jueves, 25 de noviembre de 2010

Aborto, diléma ético para las sociedades contemporáneas

Introducción

A lo largo de este ensayo, se buscará demostrar la problemática del aborto que atenta en contra de las normas éticas y morales que han regido a la sociedad a lo largo de la historia de la humanidad, con el fin de regular la acción humana. Las tradiciones y costumbres que las sociedades han heredado a través de los siglos, han sido una pieza clave para el desarrollo de su cultura; y es, el paso del tiempo un factor decisivo para la adopción de nuevas ideas o posturas acerca de los fenómenos sociales que ocurren en la vida cotidiana: formas de pensar o de obrar de las personas que han perjudicado en gran medida las bases de la cultura que los identificaba. Las normas morales que han regido a las sociedades a lo largo del tiempo, y cuyo propósito fundamental es orientar a las personas a actuar de manera correcta (Buss, 1998, p. 1), han tomado un rol secundario debido a la adquisición de nuevas perspectivas que están atentando contra la vida de los seres humanos, un caso en concreto es el aborto. El aborto es un tema sumamente polémico debido a todas las disputas que ha originado en materia política, legal y social. De acuerdo con Septién, “El aborto supone la terminación del embarazo por expulsión espontánea o por extracción provocada del producto antes de las 20 semanas gestacionales, o cuando el feto pesa menos de 500 gramos” (Septién, 2003, p. 3).

Ésta práctica ha venido revolucionando las ideas de las sociedades contemporáneas, nulificado las tradiciones y costumbres que han heredado a lo largo de la historia, obstruyendo las normas morales que han permitido el bienestar social y violando el derecho a la vida de todas aquellas personas que aún no cuentan con la capacidad de elegir su propia dicha. En palabras de Lipovenstky “Desde que nuestras sociedades entraron en la era del consumo de masas, nuestra cultura cotidiana se convirtió en la de los medios, el consumo, la publicidad, dominada por la felicidad individual, el ocio, el amor al cuerpo y los valores individualistas del éxito y dinero… y ya no la entrega de la propia persona, la virtud austera, la renuncia a uno mismo.” (Lipovetsky, 2002, p .34).

Por: Rocio N

El aborto: diléma ético para las sociedades contemporáneas

El proceso abortivo no es una práctica contemporánea; El aborto data desde la antigüedad. Hipócrates, considerado el padre de la medicina, planteó el Juramento de Hipócrates, el cual señala: “Juro por Apolo, médico, Esculapio, Higia y Panacea, y demás dioses y diosas, puestos por testigos, cumplir, en todo cuanto yo pueda y sepa, este es mi juramento verbal y escrito (...) me abstendré de aplicar a las mujeres pesários abortivos” (Grandini, 2004, p. 1). Toda persona dedicada al quehacer médico se ha comprometido a respetar y seguir las bases del juramento hipocrático, el cual tine por objetivo alcanzar un comportamiento ético que tenga como base la vida. ¿Acaso los médicos han olvidado el juramento de Hipócrates que defiende el derecho a la vida de las personas?

Según un estudio sobre el aborto, de la Organización Mundial de la Salud, la cifra de los abortos asciende a 50 millones a nivel mundial, de los cuales, 30 se dan en países subdesarrollados, donde 20 millones de abortos fueron sanitariamente inseguros (Ruiz, 2003, p. 1). En México, el Instituto Nacional de las Mujeres estima que la cifra de los abortos asciende a los 533,100 anualmente, pero sólo queda en estimación debido a que la mayoría de los abortos se practican de manera clandestina (Septién, 2003, p.40). Además, éste organismo gubernamental señala que las consecuencias del aborto pueden ser severas para todas aquellas mujeres que pretendan interrumpir su embarazo a través de esta práctica: Infecciones, hemorragias, retención de tejido, lesiones intra-abdominales (INM, 2008, p. 2).

La página web del gobierno federal señala las modificaciones y adiciones en materia de aborto al Código penal y al Código de Procedimientos Penales en el DF debido a la iniciativa que los Diputados del DF aprobaron el año pasado, y la cual permite autorizar el aborto en caso de violación e inseminación artificial no consentida. Durante el período que comprende la aprobación de esta iniciativa en el DF, durante este año, el aborto ha cobrado fuerza en las demás entidades federativas que conforman la República Mexicana, aunque con un vacío legal, debido a la falta de especificaciones en dicha legislación (M & Velasco, 2007, p. 5) Por lo que en Mexico, el aborto es permitido, pero no en todos los estados.

