ITESM Campus Guadalajara
Ética, persona y
sociedad
Carlos Faz
A01229031
Ayudando a los que
ayudan
Durante
el verano 2014 lleve la materia de ética, persona y sociedad en donde a pesar
de aprender teoría ético-filosófica de muchos autores de décadas e incluso
siglos pasados tuve 2 experiencias en particular que marcaron mi vida desde
inicio hasta fin.
Mi
primera experiencia fue un evento llamado “Camina Providencia” en donde nos
localizaron en la colonia providencia, en Guadalajara para caminar por las calles
y darnos cuenta de todas las cosas que pasaba, que faltaba o incluso que
necesitaba. Durante el evento aparte de caminar en providencia, nosotros
teníamos pensado hacer algo más. Habíamos organizado hacer carteles e ir a 10
lugares en donde el ayuntamiento haya cortado árboles y en el tocón, poner ese
cartel, le pusimos nombre al árbol y le estimamos una edad aproximada. Con toda
la información y su localización, todo esto para hacer voz al ayuntamiento para
que quite esos tocones y posteriormente ahí, plantar un nuevo árbol.
Esta
primera experiencia provocó que me preguntara muchas cosas acerca de esa
colonia a medida que íbamos caminando, por ejemplo automóviles que tapaban la
rampa para discapacitados, e incluso algunas rampas estaban mal diseñadas ya
que estaban muy empinadas que incluso un señor que nos acompañaba nos dijo que
estaban tan empinadas que eran muy difíciles de subir. Las banquetas estaban
destrozadas de manera que se formaba un escalón desde la banqueta a la calle en
donde era muy peligroso para personas discapacitadas sin mencionar la cantidad
de automóviles que pasaban a gran velocidad.
Finalmente,
fue ahí donde me di cuenta del diseño de las banquetas, el diseño de las
calles, espacios públicos, la gran cantidad de puestos que están en la vía
publica y no pueden dejar pasar a una persona con una discapacidad física ya
sea en silla de ruedas, o muletas, pero sobre todo, lo más importante, nuestra
cultura.
¿Será
que nuestra cultura menosprecie a las personas discapacitadas? O es solamente
el ¡No lo había pensado! De estas dos opciones que acabo de plantear, las dos
son vergonzosas, pero las analizare. Menospreciar a una persona discapacitada
es ignorar un potencial que puede ser incluso mejor que cualquier otra persona
sana. Sin embargo es atentar en contra de su integridad, no existe igualdad y
la equidad junto a la dignidad se desmorona. Por lo tanto como dice la
fundación Canfranc. “Las diferencias físicas, raciales y culturales no pueden
ser motivo para excluir a nadie ni tener un trato diferente, ya que a pesar de
esas diferencias, que en realidad son enriquecedoras, somos iguales en
dignidad.” (Canfranc, 2012).
Por la otra opción, es sumamente
vergonzoso y muy preocupante tener una sociedad así en donde los habitantes de
Guadalajara, no tengan una conciencia pública. Conciencia pública porque existe
una pésima planeación en las calles donde siempre intentan mejorar las calles para los automovilistas
pero a la vez están perjudicando al peatón y el ayuntamiento no piensa en todas
las consecuencias que puede haber y lo
peligroso que esto puede resultar para un peatón estando o no, con alguna
discapacidad en una avenida donde los automóviles pasan a gran velocidad.
La
segunda experiencia fue mucho más ecologista este evento, se llamó
“Eco-Providencia”, pues con la novedad que por fin el ayuntamiento nos hizo
caso y quitaron los tocones que habían, como en nuestro equipo teníamos carros,
no fue ningún problema transportar los árboles, las palas y los picos.
Trabajamos arduamente durante horas replantando árboles en providencia, árboles
que habían sido cortados injustamente por razones estéticas las cuales
favorecía solamente a unos pocos.
Fue
ahí, donde me di cuenta que esto no podía continuar, pues no es posible que
quiten árboles de alrededor de 30 años sólo por razones que a la vez, no son
razones. Cortar un árbol solo para que no te tape la vista, o mejorar la vista
de cualquier establecimiento, ya sea una casa, un estacionamiento o un
restaurant no es una buena razón para cortar más de 30 años de presencia
absoluta y es aquí, donde entramos al tema ético de este asunto.
Muchas
personas, incluso hay poblaciones enteras que piensan que la naturaleza está
aquí, sólo para servirnos, para ayudarnos a progresar en nuestro desarrollo
económico e industrial. Y aunque cueste trabajo pensarlo, esto es correcto ante
la teoría del derecho natural que dice “los seres humanos están dotados por su
creador de ciertos derechos y obligaciones naturales que les permiten lograr
con dignidad humana su destino que es divino. Estos derechos y obligaciones
naturales son inalienables, precisamente porque están dados por Dios. Ya que el
hombre, podrá someter a la tierra.”.
