jueves, 8 de mayo de 2014

La discriminación debido al VIH/SIDA


La discriminación debido al VIH/SIDA
Javier Martínez Medrano
Resumen
Las personas con VIH/SIDA sufren diferentes tipos de discriminación, lo cual afecta la vida de aquellas personas que por diferentes motivos tienen la enfermedad; estas personas son dañadas psicológicamente y hasta físicamente por algo que es un “taboo” en las sociedades modernas, debido a las formas de contraer esta enfermedad. Desde una perspectiva ética hombres y mujeres con VIH merecen el mismo trato, los mismos derechos, el mismo respeto y todo lo que una persona sin esta enfermedad goza. Y de la misma forma una persona contagiada debe hacer valer los mismos tratos hacia los demás. en una sociedad en la que tener un enfermedad así, no es ninguna dificultad para tener una sana convivencia.

Palabras Claves: VIH, SIDA, Ética, Igualdad, Derechos, Sexualidad, Dilemas Éticos.

A finales de la década de los 70`s se dieron los primeros casos de una nueva enfermedad nueva para el mundo, pero no fue hasta 1981 cuando se tomó conciencia de este fenómeno desconocido para la comunidad médica, fue entonces cuando se crearon grupos para poder conocer este nuevo virus al que llamaron Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH). En la actualidad existe una gran confusión acerca de los conceptos de VIH y SIDA,  con el fin de poder comprender mejor el propósito de este ensayo se explicarán ambos conceptos.
El VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana) es el virus que causa el SIDA. Cuando entra en la sangre ataca a ciertas células llamadas CD4, las cuales se encargan de ayudar al cuerpo a combatir a la infecciones. El VIH invade las células CD4 reproduciéndose dentro de ellas y viajando por el torrente sanguíneo a todo el cuerpo. El sistema inmunitario responde produciendo anticuerpos para combatir el VIH y remplazar las células CD4, pero el virus mata más rápido las células CD4, dejando al cuerpo vulnerable ante otras enfermedades, hasta que el Sistema Inmunitario deja de funcionar, dejando al cuerpo sin defensas frente a otros agentes infecciosos. Por otra parte el SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida) es el termino medico para una serie de síntomas, infecciones oportunistas y estudios de laboratorio que indican que la infección de VIH se encuentra en un estado avanzado, y su sistema inmunitario está afectado. A medida que el sistema de defensa empieza a decaer, el cuerpo se vuelve más propenso a padecer ciertas infecciones oportunistas, que se llaman así porque pueden producir enfermedades como resultado del debilitamiento del sistema inmunitario.

Así es como se afirma que una personas portadoras del virus del VIH deben ser tratadas de la misma manera que una persona que no porta el virus,  esto es dar las mismas oportunidades, derechos y libertades.
De la misma manera que existen razones para darles una igualdad, existen razones para negar la igualdad a personas con VIH, y que valen la pena de tomar en cuenta para tener un más amplio campo de argumentación y razonamiento.

