viernes, 9 de mayo de 2014

Modelo económico fructífero y destructivo


Guillermo Pérez
A01225547
27/03/14
Modelo económico fructífero y destructivo


En este trabajo se presentan diferentes posturas que analizan la relación medio ambiente – desarrollo. Su objetivo, adoptando una postura imparcial, es mostrar argumentos que sirvan para el análisis del modelo económico a tratar. De esta manera se puede presentar diferentes interrogantes sobre el porqué de la preferencia del modelo económico actual, el cual se basa en utilización de energías no renovables, las cuales tienen como referente los hidrocarburos. En este trabajo se destaca; lo negativo y positivo que conlleva el realizar ciertas actividades relacionadas con energías no renovables y el impacto que genera para el medio ambiente y para la sociedad.

Palabras clave: medio ambiente, desarrollo, economía, energías.


Para comprender  como es que se formó  lo que en pleno siglo XXI fue la fuente principal fuente de energía y una de las actividades económicas más importantes del mundo (el petróleo) necesitamos retroceder el tiempo algunos millones de años.  Para los científicos la teoría más acertada de cómo se formó el petróleo es su origen orgánico, es decir que proviene de los restos de animales y plantas que existieron hace millones de años, en edades geológicas remotas, principalmente de billones de microscópicas criaturas y vegetales marinos que  al morir,  sus cuerpos descendieron hacia el fondo del mar. Atacados por ciertas bacterias, denominadas anaerobias (bacterias que no necesitan oxígeno para sobrevivir), las grasas contenidas en ellos acabaron convirtiéndose en lo que se llama petróleo.Desde tiempos remotos el petróleo ha sido utilizado, incluso La Biblia en sus escrituras lo menciona como betún, o como asfalto. En la era de la pre-colonización por indígenas y hasta los chinos lo usaban pero para cosas muy limitadas como impermeabilizante para embarcaciones y el gas para cocción de alimentos.

No fue hasta 1850 cuando Edwin L. Drake perforó  en Titusville, Pennsylvania, un pozo de veinte metros de profundidad, que produjo históricamente el primer chorro de petróleo comercial de los Estados Unidos, con el fin de producir cantidades industriales de kerosina para la iluminación. Con este acontecimiento se da inicio a  una nueva actividad económica para el ser humano. Sin embargo lo que no se sabía era que el nuevo “oro negro” sería contraproducente para nuestro planeta. Es curioso asimilar un recurso que sea para el progreso del ser humano se convertiría con el  tiempo en algo dañino para el “hogar” del mismo.

Las energías no renovables, como el nombre indica, son aquellas fuentes de energía halladas en la naturaleza y que se dispone de una cantidad limitada de ellas, la cual una vez consumida no puede ser sustituida por ningún medio. Las energías no renovables más fructíferas en el tema económico son los hidrocarburos pero al mismo tiempo las que más daño hacen al medio ambiente. Ahora bien, ¿Por qué los hidrocarburos son dañinos para el medio ambiente?  Muy simple, porque todo lo relacionado con ellos significa un impacto negativo para nuestro medio ambiente.

 “El crecimiento esperado en el consumo de energía en el mundo, conlleva el aumento de la preocupación sobre la contaminación y los efectos ambientales derivados de utilizar combustibles convencionales”. (Rico, D. 2008). Por ejemplo en nuestra atmosfera, cada que se expulsan gases se está afectando a la atmosfera, los gases que expulsamos son mediante la quema, ya sea por la gasolina de nuestros coches, barcos, aviones, fábricas de explotaciones petrolíferas,  estos gases producirán lo que se llama el efecto invernadero, lo que produce que la temperatura de la tierra suba. También se afecta cuando hay búsqueda de petróleo ya sea en el mar o en la tierra, porque ocasiona daños muy graves, por ejemplo en el derrame de petróleo en los mares provoca serios daños en la vida marítima. De la quema de gases se deriva el smog y otras afectaciones como la lluvia ácida, los cuales afectan directamente al ser humano. En algunos países como Estados Unidos y Canadá, “estas actividades son la fuente más grande de contaminación en aire, tierra y agua, y los pronósticos para el futuro resultan alarmantes en lo que se refiere al cambio climático: sequías, pérdida de cosechas, muerte de bosques, elevaciones en los niveles del mar, incendios, tormentas violentas, entre otras consecuencias”. (Román, A. 2007).    Adicionalmente este tipo de energía tiene un rival que está creciendo mucho, y son las energías renovables. Las cuales por el contrario sí son renovables ya que se obtienen de fuentes naturales virtualmente inagotables, ya sea por la inmensa cantidad de energía que contienen, o porque son capaces de regenerarse por medios naturales.  Entre las energías renovables se cuentan la eólica, geotérmica, hidroeléctrica, mareomotriz, solar, undimotriz, la biomasa y los biocombustibles.  Pero entonces, si existen energías alternativas que son amigables con el medio ambiente y son renovables ¿Por qué no sustituyen a las energías no renovables?  Simplemente porque las energías no renovables han demostrado su sustentabilidad económica. En las actividades secundarias es la primer actividad económica a nivel mundial. Tan solo en México, según datos de Petróleos Mexicanos (PEMEX) en 2013 se registró un saldo positivo de 20mil 263 millones de dólares en flujo de efectivo. Lo que lo hace el principal ingreso del gobierno federal. Además “la problemática para incrementar la producción de energía renovable radica en su costo, tanto de los equipos (inversión de capital) para generarla”. (Funes, M. 2013). Y si a esto le sumamos que su rendimiento es muy bajo al de las energías no renovables, pues se torna todavía menos atractiva la idea de sustituir al modelo económico actual.

