martes, 23 de noviembre de 2010

Alejandra Cebreros López A01110922





Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey
Campus Guadalajara
Alejandra Cebreros López
A01110922
Ética, persona y sociedad
Dra. Alicia Ocampo Jiménez
Grupo 9
Semestre Agosto-Diciembre 2010
Ensayo final
Tema: "El gandallismo mexicano"
18/11/10







ÍNDICE



 Introducción…………………………………………………………………...3
 Contenido……………………………………………………………………… 4-8
 Conclusiones………………………………………………………………….. 9
 Bibliografía…………………………………………………………………….10




















INTRODUCCIÓN


En este ensayo, presento uno de los problemas éticos que predominan en nuestro tiempo, un problema el cual es provocado por la falta de valores y el interés individualista de los ciudadanos que conforman esta sociedad mexicana, una actitud que puede parecer que conlleva el mayor beneficio propio cuando la realidad es que solo trae consecuencias negativas en perjuicio de la sociedad, esta actitud es a la que nos referimos cuando hablamos de “gandallismo”.
Una actitud que el individuo adopta cuando se limita a ver solo por su propio bienestar, al solo tomar venta para sí, dejando de lado esa responsabilidad que contrae al ser un ciudadano que forma parte importante de la sociedad mexicana.
A continuación se explica lo que entendemos como “gandallismo” y cómo se manifiesta en la sociedad mexicana, más adelante se realiza un análisis ético de cuáles son las razones que llevan a las personas a actuar de esta manera y por último se presentan soluciones a este problema que predomina en la actualidad, terminando con conclusiones generales sobre este tema investigado.