Las personas “seropositvo” son aquellas que se comprueba que son portadoras del VIH, pero no necesariamente del SIDA, ya que la enfermedad del SIDA puede presentarse meses después de infectarse del VIH.
El conocimiento de la enfermedad afecta la personalidad de las personas seropositivo y por consecuencia también afectará el comportamiento. La conducta psicológica de un individuo se divide en dos: hacia adentro (personalidad) y hacia fuera (conducta). Al igual que el VIH se va desarrollando en el cuerpo de un infectado, el impacto comportamental del diagnostico va a ser fuerte. Investigaciones se han realizado para saber el comportamiento y la preocupación que adoptan los contagiados, para así poder controlar la epidemia. En los grupos no marginados (minoría) como los heterosexuales o por contagio quirúrgico, adoptan y cambian su manera de comportarse de una manera responsable para evitar el contagio. En cambio en los grupos marginados (mayoría) como los homosexuales y drogadictos la situación se torna muy diferente (UNAM, 2000). En los grupos homosexuales es posible incluir un poco de conciencia acerca de este tema, pero debido a que están dentro de un ambiente marginado por la sociedad es muy difícil hacer cambiar de parecer a las personas, y por otra parte los grupos adictos a drogas intravenosas tiene como meta poder obtener más droga y por ende si eso significa compartir agujas o mantener relaciones sexuales con otros, lo harán. Como Jesús Valverde concluye en su investigación:
El mantenimiento de un comportamiento de preocupación, al menos en los infectados que pertenecen al mundo de la marginación, puede incluir como efecto negativo tener siempre presente la enfermedad y, por tanto, no reducir el elevado nivel de ansiedad y depresión que provoca el diagnóstico. En consecuencia, se termina por olvidar la conducta de precaución (Valverde, 1996, p.182).
Es por esto que las personas con VIH representan un riesgo para la sociedad sin infección, estás personas marginadas pierden el sentido de responsabilidad y de preocupación por no contagiar a otros. En el contrato social, según Hobbes, una sociedad en orden para poder vivir en armonía los unos con los otros, deben respetar una serie de reglas mínimas y comunes para todos, pero sobre todo seguir una regla, la regla que llamó la regla de oro, la cual describe que no debes hacerle alguien más, lo que no quieres que te hagan a ti. Por consecuencia las personas seropositivo rompen con el contrato social y sobretodo con la regla de oro, al momento de no perder la importancia de no contagiar a alguien más, rompen con esta regla y salen del contrato social. Es por esto que no se pueden dar los mismos derechos y libertades a personas con VIH ya que ellos no respetarán una convivencia sin dañar al otro y esto pone en riesgo a todos los no infectados.

A partir de que una persona se le da el diagnóstico de ser seropositivo ocurren otras cosas y no menos importantes. Estas son el despertar de sentimientos y pensamientos hacia la persona portadora, y debido a la gravedad de la enfermedad, en la sociedad genera temor e inseguridad, que se traduce en rechazo y aislamiento. Es aquí cuando la ética de una sociedad se ve en aprietos, ya que se debe elegir entre la libertad o el bienestar de estas personas portadoras. Estas posturas se ven afectadas por el carácter social de la epidemia del SIDA ya que es principalmente una enfermedad de los grupos sociales marginados como personas homosexuales y consumidores de drogas. Según un estudio realizado a 604,843 hombres y 724,656 mujeres con VIH en el Reino Unido por la CDC (Centers for Disease Control and Prevention) el 78% de los hombres y el 72% de la mujeres entrevistadas pertenecen a los grupos marginados (McElrath, 2000, p.259), esto deja en claro el estereotipo que la sociedad crea acerca de una persona con VIH. Es por esto que la libertad a la intimidad queda suprimida debido a la discriminación que sufren personas seropositivo, sufriendo el rechazo y castigo por parte de otros. “Es por este motivo que se valoran tanto los principios de la confidencialidad y privacidad, porque una vez quebrados exponen en los pacientes serios riegos de discriminación” (Gamba, 2007). El utilitarismo nos dice que el bienestar y felicidad es el único fin, es por esto que esta restricción a la libertad afecta directamente el bienestar de una persona con VIH y por ende se debe buscar el mayor bienestar, aún si esto implica proporcionar la misma libertad que una persona sin VIH, este tema siempre ha estado en discusión “Estas dos abstracciones, la libertad y el bienestar de la comunidad, están siempre en un estado de tensión en la esfera de las medidas sanitarias” (Platts, 2000, p.36) y por esto que buscando el mayor bienestar las personas con VIH deben ser tratadas de misma manera, dando las mismas libertades.

