Son las pequeñas acciones que podemos hacer todos los días las que hacen el cambio. Una acción tan insignificante como reciclar una pila en vez de solo tirarla a la basura produce un enorme cambio. Las pilas son una fuente de gran contaminación, tan solo una pila de reloj puede contaminar, 600,000 litros de agua el equivalente a una alberca olímpica. Las pilas son tan contaminantes porque están compuestas de metales pesados como el Mercurio, Zinc, Dióxido de Manganeso , Cloruro de Amoníaco entre otros. Estos metales son muy tóxicos para la salud y al mismo tiempo muy difíciles de eliminar una vez que entran a cuerpo. Otro dato estadístico interesante es que las pilas son el causante del 93% del mercurio contenido en la basura domestica.
Todos estos datos me parecen alarmantes para un producto que se vende en cualquier parte y que todos nosotros tenemos en nuestras casas. Cómo un producto aparentemente tan inofensivo que lo puedes encontrar en todos los aparatos electrónicos, desde juguetes para bebes hasta el control remoto de la tele. Puede resultar un causante de contaminación tan grande. La realidad es que en nuestro mundo modernos nos costaría mucho trabajo vivir sin las pilas y los beneficios que nos ofrecen. Te podrías imaginar un mundo sin celulares ni carros (también los carros necesitan de una pila para funcionar), ni computadores portátiles. Yo no. Pero lo que si me puedo imaginar es un mundo donde las personas sean responsables, y se preocupen por su medio ambiente.
Es verdad que nuestra generación somos consumidores, y nada indica que vamos a dejar de serlo. El ser consumidor en si no es malo, lo que ya no se vales es ser un consumidor irresponsable. Antes se pensaba que la vida de un producto acababa cuanto la tirabas a la basura y te deslindabas de toda responsabilidad, ya que el desecho final le tocaba a al repartidor de la basura. Pero en la actualidad sabemos que hay más detrás de solo tirar las cosas a la basura. La nueva responsabilidad del consumidor es hacerse cargo de que el producto sea reciclado o desechado de una manera segura, que no dañe el medio ambiente. Y debemos de encontrar satisfacción de que nuestras acciones están mejorando nuestro planeta.
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