México, país que cuenta con una extensión territorial de 1,964,375 km2, es un país lleno de cultura, de tradición, de historia, donde abundan las riquezas naturales. Un país que cuenta con la fortuna de gozar con las mejores playas del mundo, caracterizado por su abundante variedad de exquisitos platillos mexicanos, por su música, por sus hermosos paisajes. Este país atesora una inmensidad de atributos, sin embargo un componente fundamental que constituye a México, es su gente, cuenta con alrededor de 103,263,388 habitantes y al final del día México no es nada sin nosotros los mexicanos.
A pesar de los privilegios de los que gozamos como mexicanos, nuestro país se ha convertido en un lugar donde abundan y sobran los problemas. Por una parte están aquellos problemas sociales y humanos, como el hambre, la pobreza, el analfabetismo y por la otra, las catástrofes ambientales, la escasez de recursos, así como las enfermedades que se presentan actualmente, tanto las físicas como el cáncer y el SIDA; o las psicológicas, como la drogadicción y el alcoholismo. Son múltiples las dificultades que atraviesa la sociedad mexicana como para que además se presenten problemas sociales generados en perjuicio de nuestro país por la misma sociedad, como la violencia, la delincuencia, el narcotráfico, el abuso sexual, la explotación del más débil, corrupción, entre muchos otros. Todo esto es a lo que lamentablemente ha llegado nuestro México actual .
Es por eso que se dice que la calidad de un país no se mide ni por sus características naturales, ni por sus paisajes, ni su abundante agricultura, la calidad de un país se mide en función de las personas y es en este punto en donde me atrevo a decir que México está fallando. A pesar de los múltiples problemas que atravesamos, no existe conciencia ni preocupación alguna por ellos, sino que en la sociedad actual predomina un fuerte sentimiento de gandallismo ¿pero a que nos referimos con esto?
En la sociedad mexicana prevalece un fuerte interés por el beneficio propio y es aquí en donde nace el “gandallismo”, la acción que procede cuando una persona toma ventaja de una situación o ventaja de sus prójimos para alcanzar o llegar a lo que quiere. Lo que pasa es que actualmente pareciera ser que el móvil de las acciones de la sociedad está basado en el beneficio individual, el mexicano actual se limita a ver por sí mismo, por su propia felicidad y su propia conveniencia. Desafortunadamente, casi siempre buscamos sacar ventaja de cualquier situación, solo nos interesa aquello que nos produce un beneficio personal. Pero, la pregunta es ¿en dónde quedan los demás? ¿Qué lugar le damos a nuestra sociedad?
Para entender bien lo que es el gandallismo un caso lo podemos ver claramente reflejado en esta situación que se dio en el siglo XX, en donde la compañía de autos Ford estaba perdiendo fuerza en el mercado de autos compactos, por lo que decide lanzar al mercado un auto chico y barato llamado Pinto. Sin embargo, al realizar las pruebas de choque de este vehículos se encontró que al pegarle por atrás a 20 millas por horas o más el tanque de gasolina tenia posibilidad de fracturarse provocando que el combustible llegara a los pasajeros. A pesar de esto, Ford decidió seguir con la producción de estos vehículos puesto que cumplía con todos los reglamentos gubernamentales y consideraron que cambiar el diseño de Pinto era muy costoso y no les iba a traer tantos beneficios como dejarlo tal como ya estaba planeado, sin importarles de esta forma la salud y el bienestar de sus consumidores. Esta decisión libre de de responsabilidad y de conciencia social, termino siendo causa de diversas muertes (Velásquez, 2006: 60).
Son casos como estos en donde no se busca lo mejor para la sociedad sino lo mejor para uno mismo, este tipo de casos los vemos día con día en México. Es por eso que el gandallismo mexicano se refiere a esa actitud que se ha incorporado en la sociedad, una actitud social de aprovechamiento de unos sobre otros. Actitudes como por ejemplo, “si es posible no pago deudas”, “si es posible copio en los exámenes”. Que en suma van hacia una irresponsabilidad y no me refiero solo a la responsabilidad que tenemos de forma individual sino a la responsabilidad que tenemos con nuestra sociedad. La falta de solidaridad de muchos que se aprovechan del error ajeno y sobre todo de las condiciones económicas y de educación de la mayoría.
Unos casos prácticos del gandallismo mexicano lo podemos observar desde que un consumidor no regresa el cambio extra que el cajero le dio por error, desde que las personas se estacionan en el lugar de discapacitados cuando realmente no lo son, o cuando se pasan los altos. Todos estos son procesos de gandallismo mexicano y el problema está en que la gente no tiene conciencia de que todas sus acciones tienen repercusiones sociales y afectan de un modo u otro con estas acciones a su propio país, incluso a sus propias familias.
Pero están aquellos casos en lo que lo peor es que la gente si tiene conciencia de que están causando un daño, cuando los doctores realizan operaciones innecesarias a sus pacientes solo por unos cuantos pesos más, cuando los políticos toman acciones basadas no en el bienestar de la sociedad sino en lo que les conviene a ellos en lo personal o como partido político. Pareciera ser que la sociedad mexicana se ve cegada por una banda llamada interés, beneficio propio, la cual impide ver el otro lado de la moneda en donde se ubican aquellas personas que se ven afectadas por esas acciones libres de responsabilidad alguna.
Como podemos ver, México se encuentra en precarias condiciones, hace falta ética en nuestro país es decir aquella filosofía que hace reflexionar a las personas acerca de los problemas que se les presentan. (Cortina y Martínez, 2001: 21-23). Algo fundamental para el desarrollo de una persona es el que posea su propio juicio ético, es indispensable aprender a basar nuestras acciones y decisiones conforme a lo que nosotros creemos. Además, es importante recordar que actuar éticamente es tener en cuenta los intereses de las personas afectadas. (Singer, 1995: 10-17)
“La Regla de Oro” atribuida a Moisés (Citada por Singer, 1995: 13), dice que vayamos más allá de nuestros propios interés personales y que demos a los intereses de los demás el mismo peso que damos a nuestros propios intereses.
Asimismo, uno de los objetivos de la ética es lograr entender con qué fin o por qué actuar conforme a los principios éticos, es decir cuál es la racionalidad de la moral. Son muchas las personas que se ven limitadas por la moral y lo importante es poder distinguir entre lo que está bien para la sociedad y lo que está bien para uno mismo. La vida nos ofrece mucho más que eso para poder progresar y para poder desarrollarnos moralmente. Y es ahí en donde recae la importancia de que empecemos a reflexionar sobre los problemas morales que se nos presentan y empezar a tomar decisiones basadas en la ética. (Cortina, 1996: 1)
En la medida en que reflexionemos sobre los problemas que afectan gravemente a nuestra sociedad o al mundo en el que vivimos, en esa medida nuestra racionalización acerca de los juicios morales crecerá. Para Kolhberg el nivel más alto del desarrollo moral era el de la autonomía, es decir ver más allá de lo que nos conviene y de las leyes o reglas que tiene nuestra sociedad, para así lograr concebir principios éticos universales que sean beneficiosos para todos sin excepción. Y por otra parte en el caso de Gilligan, a pesar de solo limitarse a hablar del desarrollo moral femenino, el establece que el nivel más alto de desarrollo moral es alcanzado cuando dejamos de preocuparnos solo por nosotros mismos y alcanzamos un equilibrio entre el cuidado propio y la atención a los demás (Gilligan, 1985).
Hago referencia a estas dos clasificaciones del desarrollo moral, puesto que aquí se ve reflejado lo que venimos hablando anteriormente sobre el gandallismo mexicano, ya que se puede decir que la mayoría de los mexicanos no logran alcanzar el nivel máximo o pleno de su desarrollo. Nos vemos limitados a basar nuestras acciones en lo que a nosotros nos conviene, nos preocupamos más por nosotros mismos que por lo que podemos hacer por otras personas o por nuestra propia comunidad. Por lo tanto, los mexicanos al adoptar actitudes de ventaja se quedan estancados en el primer nivel de ambos esquemas de desarrollo moral, es decir en el individualismo, actuando de esta forma por lo que les conviene o bien para asegurar su propia supervivencia.
Por otra parte de acuerdo con el análisis de Morris Ginsberg, el progreso moral se presenta bajo los siguientes aspectos, ensanchamiento de nuestra esfera de preocupación moral, interiorización de la conciencia moral y responsabilización de los individuos y por último la racionalización creciente del juicio moral. En lo que concierne a la esfera de preocupación moral ésta comienza de forma creciente con la familia, los prójimos, los otros poblados, las otras naciones, el otro sexo, las otras razas, los otros animales y termina con el ambiente. (Blackburn, 2006: 91-93).

