededor de 1 millón de personas se suicidan cada año. (OMS, 2002) Algunas de estas enfermedades son incapacitantes: depresión, generados por alcohol, esquizofrenia y bipolar, datos según la OMS una de cada 4 familias tiene por lo menos un miembro afectado por un trastorno mental. (OMS, 2002)

La problemática radica en las violaciones de derechos, estigma y discriminación. Así como la carga emocional así como financiera para individuos, que muchas veces esta queda de lado.

Pese a que han sido muchos los cambios desde entonces, podemos encontrar una serie de problemas éticos comunes como:

·         La forma de evaluar los costos y beneficios morales de sus acciones

·         El modo de mantener la confidencialidad en situaciones de conflicto de lealtades

·         Cómo conseguir el consentimiento del paciente para los procedimientos terapéuticos

·         Cómo satisfacer los intereses de los pacientes, de la familia, de la comunidad

·         Cómo evitar la discriminación y el abuso de los pacientes o cómo defenderlos cuando a menudo carecen de poder y de derechos

(Guía internacional de la Bioética, 1996)

Este tipo de situaciones ponen en evidencia la poca importancia que se tiene por la dignidad humana y las injusticias que existen con pacientes con algún trastorno mental, y esto se puede notar en la escasa inversión que hay en este rubro en particular, la discriminación que existe cuando se sabe que alguien tiene una enfermedad de este tipo y los abusos que estos pacientes padecen muchas veces por sus mismos médicos. (Guía internacional de la Bioética, 1996) En el ámbito de la medicina es importante hacer énfasis en que lo principal y más importante es la integridad del paciente, sin importar cuál es su padecimiento o la gravedad de su enfermedad, tomar en cuenta su opinión y que tener el consentimiento informado de lo que se realice.

Deberíamos tomar el argumento de Hobbes, donde cita que todos queremos vivir tan bien como sea posible, pero nadie puede prosperar a menos que tengamos un orden social pacífico y cooperativo. (Rachels J, 2007)

Los argumentos a favor de esta problemática son evidentes, ya que no hay respeto por la dignidad humana. El objeto de la moralidad es favorecer el bienestar humano, una acción se considera correcta si esta nos lleva a la masificación de las consecuencias positivas o de minimizar las negativas, es aquí donde entra el utilitarismo donde según el libro del curso Rachels, la utilidad se entiende como el principio que aprueba o desaprueba cualquier acción, según la tendencia a aumentar o disminuir la felicidad de los interesados, pero este en su totalidad no puede ser aplicado ya que puede caer en un punto de ser usado solo a la conveniencia de unos justificándose con esta corriente.

Desde el imperativo categórico de Kant, se debe actuar tratando a los demás como fin y nunca como un solo medio. (Rachels J, 2007)  En el imperativo de Kant se requiere que las personas sean tratadas con respeto y dignidad. Lo cual es algo que lamentablemente no se refleja, ya que se siguen teniendo a los pacientes mentales como medios para experimentos que atentan contra su vida y en muchas ocasiones esto sucede sin el consentimiento de ello. (Guía internacional de la Bioética, 1996).

Es importante destacar que en la práctica médica se utilizan los principios éticos básicos, que se refiere a aquellos términos generales que funcionan como justificación básica para los diversos principios éticos y evoluciones de las acciones humanas. Los principios éticos más utilizados en la medicina son proporcionados por el Principialismo. (Vázquez, 2000). 

Todas las personas con trastornos mentales tienen derecho a recibir atención y tratamiento de calidad a través de unos servicios adecuados de salud mental. Estas personas deberían asimismo estar protegidas frente a cualquier tipo de  discriminación o tratamiento inhumano. (Ruiz M, 2003)

Es fundamental mencionar que se debe trabajar es distintos puntos para mejorar en el campo de psiquiatría, y la ética tiene un papel muy importante ya que la medicina en colaboración con esta materia es simplemente algo que no puede tomarse por separado, ya que se trata de la integridad de una persona, algo invaluable.

 Aquello en lo que las regulaciones como la NOM debería de enfocarse es en lo siguiente para mejorar en la práctica médica: financiación, organización de servicio, planificación y elaboración de presupuesto para la prestación de servicios, defensa de la salud mental, mejora de calidad, sistemas de información y recurso humano y formación.

En el 25% de los países o existe una legislación sobre salud mental. (Ruiz M, 2003)

La legislación sobre salud mental es de gran relevancia para proteger los derechos de las personas con trastornos mentales. Lamentablemente vivimos en una sociedad en la que las enfermedades relacionadas con el área de psiquiatría son discriminadas, estigmatizadas, señaladas y juzgadas sin razón, cuando estos pacientes en realidad son los más vulnerables ya que por su condición estos no tienen control de sus acciones, no son capaces de tomar decisiones, se les pone en un papel de violentos, cuando el riesgo de violencia o lesiones que se puede relacionar a los trastornos de salud mental es bajo.

Los trastornos mentales pueden afectar a las personas en su modo de pensar y a sus conductas, así como a su capacidad para proteger sus propios intereses. La estigmatización y discriminación incrementa la posibilidades que de las personas se les niegue el tratamiento que requieren o bien d que se les proporcione una atención deficiente e inadecuada a lo que necesitan. Se violan sus derechos civiles, económicos, sociales y culturales hasta por sus propios médicos.

La importancia de brindar un marco legal en el que se traten asuntos fundamentales como la integración en la comunidad de personas con trastornos mentales, el que ellos reciban una atención de calidad, que estos servicios sean accesibles y no solo para un sector social. (Ruiz M, 2003)

Un código que vele por el sector de salud de mental no es solo una regulación sobre los cuidados y el tratamiento del paciente, en realidad no tiene limitantes a solo legislar la manera en cómo se brindan los servicios, sino que el panorama es muy extenso y hay muchas ares de la psiquiatría que necesitan de ello.

Es muy importante mejorar la conciencia social sobre estos temas, formando y educando al mismo tiempo a los responsables políticos y a la sociedad.

Si bien es conocido que para requerido se necesita de tiempo, esto debe de verse como un proceso. Basándome en la guía de legislación de psiquiatría, el primer paso es identificar los principales problemas y las dificultades al momento de empezar a trabajar en los planes y políticas; el segundo paso es hacer una reflexión y un análisis crítico de la legislación que ya existe y así conocer las áreas que requieren de más atención.

 


Referencias

Postel, J. (1987). Historia de la psiquiatría. Fondo De Cultura Económica.

Peset, V. (1950). Sobre psiquiatría española del XIX. Archivos Iberoamericanos de Historia de la Medicina. España.

Ruiz, M. (2003). Legislación sobre Salud Mental y Derechos Humanos. Conjunto de Guías sobre Servicios y Políticas de Salud Mental. Asturias, España.

Rachels, J. (2007). Introducción a la Filosofía Moral. México: Breviarios

OMS (2002). Salud mental: un estado de bienestar Recuperado 28 de marzo 2014  http://www.who.int/features/factfiles/mental_health/es/

Gracia D. (2000). Ética y Praxis psiquiátrica. Asociación Española de Neuropsiquiatría. Madrid, España.

Vázquez. R. (2000).  Teorías y principios normativos en bioética. ITAM

Guía internacional de la Bioética (1996). Informe Belmont. Recuperado 27 de marzo de 2014 http://www.bioeticas.org/bio.php?articulo62

 

 

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