Para mí tiene que ser un proceso por etapas, no se puede sustituir de la noche a la noche a la mañana un modelo económico tan fuerte como el que se tiene actualmente. Y al parecer este modelo causa mucha satisfacción  financiera para muchos países y para sus habitantes aunque sea a costa de nuestro medio ambiente. Esto, basándonos en Rachels  podría sonar un tanto utilitarista “debemos juzgar las acciones como correctas o incorrectas dependiendo de si causan más felicidad o más infelicidad”. (Rachels, 2011, p.164). Pero yo difiero con esta teoría, yo creo que no todos estamos de acuerdo con que se deteriore nuestro lugar donde vivimos porque al fin de cuentas el fin del hombre de lucrar económicamente sería inútil sin un lugar digno y adecuado para vivir.  Al no estar todos de acuerdo se estaría atentando contra una teoría muy importante la de Kant, la cual tiene como base el contrato social: “es el conjunto de reglas que gobiernan cómo personas deben tratarse unas a otras, que la gente racional estará de acuerdo en aceptar, para su mutuo beneficio, a condición de que los demás también sigan esas reglas”. (Rachels, 2011, p. 237). Entonces, si no todos estamos de acuerdo en que se esté afectando al medio ambiente, existe una discrepancia que rompe con el contrato social.  Como decía anteriormente creo que el cambio se tiene que dar sí o sí no hay de otra. No tiene sentido la búsqueda insaciable de nuevos mantos petrolíferos para consumo humano porque si estamos contaminando y destruyendo poco a poco nuestro ecosistema, puede que no nos toque el desastre total a nosotros pero a nuestros hijos o a sus hijos sin duda les tocará. Cabe mencionar que cada vez es más común ver desastres  que tienen que ver con la naturaleza, por ejemplo: huracanes, maremotos, temblores, derretimiento de polos, altas temperaturas y ondas de calor, vientos fuertes, lluvias constantes, etc.

Yo creo que se podría reconsiderar el hecho de que las energías renovables no son tan fructíferas como las no renovables. Según la asociación ecologista WWF (World Wildlife Fund), ya muchos países europeos están sustituyendo las energías convencionales por renovables. Es más, en otros continentes la tendencia es esa. Sin duda es un nuevo mercado que no hay mucha competencia y se puede explotar. México es uno de los países que este año comenzará por apostar por energías renovables. Según datos de El Economista, a través de asociaciones público privadas (APPs) y con una inversión inicial de más de 1,627 millones de pesos para la conformación de tres consorcios, México por primera vez enfoca su rumbo para aprovechar energías renovables y alcanzar la meta que se planteó para el 2030: que 35% de la energía que se consuma proceda de fuentes como el Sol, la Tierra o el viento. Pero desgraciadamente también se está apostando y mucho por las energías no renovables, así lo podemos ver con las nuevas reformas energéticas.  Por todo lo anterior expuesto creo que es hora de actuar. No hay duda alguna que las energías no renovables son muy fructíferas económicamente y que por muchos años han sido el sustento de muchos países ¿Pero a qué precio? Hemos llegado al punto de lastimar lo más preciado que tenemos los seres humanos: nuestro hogar, nuestro entorno, a nosotros mismos, a nuestro ecosistema y peor aún a nuestras próximas generaciones. Es hora de cambiar el modelo económico, pero para que esto suceda es necesario  que todos pongamos nuestro granito de arena y no solo con buenos deseos. Todos tenemos que actuar desde los altos mandos como lo es el gobierno, hasta empresas privadas, ciudadanos, expertos en la materia, activistas, etc. Tenemos que aportar en lo que nos corresponda e  interesarnos más en no dañar lo que es de todos, lo que nos pertenece a todos: La tierra.



Referencias

Rico, D. Hidalgo, S (2008) El futuro de los energéticos en la globalización. Redalyc.com.  Recuperado de:
                http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=41311483015

James, R. (20011) Introducción a la filosofía moral. México: FCE.

Roman, A. (2009) Medio ambiente e integración de las industrias eléctricas en América del Norte. Scielo. Recuperado de:
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185- 19182009000300009&lang=pt

Perez, E. (2009). Desarrollo y medio ambiente. Algunas miradas desde las ciencias sociales. Scielo. Recuperado de:
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-19182009000100008&lang=pt

Restrepo, F. (2004) Crecimiento económico y medio ambiente: Una revisión analítica de la hipótesis  de la curva ambiental de Kuznets. Redalyc. Recuperado de:
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=165013658003









Otros apoyos

 Pemex (2014) Superávit de más de 20 mil millones de dólares obtiene PEMEX en su balanza comercial anual. Petróleos Mexicanos. Recuperado de:        
http://www.pemex.com/prensa/boletines_nacionales/Paginas/2014_010_nacional.aspx#.Uv4xH_mSz-u

Funes, M (2013) Energías renovables ¿Económicamente viables?.  El financiero. Recuperado de:    
 http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/energias-renovables-economicamente-viables.html          


Jaimes, E (2014). Energías renovables, el rumbo para México. El economista. Recuperado de:
http://eleconomista.com.mx/entretenimiento/2014/03/12/energias-renovables-rumbo-mexico


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