El aborto desde una visión Kantiana

Buss (1998) explica detalladamente la ética Kantiana y señala que todos los seres humanos poseen la capacidad para razonar si un hecho es moralmente bueno o malo. Además, recalca que este tipo de ética es similar a la ética cristiana debido a que ambas suponen la existencia de Dios, con el fin de lograr un bien supremo. Para Kant, una acción correcta es aquella en la que el ser humano hace uso de su capacidad para distinguir entre el bien y el mal a través de la razón práctica. La conciencia moral es muy importante en la ética Kantiana, puesto que ésta guía a las personas a actuar de cierto modo (Buss, 1998, p. 10). Dadas las enseñanzas de Kant, y aplicadas al tema del aborto, esta práctica se considera un hecho indebido moralmente dados los medios y repercusiones que ocasiona, refiriéndose, expresamente al hecho de que se está privando de la vida a un ser humano. Las mujeres son capaces de distinguir entre el bien y el mal, y al poner en marcha su razón práctica, deberían ser capaces de saber que el aborto es un hecho que va en contra de la ética, ya que atenta contra la vida de un ser humano. Además, existe el factor Dios que Kant considera indispensable en su ética; la privación de la vida es un hecho que está totalmente en contra de Dios, y todo lo que implica esta palabra.

¿El fin y los medios? Básicamente, el propósito de todas aquellas mujeres que pretenden interrumpir su embarazo es deshacerse del producto que llevan dentro, quizá porque fue originado a raíz de una violación, porque se engendró en un momento no deseado o simplemente, porque no se cuenta con los recursos necesarios para poder otorgar una manutención adecuada. El medio que suelen utilizar la mayoría de las mujeres es el aborto. Buss señala que el fin jamás va a justificar los medios (Buss, 1998, p. 503). ¿Por qué privar de la vida a un ser humano que no tiene culpa alguna de las acciones de los individuos? El fin que llevan a cabo estas mujeres, en cierta manera, es absurdo, debido a todos los aspectos que implica el ser madre; pero más absurdo es el medio al que recurren... ¿Por qué practicar el aborto, y no dar aquel producto concebido a las personas que debido a un problema físico no pueden engendrar?

¿Y los valores? Los valores que las sociedades han heredado a lo largo de la historia de la humanidad para conducir al bien moral, los valores han cambiado. Según Buss (1998), todos aquellos valores, tanto personales, como sociales, culturales o religiosos, fueron creados con el propósito de armonizar las relaciones humanas, de hacer a las personas más humanas en todo el sentido de la palabra (Buss, 1998, p.115); desgraciadamente, la aprobación del aborto está atentando contra la integridad de las personas, contra los valores que han sido el parteaguas para fortalecer el bienestar social. Es claro que todas aquellas personas que están de acuerdo con la despenalización del aborto, o aquellas mujeres que hayan recurrido a esta práctica, se han olvidado de todas las normas morales que han regido a las sociedades a lo largo del tiempo.

Otra Perspectiva

En el fondo, la cuestión no es el número de semanas del feto o los causales del aborto. Todos coincidimos de manera abstracta en que es mejor preservar la vida que dar la muerte. Pero si se afirma el “derecho de las mujeres a decidir libremente” es porque hemos tomado conciencia de que son ellas, las únicas responsables del cuidado de la vida: es por los bebés y los niños que muchas mujeres se encuentran recluidas en el ámbito del hogar, en una relación de dependencia que ha ido en detrimento de la autonomía femenina y de sus propios hijos. (Ocampo, 2007a, 2 p.3)