El problema aquí está en que el nivel de preocupación moral de los mexicanos llega en su mayoría a sí mismos o bien hasta su propia familia. Mientras no expandamos nuestra esfera de preocupación moral seguiremos siendo víctimas de actitudes gandallistas que nos afectan a todos por igual.
De acuerdo con Aristóteles, por naturaleza la felicidad es el fin último de nuestras acciones y elecciones, pero sólo es prudente aquella persona que se propone siempre fines buenos, que no tiene en cuenta solo el presente, sino lo que le conviene para el conjunto de su vida y que además domina dos artes, la de saber aplicar los principios morales y discernir sobre que deseos deben ser satisfechos y hasta donde y cuáles no. (Cortina, 1996: 2-3). No obstante, la sociedad mexicana en su mayoría está dejando guiar sus decisiones en el presente, sin consideración alguna del futuro. Asimismo, podemos ver que la sociedad se deja guiar básicamente por necesidades utilitaristas, pues predomina un sentimiento de que eso es lo importante, dejando así de lado las consideraciones de las repercusiones sociales de nuestras acciones. Y es por esto mismo que estamos en donde estamos, puesto que la sociedad ha llegado a tal grado, que se hace lo que sea con tal de obtener lo que se quiere o lo que se desea y es entonces cuando se toma ventaja de otras personas para llegar a lo que deseamos.
Por otra parte, aunque Kant reconoce el deseo de los seres humanos por ser felices, considera que en esto no recae la verdadera cuestión moral, sino en que criterios debemos aplicar a la hora de tomar decisiones para realmente respetar la dignidad de los demás. Es por eso que establece que es autónomo aquel que se pone en el lugar de los demás y no se rige por sus instintos sino por las normas que cree que todos deberían cumplir. Es importante tomar aquí en cuenta que esto no promete la felicidad a cambio, pero si realizar lo mejor para la humanidad (Cortina, 1996: 6-7).
Las formulaciones del imperativo categórico propuestas por Kant, dicen que tenemos que obrar de acuerdo a una máxima, siguiendo aquellas leyes morales que se cree que todos deberían de cumplir, además exalta mucho el concepto de dignidad, diciendo que debemos de obrar de tal modo que tratemos a los demás como un fin y nunca como un mero medio (Cortina, 1996: 6-7). Y es en este punto en donde los mexicanos estamos fallando, no somos capaces de ver más allá de nosotros mismos y es por esto que nos vemos estancados de esta forma. Pareciera ser que los mexicanos no son capaces de ver a las personas como un fin y podemos observar esto tanto en el ámbito político, social, empresarial, así como en la escuela, en el ambiente laboral. Día con día el mexicano actual utiliza a los demás como medios para llegar a lo que desea conseguir.
Si tan solo la sociedad actuara de acuerdo a estas formulaciones, nuestra realidad actual fuera muy distinta. Nuestro México es lo opuesto a lo que propone la tradición Kantiana, en el sentido de que la dignidad de los demás no es realmente respetada y todo el tiempo las personas son utilizadas como medios y no como fines. Y es por esto mismo que como señale al principio me atrevo a decir se ha perdido la calidad de México hablando en función de las personas.
Uno de los grandes obstáculos con los que cuenta México para poder superar el gandallismo es que actualmente vivimos en una sociedad consumista donde estamos bombardeados constantemente por publicidad y mercadotecnia que nos hacen creer que necesitamos ciertas cosas para ser felices, creando así en nosotros una sensación de nuevas necesidades cuando la realidad es otra. Podemos ver esto en como para la sociedad de hoy en día la mayor preocupación es el dinero, con el cual podemos comprar ropa, aparatos electrónicos, viajes, pagar escuelas, entre otras cosas, pareciera ser que todo gira en torno al dinero. Y este se presenta como un obstáculo en el sentido de que la sociedad empieza a hacer lo que sea para obtener lo que desea y un herramienta fácil para conseguirlo es tomando ventaja de los demás.

