viernes, 9 de mayo de 2014

La discapacidad, un problema de todos

Estephania Peña Alvarez
A01225838
ITESM, Campus GDL  

La discapacidad, un problema de todos

 “Sé el cambio que quieres ver en el mundo”
 Gandhi. (De los Ángeles, M. 2009).
Introducción
            La mayoría de las personas tenemos la mala costumbre de quejarnos de todo lo que pasa a nuestro alrededor y todo el tiempo, nos ponemos de malas por el tráfico, por el frio, por el calor, nos abrumamos por que tenemos muchas tareas por realizar, maldecimos y nos quejemos con Dios por todo lo malo que nos pasa. Parece que vivimos en otro mundo y que no nos damos cuenta de los problemas verdaderos que existen a nuestro alrededor; ¿por qué no, despertar y en lugar de quejarnos por el clima agradecemos a Dios por estar sanos, por no tener ningún dolor, por poder ver el amanecer, por caminar, por sentir?
Tristemente, hay muchas personas no tienen la dicha poder hacerlo, por que padecen de alguna discapacidad; sin embargo, no se dan por vencidas a pesar de las dificultadas por las que a traviesan a lo largo de su vida. Muchas de estas dificultades son propiciadas por la discriminación, que se vive en diversos ámbitos como lo es a nivel social, cultural, urbanístico, etc. Especialmente en nuestro país, la discriminación para los discapacitados es evidente, las construcciones son deficientes para las personas con discapacidad,  no existen rampas correctamente aplicadas, espacios amplios para el uso de sillas de ruedas, etc.

La discriminación es problema que nos afecta a todos y que esta en cada uno de nosotros hacer algo por mejorarlo. Deberíamos hacer conciencia para respetar y tomar en cuenta a todas las personas, incluyendo a los discapacitados. Es por esto que es en este ensayo se hablará de esta desigualdad y como podemos combatirla.

Palabras Clave:  discapacidad, discriminación, exclusión, marginación, derechos humanos, felicidad,  barreras, respeto, dignidad, igualdad.

            “El tema de las personas discapacitadas es todo un reto, ya que desde el primer núcleo de la sociedad, que es la familia, la mayoría de ellas enfrentan los primeros problemas de aceptación, maltrato y total dependencia de la familia, posteriormente la lucha es acomodarse en la sociedad, misma que los discrimina y margina, tratándolos como personas “defectuosas” (Flores Salgado, L. 2010,p. 112). ¿Cuántas veces nos hemos sentido incomodos ante la presencia de un discapacitado?  ¿cuántas has sentido lástima? ¿Alguna vez has pensado que  los discapacitados son raros por que no pueden hacer todas las cosas?  Tristemente, muchas personas lo piensan; esta manera de ver a los discapacitados es un enorme problema que existe en México: la discriminación;  nos cuesta trabajo pensar que las personas con discapacidad forman parte de nuestro mundo y que así como cualquier ser humano tiene el derecho de ser feliz.

Los discapacitados no solamente experimentan la discriminación  al verlos diferentes, muchas veces son incapaces de realizar ciertas actividades por varias razones, incluyendo que los espacios en los que se desarrollan no son apropiados para ellos. “Los obstáculos que enfrentan diariamente las personas con discapacidad impiden o dificultan el desarrollo de sus actividades y contribuyen a su marginación” (Comisión de los Derechos Humanos, 1999. p.28). La discriminación para los discapacitados no termina, y es que en mi punto de vista,  no nos ponemos en sus zapatos; detengámonos por un momentos  y  pensemos  lo que pasaría si fueras en carretera y de pronto sufres un terrible  accidente, pierdes el conocimiento y lo recuperas al despertar en un hospital sin movilidad en las piernas, el doctor te da la noticia de que no volverás a caminar y tendrás  que usar silla de ruedas el resto de tu vida. Por supuesto que no sería una  noticia agradable y sería difícil de asimilar  pero al incorporarnos a nuestra rutina nos gustaría que las demás personas nos respetaran, que no nos vieran como bichos raros, también quisiéramos poder realizar todas las actividades que antes del accidente solíamos hacer, ir a trabajar, divertirnos, reunirnos con amigos, salir a distraernos a la calle, ir a centros comerciales, etc. Ahora piensa la realidad que vivimos en México, muchas de estas actividades serían sumamente difíciles de realizar, si no es que imposibles, debido a las deficiencias que muestran muchos de los edificios y calles en nuestro país; ni siquiera podríamos salir a dar la vuelta en nuestra colonia porque la silla de ruedas se atoraría en todas irregularidades de la acera, tampoco podríamos ir a los edificios que no cuentan con elevadores o que no sirvan, así como muchas actividades más. Lo triste es que como la mayoría de las personas tenemos la suerte de no tener ninguna discapacidad no vemos esta realidad como un grave problema, esta es una manera egoísta de ver las cosas, puesto que no nos importa lo que le pase al otro, como lo dice el egoísmo ético “nuestro único deber es hacer aquello que es lo mejor para
nosotros mismos” (Rachels, J. 2006. p. 129). “El egoísmo ético es la idea de que cada quien debe buscar exclusivamente su propio interés” (Rachels, J. 2006. p. 128).Pensar en nosotros solamente, en mi punto de vista no es la mejor opción pues la convivencia con las demás personas se vuelve algo innecesario o de conveniencia. Sin embargo, hasta que nos pasa a nosotros es cuando valoramos lo que tenemos; por esto es importante considerar que todos los seres humanos somos iguales y que a todos nos puede pasar por lo que la inclusión de los discapacitados es un trabajo social y cultural en el que se requiere responsabilidad ética;  como bien lo resume la regla de oro: “ trata a los demás como quieres que te traten” (De los Ángeles, M. 2009), así todos seríamos respetuosos con todos y podríamos vivir más felices.

