jueves, 25 de noviembre de 2010

Copiar ¿Engaño o Astucia?


Tecnológico de Monterrey
Campus Guadalajara



Ensayo Final
“Copiar: ¿Engaño o Astucia?”






Mariajosé Plasencia González- Rubio
Ética Persona y Sociedad H-1018
Dra. Alicia Ocampo Jiménez
L/J- 16:00- 17:30pm
18 de noviembre del 2010





Índice

Introducción 3
Honestidad 4
¿Por qué Copiar? 4
Conclusión 7
Bibliografía: 7








Introducción


A lo largo de mi educación profesional uno de los dilemas éticos que ha sido más constante, debatido y problemático, es el tema de la deshonestidad académica o copia. Me he visto involucrada en largas discusiones con compañeros, familiares e incluso profesores, defendiendo y tratando de convencer el por qué copiar no lleva a nada bueno, sobre las consecuencias a largo plazo y las repercusiones que se pueden tener, no solo académicas sino personales.
Desgraciadamente la cultura mexicana tiene muchas fracturas negativas, en especial en el ámbito ético y moral. Palabras como, mordida, trampa, “comprar”, soborno, extorsión, copia, mentira, corrupción y fraude, forman parte del vocabulario y de la vida cotidiana de cualquier mexicano, desde niños de cinco años hasta personas adultas. Hay varios países en donde estas actividades las relacionan y las identifican como parte de la cultura mexicana y de América Latina. Se cree que es algo con lo que nacemos y se nos inculca desde chicos, a tal grado que si uno revisa una guía turística aparecen varias advertencias dirigidas a extranjeros sobre la cultura en México y las precauciones que se deben tomar, respecto al soborno, el fraude y la corrupción.
Desde mi punto de vista, el problema de la copia y deshonestidades académicas en las escuelas y universidades son la base esencial de la mayoría de los problemas de corrupción en el país. Pues como cualquier proceso siempre se empieza con algo pequeño, como copiar en un examen.




Honestidad


Siguiendo el titulo del ensayo invito al lector a cuestionarse la pregunta planteada ¿es copiar engaño o astucia? La respuesta obvia debería ser y es, que es un engaño, pero en nuestra cultura no todas las personas lo ven así. En México cuando una persona copia en un examen y saca buena calificación en consecuencia de esta acción, algunas de las reacciones comunes, según mi experiencia, es que los demás lo felicitan por haber copiado sin que lo sorprendieran y lo califican como astuto e inteligente, por haber burlado a la autoridad, en este caso el profesor. Esto es un dilema ético muy fuerte pues ¿cómo hemos llegado al tal punto en el que un acto deshonesto es aplaudido? No es posible que se festeje el engaño y la mentira, sabiendo de sobra que son actos moralmente malos.
¿Cómo llego la sociedad a este punto? La respuesta es que hemos dejado que nuestra conciencia se vaya durmiendo. Todo empieza con actos pequeños que muchas veces damos por alto, como cuando éramos más pequeños y en la escuela veíamos por primera vez como copiaban tareas o exámenes las personas de nuestro alrededor o veíamos a adultos comprar artículos piratas, se nos fueron haciendo actividades normales y cotidianas a tal punto que también nosotros podíamos realizar, pues no se veían consecuencias a estos actos, porque toda la gente que nos rodeaba lo hacia y lo veía como algo normal.
Dentro de nuestra cultura una de las virtudes que más damos por alto y no se enseña en muchas familias y escuelas es la de la honestidad. Para poder empezar a cambiar la sociedad y crear una cultura más sana en la que las personas actúen con valores y por un fin común e individual a corto, mediano y largo plazo se debe de enseñar en especial esta virtud, Velázquez la describe de la manera idónea: “La honestidad, por ejemplo, se valora como un rasgo del carácter de una persona moralmente buena. Una persona que posee la virtud de la honestidad cuando está dispuesta, por hábito, a decir la verdad y lo hace porque cree que es correcto, se siente bien cuando dice la verdad y a disgusto cuando miente” (Velázquez, 2006: 110)


¿Por qué Copiar?


Para poder entender mejor a las personas, el porqué actúan de ciertas formas y desde donde vienen sus convicciones, utilizaré el Modelo de Desarrollo Moral Kohlberg (Weiss, 2006: 22) para poder ejemplificar y crear en el lector un cuestionamiento sobre sus propios principios y en el nivel en donde se encuentra.

Nivel I: Moral Preconvencional.- En este nivel el juicio de la persona se basa exclusivamente en las propias necesidades y percepciones. El nivel se divide en dos etapas, la etapa 1 que habla sobre el castigo y obediencia y la etapa 2 que habla sobre el propósito e intercambio.
Relacionando el tema del ensayo con el nivel preconvencional, infortunadamente la mayoría de las personas que copian o no copian basan sus creencias en este nivel, pues únicamente están atentas al castigo o consecuencias inmediatas a este acto, ya sea una falta académica, que le quiten el examen, se le expulse de la clase o se anule el examen. La persona se mantienen en un primer nivel donde solo le interesa el no copiar por miedo a que lo sorprendan y recibir un castigo y en caso de si copiar, solo están preocupadas por no ser sorprendido y en consecuencia recibir alguna repercusión o castigo.