Pero
esto se acabó, nuestra sociedad ya no vive en esa idea cerrada y
contradictoria. En nuestra sociedad hay personas racionales y sobretodo
pensantes, que piensan en las consecuencias de todas las acciones que suceden e
incluso hacen todo lo posible para que esas consecuencias no sucedan, y es ahí
donde nosotros entramos, haciendo intervenciones ciudadanas, llamando la atención
del ayuntamiento, plantando nuevos árboles para que en la sociedad exista
consciencia necesaria para que este, sea un mundo mejor donde vivir o por lo
menos una ciudad mejor en donde vivir. Pues como dice una revista científica
brasileña:
“La
crisis ambiental es la crisis de nuestro tiempo. No es una crisis ecológica, si
no social. Es el resultado de una visión mecanicista del mundo que, ignorando
los límites biofísicos de la naturaleza y los estilos de vida de las diferentes
culturas, esta acelerando el calentamiento global del planeta. Este es un hecho
antrópico y no natural. La crisis ambientalista es una crisis moral de
instituciones políticas de aparatos jurídicos de dominación, de relaciones
sociales injustas de una racionalidad instrumental en conflicto con la trama de
la vida.”(SciElo Brasil, 2002).
Platón decía que todos los seres
humanos desean conseguir en la vida la felicidad, y que esto tanto individual
como colectivamente, sin embargo todas estas doctrinas consideran que el orden
natural y el moral son semejantes. Esto significa que se le considera bueno lo
natural y malo lo que va en contra de la naturaleza humana. La felicidad
consistirá, por lo tanto en actuar conforme a las exigencias de la naturaleza
humana buscando su perfección. (Hernán Pérez del pulgar).
El
problema de la deforestación se viene dando en todo nuestro país, pues las
consecuencias ambientales que trae la tala de árboles es una ciudad y peor aún,
en un lugar tan urbanizado como providencia pueden ser catastróficas. Es importante
que todos los estemos consientes que la tala de árboles puede provocar
inundaciones, sequias y una cantidad inenarrable de desastres naturales. “El
70% de los desastres naturales de los que se atribuyen la deforestación de
bosques y áreas verdes; el resto se le atribuye a la contaminación de
vehículos, empresas y otros.” (Parrot, 2011).
Debo
debo decir que cuidar la naturaleza no es solamente hacer intervenciones o
plantar árboles, es dejar la marca en las personas que no está bien, que la
cultura, tiene que cambiar, quitarnos la costumbre de tirar basura, tener prudencia
al conducir, concientizar al gobierno y al ayuntamiento que hagan bien su
trabajo, no pueden seguir dejando las rampas tan empinadas, ni tampoco pueden
continuar haciendo su trabajo así. Las virtudes ante estas situaciones son
esenciales para fomentar el desarrollo ético, ecológico y sustentable ante
nuestra ciudad. Siempre y cuando entiendan el concepto de la virtud, ya que
según Rachels:
“Las
virtudes morales son las virtudes de las personas como tales. Entonces,
siguiendo el ejemplo de Pincoffs, podemos definir una virtud como un rasgo de
carácter manifestado en una acción habitual, que es bueno que una persona
tenga. Y las virtudes morales son las virtudes que es bueno que todos tengan”.
(Rachels, 2006, P. 277).
Finalmente,
me gustaría comentar mis reflexiones a las intervenciones. Primero, no creo que
exista una discriminación ante las personas con una discapacidad, simplemente
creo que existe una pésima planeación ante todo el diseño y la arquitectura de
las calles, vías públicas y espacios públicos ya que todo eso se expone en un
solo problema raíz: nuestra cultura sin una concientización moral. Y segundo, me gustaría agregar que fue una
experiencia única el plantar árboles ayudando a providencia a recuperarse de
los árboles que perdieron por el ayuntamiento y estaría dispuesto a hacerlo
otra vez, pero con la condición, que la próxima vez concientizar a las personas
que la respuesta no es plantar árboles. La respuesta es educar a las personas a
hacer cosas por nuestra ciudad, porque si nosotros no lo hacemos, ¿quién lo
hará?, ¿de qué sirve plantar un bosque si al día siguiente lo talarán? La
respuesta ante el segundo punto es la educación ambiental.
Muchas gracias.
Referencias
James
Rachels. (2006). Introducción a la filosofía moral. México: Fondo de Cultura
Económica.
Fundación
Canfranc: “Expertos en humanidad: Dignidad de la persona” (2013) Disponible en:
http://www.fundacioncanfranc.org/voluntariado-y-participacion-social/formaci%C3%B3n-del-voluntario/expertos-en-humanidad-dignidad-de-la-persona/
I.E.S
Hernán Pérez del pulgar, Ciudad Real “La ética Platónica” Disponible en http://www.departamentos.ieshernanperezdelpulgar.eu/departamentos/filosofia/cecilio/platon/Platon_III%20PARTE.pdf
Parrot
“Consecuencias de la tala de árboles” (2011). Disponible en http://www.departamentos.ieshernanperezdelpulgar.eu/departamentos/filosofia/cecilio/platon/Platon_III%20PARTE.pdf
SciFlo
Brasil “Manifiesto por la vida, por una ética sustentable” (2002). Disponible
en http://www.scielo.br/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1414-753X2002000100012
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