Las personas con discapacidades presentan mucha dificultad para acceder a  los edificios en México, como lo dice una encuesta realizada a  45 adultos con esta discapacidad en donde se  detectó que “Las mayores barreras fueron el acceso a los edificios públicos (54%) y a la educación técnica (83%).” (Hurtado Floyd, 2010) por lo tanto presentan gran dificultad para realizar sus actividades y tener una convivencia de igualdad. Los discapacitados se sienten impotentes al ser presas de la discriminación tanto en edificios como en el comportamiento de las demás personas. En muchos de los casos la marginación también la encontramos en la construcción de las calles “debido a que el diseño urbano no contempla las necesidades y los requerimientos de las personas con discapacidad, éstas se sienten excluidas y marginadas, pues no existen las condiciones de equidad que les facilite la posibilidad de acceder a los diferentes servicios”(Comisión de los Derechos Humanos, 1999. p.28). Estas deficiencias en el ámbito urbano crean a su vez una discriminación mayor, ya que al no poder acceder con facilidad a los  edificios de trabajo, tienen menor oportunidad para conseguir empleos; al no poder acceder a los bares, cines, restaurantes, etc. les impide la convivencia con las demás personas así como hacer nuevos amigos y encontrar pareja, discriminación en la educación, y más. (Barton, L. 1998. p.214)

Todas las personas somos iguales y por tanto merecemos los mismos derechos “el esquema adoptado por la Ley consiste en subrayar los derechos que tienen las personas discapacitadas, los cuales desde luego son los mismos que el resto de la población” (De la Torre, M, C. 2006. p.347). Para los discapacitados muchos de estos derechos no son del todo respetados o no tienen la misma importancia para algunas personas, ya que existe el pensamiento egoísta de que al no ser la mayoría de la población los que  tienen una discapacidad no es una obligación ayudar a la inclusión de los discapacitados; sin embargo “Deben de considerarse como derechos de las personas discapacitadas el derecho a la protección de su salud, derecho al trabajo, derechos políticos, derecho urbanístico (instalaciones urbanísticas y arquitectónicas adecuadas, que les permitan desarrollar sus actividades) derecho a la cultura y deporte, derecho a la protección del consumidor, derechos fiscales” (Flores Salgado, L. 2010, p. 116).

Es importante que pongamos de nuestra parte y respetemos los derechos de todas las personas sin hacer excepciones  para que esta desigualdad que existe hacia las personas con discapacidad se vaya erradicando. Como lo dice la teoría de Kant,  “nuestro deber es obedecer las reglas que pudiéramos consistentemente desear que fueran universales; esto es, reglas que quisiéramos que la gente siguiera en toda circunstancia”(Rachels, J.2006 p.266). A todas las personas les gustaría ser tratado igual y tener los mismos derechos a pesar de cualquier discapacidad, entonces respetar  y ayudar al desarrollo de los discapacitados se vuelve una regla universal. Por eso, “su integración en la vida de la sociedad debe promoverse y apoyarse mediante legislaciones que garanticen el acceso a instalaciones y servicios, entre otros: edificios públicos y a lugares de trabajo, calles y aceras, transportes públicos, vivienda respetando las normas de accesibilidad arquitectónica, de perros guías en lugares públicos, atención sanitaria” (Santillán Rivero, E. 2004p. 5).