Nivel II: Moral Convencional.- Las personas incluyen las expectativas de la sociedad y la ley. Las dos etapas dentro de este nivel son: etapa 3, las expectativas, relaciones y conformidad interpersonal y la etapa 4, el sistema social y conciencia.
En este nivel la persona actúa de acuerdo a las normas de la sociedad o la institución educativa, no necesariamente porque está de acuerdo y cree en ellas, sino por mantener una imagen o ser considerado un buen ciudadano o alumno. En el caso de la copia, las personas actúan de tal manera que las demás personas no digan cosas malas de ellos o los consideren como malas personas. Los que copian, muchas veces copian por mantener una imagen ante los demás de ser una persona que le gusta romper las reglas, que es popular y que no es un perdedor. Esto se debe a que en México, la copia se ve como una actividad normal, que da estatus de ser popular y estar a la moda. Por otro lado dentro del mismo nivel convencional, las personas que no copian, lo hacen por no tener fama de flojos o personas no inteligentes, que necesitan de otros para poder pasar un examen, hacer una tarea, al igual que las personas que si copian, únicamente realizan o dejan de realizar actividades por mantener un estatus o imagen ante los demás.

Nivel III: Moral Postconvencional.- En este último nivel los juicios se basan en principios abstractos más personales que no están necesariamente definidos por las normas sociales. Las etapa son: etapa 5, el derechos previos y contrato social y la etapa 6, los principios éticos universales.
Este último nivel es el deseado, pues la persona actúa con autonomía, no por mantener un estatus o por recibir un castigo o ganancia, sino porque esta convencido de que es lo que le conviene y que no, que es lo bueno o lo malo. Actúa de esta manera, pues ha logrado hacer propias las reglas y conductas sociales, ha entendido el sentido profundo de las acciones y sabe sus consecuencias a largo plazo. Como dice Adela Cortina: “Es prudente quien, al elegir, no tiene en cuenta sólo el momento concreto, sino lo que le conviene para el conjunto de su vida. Por eso sopesa los bienes que puede conseguir y establece entre ellos una jerarquía, para obtener en su vida el mayor bien posible. Quien elige pensando sólo en el presente y no en el futuro es imprudente.” (Cortina, 1996: 2) La frase se refiere a que las personas prudentes, no realizan acciones precipitadas, sino que, miden las consecuencias de sus acciones, estudian los resultados a largo y corto plazo y listan las consecuencias y las actividades dándoles un valor dependiendo de la que tenga un mayor resultado positivo o favorecedor, después de haber estudiado las opciones, elige la primer opción, que es la que trae mayores beneficios.
La persona prudente, se encuentra en el nivel postconvencional, pues no copia porque esta convencido que trae mayor beneficios abstenerse a esta practica. Beneficios como: la perseverancia, pues se prepara para tomar los exámenes, pues sabe que únicamente de él depende su calificación. La fortaleza, pues lucha contra una práctica considerada “normal”. Satisfacción personal y autoestima pues sabe que por sus propios medios recibió una buena nota. Ayuda a ser responsable de tus actos, pues de ti depende el sacar una buena calificación o realizar una tarea. Crea confianza en uno mismo y los demás pues sabe que es una persona recta y si se presenta una situación difícil, no se dejara seducir por alguna salida rápida que ponga en peligro su moral y principios.
La persona prudente no copia, pues sabe que para poder ser una persona autentica, debe de ser recta y honesta consigo misma y con demás, sabe que debe de aceptar las consecuencias de sus actos, pues así aprende de sus errores y la próxima vez sabrá como actuar de mejor manera.



Después de haber explicado los tres niveles del Modelo de Desarrollo Moral de Kohlberg, invito al lector a que reflexione y se pregunte ¿en qué nivel me encuentro? Muchas veces las personas estamos acostumbradas a realizar ciertas actividades que se nos hacen cotidianas y normales, pero cuando las examinamos detenidamente, nos damos cuenta que únicamente las realizamos por mera costumbre o por seguir una moda y no por convicción propia. La copia puede llegar a ser una de estas actividades que hacemos sin estar en plena conciencia, por esto invito a que seamos prudentes y hagamos preguntas, midamos las consecuencias de nuestros actos, no hay que dejarnos seducir por practicas cotidianas, hay que cuestionar y examinar el por qué actuamos de la forma en la que actuamos.






Conclusión

Si se espera cambiar y disminuir el problema de la copia y la corrupción que se vive en todas las escuelas mexicanas, se debe de trabajar en la raíz del problema, se debe de empezar a cambiar y a reeducar a las personas desde el seno familiar y obviamente también dentro de las escuelas y universidades. Se debe de fomentar la honestidad, el respeto, la autenticidad, la igualdad y ante todo la responsabilidad, se debe de educar a las personas para acepten las consecuencias de sus actos, sean buenas o malas. En las escuelas y en los hogares se les debe de dar ejemplo de prácticas éticas e incluso se deben de exigir.
No es algo fácil y no creo que se pueda hacer de un año a otro, es un problema ya tan instalado en los cimientos del país, que va tardar muchos, muchos años en cambiar. Pero se debe de mantener la esperanza de que si hacemos algo al respecto ahora, y empezamos educando desde las familias, valores morales y cívicos, algún día no muy lejano nos vamos a sentir orgullosos de ser mexicanos y en especial orgullosos de nuestra cultura.









Bibliografía:

Weiss, J. W. (2006) Ética en los negocios. Un enfoque de administración de los stakeholders y de casos, Thompson, México, D.F.
Velásquez, M. G. (2006) Ética en los negocios. Conceptos y casos, Pearson-Prentice Hall, México, D.F.
Cortina, A. (1996) Ética. La vida moral y la reflexión ética. Santillana, Madrid.

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