Es cierto que la abundancia de este último nos brinda certidumbre y seguridad, pero es importante tener en claro que no nos asegura la felicidad. Es por eso que se puede decir que el hedonismo contemporáneo depende del dinero, de cosas materiales, cuando por otra parte Epicuro estableció que no necesitamos dinero para ser felices, el problema de acuerdo con el está en que no sabemos distinguir entre lo que queremos con lo que realmente necesitamos. Para Epicuro el placer es lo más importante en la vida, pero este no se encuentra a través del dinero. En los videos del programa de Alain De Botton Philosophy: A Guide To Happiness, se trata de explicar la filosofía de Epicuro, quien decía que la felicidad no radicaba en el dinero o en las cosas materiales sino en otras cosas que son más substanciales y fáciles de conseguir, de acuerdo con su filosofía existen tres ingredientes claves para ser felices: los amigos, la libertad y analizar la vida.

Lo peor de todo es que como mexicanos estamos conscientes de que vivimos en una sociedad en donde predomina el gandallismo y el egoísmo social, por eso es que vivimos día con día protegiendo y cuidando nuestros intereses, le tenemos miedo al prójimo. Algo fundamental y de suma importancia que hace falta en México son valores tan importantes como el de la confianza y la solidaridad. Los mexicanos desconfiamos de todo y como no hacerlo cuando en nuestra sociedad predominan fuertemente acciones de ventaja en perjuicio de otras personas. La solución a este problema de “gandallismo” que estamos enfrentando no puede provenir de ninguna parte, más que de nosotros mismos. Es posible tener ese México en donde prevalezca la confianza, en donde tengamos una ciudadanía con valores que no busque sacar ventaja del más débil y debemos creer que esto no es una utopía, puesto que alcanzaremos esto en la medida en que cada integrante de esta sociedad mexicana ponga de su parte y tome conciencia de que antes que nada conforma parte de una sociedad, la sociedad mexicana. Es tiempo de empezar a reflexionar sobre nuestros actos y en cómo estos afectan a los demás. Todos nos damos cuenta por lo que nuestra sociedad está pasando, pero no hacemos nada al respecto, debemos agrandar nuestra esfera de preocupación moral, pero no solo quedarnos ahí sino tomar conciencia y lograr responsabilizarnos por nuestras acciones.








CONCLUSIONES

La situación en la se encuentra México actualmente no es nada agradable, es importante que el mexicano actual se desprenda de ese individualismo y aprenda a distinguir entre sus deseos propios y lo que está bien para la sociedad. El individualismo no llevara al país a ninguna parte, ya que la clave de la sociedad es el reconocimiento mutuo como persona. Para poder realmente construir un mejor futuro México necesita de un capital ético, el cual incluya ese conjunto de valores morales que son indispensables en cualquier sociedad para poder prosperar (Guzmán, 2008: 27-29)
Aristóteles decía que la persona prudente es aquella que sabe aplicar los principios morales y discernir sobre que deseos deben ser satisfechos y hasta donde y cuáles no. Hay una frase que resulta muy interesante que dice, las cosas no cambian cambiamos nosotros. Desafortunadamente siempre van a existir problemas sociales, siempre va a haber personas que actúen con fines malos y por lo tanto habrá violencia, delincuencia, entre muchas otras cosas más, pero todo esto puede ser reducido en la medida en que los ciudadanos abandonen ese sentido utilitarista y se vean más comprometidos a una cultura ética de legalidad. Por eso hay que empezar el cambio en nosotros mismos: “El futuro es de los ciudadanos, es a fin de cuentas nuestro”. (Guzmán, 2008: 29)














BIBLIOGRAFÍA

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• Blackburn, Simon. (2002) Sobre la bondad. Barcelona: Paidós.
• Cortina, A. (1996). Ética. La vida moral y la reflexión ética. Santillana, Madrid. 1996
• Cortina, Adela; Martínez, Emilio. (2001) Ética, Madrid: Akal
• Cortina, Adela-Cronill, Jesús (Eds.). (2001) Educar en la ciudadanía. Valencia: Insitució Alfonso el Magnanim.
• Gilligan, Carol. (1985) La moral y la teoría. México: FCE.
• Guisán, Esperanza. (2006) Introducción a la ética. Barcelona: Cátedra,
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