A finales del siglo XX las mujeres empezaron a tomar terreno en los grupos con mayor índice de infección de VIH, siendo de los grupos en mayor riegos, involucrando a un segundo grupo, el de los niños. Desafortunadamente una mujer infectada tiene una desventaja debido a la falta de equidad de género y la educación sexista impartida a la sociedad, dejando en ocasiones a la mujer sin posibilidad de usar un condón o abstenerse. “Ha aparecido el término “sexo seguro”, que requiere de una educación permanente y una actividad responsable y de espeto hacia uno mismo y el otro.” (Boccaccio, 2005). Así nos dicen como la actividad sexual debe ser en un ambiente seguro y de respeto. Las mujeres son en su mayoría victimas de violación a comparación con los hombres, aumentando la posibilidad de contraer VIH. “Cuando una mujer es diagnosticada con el virus de VIH, su vida cambia para siempre, […] hace una rápida revisión de su conducta, a su comportamiento social y sexual, y se pregunta […] si ella se merece que le pase algo así.” (Bolaños G., 2013). Con esto se demuestra como el SIDA no sólo es una enfermedad que afecta el estado físico de una persona, si no el bienestar de una persona debido a la discriminación social que sufren los infectados debido al modo en que se obtiene la enfermedad (principalmente sexual) y los prejuicios derivados de éste. Kant ayuda a ver esto desde un punto ético, ya que dice que los seres humanos (la humanidad) merecen un trato digno e igualitario, el hombre debe ser tratado como un fin y no como un medio para beneficencia de otros, esto es la dignidad humana (Michelini, 2010). Es así como las mujeres no deben ser tratadas como un medio para satisfacer las necesidades sexuales de un hombre o ser tratadas sólo como un objeto sexual y que al momento de infectarse ser tratadas de manera discriminatoria sólo por el prejuicio que involucra el VIH, la dignidad de las mujeres debe ser igual a la de todas la humanidad sin importar las condiciones en que se encuentre.

Conclusión

Desde mi punto de vista las personas portadoras del VIH y por consecuencia todos los que tengan SIDA merecen ser respetados, dándoles las mismas libertades y derechos. La moral de un individuo hacía una persona con VIH debe ser una máxima, en la que todos debemos actuar de la misma manera, y esta dice que las personas con VIH, sin importar los grupos sociales, deben gozar del mismo trato que cualquier otra persona no contagiada. De esta manera todos podemos vivir en una sociedad igualitaria en la que todos podemos vivir en paz y sin perjudicar a otros. Desde niños hasta personas mayores con este problema deben de dejar de ser tratadas con los prejuicios que el VIH carga, tales como el taboo de las relaciones sexuales y la drogadicción. Podemos ayudar a mejor este problema creando una conciencia y moral universal que proteja la integridad física y mental de personas portadoras del VIH, creando una igualdad de derechos, libertades y oportunidades para todos.

Bibliografía
Referencias básicas

Boccaccio, C. (2005). El VIH-Sida como problema de la mujer. Revista del Hospital Materno Infantil Ramón Sardá, 24(3) 98-99. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=91224301

Bolaños G., M. R. (2013). Implicaciones éticas, legales y sociales del diagnóstico de VIH/sida en la mujer. Revista Cubana de Salud Pública, 39(1) 124-134. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=21425613007

Gamba Janota, M., Hernández Meléndrez, E., Bayarre Vea, H. & Rojo Pérez, N. (2007). Problemas éticos y psicológicos de la atención a personas viviendo con VIH. Revista Cubana de Salud Pública, 33(2) Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=21433214

Michelini, D. J. (2010). Dignidad humana en Kant y Habermas. Recuperado de                       http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1851-        94902010000100003&lng=es&nrm=iso.

Universidad Nacional Autónoma de México, Fondo De Cultura Económica e Instituto De         Investigación Filosófica (Eds.) Platts, M. (Comp.). (2000). Sida: Aproximaciones Éticas. México: Sin Editorial.

Referencias complementarias

González, S., De la Luz, M. (2010). Discriminación, discurso y SIDA. Cuicuilco. Recuperado de http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-16592010000200004&lng=es&tlng=es.

Granados, C. et al. (2009). La vivencia del rechazo en homosexuales universitarios de la             Ciudad de México y situaciones de riesgo para VIH/SIDA. Salud Pública de México. Recuperado de                                                                                                      http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0036-        36342009000600006&lng=es&tlng=es. .

Henrion, R. (1991). Las Mujeres Y El SIDA. Barcelona: Noguer.

Irwin, Millen y Fallows. (2003). Sida Global: Verdades Y Mentiras. Barcelona: Paidós              Ibérica, S.A.

McElrath, K. (2002). HIV And AIDS: A Global View. Connecticut: Greenwood Publishing Group.

Valverde Molina, J. (1996). Vivir Con La Droga. Madrid: Pirámide.



No hay comentarios:

Publicar un comentario