 Es un hecho que la discriminación está presente en nuestro país, vamos describiendo un ejemplo de cómo los discapacitados sufren de la exclusión hasta en la educación. Las bibliotecas nacionales: “Tienen además como misión acercar toda esa información a los ciudadanos nativos de su país, sin importar raza, sexo, religión, lengua, opinión o cualquier otra condición o circunstancia social”(Santillán Rivero, E. 2004, p. 3). Sin embargo,  en muchas bibliotecas de México  no se cuenta  ni con las instalaciones apropiadas para el paso de una persona en silla de ruedas (no hay rampas,
el espacio del baño, así como los pasillos  se encuentran muy reducidos para el movimiento de personas con discapacidad, etc.) otras bibliotecas  en donde el personal no tiene la disponibilidad para ayudar a los discapacitados a encontrar libros o cualquier otro material que busquen;  en otras,  no hay libros para las personas ciegas y podríamos seguir con una larga lista de deficiencias pero el punto importante es que  no solo se trata de una discriminación social, sino también a nivel urbano y sobre todo una discriminación en la educación; ¿cómo se pretende incluir a las personas con discapacidad si no tienen  las mismas oportunidades en la educación?  Si no se incluyen en la educación, también sabremos que serán excluidas  en el ámbito laboral y seguir con esta cadena de desigualdad.

Podremos ofrecer una mejor calidad de vida a las personas con discapacidad si empezamos a crear edificios  que permitan un fácil acceso con rampas que tengan la pendiente necesaria para acceder a este en una silla de ruedas, baños  y pasillos amplios, uso de tecnologías y muchos más.

Diseñar edificios con mayor inclusión para las personas con discapacidad, no es tarea sencilla; un aspecto por lo cual las personas están en contra de la creación de espacios  que permitan que los discapacitados se sientan incluidos en la vida “ normal” de las personas es porque “... atender las demandas de los usuarios discapacitados significa un enorme reto, porque ello hace necesario realizar adecuaciones tanto de servicios como de instalaciones ” (Santillán Rivero, E. 2004, p. 3)  y resulta ser algo costoso o difícil de realizar por algo que según algunas personas no es tan importante. Mencionando de nuevo al egoísmo ético, sugiere que “cada uno de nosotros divida el mundo en dos categorías de personas -nosotros mismos y los demás- y que consideremos los intereses del primer grupo como más importantes que los del segundo grupo” (Rachels, J. 2006. p.146). Con este pensamiento podríamos decir que es correcto no hacer nada para mejorar las instalaciones o los espacios, no tendríamos porque hacer algo para los demás, porque el interés de cada uno es más importante que el de los demás.

Sin embargo no existe diferencia alguna entre nosotros y los demás, así que “los intereses de otras personas deben importarnos por la misma razón por la que nos importan nuestros propios intereses; porque sus necesidades y deseos son comparables
a los nuestros. (Rachels, J. 2006. p.146)

Los empresarios y dueños de edificios, así como el gobierno consideran que la inclusión de las personas con discapacidad en cuestión de urbanidad y arquitectura representa un fuerte desembolso económico. En muchos de los casos se piensa que este gasto es innecesario puesto que la mayoría de las personas no tienen esta discapacidad. Se piensa que el beneficio no es tan grande o no lo es para la y el costo seria algo significativo, por lo que prefieren no invertir o hacerlo en su mínima expresión, dando pie a edificios públicos y privados con una calidad no apropiada para el uso de las personas con discapacidad. Estas empresas toman la decisión en base al costo-beneficio y dicen que el costo es muy grande puesto que se tiene que invertir mucho dinero en la implementación de estas servicios, sin embargo no se fijan en que el beneficio no se basa en un valor económico, estas comparando con la calidad de vida de muchas personas, aunque no sean la mayoría. “Si cierta acción beneficiara (o dañara) a otras personas, entonces ésta sería una razón de por qué deberíamos (o no deberíamos) realizar esa acción” ( Rachels, J. 2006, p.128); o como lo dice el utilitarismo de la regla, existen reglas para no violar los derechos humanos y en este caso se están violando los derechos de los discapacitados, sumándole que en un futuro el beneficio tendrá un impacto importante que será benéfico no solo para su empresa misma, si no también para toda la nación (Rachels, J. 2006. P. 120).