Cabe recalcar que muchas mujeres acuden a ésta “solución” al verse solas frente a esta problemática. “No hemos sido lo suficientemente solidarios con la mujer concreta que sufre porque ha engendrado a un hijo no deseado, con la que ha sido abandonada por el varón que también concibió a ese niño, con la mujer pobre que no puede sostener económicamente a más hijos. En algunos países de Europa se hace un descuento automático de la nómina a los padres biológicos por los gastos de sus hijos cuando viven sólo con la madre, pero en México los niños terminan siendo un problema de la mujer que los parió. Bien dice Rocco Buttiglione que para poder cargar con otra vida en su cuerpo, la mujer necesita ser sostenida por otros: el padre del niño, la familia, las amistades, el estado y la sociedad en su conjunto. (Ocampo, 2007b, 1 p.1)

Conclusión

El aborto, como se mencionó con anterioridad, no es una práctica reciente, sino que es una práctica que se ha venido realizando desde hace mucho tiempo. Prueba de ello es el Juramento de Hipócrates, que habla específicamente del aborto y el cual es, o dicho de una mejor manera, una de las bases morales con las que los médicos se regían. La percepción de las personas, con respecto a la vida, a cambiado en el transcurso del tiempo. Años atrás, era ilógico pensar que el aborto se despenalizaría en México, a pesar de que ha sido una práctica que se ha llevado clandestinamente. Los derechos que las personas adquieren desde el momento en que son concebidos se han perdido debido a la despenalización de esta práctica. Es claro que el aborto atenta contra la integridad de las personas y destruye todas aquellas tradiciones y costumbres que las sociedades han heredado en el transcurso de la historia, basadas en las normas éticas y morales que han permitido, en cierta manera, el bienestar social, pero también es importante recalcar esa otra perspectiva, muchas veces olvidada, en la que se nota la falta de apoyo a la mujer en su papel fundamental de ser mujer y profesionista así como la falta de compromiso y apoyo por parte de la sociedad para hacerla madre.

El aborto ha ocasionado una gran polémica debido a todas las repercusiones que ha tenido a nivel político, legal y social. Pero ¿se debe penalizar? ¿Buscar una solución para apoyar a esa futura madre?, ¿Por qué terminar con la vida de un ser que aún no ha llegado al mundo? ¿Se tiene este derecho?

Referencias Bibliográficas:

Buss, H. (1998a). Raíces de la sabiduría. Ética kantiana, 10, 502-505.

Buss, H. (1998b). Raíces de la sabiduría. Ética y moral, 1, 15-16.

Buss, H. (1998c). Raíces de la sabiduría. Los valores, 3, 115.

Buss, H. (1998d). Raíces de la sabiduría. Problemas éticos, 10, 487-492.

Grandini González, J. (2004). Medicina forense. Embarazo no deseado y aborto, 1, 1.

Instituto Nacional de las Mujeres. Aborto. Cifras del aborto en México. Obtenido el día 15 de Noviembre del 2010 desde

http://www.e-mexico.gob.mx/wb2/eMex/eMex_Cifras_del_aborto_en_Mexico

Instituto Nacional de las Mujeres. Aborto. ¿Qué esperar después de un aborto?. Obtenido el día 15 de Noviembre del 2010 desde

http://www.e-mexico.gob.mx/wb2/eMex/eMex_Cifras_del_aborto_en_Mexico

Lipovetsky, G. (2002). Metamorfosis de la cultura liberal. Ética, medios de comunicación, empresa, 34-35.

Ocampo, Alicia (2007a). Aborto. Otra pesrpectiva sobre el aborto. Obtenido el dia 15 de Noviembre de 2010 desde http://busquedas.gruporeforma.com/utilerias/imdservicios3W.DLL?JSearchformatS&file=GDL/MURAL01/00448/00448724.htm&palabra=aliciaocampo&sitemural

Ocampo, Alicia (2007, Mayo 20). Las mujers (¿Solas?) ante el aborto. Periódico Mujer Hoy, Número 3, 20-24.

Ruiz Miguel, A. (2003). El aborto, entre la ética y el derecho. Algunos datos sobre el aborto, 1, 1.

Septién, J.M. (2003). El aborto: Ética, verdad y justicia. El aborto en general, 3, 40.

Tesoro, M. & Velasco, H. (20 de Abril del 2007). Nueva ley de aborto, apegada al 4to constitucional. Obtenido el día 15 de Noviembre del 2010 desde

http://www.e-mexico.gob.mx/wb2/eMex/eMex_Ley_de_aborto_en_Mexico

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