Para poder tener un país, como es lo esperado en México, sin discriminación; las leyes  y los derechos humanos juegan un papel muy importante. “México cuenta con un marco jurídico que protege a las personas con alguna discapacidad física, tales como la Ley General de Protección a Personas con Discapacidad, Ley de Protección e Integración de las Personas Discapacitadas...” (Flores Salgado, L. 2010,p.121) por mencionar algunas. Aún con estas leyes y programas, la discriminación sigue estando presente y sigue siendo un problema con un fuerte impacto a nivel social en nuestro país, puesto que  muchas las personas no  tienen la conciencia de respetar  y tratar a las personas con discapacidad de manera equitativa.

Basándonos el ejemplo de las bibliotecas, podemos  ver que la preocupación para evitar esta discriminación no es solo a nacional, también es internacional. En diferentes partes  mundo existen diferentes bibliotecas que desean integrar a las personas con discapacidad para que tengan acceso a toda la información; en estas bibliotecas se les
proporcionan audiolibros y material en braille a las personas videntes; se preocupan por tener personal preparado para ayudar a cualquier discapacitado, entre muchas otras cosas como lo muestran los gráficos anexos al final del escrito.[1] (Santillán, Rivero, E. 2004. P.11). Esperando así, que como en los diferentes países del mundo, México se ocupe realmente por la eliminación de esta desigualdad entre discapacitados y no discapacitados.

Conclusión
         En resumen podemos decir que la discapacidad es un problema que no solamente afecta a  la persona que lo padece y por tanto debemos de estar comprometidos con los demás para vivir mejor como sociedad y como seres humanos. Todas las personas son iguales y merecen el mismo respeto y gozar de todos sus derechos, dejemos de juzgar a los discapacitados simplemente por ser diferentes. Tengamos siempre en mente que en cualquier momento nos puede pasar a nosotros y en ese caso nos gustaría ser tratados con respeto e igualdad.

La discriminación es un grave problema en México, sin embargo, no es imposible de erradicar; está en que cada uno de nosotros haga lo que este en sus manos para que esto cambie. Pequeños o grandes cambios como no burlarlos de ellos, cederles el paso, respetar los señalamientos, diseñar o construir espacios apropiados para su movilidad, implementar servicios de tecnología y muchos otros más, pueden hacer la diferencia entre un país con discriminación y uno equitativo y justo.

En lo que a mi respecta en el ámbito laboral, debido a la profesión que ejerceré de arquitecta, haré todo lo posible por romper con esas barreras y crear espacios públicos y privados para que todas las personas sin excepción alguna, pueda disfrutar de ellos.

Al contribuir para que esta discriminación se acabe, no solo estamos ayudando a los discapacitados nos estamos ayudando todos; nos sentiremos mejor con nosotros mismo al ser capaces de ayudar a otro, mejoraremos nuestra relación social y sobre todo crearemos un país con muchas más posibilidades de crecimientos. Dejemos de quejarnos por lo insignificante, pongamos en los zapatos del otro y seamos el cambio que queremos ver.




Referencias Básicas

            Barton, L. (1998). Discapacidad y sociedad. Ediciones Morata. Madrid. 283p.

            Comisión nacional de los derechos humanos. México. (1999). La incorporación al desarrollo de las personas con discapacidad. México. 1ra edición. 39p.

            De la Torre, Martínez, C. (2006). El derecho a la no discriminación en México. Editorial Porrúa. México. 1ra edición. p.396.

            Flores Salgado, Lucerito Ludmila. (2010). Las personas discapacitadas como grupo vulnerable a la luz de la Constitución mexicana. IUS. Revista del Instituto de Ciencias Jurídicas de Puebla A.C., . 113-125. Recuperado de:http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=293222980007

            Hurtado Floyd, M. Aguilar Zambrono, J. Mora Antó, A. etc.  (2010) Identificación de las barreras del entorno que afectan la inclusión social de las personas con discapacidad motriz de miembros inferiores.  Revista salud Uninorte, artículo original. Recuperado de: http://www.scielo.org.co/scielo.php?script= sci_arttext&pid=

         Rachels, James. (2006). La introducción a la filosofía moral. Fondo de cultura económica.1ra Edición es español. P. 352.

         Santillán, Rivero, Emma; Valles, Valenzuela, Javier. (2004). Las bibliotecas nacionales y los servicios para discapacitados . Anales de Documentación, . 1-13. Recuperado  de: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=63500723

Referencias Complementarias:
         De los Ángeles, M.  (2009). La regla de oro. Vida Extraordinaria. Recuperado de: http://www.vidaextraordinaria.com/la-regla-de-oro/



Anexos:




[1] Santillán, Rivero, Emma; Valles, Valenzuela, Javier. (2004). Las bibliotecas nacionales y los servicios para discapacitados . Anales de Documentación, . 1-13. Recuperado  de: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=63500723

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